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domingo, abril 03, 2016

LAS MENTIRAS DE LA NOCHE de GESUALDO BUFALINO





















LAS MENTIRAS DE LA NOCHE de GESUALDO BUFALINO
le menzogne della notte 1988
Edtral. Anagrama 185 Pag
Tduc. Joaquín Jordá






Acabaríamos leyendo textos limpios y sin más sentido que el claro y directo que surge de la rápida lectura de la unión de sus letras; acabaríamos leyendo pasajes al que sólo el sentido práctico daría valor a lo que entendiéramos; acabaríamos leyendo relatos en los que te cuentan lo que quieres oír ; acabaríamos leyendo narraciones en los que los temas tratados sean el resultado de un estudio de los gustos más de moda aparecidos tras una encuesta; terminaríamos leyendo dejando de lado la belleza de lo inútil, del encanto de lo improductivo; dejaríamos de saborear lo leído con paciencia, con la parsimonia del que saborea una taza de chocolate espeso, con el saber del que escucha una canción de cuna cantada en euskera; todo eso sucedería si no existieran textos como los de “Las mentiras de la noche” y escritores como Gesualdo Bufalino, en los que, lejos de la unión monótona de letras y conjunciones, de comas o puntos y seguidos más o menos abundantes, de palabras de significados únicos o polisémicos; él descubre -nos hace descubrir- lugares por donde vadear el rio mojándote hasta el gaznate de ideas y frases, y párrafos, y hojas, y capítulos, y búsquedas, que no hubieras conocido si hubieras cruzado por el puente, más cercano, más transitado,  pero más tedioso. De modo que él encuentra ese paso que cruza el rio y que se aleja de lo pedante vacío y ocupa la orilla de lo culto rebosante de sutilezas, inteligencia, sabiduría, y, más que nada, eso que alguien definió como sublime. Porque sublime es su forma de escribir, su modo de contar historias, de inventar mundos que a pesar de lo pequeños que parecen en lo que miden, consiguen abarcar todo un universo de temas, sensaciones, pasiones, muertes, desavenencias, últimos estertores, paraísos cercados. Y si como los antiguos maestros alfareros hacían cuencos de un pedazo de barro, y ese cuenco en su limpia fragilidad, representa todo lo que de la utilidad ha troncado a ser inútilmente maravilloso; contar historias, como estas, es la más maravillosa de las inutilidades, pero que nos hace un poco más listos, debido a que si alguien, como Bufalino, nos apunta con el indice para que veamos lo bello que es el atardecer, miramos no sólo la caída del sol sino también las manchas de tinta en la mano y los ojos secos de leer y escribir del que señala: los atardeceres ocurren todos los días,  que alguien se pare para mostrárnoslos es , ahora, cosa de lunáticos...





Una noche sirve al libro para contarnos una historia de siglos: la de la lucha de las personas por su libertad y la de otros para que no la consigan. Un castillo, una celda, una simple habitación es el centro de un universo, donde explotará una supernova que engullirá presentimientos, presunciones, palabras dichas o calladas, miedos y vergüenzas de unos simples humanos condenados a elegir entre sus ideales y la muerte, entre ellos y la vida de los demás. Cuatro personas, cuatro reos en un penal en una isla, son condenados a la guillotina, por actos en contra del rey borbón. El gobernador del penal les hará una proposición: perdonarles si delatan a su jefe supremo. En la vigilia de la noche anterior a su delación o muerte, los cuatro, junto a un legendario bandido al que van a ajusticiar con ellos, deciden contar -como un decamerón moderno- historias que hagan pasar el mortífero tiempo, y les sitúe, según su opinión,  en el momento en el que su vida cambió. Verdades, mentiras, sabiduría y estupidez, orgullo y rubor, sexo y castidad, muerte y vida , pasaran por sus relatos contados a la tenebrosa luz de una luna perezosa en salir y rápida en su intención de ocultarse en el horizonte. Pero, si alguien se fiaría de que el mundo  tiene un único y simple camino, este libro hará hacerse desconfiado a esa persona desconocida:  nada creerá porque sí, nada pensará porque es lo lógico, porque así siempre fue, porque nada cambia, porque el mundo es tan aburrido como parece, que vencida la inteligencia la monotonía nos invade.


De los papeles que, parece sorprender, resultan ser  las hojas de este libro, hay momentos que aparenta exudar gotas de sudor frio resultantes del miedo momentáneo de los reos de muerte, pero también gotas de sudor resultantes del calor que parecen despedir las historias que cuentan, los paisajes que cruzan, los soles de los que se ocultan, de las lunas que buscan, de las frias mañanas que preferirían olvidar...Parece que esos papeles rememoran, también, historias de antiguos estudios lectivos, donde socialistas utópicos, Saint-Simon, carbonarios,...son parte de esa memoria entre joven y olvidadiza, y que aquí parece dar cuerpo y sentido a todo aquello, dando forma y concepto a las ideas, a los hombres, a los porqués, a las venganzas, a las luchas...Pisando terreno húmedo, parece que te hundes en las profundidades de la historias, comes con ellos, peleas con ellos, mientes con ellos, descubres con ellos, pero sabes que todo aquello son los estertores, quizá, de su vida; ponerte en su piel es lo que un lector atento haría para gozar y vivir, llorar y morir con sus letras. Simplemente es literatura, no hay más elogio.


 Como en las antiguas películas, los vampiros góticos y de bajo  presupuesto pero plena y extrañamente majestuosos  en su decrepitud  y en su milenaria  decadencia,  huyen del sol que alumbra y calienta pero no de la luna que brilla..¿la diferencia? siempre he pensado que porque  uno es útil y la otra es hermosa...


Posdata: no cometáis la estupidez que hice yo de leer la contraportada del libro antes de leerlo. Lo cierto es que, sin acritud, el que la pensó parece que no ha leído un libro en su vida...

wineruda









miércoles, enero 27, 2016

LAS CIUDADES INVISIBLES de ITALO CALVINO




















LAS CIUDADES INVISIBLES de ITALO CALVINO
Le città invisibili. 1972
Edtrl. Siruela 183 Pág
Trad. Aurora Bernárdez



No es tanto el viaje -huida, marcha, paseo- sino el camino, no son tanto los caminos sino las ciudades por las que pasan; ésas que dan sentido al verbo IR -me voy, vuelvo, yendo, fuera, hubiera ido, habría ido...- por encima del verbo VOLVER o del verbo HUIR. Esas ciudades improbables por lógicas o probables por absurdas; esas ciudades satisfactorias por ineptas, desfavorables por sabias; esas ciudades modernas entre las ruinas de su pasado glorioso o ancianas entre sus rascacielos de brillantes y translucidos cristales; esas ciudades donde hay más habitantes que recuerdos y más recuerdos que corazones; o esas ciudades estrellas fugaces; o esas ciudades que nunca han existido ni existirán; o esas ciudades que sólo son verdad el día que te conocí; o esas ciudades que se mueven a ritmo de sinfonía, o esas ciudades que se agitan a ritmo de swing; y esas ciudades con alma o las que no la tienen; o esas ciudades frías; y esas ciudades que viven por ti y por mi; y esas ciudades juego; y esas ciudades que atormentan; y esas ciudades iguales a cualquiera; y esas ciudades con pasión, y esas ciudades invisibles... Todas ellas son hitos del camino, balizas de vida parpadeante, que camina y se para , que silba y calla. Todas son pozos donde se sobrevive a las tinieblas y a las luces escondidos entre sacos de tierra y cemento. Todas razonablemente equipadas para sobrevivir, razonablemente equipadas para caer muerto... Pero son las últimas que cito - las ciudades invisibles- las que sobresalen por encima del resto una vez encontradas entre las páginas de Calvino; donde son rescatadas del vacío, del lado oculto de la luna, del extremo cálido del hielo, del otro lado del espejo; son percibidas siguiendo el camino contrario de la voz de María Callas. Para notarse esplendorosas en su realidad y su mentira, sentidas entre el profundo aullido de su poesía. Nos tientan a creer que existen o existieron o, con toda probabilidad, existirán. Aunque sólo fuera en sueños imposibles o en la punta de los dedos de un sonámbulo. O, si me apuran, sólo fueron visibles en el último soplido -suspiro- de Dizzy Gillespie o en el último trazo de Frida Kahlo.


















55 ciudades que describe Marco Polo al Kublai Khan, mostrando, acaso, lo que vio en los viajes por el imperio mongol, o, quizás, nacidas de la propia mente del veneciano: ciudades que nacen del cielo, de la tierra, del aire, del fuego, de la muerte, de los sueños, ciudades donde las casas pueden ser de carne y sangre y las personas de fieltro y arcilla. Las Ciudades que describe Marco vienen del remoto futuro y del reciente pasado, son tan improbables que el Khan las recoge como hijos inmaduros del árbol de la imaginación, hijos que probablemente no sean pero que están llenos de todas las características de lo deseado, de lo soñado: Y hay que saber que cuando el que desea pierde la necesidad de poseer lo que no tiene, ya se consigue poseerlo. Es, así, realidad  la franca y deslumbrante verdad de esas ciudades invisibles que por mor de la poesía se convierten en ciertas acampadas en el espacio que queda entre las sienes. Sustentadas en la necesidad de tener un testaferro de los sueños y espacios y vivencias que debió tener el Kublai, pero, aun así,  no las alcanzó -las ciudades-, separadas de él por su palacio, sus huestes y la propia vida. Y así que, Kublai,  cree en lo que escucha, por que necesita creer en ese revoltijo de ciudades invisibles por desconocidas, por maravillosas; ciudades eternas en las que Marco Polo vierte todo su manantial de esperanzas, recuerdos, nostalgias y descubrimientos, y nadie podría decir que, a pesar de sus diferentes nombres, no son la misma ciudad mirada de diferentes formas, lugares, estados o días, quién sabe si todas al final son solamente Venecia, esa que añora y llora, que eran parte de su niñez y su juventud, ese momento en el que las cosas parecen mas profundas de lo que son y que no desentrañan mas misterios que el de tu propia finitud. Marco Polo es dueño de todas esas ciudades maravillosas y extrañas, parece poseer los mapas reales, -lejos de lo evidente- y el registro de sus habitantes, por que las ciudades, a pesar de su belleza y sus edificios, son, realmente  sus moradores: Las ciudades son del que araña una pared, cuelga un trapo en la ventana, rompe una pared en su casa, siembra una flor en su tiesto, salva a un gato en el tejado o rompe el sueño de sus vecinos con su dormir agitado. Ciudades invisibles para habitantes fantasmas y para palabras fantasmas: Octavia, Zenobia. Argia, Leonía, Esmeralda....





Calvino escribe una lección  sobre viajar, sobre soñar, sobre paisajes posibles e imposibles; fabrica una sopa mapamundi hervida con poesía y magia. Escribe sobre mundos deseados como apariciones de espectros de cemento y sangre, de huesos y ladrillo, pero al contrario de los tópicos, son animados y fascinantes, como hechiceros y brujas traidores a su tradición de oscuridad . Como “la alegoría del arte italiano” de Giovanni Paolo Panini crea arte sobre arte, ficcion sobre realidad, o como El Bosco pintando “El jardín de las delicias” crea, también, un mundo ficticio, casi real, inmenso, sabio y asombroso, de personas , lugares, artefactos y paisajes.



wineruda


viernes, agosto 14, 2015

LAS PEQUEÑAS VIRTUDES de NATALIA GINZBURG



















LAS PEQUEÑAS VIRTUDES de NATALIA GINZBURG
le piccole virtú 1962
Edtral. Acantilado 164 Pág
Trdt. Cecilia Filipetto



No puedo dejar de pensar en mamás patas o gallinas seguidas de sus polluelos a los que intentan enseñar el camino a seguir, la cáscara a la que picar o el lugar donde refugiarse, cuando leo los ensayos de Natalia Ginzburg, que también son relatos y, también, recuerdos autobiográficos. En ellos pone toda su pasión, su experiencia, su sangre y hasta sus entrañas para mostrar lo que para ella es el camino, la cáscara o el refugio por donde entender la familia, el crecimiento, las relaciones, los amigos, la educación , la vida a fin de cuentas. Y, sí, alguien podría decir que eso no es nada, que son unas palabras más sobre esos temas, que son solamente consejos para leer, tendones sin músculo. Acaso sea cierto, pero cualquier expresión del talento que no tenga una finalidad o como diría algún cantante cubano “ que cosa fuera la maza sin cantera” herramienta sin oficio, no es digna de tener en cuenta. Así las protectoras alas de Natalia se despliegan para mostrar un camino, su camino, a un mundo lleno de simple vida de niños, de atribulados padres, de amigo desarraigados, de las comunes relaciones de pareja, de caminos a la educación, incluso sobre cómo vivir en Inglaterra y sobrevivir a ello. Y unicamente si caminas con ella hasta el final del libro podrás entender los miedos -quizá terrores- los intentos fallidos y acertados, las horas gastadas, los pasados no olvidados, las esperanzas gastadas y los destinos cumplidos, las vidas agotadas, las experiencias enriquecedoras y los amores y odios profundos que sustentan todas su páginas, las canteras donde las mazas de las palabras golpean una y otra vez.



Cada ensayo está escrito en primera persona, aparentemente retazos de su pasado que persiguen construir, o quizá mejor reconstruir un pasado, pero no por el mero hecho de contarlo sino que tienen una finalidad última, una enseñanza que descubrir. Así aparece su estancia obligada en los Abruzzos donde la apagada y triste realidad deja paso a un recuerdo de felicidad por que tenía “fe en un porvenir fácil y alegre”; o aparece la felicidad está en unos zapatos rotos; o aparecen sus recuerdos de su amigo Cesare Pavese; o emerge la desastrosa vida de una italiana viviendo en la oscura, triste y diferente Inglaterra, o se manifiesta la desperdigada vida de una esposa inquieta e insegura con un marido perfecto y arrogante, pero donde la felicidad estaba en estar juntos; O surge el recuerdo del horror de la guerra, del temor a un timbrazo en la noche, a la policía, a la inseguridad de vivir pendientes de un mundo que no controlas; o aparece un canto al oficio de escribir, a la necesidad de rellenar páginas, imaginar cosas, crear figuras o dibujar caras e inventar conversaciones para ser uno mismo, más allá de cualquier intento artístico, mucho más allá; se presenta, también un crítica a la imposición del silencio como pecado “fruto amargo de nuestra época malsana”; nos cuenta un relato sobre el crecimiento, de cómo crecemos y vivimos nuestra vida pendientes de los demás, hasta que surge una individualidad que no lo es, de cómo queremos ser diferentes a nuestros padres y no lo conseguimos; por último nos cuenta sobre cómo educar a los hijos, de cómo nos conformamos en enseñar las pequeñas virtudes donde deberíamos enseñar las grandes virtudes, esas que enseñan el camino recto, lejos de remiendos impone el buscar un fuerte hilvanado.


Aunque todos tiene su poso y sus virtudes, me quedo con tres de los ensayos que he citado: uno titulado “Mi oficio” que habla del trabajo del escritor, para ser exactos de sus sensaciones como escritora, pero las explicaciones, sus sentimientos, sus ideas son un manual para leer alguien que quiera, siquiera, asomarse a ese lado del arte. El otro se titula “Las relaciones humanas” y es una hermosísima parábola sobre el camino de la vida, desde niño a adolescente, de joven a maduro, de hijo a padre. Un análisis sobre sentimientos, esperanzas truncadas, ideas, posturas, errores y triunfos, cambios y búsquedas. Por último me quedo con “Elogio y lamento de Inglaterra” con una sutil y maliciosa descripción de su vida en ese país.

wineruda




domingo, junio 28, 2015

LOS PEQUEÑOS MAESTROS de LUIGI MENEGHELLO























LOS PEQUEÑOS MAESTROS de LUIGI MENEGHELLO
i piccoli maestri 1964
Edtar. Barataria 285 Pág.
Tradct. Elena de Grau



No deja de ser curioso encontrarte una narración de un episodio sangriento de la historia del mundo, como es la Segunda Guerra Mundial, narrado con el pudor que exhibe este libro para con las acciones violentas durante la guerra de guerrillas de los partisanos en la región del Véneto en Italia. Meneghello a veces obvia, a veces pasa de puntillas y solamente algunas veces narra lossucesos inevitables de manera sucinta, sin la más mínima recreación en el duro tema. De alguna forma parece por su parte, por la de su unidad, una guerra-de militares antimilitaristas, de soldados sabios o de luchadores filosofos. A fin de cuentas a esa unidad se la llamó como el libro: “los pequeños maestros”. Y por ello es un libro diferente a todos los que cuentan la guerra que haya leído, no por limitado en sus expresiones militares sino por el tono, el mensaje y la ejecución de la novela. En ella el autor utiliza la memoria para escribir los recuerdos de aquella época sin rencor, sin apenas añoranza de los perdidos -como si fueran un resultado natural del avance de la vida, no por una accion violenta- sin olvidos pero con lagunas obligadas por ese pudor que antes he citado. Pero lo que sí encuentras en el libro es la ironia, el humor -algunas veces negro- y una vision del ese mundo que nunca es paródica pero sí brutalmente natural y con un bruñido de cierta melancolía por una Italia que debe tener remedio pero que no la tiene, con ese franco hartazgo de lo irremediable que suelen tener para con su pais los naturales que lo analizan desde un punto de vista crítico.


“Los pequeños maestros” es la crónica de los recuerdos de unos años duros contada en primera persona por el propio Meneghello, desde su salida de la escuela de oficiales alpinos de Merano tras el armisticio y la toma del poder en Italia por los alemanes hasta la liberación de Padua por los partisanos y la llegada del ejercito británico. En el entreacto discurre la llegada al Altiplano de Asiago donde crearán, él y sus amigos, un grupo partisano de ideas liberales que luego conformaran fundando el Partito d'Azione y luego mas tarde sus acciones de contacto y organización en Milán o Padua.. La Narración discurrirá entre acciones guerrilleras, las batidas de los fascistas y los alemanes, las huidas, las acciones fallidas, el frió, el hambre, el cansancio, papeles falsos, la confraternización con la gente de los pueblos, las escaramuzas, las peleas internas, las reflexiones, el paso de las estaciones y del tiempo.

De entre todos esos actos y situaciones Meneghello destacará el análisis de las personas aquellas que lo rodearon durante aquellos años: desde el que odiaba la violencia hasta el más duro, desde el jovencito cobarde hasta el veterano de mil batallas, desde el filósofo hasta el inculto, desde el torpe hasta el mas avezado, desde el católico más acérrimo hasta el comunistas más convencido. Toda una galería de caracteres que completan un mundo de personas falibles pero conscientes del momento en el que vivían y lo que se jugaban -la vida-. Pero es su grupo -su unidad- la que, es evidente, más aparecerá en el l ibro, entre ellos aparecen muchos tipos de personas pero todos cortados bajo casi el mismo patrón: la  mayoria cultas, religiosas -hasta el punto del pudor para con los insultos o con la muerte del contrario- que muestran -sobre todos en sus incios una parquedad de ideas militares y una sobreabundancia de ideas políticas, sociales e incluso filosóficas. Pero todo cambia, las personas no siempre permanecen.


El libro destaca por las reflexiones del autor sobre lo que le rodea: a veces son la admiración por el paisaje inmenso que lo rodea -sus descripciones son bellísimas- otras veces por el análisis político, o incluso cultural, de la sociedad y el país en el que están y, por otro lado,  en el que esperan estar tras la guerra; otras veces se decanta por contrastar los momentos casi idílicos en los momentos de paz entre los maizales del valle y las casonas rurales y sus pobladores que sustentan a los partisanos, con los momentos duros en el que el pellejo de él y sus compañeros no valdría la chaqueta raída que sustenta. No piensen que son la narración de “las batallitas” del veterano de sus años de guerra, no, es la crónica verídica, con sus momentos malos y sus momentos no tan malos de una época y unas vidas que merecían el respeto de ser contadas.


wineruda

miércoles, mayo 06, 2015

LOS HERMOSOS AÑOS DEL CASTIGO de FLEUR JAEGGY













LOS HERMOSOS AÑOS DEL CASTIGO de FLEUR JAEGGY
I BEATI ANNI DEL CASTIGO 1989
Edtr. Tusquets 118 Pág.
Trdt. Juana Bignozzi



Nada puede hacer olvidar los años vividos lejos de la familia en el espacio cerrado, solitario y opresivo de un colegio para señoritas en un pequeño pueblo de Suiza o de otros que pasaron por el camino; nada arranca más vida de los corazones que una necesidad de cambio, cercano a veces a lo destructivo, para buscar un lugar diferente, de un cariño olvidado, de una personalidad propia; nada oculta más los sentimientos que la manifiesta intención de ser diferente, de buscar lo distinto, que no lo opuesto, porque simplemente no sabes qué es lo opuesto. Esa búsqueda de sí misma aparece en las páginas de la novela, con la desenvoltura que da la narración en primera persona, mirada desde el futuro, rasgando el pasado para mostrar las entrañas de lo que pasó, no ya de los hechos puros y demostrables, sino de la sensación misma que se asoma desde los ojos, desde las palabras, desde los pensamientos de una adolescente , apenas una niña, que recorre los días de su encierro buscando la pericia necesaria para ser adulta siendo una niña, correteando en la frontera en la que por una lado muere la niñez y por otro lado nace esa fase adulta que primero se quiere y luego lastima.

Y si de la imposición, en la distancia, de un tipo de vida por parte de una madre casi olvidada y si de la existencia plana y lúgubre de un padre anodino surge la necesidad de rebelarse, de ser distinta, de no ser como todas las compañeras de las cuales,tras el paso de los años, has olvidado su nombre -esa fue su importancia- es porque la arrogancia despreocupada de la juventud necesita aparentar que posee la independencia que luego tendrá en la edad adulta, practicar los patrones de comportamiento en una vida que no quiere que sea como es ahora, y los ensayos deben ser rigurosos y verdaderos hasta encontrar el desfiladero por donde escapar de rutinas, voces, profesores, directoras, compañeras de colegio o de reglas impuestas


La protagonista, la narradora, descubrirá un lugar diferente en los ojos, en el cuerpo, en la personalidad de una compañera, en Frédérique. Surgirá de esa relación una mezcla de admiración y sumisión que alarga su camino hasta encontrar un sentimiento de amistad que nunca puede ser sexual o erótica -como auguran algunas guías-, porque no es apenas más que una sensación de acercamiento y arrobo llegado de la necesidad de una amistad diferente, de encontrar una mente discrepante con las reglas habituales de sus compañeras de colegio, no en el comportamiento sino en la libertad mental, en la profundidad de sus actos lejanos a lo usual y a lo cotidiano en los pasillos del colegio; encontrar una mente atormentada para un lugar en las que no debutan las apariencias.

Y nada podrá encontrar más adecuado a la mente de la narradora que contar como, en un momento dado, se adecuó a los momentos que estaba viviendo, contradiciendo su propia necesidad o su mismo pensamiento, buscó en lugares que en otro momento no había decidido pisar, pero que al final lo hizo, por propia comodidad o por simple inercia. Y las consecuencias las pagó perdiendo su parte de individualidad, su pedazo de cielo entre los diferentes, aquella amistad diferente; pero de esa experiencia, de la rotura de lazos, de la caída en los oscuros brazos de la conveniencia, apareció el legado, no sé si querido o surgido de la nada, del placer de encontrar un regalo en lo negativo, en el dolor, en la desaparición de lo respetado.


“Los hermosos años del castigo” es un lectura que lleva placer a los sentidos, ocurre entre lugares que me invento oscuros, entre paredes húmedas y cielos nublados; pisando laderas verdes y colegios olvidados, serpenteando entre pasillos abarrotado de gritos y artimañas de colegialas menudas. Es una obra en las que se abren las lejanas mentes de los años olvidados, aquellos en los que de niño creabas fantasmas de las sombras y enemigos en las pizarras, Y que descubre la mente de una muchacha abandonada a su suerte entre una muchedumbre de niñas, ancianas, amigas y enemigas de las que descubre que el paso del tiempo sólo ha permitido olvidar sus caras y dejar sus voces.



wineruda

viernes, marzo 20, 2015

QUI PRO QUO DE GESUALDO BUFALINO

















QUI PRO QUO DE GESUALDO BUFALINO
qui pro quo 1991
Anagrama 174 Pág.


Como en aquel cuento de Hans Christian Andersen : ¿el rey está desnudo o no lo está? ¿ Es ésta una novela con sentido literario o es un un artificio, una treta, para hacer un libro al uso para vender sin mucho esfuerzo? Pensémoslo... El texto es una novela policíaca con todos sus condimentos típicos, que no sería ningún pecado si Bufalino se dedicara a ello, si tuviera un campo cultivado por todas las experiencias pasadas y escritas sobre ese tema... Tampoco es pecado que un escritor escriba una novela en un campo que no es el suyo, ni mucho menos; es más casi diría que es un ejercicio de valentía y de experimentación. Pero vayamos al tema, a lo que me preocupa... Si hay algo que me molesta son libros vulgares publicados por buenos escritores a la estela de otros buenos escritos , pillar la ola y subirse en ella para navegar hasta la orilla. De esos, ejemplos hay muchos, especialmente en los que ametrallan el mercado con libro casi diario... ¿ Es éste el caso? No lo creo... Bufalino escribió o, mejor dicho, publicó sus novelas a una edad tardía y por ello muchas en poco tiempo; así que de eso no es culpable. Además la calidad literaria de la novela es incuestionable: el estilo personal del autor con su propia e inalterable forma de describir las cosas, de contar sus historias, de documentar sus labores, de hacer hablar a sus personajes, esa forma culta, (que no para cultos -aunque reconozco que he tenido que usar el diccionario tres o cuatro veces-) de componer la totalidad de las narraciones hace que el libro sea valioso por si mismo. Así que me respondo a la pregunta del principio: el rey estaba desnudo. Es una novela estimable en cuanto a ella misma, podrá ser mejor mejor o peor en cuanto a novela policíaca pero la suma de otros valores literarios hacen que sea una buena forma de leer algo con enjundia, apreciable.

¿Pero de qué trata la novela? Después de toda esa perorata que he soltado sobre dudas que me asaltaron al acabar, debo explicar el porqué de ello. No ayuda a que se le valore como libro, el hecho de que digan en la contraportada que es una homenaje a Agatha Christie, que lo es, pero creo que debería surgir al leerlo , no debe ser contado por la editorial -algo típico en en los escritores de la reseña del libro en la contraportada ellos: cuentan más de lo que debieran. Estúpida costumbre.- Así el contexto de la novela es una serie de personajes pasando unas vacaciones juntos en unas villas cercanas unas a otras, todos ellos importantes figuras del mundo de la edición de novelas policíacas italianos y esposas y artistas... Más el personajes principal y narradora de la historia ; Esther. Secretaria del dueño de la editorial y aficionada a escribir historias policíacas en secreto. El siguiente paso es el asesinato de uno de ellos, claro está... Lo siguiente sera que se quedarán atrapados en el lugar por una tormenta, y la aparición de la policía, y los indicios, sospechas, tretas y acusaciones derivadas de aquello. Todo muy típico...Lo diferente será la forma de contar de Esther y lo que cuenta sobre ella y sus pensamientos, realidades, sentimientos, también sumaremos las variaciones del cauce característico de esos relatos y, sobre todo, el poso profundo de la ironía de Bufalino, la huella aguda del paso pesado de los guiños a las variantes ( y bromas) que puedes sacar de leer algo tradicional si lo miras por el otro lado del espejo: juegos de palabras, de imágenes, de nombres, personajes arquetípicos que se revelan como todo lo contrario, muertes tontas que no lo son, relaciones poco recomendables que se recomiendan...

En resumidas cuentas: no es la novela por la que dejarás de leer otras, pero, entre bromas y veras, Bufalino compone un libro agradable de leer, sin mensaje, sin añadidos, ni perfumes perdurables, pero que te atrapa y la lees con gusto hasta acabar, y sonríes por lo bien que debió pasárselo escribiéndolo, dando vueltas al calcetín para encontrar, de nuevo, el reverso. Lo mismo que yo leyéndolo... ¡Ah! Pero para eso has tenido que leer a Agatha Christie... ¿O no?

wineruda

martes, noviembre 29, 2011

SI ESTO ES UN HOMBRE de Primo Levi




SI ESTO ES UN HOMBRE de Primo Levi
Se questo è un uomo 1947
El aleph 2010. 216Pág.

A primeros de 1944 Primo Levi, junto con otros judios italianos, es llevado en un tren de mercancias al Lager de Monowitz , campo industrial del complejo de Auschwitz. Transportados como bestias, llegan exhaustos, hambrientos y sedientos. La primera “selección” se produce al bajar de los vagones; los no productivos son llevados a la camara de gas: niños, mujeres y ancianos. Las alambradas rodearan a todos los demás. El infierno del trabajo de 18 horas al dia; un mendrugo de pan y un litro de sopa como comida diaria; ropa inadecuada, maltrato, vejación, tortura, golpes, inanición, muerte... perseguirá a cada uno de los prisioneros de aquel campo. La supervivencia diaría es el único pensamiento posible. Los diás se suceden iguales: al áspero invierno, sucede el verano y de nuevo el invierno. La posibilidad de muerte aumenta con el paso de las horas, de los minutos, de los segundos.

En el invierno de 1945, Primo Levi conseguirá su libertad, con la llegada del Ejercito Rojo, la suerte lo diferenciará de cientos de miles de compañeros suyos en Auschwitz.

Primo Levi habla sobre lo que ocurrió; expone, recuerda, describe, todo lo que le pasó- sobre lo que les pasó- pero no opina. El libro no intenta dar una explicación, ni siquiera juzga, no le hace falta. La simple muestra de lo ocurrido es suficiente para dar testimonio sobre lo que significa el horror y el terror. Busca encontrar la naturaleza última del genocidio a través de la pormenorizada descripción de los momentos vividos, de las actitudes de sus compañeros de Lager, de las suyas propias, de los sanguinarios SS... Nada escapa a sus recuerdos, nada corrompe su necesidad de contar lo acaecido. Para Levi es una obligación y un desahogo contarlo, vaciar su memoria y decir al mundo que allí, en el Lager, la diferencia entre la vida y la muerte estaba en un botón mal cosido, o una mirada inoportuna, o un pié malherido, un paso mal dado, el desconocimiento del idioma... o en el simple hecho de ser judío, mujer , niño o anciano.

En la simple descripción de hechos Levi no deja nada sin contar. Quienes fueron los salvados y quienes los hundidos, los que sobrevivieron o no. Y entre los que sobrevivieron o al menos los que tuvieron más posibilidades de hacerlo, o quienes estaban en mejores condiciones en el Lager, cita directamente a los presos colaboradores de los SS, sean presos políticos alemanes o sean judíos -kapos-. No los acusa, no se ensaña con ellos, sólo relata la realidad del campo en el que la supervivencia personal está por encima de los valores solidarios, de humanidad pura y simple, y ellos eran los más salvajes para mantener su status. Y sobre lo vasto de la tragedia, del horror sistemático aplicado por seres humanos sobre seres humanos, no hay punto medio; el hombre es capaz de crear las mayores penalidades por pura exigencia política o personal.

Y en aquellos Lager donde los alemanes creaban un sangriento sucedáneo de campamento militar, donde los presos volvían a ritmo de marcha militar, donde las maltrechos uniformes debían estar en perfecto estado de revista -todos los botones cosidos, los zapatos de suelas de madera en buen estado- la muerte rondaba entre los barracones en forma de selecciones para las cámaras de gas -Selekcja-, cansancio, hambre, golpes, horca.. ¿Cómo mantener la creencia en el Hombre? ¿ Cómo pensar que hay algo que merezca la pena más que uno mismo? ¿Cómo dejar que el mundo sea mundo después de aquello? ¿Cómo puede destruirse así a una persona? ¿Cómo pudo ocurrir eso?

Si esto es un hombre es una novela estremecedora. No creo que exista libro en las que las páginas cuenten una realidad tan cruenta, tan salvaje. Levi no necesita artificios literarios, ni siquiera lo intenta, es una larga fotografía en la que los personajes salen retratados tal cual fueron -con sus grandezas y sus miserias-, donde los hechos son los que fueron, tal cual; duela o lastime deben ser contados y leídos para dejar testimonio, para que los muertos no vayan a ser olvidados.

domingo, mayo 20, 2007

DEL INFIERNO de Giorgio Manganelli


DEL INFIERNO de Giorgio Manganelli
(“Dall´inferno” 1985)

Anagrama, 1991, 157 páginas
En el instante que recogen las páginas, una persona se pregunta si está muerta o viva, porque aunque se encuentra en posesión de todos sus sentidos, no sabe lo que es estar muerto, por lo tanto no conoce lo qué se siente ni cómo. La razón le dice que debe estar muerto, pero...¿cómo saberlo en aquel lugar oscuro, cubierto, además, de una densa niebla, donde se mueven seres -formas- y nacen voces aquí y allá? Acaso, quizá, sólo es un engaño de esa razón, o acaso es sólo un engaño del cuerpo, del sueño, del miedo, de la nada o acaso es una huida...
Puesto que nadie ha estado en el infierno y ha vuelto, ¿cómo reconocerlo? , así que bien pudiera serlo-o no-.
¿Es el infierno un sitio interior o está omnipresente, entre las grandes y menudas cosas y sitios que nos rodean, como un vapor..? No, para Manganelli no es tan obvio, como para sólo hablar de esos infiernos. Nada es único, todo es dual -todo es relativo-, la muerte y la vida, lo humano y lo inmortal, el sufrimiento y el placer, lo sabio y lo estúpido, la destrucción y la reconstrucción...
Aquellas voces , aquellos seres, lo someterán a pruebas, que le permitirán seguir recorriendo el laberinto sin fin, lleno de seres imaginarios e inimaginables. A través de ellas buscará la meta y el fin de aquel lugar -aunque él eso no lo sabe-, conociendo lo que está y no está, lo que encontrará y lo que no encontrará; y en el mismo recorrido, se conocerá a sí mismo-en una suerte de sucesión de metamorfosis mentales-. Dichas pruebas se suceden una tras otras, con una lógica aplastante en sí mismas y en la propia ficción del libro; así desde la visión de los sueños, donde es poseído por una muñeca “intrínseca” que le come las entrañas, pasará por las pruebas de iniciación ( una brutal partida de dados,) perseguirá sombras, será defecado, se convertirá en limo y en animal, será ciudad-que se convertirá, de nuevo, en él mismo otra vez-, será poseído y comido de nuevo por un murciélago/muñeca, encontrará dioses falsos, pasará por torturas que destruyen y construyen a la vez, y...

Manganelli crea un libro desbordante de imágenes y de ideas, donde bajo la sensación de estar leyendo una especie de “teología del infierno”, se esconde un macabro humor negro, entre pícaro e irónico, que despunta en cada una de las páginas del libro. Como un cuento de niños siniestro y malicioso, donde las comparaciones, casi acertijos, oscurecen y aclaran a la vez. Pero donde, sobre todo, el ritmo, la sensación -casi el olor- de la poesía lo impregna todo: podría decir que “del infierno” es un poema en prosa y no mentiría, pero si dijera que no lo es, tampoco lo haría; nada es como parece en este libro, cada lector leerá lo que necesita, lo que le incumbe.

Engañaría si se quedara en eso sólo esta descripción de las sensaciones que me causo este libro, puesto que “Del infierno” es una ficción surrealista, donde las orejas hablan, el cuerpo humano será comido y será un pedazo de piel hueca, donde aparecerán ciudades en las piernas, y muñecas devoradoras, hay fetos de semidioses y dioses falsos entre prostitutas, ladrones, sádicos, murciélagos torturadores, universitarios delatores, y ratones policías y... La prosa de Manganelli ata el libro de tal manera que crea un mundo donde la realidad se relativiza, cambia de partido y las maldades estás salidas y creadas por la lógica mas aplastante -existen por que deben existir-; donde la mierda purifica el alma, dónde nada es lo que parece, y todo lo que no parece, es.

Pudiera haber buscado, y descrito, en este libro todas las influencias que dicen existir en la prosa de Manganelli. O haber recuperado trozos de memoria, de textos o de manuales que pueblan las bibliotecas; pudiera haber dicho que en este libro aparecía , a su manera, el infierno de Dante, o Leopardi (como pone en la contraportada del libro) o que aparece esta o aquella tradición literaria italiana... nada más fácil.¿Pero... para qué? ¿Para qué quiero coleccionar influencias? ¿Para qué sirve decir que Manganelli tiene influencias de la novela barroca? Un libro es único, para nada sirve contar que quizá aquella idea la dijo primero.., o a lo mejor.., o si miras bien esto es de..., o está claro que... Un lector y un escritor se comunican directamente, su comunicación nace y muere en cada párrafo que se lee, de tal manera que un escritor no puede, (sólo si fuera un colector de enciclopedias) escribir en referencia a obras pasadas,;de la misma manera que un lector no puede leer buscando explicaciones fuera de ese libro, de esa ficción. ¿Quién quiere recopilar referencias, sumar y sumar datos cruzados ? Es más...¿para que serviría? ¿Para el ego propio? ¿Qué ayudaría para interpretar el libro-como pieza única que debe ser-? Es más, si ayudara a interpretarlo, si eso necesitara, mal iría el autor... ¿Leeríamos un libro de ficción o un manual de influencias? Cansado o inútil trabajo..

Así que “Del infierno”, límpia de polvo y de paja- de posibles cromos y de anotaciones al margen-, es una obra entre malvada y buscadora, entre cruel e inocente, entre poética y prosaica, donde Manganelli expone su mundo interior, lleno de fantasmas e inquisidora del alma humana, de sus defectos y contradicciones, de sus miedos y sus risas. Nada parecido leerás en tiempo . Si no lees este libro no habrá otra nueva forma de leer e interpretar “Del infierno” en el mundo.

domingo, abril 29, 2007

LOS VEINTITRÉS DÍAS DE LA CIUDAD DE ALBA de Beppe Fenoglio


LOS VEINTITRÉS DÍAS DE LA CIUDAD DE ALBA de Beppe Fenoglio

“I veintitre giorni dela citta di Alba” (1952)

Ediciones Fausto, 1978. 169 páginas




12 cuentos: “Los veintitrés días de la ciudad de Alba” , “La ida”, “El engaño”, “La iniciación del partisano Raúl”, “Viejo Blister”, “Otro paredón”, “Héctor va al trabajo”, “Aquella antigua muchacha”, “ El agua verde”, “Nueve lunas”, “El olor de la muerte, “Lluvia y la novia”.

12 cuentos que hablan de la lucha por la conquista (y reconquista) de la ciudad de Alba-ciudad natal de Beppe Fenoglio- entre partisanos y fascistas el año 1944 durante la Segunda Guerra Mundial. Las pequeñas y grandes historias que rodearon aquellos días: la muerte y el odio, la fiereza y la cobardía, el olor del miedo y la prontitud de la muerte, pero también el difícil encuentro con la paz por parte de quienes lucharon una vez acabada aquella guerra.



A pesar de que fue partisano, Beppe Fenoglio no toma partido en sus escritos e intenta reflejar lo que vio. No oculta nada, ni las crueldades partisanas ni las vilezas fascistas, tampoco las juzga, sólo las describe como lo haría un fotógrafo de guerra, como esas fotos en las que en los ojos, en los gestos, en las posturas se adivina el sufrimiento o la crueldad...Una broma macabra, una condena a muerte, un castigo mortal... la ley de la guerra, descrita sin miramientos, sucia y degenerada, nadie se libró de su influjo, nadie pudo salir con su alma limpia y aseada. Escondida tras los buenos ideales también pueden ocultarse actos no deseado ¿o quizá en la guerra vale todo? ¿pero también contra tus propios compañeros? ... Fenoglio parece sentirse agobiado por un recuerdo pero no quiere juzgar, supongo que lejos de aquel lugar y de aquel momento es fácil jhacerlo--como quizá lo estoy haciendo yo-- así que sólo muestra, nos deja ver la figura y sus actos, y apenas se permite una descripción subjetiva en todos los cuentos -un condenado a muerte que piensa dejar todo lo que hacía y olvidar la política-, deja que el lector dictamine, que analice aquellos actos -por ellos los conocerás decía un viejo libro- y así deja el juicio-si hubiera que hacerlo, si alguien considerara que debe hacerse- para el futuro, para el lector del futuro, para otra mirada y otro mundo.
Pero..lejos de aquel instante... de aquella situación ¿Seremos justos?...

Me pareció un libro extraño y sabio: extraño porque no se acostumbra a no ser juez y parte, en ninguno de los ámbitos de la vida; sabio porque es un libro sobre las personas y los momentos, los atrapa y los sostiene entre papel, para ver desde cerca lo que pasó allí y entonces, porque parece que lo ves, que estas viviendo entre las montañas o en los sucios cuarteles, con balas, sangre y olor a tierra mojada de miedo y de lluvia.

La objetividad en la literatura a veces la buscan y no la encuentran, otras veces la proclaman pero no la buscan, y otras simplemente la encuentran ; como en este libro, que merece ser leído, no sólo por ello, sino también por su prosa amena y limpia, por sus diálogos ajustados y veraces, por su estilo fácil y sin trabas.


Es injusto el olvido, o simplemente el desconocimiento que hay en toda la literatura en español de la figura y los escritos de Beppe Fenoglio, merecen la pena leerse asi que, si los encuentran, puende darles una oportunidad...
No será en balde

domingo, diciembre 18, 2005

EL DESIERTO DE LOS TÁRTAROS de Dino Buzzati


EL DESIERTO DE LOS TÁRTAROS de Dino Buzzati

(Il deserto dei Tartari) (1940)


Editorial: Alianza Editorial
Año:1999
Päginas: 254
Traductora: Esther Benitez


Argumento

El teniente Giovanni Drogo tiene como primer destino una lejana fortaleza que defendía el lugar donde antaño los tártaros atacaban el país y hogaño es un lugar destinado a esperar y a desesperar esperando que algo suceda entre la rigidez de las normas militares y la soledad absoluta y repetitiva de un lugar que está, ya, fuera del mundo. El teniente Drogo tiene la posibilidad de salir de allí, pero decide quedarse esperando el momento de que le lleguen las glorias militares, la lucha, la guerra...



Opinión


No pude quedarme impasible ante esta novela, creo que es una de las más terribles y duras que haya leído. Pero no necesita lo que necesitan los flojos novelistas: sangre, vísceras, asesinatos o terror barato, no, no necesita eso. Buzzati sólo necesita encerrar a un hombre, a los hombres, entre las paredes de una fortaleza y contar sus miedos, sus historia, sus errores, sus pensamientos. Buzzati no habla de la guerra en esta novela, habla de la vida, del paso del tiempo inexorable, de cómo los sueños juveniles se van transformando en sólo ideas inalcanzables que se mantienen por la inercia del tiempo por tener un lugar, un punto, donde mirar pero no por querer llegar allí. De cómo las ganas de buscar nuevas cosas se pierden bajo el simple acomodo de lo cotidiano y van olvidándose como locuras que alguna vez soñamos entre los ardores y los aspavientos de cuando se es absolutamente joven. De cómo los días se van encendiendo y apagando tan rígidos , tan seguros, tan rápidos..

Y Buzzati no deja respiro y contrapone, paradójicamente, lo inmenso del horizonte que se ve desde la fortaleza y el pequeño camino que deja salir de allí; y acomoda la historia en la rigidez de un vida militar y la solidez de los muros, donde casi sólo se sueña morir heroicamente. ¡ En dónde se queda toda aquella vida de aventuras, de amor, de alegría ? En morir para dar sentido a tu vida...
Entre toda aquella soledad rodeada de multitud gente, regimientos, cada noche cae en la fortaleza bajo el golpeteo de las botas de las patrullas que hacen guardia. Todas las noches se sueña con que aparezca el enemigo para que tenga sentido todo aquello: todos los amigos perdidos, todos los días perdidos, todo el amor perdido, todas las alegrías perdidas,...todo aquello que pasó y ya nunca volverá. Así que se necesita, ¡debe! venir el enemigo (como pudiera venir cualquier otra cosa, como podría tocar la quiniela, o la lotería, o como podríamos volver a tener 15 años y haber decidido otras cosas)...pero se suspira por una sombra huidiza o un nube sospechosa que muestre a ese enemigo ...en eso se ha quedado todo...en nubes y sombras..
Libro no apto para depresivos.
Libro absolutamente apto para quien quiera aprender cómo escribir una novela, cómo dejar dibujados cada unos de los sentimientos de la vida. Novela para ser leída y releída.

Hoy...

50 ESTADOS, 13 POETAS CONTEMPORÁNEOS de ESTADOS UNIDOS de EZEQUIEL ZAIDENWERG

  50 ESTADOS, 13 POETAS CONTEMPORÁNEOS de ESTADOS UNIDOS SELECCIÓN, TRADUCCIÓN Y PRÓLOGO DE EZEQUIEL ZAIDENWERG     Decían que decía...