jueves, junio 21, 2018

SOBRE LO AZUL de WILLIAM H. GASS



























SOBRE LO AZUL de WILLIAM H. GASS
On being blue (1976)
La Navaja Suiza editores 146 Pag.
Trad. Ce Santiago

Lo azul...


Gass interpreta lo azul, no lo describe, interpela a lo azul, lo crea, lo trampea, lo discurre, lo reinterpreta, miente y crea, ficción-invención- y realidad, ensayo ficticio.
Es un libro de ensayo tratado, en momentos,  como ficción, tratado como una descripción de un mundo, una interpretación, diría, de la interpretación, una mirada a lo que discurre por la ficción y la realidad y la opinión ¿Se puede hacer ficción de la ficción? Lo azul como filtro, o mejor, lo azul como líquido amniótico en el que flota lo creativo, azul.
Gass describe todo lo que existe azul, todo lo que en el universo tiende a ser azul; pero, si lo pienso no es todo lo azul, dije mal, sino el universo azul de Gass, una lista grande o pequeña de cosa que cree azules… y lo son… pero lo son porque él, que mira, los traduce así. La impostada realidad de lo azul. Convenio cerrado en lo que lo azul cubre el universo. La interpretación que hace Gass de lo azul, la realidad que él ve, no coincide con los de los otros, así que en realidad es que el azul de Gass se circunscribe a este libro, a este universo azul que ha encerrado entre páginas blanca; todo es pura interceptación, todo es pura metáfora de lo azul. Sí, diría, a veces al  menos, una sucesión de metáforas que parten de lo azul: lo azul como corrector y empuje  de la ficción. El universo de la ficción traducido, visto por Gass como un ejercicio de glotonería de las palabras que en la creación abundan, se desparraman, se comen todo:

  • -          EL sexo interpretado por la ficción no es más que un sucesión de verdades despiadadas, casi sucias, Gass busca la realidad de lo cocinado, no de lo crudo  y expuesto; lo azul como redentor de exposiciones literarias, Una retahíla de escritores que vieron el mundo de lo sexual en la literatura con una mirada que no es golosa ni excéntrica ni siquiera obscena, es tramposa: es metáfora, es una mirada que reina en lo literario; y que  como lo azul es distinto: el mundo es azul como los ojos de los amantes o algunas bolas de billar o como los reflejos de agua de mar de lejos
  • -           Lo azul reina en el mundo y es la realidad, Gass se defiende de lo no azul, el mundo es redondo, es perfecto, porque es azul, porque es la realidad, al menos la de este libro, o del pensamiento de Gass, por lo tanto, si es así, todo lo que existe al menos en este recuadro de hojas blancas y portada azul, con este calor de verano y en este tiempo tan cerrado, es Gass y el pensamiento de él, ahora, ya, es AZUL.

¿Pero qué es este libro?’ me preguntan -o hago que me pregunten, es ficción ahora aquí también-. Pues es la recreación del pensamiento del autor. Se cuestiona  todo en el pozo de humor en el que están sumergidas las ideas que desfilan o se acumulan en el texto: van extendiéndose como una imagen casi inconcreta que va desvelándose según conoces las palabras que se suceden en el libro, no es ironía sino pausada y amable, digamos –lo acepto- que solamente es alegre, ella prepara el camino para enseñar una disposición casi poética de las palabras, bueno de las frases o las ideas,- las palabras por sí solas no son poéticas, lo  son las frases, o lo son los libros  o lo son los conceptos-, ellas componen un universo propio que habla de lo azul, ya lo he dicho sí, y también de un análisis de la ficción, -a veces del sexo en la literatura  o de las blasfemias o los insultos en la literatura; o específicamente de la representación literaria y filosófica de lo azul, -que se extiende para entenderse  qué es la representación de las cosas en la literatura o la interpretación de ellas  u otras en la filosofía-.”Sobre lo azul” es la interpretación –sostenida a veces en formas de entender o sobrentender lo azul en palabras en inglés-, decía que lo azul es lo que ha escogido el autor para crear un ensayo sobre la ficción, y siendo, en efecto como he dicho antes, o querido decir al menos, el ensayo es un arte en el que no suele existir la ficción, pero Gass lo adopta por el puro hecho de crear   una obra artística, como lo son cualquier otro ejemplo de literatura creativa o poética o lo que sea que se les ocurra. Y lo hace para, articulando el tema de lo azul, enseñar  y concebir  diferentes teorías sobre la creación, sobre la ficción, y en cómo tratar el mundo de lo artístico.

 Su universo  de ideas en este caso es azul, dirán que, por lo que digo, pudiera ser fácilmente también blanco, o rosa, o verde o podría ser de seda o podría ser de esparto o ser como una alfombra; pero no… el universo creado por Gass en este ensayo poético mentiroso, es azul, porque lo azul es humano, divino, es terrenal y marítimo, es diamante y es culo de botella, y es sexo, y es canción, es policía y es bandera, y es real y es mentiroso… y es SU decisión como autor, pero lo hace reflejando  que lo azul es convencional: pongamos que es el centro, es el cosmos del libro la idea de que un color puede recordar, o ser metáfora de ello: el color y las palabras, la palabra con color. Porque la palabra azul es algo acordado en la sociedad, y nos es llegado por las ondas electromagnéticas que nos reflejan en el ojo y por ello lo describimos como AZUL;  del mismo modo lo literario o el proceso de creación es algo, igual, convencional acordado por la sociedad, que nos llega por la vista el oído, vista o el tacto, y le damos el nombre de novela, poesía, pintura, ARTE, todo es relativo, todo es azul, todo podría ser de otro modo, y puede ser de otro modo, Leed a Gass y lo veréis.


Lo azul.

Azul cielo, pájaro azulejo, el pescado seco en la lonja, o el azul de los hierros quemados o el azul de este universo literario –esta idea- inclasificable y absolutamente inolvidable.


viernes, junio 15, 2018

UNA MUERTE EN LA FAMILIA de JAMES AGEE


 



















UNA MUERTE EN LA FAMILIA de JAMES AGEE
A Death in the Family (1958).

Edhasa 350 Pág
Traducción de Lucrecia C. de Mathé

Algo va mal, un cielo oscuro amenaza entre ruinas de tiempos pasados, un rugir del tiempo que no para con un gesto de la mano, un detalle que no se quiere olvidar entre millares de ellos, uno solo; un despido de miradas perdidas; una voz que no se repetirá; un abrazo que no verás; un sistema que cede, un recorrido que se acaba. Algo va mal, sí, pero para cada persona que mira desde dentro de la tristeza tiene un diferente sentido: el dolor, el miedo, la pena, no tiene el mismo sentido, ni la misma medida para todos, creemos que somos diferentes, nos ponemos a pensar en cuál será el pensamiento, cuál la medida de la lágrima o de la tristeza del otro, nunca mides el tuyo bajo ninguna regla. ¿Cómo medir el dolor? ¿Cómo medir tu dolor, con qué compararlo? ¿Es más que eso o que aquello? Sintiéndote culpable en un momento de no sufrir te refuerzas en tu postura para seguir viviendo, y, otras veces, para flagelarte. Y sientes todas las mirada en ti, y ves el mismo suelo abisalmente parado, y, en él, el sentido de las flechas parado hacia un mismo lado; todos parecen que ven lo mismo, pero su reacción será distinta: ¿Verán que el mundo gira hacia adelante o lo hace hacia atrás? o ¿ Verán  las flores cortadas o solo sentirán su olor?¿Sentirán la abeja que revolotea buscando su polen para crear vida, o solo verán la hoja lenta y marchita caer, suevamente, al suelo? Agee ve todas las caras del gigantesco poliedro que es la vida, y las mira, y oye todos los pensamientos, los absorbe, oye todos los sonidos y los acaricia. Agee siente todas las pisadas pasar silenciosas hacia la nada, las arrulla; siente compasión por ellos, que están, más que por el que no está.

En Knoxville, comenzado ya hace algunos años el siglo XX, pasea un hombre con su hijo, Rufus, ha salido del cine, y coquetea con el alcohol, en una barra lejana de su casa, para que nadie lo vea. Pasea para que se vaya el olor de su aliento, y se sienta con su hijo, pequeño aún, el contacto de las manos, y de las palabras sobreentendidas es suficiente para que niño piense en el amor que siente. Recuerda, Rufus, la vida en casa, a su madre y a su padre, dejando pasar, cómodos, el tiempo. Viviendo en la orilla de cualquier río serían igual de felices, de calmos, ; recuerda que existen   palabra queridas; piensa en las noches y los días que han pasado, suaves, en su vida aun corta; piensa en el nacimiento de su hermana. Con esos pensamientos eL tiempo va saltando en la novela y recorre el momento en el que una llamada de un hermano del padre, hace que este deba visitar a su padre enfermo. No volverá. No podrá volver. Y entonces la casa cae de su pedestal, la madre se derrumba entre sollozos y su búsqueda de la religión: Dios como ayuda, pero también como explicación, impuesta explicación, denodada explicación; el mundo se derrumba y ella recurre a lo infinito para explicar la vida; sus hermano, su padre, confrontarán ese pensamiento con el más destrozado de los descreimientos, la nada desde la nada, el amor como simple explicación a la vida, el amor como explicación o solución a la nada, luego no queda otra cosa detrás.
Rufus y su pequeña hermana, sorprendidos en la ausencia, sorprendidos en la novedad, descubren la inutilidad de sus pasos, en la torpeza de su camino por lo desconocido, esperando confusos con la esperanza que sirva para algo lo que no sirve para nada: un niño, una niña, buscan la explicación terrena a lo que no es más que aire, más que futuro polvo, eterno aire. Un niño que no encuentra más caminos que la de buscar ser lo que su padre quiso que fuera, pero medido desde la altura, el espacio y el tiempo no adecuado.


Agee confronta dos mundos en esta novela, la religión con el ateísmo, pero no por el puro sentido social o académico de los términos, sino como la explicación y el consuelo en algo que es superior, una esperanza de que eso que sucedió tenía un cometido o una explicación, que no fue un puro azar un despedida inacabada; eso lo enfrenta al frío saber que detrás de todo no hay plan, que la vida no es un sitio de paso, es de término, EL mundo tropieza en las raíces de los que vivieron pero no se salva por ello.

Recuerdo, que la primera vez que leí este libro, hice una minúscula reseña en la que hablaba de que escribía con ternura, hoy no creo que sea así. Habla, creo, desde el dolor y la compresión , parece casi una manera de espantar fantasmas, un excusa para interpretar la vida, en descubrir a la niña y a Rufus (trasunto de él mismo) a su padre ( que murió como el de la novela en un accidente) y ver que tenían, así debía ser,  perdón-no había culpa ni daño en los comportamientos-por que los niños no pueden dominar todo,  no pueden entender el dolor, solo asumir o fingir por algo que no comprenden, sumidos en un sueño de juegos del que creen que despertarán. La madre, los adultos, se buscan entre nubes bajas, entre eternos ocasos que saben, ellos sí lo saben, no acabarán nunca. El mundo ajeno casi fantasmagórico del dolor, del recuerdo cruel, de la soledad instantánea pueblas las líneas del libro, que a pesar de lo que cuenta, descubre un universo sorprendente, donde cada personaje va entrando y saliendo del foco del escritor para contar lo que sale de sus mentes, de sus ojos, de su sueño, de sus bocas.
El día está oscuro, pero, siempre, sea cuando el sol o la luna alumbran detrás de las nubes o sea el reflejo de las mínimas luces de las casas en la noche o el de los ojos de los pájaros dormidos, todo parece que se ilumina, aunque sea solo un poco.

wineruda

Hoy...

50 ESTADOS, 13 POETAS CONTEMPORÁNEOS de ESTADOS UNIDOS de EZEQUIEL ZAIDENWERG

  50 ESTADOS, 13 POETAS CONTEMPORÁNEOS de ESTADOS UNIDOS SELECCIÓN, TRADUCCIÓN Y PRÓLOGO DE EZEQUIEL ZAIDENWERG     Decían que decía...