martes, noviembre 28, 2017

EL TÚNEL de ERNESTO SÁBATO



EL TÚNEL de ERNESTO SÁBATO


El yo domina nuestra mente como un ser casi ajeno a nuestro pensamiento, nos referimos a nuestro ser con un yo que parece ser extraño y superior, un yo que puede ser un él, un yo absoluto que apenas cubre todo lo que somos, que abarca todo más allá de nuestra conciencia: yo soy alto presupone una definición que no puede ser ponderada, no es medible porque parte desde mí para acabar , solo, de nuevo, en mí; lo mismo pasa con: yo soy bueno o soy listo o soy eterno, o, peor, ella es mía, o eso es solo mío. Mí deseo se confunde con la pretensión, con la palabra, así aparece el poder absoluto de nuestro yo sobre nuestra actitud, siendo, probablemente, un yo fingido o un yo pactado para recrear una persona que no se es, una sola persona no conlleva una sola actitud o una solo modo de comportarse porque...¿Por qué? Porque el yo es variado y cambiante, el yo sale y entra de nosotros y nos adivinamos en muchos formas, yo fui así hace diez años, no puedo cambiar eso, aquel yo hizo a este, pero aquel también era yo, ¿qué yo era?, aún así la creencia de ser únicos en el mundo, o soles de de todos los sistemas que nos rodean no nos dejan nunca. Cuando al yo incumbe al nosotros, cambia, es la pareja -o la multitud- como sujeto actuante, pero deformada por  los yoes que la componen y cada uno de ellos la quieren dominar, pero que llega en el peor de los caso el posesor que quiere ser el que lo posea todo. Así, las variaciones tétricas de actividad del yo son muchas desde el solipsismo en el que nada existe fuera de nosotros sino es por nuestra actuación, de nuestra aceptación de su ser; hasta el egoísmo que es la percepción de que existiendo un mundo ajeno, solo importa el tuyo, lo que le rodea está bajo el poder de su necesidad (la del yo) y está´unida al egocentrismo o al individualismo: la necesidad de ser el primero, el único, entre todos.

Juan Pablo Castel, el protagonista de “El túnel”, es preso de su yo, que lo domina, su necesidad de poseer del mundo trasciende el solipsismo puesto que acepta que existe algo fuera de él .-María-, y trasciende el egoísmo porque no solo quiere que sea suya , sino que debe ser su posesión exclusiva; necesita dominarla y poseer todo su cuerpo y mente para que ese otro yo sea suyo, sea parte no ya de su mundo, sino que sea parte de él , casi como otro brazo o el torso, o conseguir ser el parásito de su mente. El yo de Juan Pablo supera el solipsismo, supera el egoísmo, para llegar a ser ese parásito que quiere agarrarse al cuerpo y la mente de María, para que sea suya en todo los aspectos: sea alfombra, sea amante, sea compañera, sea esclava, sea universo propio, sea él mismo, sea su yo, dos yoes en el único yo de Juan Pablo. La posesión absoluta y vencida.

Juan Pablo Castel, se muestra a sí mismo como un misántropo que procura esconderse del contacto humano, huir de los pasos de la gente, solo sus obligaciones artísticas o laborales o monetarias le obligan a recorrer mundos que no quiere. En una exposición de sus cuadros encuentra a una mujer, María, que observa un cuadro suyo, él adivina, o cree o descubre que su mirada es la única que descubre el significado, el motivo último, de ese cuadro; dicha capacidad supondrá el inmediato interés por esa mujer, que será en principio leve, hasta convertirse en una acoso acentuado por una mínima admiración de ella por su arte, el arte como presión, el artista como receptor de interés que saliendo de su industria se integra o es absorbido por la persona; casi, pienso, como si un actor fuera Hamlet todos los días de su vida; pero el artista se desprende de su idea y cae en el papel, lienzo o pentagrama y ya puede que no tenga razón de ser  que sea necesario que el artista sea parte interesante de su obra, tan interesante como su obra, pero en ello cae María y su inicial interés y admiración , se convierte en compañía mutua, apego, supuesto amor o interes o admiración o lo que fuese, hasta que, el hartazgo, o aburrimiento, o la pura decisión de ella hace que intente separarse del pegamento que desprende Juan, del sifón subcionador que comienzan, en espiral, a ser sus preguntas, sus miradas, sus exigencias, sus oportunidades.

Juan Pablo describe en primera persona, en un hablar al papel o al viento que solo parece ser un retorno a él, una suerte de cueva en la que sabe solo responderá el eco, aunque clame por la necesidad de ser entendido, de ser escuchado por ella, por la vida . La exasperación por el distanciamiento de María, por la perdida de su posesión, de su mirada, de sus caricias, o de su simple presencia, lo vuelve siniestro, lo vuelve protector de si mismo, y como perro castrado busca cortar cuellos y caminos, busca que se acabe la historia tras él,.

El mundo alucinado y alucinante que describe en su explicación de su vida, o de su actitud o actividad, es más delatora en el registro de su obcecación por él mismo, en el que se ve, encerrado en un túnel en los que nadie entra, solo existen ventanas desde donde mira el mundo que está ajeno a él, o al menos alejado por gruesos muros de indiferencia, o de miedo o de odio, o de propia auto definición como dueño de ese micro país, micro universo, micro existencia, micro realidad que se encierra dentro de sí mismo, y rehuye lo que no es propio, porque no lo es o porque ha decidido que no lo sea. Un mundo sin esquinas que doblar , un mundo para no perderse, un mundo para ser uno solo; aun acompañado, su mundo gira a su alrededor, nada se opondrá a que los satélites que lo rodean sean cautivados por su gravedad o serán reventados por su omnipotencia.

La nada del que cree tenerlo todo, ser dueño de todo, sale de las páginas de este libro de Sábato, para demostrar que las personas abyectas o bellas solo son separadas por una decisión, por una manera de ver el mundo, que pudiera ser diferente, y que pudiera , sí, ser enfermiza, pero que puede , y es lo siniestro, poder cambiar el curso de la vida de otra persona, que era feliz, sin esa extraña presencia, sin su mutiladora potencia desmedida de ser el único, de ser sol y luna, de ser la nada y el todo; ser el YO, absoluto.

wineruda

martes, julio 18, 2017

HISTORIA DE GLORIA de GLORIA FUERTES



























HISTORIA DE GLORIA de GLORIA FUERTES
CÁTEDRA 380 PÁGINAS

Gloria: hace años que leo este libro y el otro que tengo por ahí “Obras incompletas”, he decidido comentar este porque lo he encontrado debajo de uno de Javier MarÍas y lo he puesto en su sitio: en mi mesilla de noche, como hace años que hago; es cierto que hay años que te olvido, pero hay otros en los que soy hasta pelma. Y me hace gracia que algunos hoy te defiendan como heroína de la literatura y otros te acusen de mediocre y te comparen , ¡nada menos! que con pomposas -y reconocidas por todos, para que nadie se confunda no vaya a ser que..... escritoras del siglo XIX!- y dicen que no llegas a ellas, y me pregunto  si no ha habido mujeres escritoras desde entonces para compararte..eso parecer ser -es más seguro hablar de escritoras que ya lo conoce todo el mundo, de los de libros de escuela vamos-... – ¡Mira que me pongo a comparar novelistas actuales con Cervantes. (Es para no equivocarme) y dejo a muchos a bajar de un burro!, pero he leído más cosas depués de Cervantes y no soy tan injusto, no creas...o eso parece., pero yo soy un pequeño comentador que te tiene aprecio y que se hace preguntas. ¿Eras una buena poeta?


EL POETA NO ES POETA
EL poeta no es poeta

hasta que el pueblo nos lee.




ARTE POÉTICA

Escribo como escribo,

a veces deliberadamente mal,

para que os llegue bien.


Yo te recuerdo hablando a niños , y recitando:” un globo dos globos, tres globos , la luna es un globo que se me escapó” puede que para puros poetas seas una invitada rara, mal vestida, fumadora, bromista, de verso a veces fácil, de poesía para lectores pequeños, para versos de escuela, , de esas que no son perfectas , ni impuras, son inclasificables, ¿ Acaso falsas?-Para ellos, digo-. Pues, te digo, es que no te han leído:  este libro habla de ti, haces poemas, escribes dimes y diretes, chascarrillos, alguna afirmación molesta, ,

POÉTICA
No sé si inserto la realidad

en la poesía

o meto la poesía en la realidad

o simplemente meto la pata

Escribes sobres tus tristezas, tus amargos días, sobre la guerra, la paz, sobre la vida,...¿Que si eras una buena poeta? Nicanor Parra nos habla desde el humor , Galdeano tenía un fuerte buen mal humor, Neruda aplastaba furibundos enemigos a golpe de oreja de notario, ¿Alguien dijo que la poesía era seria y profunda? ¿Alguien te ha dicho - a mí no- que la poesía es buena si no se entiende? ¿Está la profundidad de un poema directamente relacionada a la ininteligibilidad de dicho escrito?¿Nadie ha explicado a algún que otro amigo de un amigo que los escritores que se esconden detrás de lo inextricable, muchas veces solo ocultan incapacidad? Sí mujer, incapacidad para explicar a mi, y a ti y a ti y a ... que el mundo y sus mentes son más sencillos que la metafísica de Kant, que los guetos poéticos son eso... guetos ( o jaulas de oro, a saber...) para unos pocos, y si Tú, Gloria, no querías que te leyeran tres tipos cultos sentados en su silla de..


LA GLORIA

La gloria no la busco

la tengo en mi nombre





ERMITAÑA EN CHAMARTÍN

Ahora que me llevo tan bien contigo

soledad

brindemos por la maravillosa gente

que a veces nos separa



..¿Recuerdas, soledad?

Bebíamos para olvidar

que no nos quería....

Ahora bebemos para olvidar

que no lo queremos.




CHEQUEO

Dice mi médico que tengo alergia a la vulgaridad

al polen y a la policía.

También ha descubierto el doctor

que mi sistema mental

es especialmente sensible

a la electricidad en la atmosférica

y que cuando abundan los iones positivos

se me producen cortocircuitos punzantes

en mis redes.

Como no tengo seguro recetó un lugar en calma

que me preocupe de una puñetera vez del cuerpo

y me deje de tanta alma.




Así que no creo que seas mala poeta, porque aunque existe la mala poesía, también existen los malos lectores, y existen malos lectores para buena poesía, y buenos lectores para mala poesía, a fin de cuentas, expresar lo que se dice, lejanos los años en los que los versos debían tener un número concreto de sílabas y la rima era asonante o consonante y abba abba cdc dcd era un soneto; han terminado pasando; no del todo, pero pasando. Y me llega -ahora mismo , lo noto en los dedos de la mano derecha- la sensación de la regla golpeándome los dedos de Don Jesús, porque los endecasílabos eran de once sílabas y que no tenía ni idea de cómo escribía Juan de Mena y del nombre de sus libros; aún hay gente que añora el pasado y a Juan de Mena -pobre Juan no tengo nada en contra tuyo pero te has aparecido en mis memorias”-, así que todo lo que no sea Garcilaso, Quevedo o el verso gongorino es para incultos; pobres de nosotros que no estamos en el secreto, masones de la poesía, servicios secretos de la verdad, sociedades secretas  por la salvación del alma de los malos lectores como nosotros, nos persiguen , pero , querida Gloria, eras, eres, tan buena poeta como cualquiera que cuando pregunte al primero que pase por al calle, -que probablemente no sabrá porque la poesía se fue apagando- quuién eras, me diga, quizá, lo siento, seas un cantante de moda...




PREFIERO HACER EL AMOR EN ALEJANDRÍA


Prefiero hacer el amor en Alejandría

a describirlos en alejandrinos

-prefiero golondrinas a golondrinos-,

y vivir la vida esta,

después escribirla

y, como descanso, leerla,.



POÉTICA

Mi arte ( si eso de escribir es arte)

es intentar traducir a poesía la realidad,

y claro me sale realista

y no porque sea lista

sino porque no soy tonta.


SOLITARIO

Soy capaz de hacer trampas

para que no me gane la tristeza






ANOCHE DEBIÓ ARRECIAR EL AGUACERO
Anoche debió arreciar al aguacero

o alguien me hizo llorar,

Hay una gotera en el suelo.





Siempre he pensado, tras olvidar aquellas horribles clases de literatura que analizaban si en aquella hora en la que escribió el poema, el poeta estaba estreñido o deprimido, o llovía o hacia calor como hoy, o si oía a Strauss o era sordo para la música, Sí,  tras olvidar aquello, he decidido que los poetas son los generadores de varias cosas, sin ellas no son poetas: son cronistas o son descriptores o son dictadores o son lisonjeros para con alguien, hay alguno que es un generador de poemas vacíos, pero no son poetas; esas cosas que he decidido que deben ser un poeta -para mí, que no se enfade nadie , que no soy el que escribió, no soy ni patrón de iglesia ni impongo nada a nadie, es mi blog , es mi idea, así que amigos y amigas es mi invariable locura que siempre ha sido así, es mi Gloria, es mi poema- decía,, tras la digresión, que un poeta, para serlo,  debe contarme cómo es la vida, cómo fue su vida, debe describir lo que tiene en la punta del alma y en la esquina de los ojos, debe decirme que su realidad está pintada de ese color, y  las almas existen debajo del estómago, y que hubo muerte o hambre o felicidad y cómo sienta eso, cómo se vive eso, cómo se muere sin estar muerto, y que el mundo se mira por esta claraboya y por aquella, que su amor es tan propio que solo existe ese..que...


TÚ QUE NO HAS EXISTIDO

Aun cuando el musgo suave, blando y tierno,
 ponga un gorrito azul sobre mi calavera,

creeré que eres tú.

Solo tú y no nadie

no me fallarás nunca



Tú que no has existido

nada más que en mi mente,

tú, a quien yo hice

con trozos de momentos de personas que amé

tú, mi inexistente amor perfecto

que no me has traicionado

tú, tan parecido a mí,

para siempre

seguirás a mi lado,

Tú que no has existido.



ME SIENTO ABIERTA A TODO

Me siento abierta a todo

como un ojal inmenso

que no encuentra botón

donde abrocharse para siempre.

Me siento sola y una

como una sola luna

-por ser igual a todas las mujeres

y no parecerme a ninguna-,

me siento sola y una

en mi vacía cuna.



DISPAROS

Ante esos ruidos

soy una niña asustada,

dentro de una previeja

encerrada

Niña encerrada

por el macho oscuro

con hombros de ataúd.



Y la poesía se compone de realidades pasadas por un colador que la hace fina y la convierte en pulpa para ser extendida por tu cuerpo o absorbida por tu mente , tu piel, tus ojos, tu nariz , por tu puñetera mente que va cambiando y que hace  un poema diferente de un día a otro. Palabra por palabra conozco este libro, sé cómo es, me doy cuenta que aun no he hablado sobre él, he divagado sobre poesía. ¿Qué es este libro? Es el diario de Gloria, y el libro de confesiones -si existiera un libro en el que un cura laico disfrazado de poeta loco escriba tus confesiones sería este.-, es el libro de la tristeza y de la alegría, la del desamor y de la pena, la de la guerra, el de cierta amargura que quiere ser vencida por el humor, como si dibujara sonrisas sobre los versos cuando en realidad eran derrotas , y hay victorias, quizá ocultas bajo un pequeño manto de protección, del que no quiere contar, por pudor o por miedo a la esquina siguiente; que la vida le dio un respiro, Pero tras toda la alegría, el humor, el sonido de las grandes orquestas que suenan tras muchos de los poemas , o esos dimes y diretes o añadidos o digresiones o bromas de Gloria, hay unos gramitos de hiel que se confunden con la miel, hay ácido entre piedras de calcio, hay amargura entre azúcar, hay derrotas bellísimas y tristes victorias. Y como decía, el poeta excava hasta encontrar la roca base, la razón profunda de las cosas, y eso lo haces tan tan bien, como el mejor, Gloria

..NO EL ÁRBOL

...No el árbol

no el banco del parque.

Quiero ser el pájaro del árbol

y la a pareja del banco.







MUCHOS HAY EN EL MANICOMIO

Muchos hay en el manicomio

porque ha perdido todo,

menos la razón


MI PUEBLO ES LA TIERRA

Mi pueblo es la tierra

mi patria el espacio

mi paisaje el mundo,

mi palacio el árbol,.




Mi vida es tu vida

mi idea un abrazo



Hundir al que trepa

subir al de abajo

ese es mi trabajo,.





CUANDO MUERE UN POETA


Cuando muere un poeta,

no pasa nada,

Machado murió de pena

echando llanto por la almohada.

Hernández murió de rayo

echando sangre por la boca.

Echando sangre por las sienes

murió Lorca.

¡No queremos que mueran más poetas

echando tristeza por la boca!




NO HAY SALIDA

No hay salida

mi boca se está acostumbrando a tu saliva.




HACE TIEMPO QUE AL FELICIDAD

Hace tiempo que la felicidad

no me viene del exterior

me la tengo que inventar dentro

como si fuera un poema.



INTENTA

Intenta

tentativas

experimentos

transformaciones

escapes

huidas

descargas,

cambios

mutaciones

meditaciones

hasta que te gustes a ti mismo

y en un trozo del espejo que rompiste

te verás desnudo

envuelto

en un sudario de paz.









VOY VIAJANDO SIEMPRE

Voy viajando siempre

con mi saquito de harina al hombro

así llegué a cargada de espaldas-

Aún sigo echándome la ternura al hombro

por si vuelvo a encontrar hombre o hembra

que la necesite.





NO SE NACE AL NACER

No se nace al nacer

se nace antes.

No se muere al morir

ya estabas muerto.




YO YA, APENAS SOY JOVEN


Yo ya apenas soy joven

tengo cincuenta años,

tengo cincuenta libros

tengo cien desengaños.

Yo ya, apenas soy joven,

pero, me estás mirando

y eso ya es suficiente

para seguir viviendo.



Pero por encima de todo lo que pueda decir del libro, por encima de esa tristeza, o ese humor desgarrado, o esa falta de algo que tenía Gloria que aparece en los versos -se nota en las lineas blancas de entre los versos-, detrás de cada poema, de cada broma alegre, mirada, defensa del débil, del niño, o el juego de palabras, o el salto desde un árbol a la nada, o desde cualquier lado que tú mires ese libro; si lo lees bien, si lo miras de frente, cara a cara.. Si te miro Gloria, a los ojos, lejos de insultos y loores que se irán después de no sé qué aniversario que se celebra ahora, veo lo que tienes detrás de la pupila: ternura: sí amiga Gloria la ternura se te cae por los versos, y me manchas toda la mesa de ternura, que lo deja todo lleno de simpleza y de empatía con el mundo y de sacar fuerzas de la poesía y de algún vicio que confiesas para seguir sacando del pozo cubos de ternura. Probablemente te olvidarán hasta que sea de nuevo no sé qué aniversario de tu nacimiento o muerte, pero Gloría, siempre estás por aquí así que nos vemos en algún recodo de la casa o de la calle cualquier día de estos...








TELEGRAMAS CELESTIALES A LUGARES CONFLICTIVOS

No disparar donde haya niños. Stop

En la gloria no necesitamos más ángeles.


HOMENAJES PÓSTUMOS

Que le dejen dormir.

Que se callen los que se callaron

cuando estaba vivo




wineruda

martes, julio 11, 2017

DE QUÉ HABLAMOS CUANDO HABLAMOS DE AMOR de RAYMOND CARVER


















DE QUÉ HABLAMOS CUANDO HABLAMOS DE AMOR de RAYMOND CARVER
what we talk about when we talk about love 1974
ANAGRAMA 157 Páginas
Tradc Jesús Zulaika

Puede que hayan pasado 16 o 17 años desde la primera vez que leí algo de Carver. Primero me produjo perplejidad , no estaba acostumbrado a ese tipo de literatura, a ese estilo de escritura. La perplejidad se tornó en curiosidad y la curiosidad en empeño. Los filos casi cortantes de sus textos, los silencios llenos de ruido, -de mucho ruido-, los acantilados que son sus finales cayendo a plomo desde la última frase del cuento hasta el agua oscura de sus pasados, y que son como una pared de cristal que protege el abismo de la sorpresa. Esa es la sensación me dejó aquel primer Carver. Recuerdo  que hice una reseña realmente patética en la que dije cuatro cosas y hablé de minimalismo y de escuetos silencios y de elipsis y de blah blah... Todo cierto, todo evidente, todo nada. Nada.

Volví a leer a Carver, meses después, este libro en concreto; para entonces ya me había leído todo lo relativo al realismo sucio, a la vida de Raymond, al alcoholismo, a Tess, sobre la influencia de Lish; todo lo que hiciera falta para entender aquel “minimalismo” literario que creía que era, más bien, técnico o estilístico. Pero... pasó lo mismo al leer este “De qué hablamos, cuando hablamos de amor”: entendía el ambiente posesivo, casi decadente -en el amor y la vida-, anuncios que gritan el final de todo -el final de las cosas , los momentos de consumación de algo, de término, de decadencia, todo... casi cerrado y lleno de telarañas-. Olía, en el texto,  el alcohol, sentía a veces la agresión contenida o descubría a veces  la violencia directa o la ilógica del comportamiento humano, veía el humo del tabaco ascendiendo en habitaciones cerradas, me abrasaba, me llenaba el cuerpo; en los cuentos aparecía la pena por la nada,... de nuevo la nada. Cuando veía y pensaba en el amor del que me hablaba el libro: pensaba en el aburrimiento y abandono de las parejas, sabía de sus vidas, destruía sus silencios incluso, pero Carver se me escapaba, algo de Carver se me iba por los desagües de mi entendimiento real, no me valía con saber de qué iba aquello, yo quería ser aquello, estar plegado en el papel, ser  relleno en el libro, estar en la pluma de Carver, en sus ojos rojos de escribir en noches o en los días que cerraban aquellas páginas, más cercanas a las sensaciones como la de un pellizco doloroso en tu carne que a un soplo de aire en la cara, sentía que eran reales para él. Y, además, seguían estando sus finales como paradas en seco delante de un abismo sin que consiguiera ver el fondo, acaso solo el ruido de la piedra, o el cuerpo,  al caer.

Leí “De qué hablamos cuando hablamos de amor” por segunda vez -esta de ahora es la tercera vez- y entonces lo entendí,- como lo he entendido ahora- Carver es un poeta, sí, como tal deja que la idea, unas veces, otras solo la sensación o la certidumbre asustada prevalezca sobre el texto, pero, como está escribiendo prosa , te la cuenta,-sus diálogos son de lo mejor que he leído nunca-, te dice en una palabra o una frase o en una imagen -como lo hacen los poetas- todo lo que te quiere contar de su historia, el corazón del texto, lo que hace que todo lo que le rodea a esas palabras  tenga sentido, tenga un camino y, como tal, una llegada, un fin. Otras veces te deja la exacta sensación de estar viviendo aquello, de ser el que está mirando lo que sucede, el que está contento o perplejo con lo sucedido, Carver te cuenta toda una historia, relevante, claro está,
- no podría existir ese punto de central sin que tenga un mundo creado a su alrededor, una razón para existir o dejar de hacerlo-. Y eso es lo que deja conocer el lector, lo que Carver quería contar, o, más bien, hacer comprender qué era eso que desaparecía en ese abismo que he contado que me aparecía al final de sus cuentos, como si no tuviera fin, Sí, había un fin evidente, estaba, ahora, claro. Si alguien quiere leer el libro, si no lo ha leído, el primer cuento, todo el primer cuento de este libro se explica por una palabra, una simple palabra, que pasa por tus ojos, descubridla y la cueva se abrirá. Por ejemplo, en el cuento:"Una conversación sería" se revela todo el cuento en una frase , en una simple imagen.

Todos sus cuentos tienen una centro que los sostiene, como la clave de un arco, en ella se apoya y hasta se explica lo que has leído, hay veces que está al principio del cuento, otros al final, en otros es la sensación, en otros es el propio silencio -Sí, el silencio como grito, como explicación-, descubrirlo es la obligación del lector, Los cuentos que parecen más cortos son, para los buenos escritores, los que pueden contar más cosas, porque hay más palabras, ideas, sensaciones que no se dicen que las que se dicen, y todas esas cosas son las que te están obligando a pensar, a descubrir: ¿Qué ocurrió en esa casa?, ¿Cuándo nació el odio? ¿Dónde empieza y acaba el amor? ¿Existe el amor o es pura costumbre? ¿Qué ocurrió en esa relación, es esa mente, en esa....?

Carver era un genio, bueno es un genio, si sus libros viven, él vive. Todas estas historias de perdedores que viven en suburbios de ciudades o pueblos perdidos en la nada, en casas donde parece que nada puede ocurrir, donde los protagonistas son siempre parejas -unidas o alejadas, pegadas o en la lejanía, en la mente o en el recuerdo-; donde el alcohol, el olvido, el aburrimiento, la soledad obligada, la pérdida, la necesidad, a veces la locura, es el ambiente por la discurren sus historias. Sus personajes sobreviven en falsos o verdaderos amores, a veces anestesiados por el alcohol, a veces por la costumbre, otras veces se descubre y se desprecian de repente, desnudos delante de los espejos que van descubriendo en la casa, en ellos donde se ven reflejados como son, ven cómo es su vida...

¿De qué hablamos cuando hablamos de amor? Que a nadie que le guste la literatura romántica se le ocurra comprar este libro -conozco algún caso-, será un auténtico shock-casi anafiláctico-. No es difícil descubrir que Carver no cree demasiado en el amor- al menos en la definición “oficial y seria y estudiada y, a veces,  esquilmada a Hollywood” del amor, la más concurrida en los `papeles de la literatura universal- Sus historias hablan, sus 17 cuentos cortos, del amor, pero no esperes que te cuenten sobre esperanzas y futuro, acaso se permite una caricia a una pareja de ancianos perdidos en un hospital o en un juego de bingo, o el amor fraternal de unos padres a un hijo. No, Carver no se permite creer en el amor de películas, los de los libros rosas y de azúcar pulido; él va mirando por las ventanas de los que han sobrepasado la frontera del disimulo, y llegan el hartazgo. Carver mira en las casas en las que la gente cree en el amor como un efecto de atracción obsesivo o recurrente, al que se aferra la gente como el arpón se agarra al costado del pescado, no importa que haga daño al ser que crees querer, solo importa el arpón. Otras veces destruye el mundo por las bajezas del hombre por la simple creencia en el poder del perdón donde no existe, donde no respetar es la muerte, y la vida atada por la influencia de sucesión de derrotas de las parejas que casi siempre han vaciado sus bolsillos y sus vidas en años sin futuro y pasados sin presente. Así todos los personajes, o casi, tienen una sombra del mal; un mal acaso inocente por estúpido, o un mal cruel, o un  mal por estar poseídos por lo necio. El mal aparece en las vidas de la gente cuando se acaba el amor y hay veces que lo confunde con él, otras veces con la codicia de retener a  la que crees tu posesión o tu futuro.. Y, si, aparece el bien, pero asociado a la derrota, a la caída, a dejar pasar la vida, a vivir de recuerdos, juntos o cuando el otro ya te ha olvidado, de hijos que ya no son más que una voz de teléfono, casi abriendo las espuertas de la presa y dejar que el agua desborde el mundo, tu mundo, su mundo.
 Sus cuentos son Bastillas tomadas y derruidas.

Carver es un poeta, pero sus escritos no hablan de belleza, no hablan , casi nunca , de compasión, no hablan de risas y amaneceres de sol, de auroras sin nubes, pero sí hablan de sentimientos; utiliza el filo del bisturí de la prosa  para mostrar lo que descubren los poemas: la realidad última de la vida: habla de la tristeza, sus historias son asedios al mundo real, cercos a la realidad, son desengaños o verdades, engaños o certezas de que todo es pasado; todo eso  pasa por sus palabras. Quizá sea una verdad cosida a una vida de gente derrotada, o sin suerte o sin control sobre su presente, o sobre la realidad, pero es una vida real, que existe, que conozco, que la he visto. ¿Quién quiere una literatura creada solo para contar historias sobre amores imposibles, bodas reales, y muchachas adineradas que se casan con príncipes pobres?, El mundo se parece más a Carver, lo sé, tengo la suficiente edad para saberlo, que al que te enseñan en las películas y en muchos libros y en las revistas, en los anuncios y en la radio; no amas sino que estás acostumbrado; no salvas, te salvas; no hay amores eternos hay miedo a la soledad; el amor es una enfermedad de jóvenes que se cura con la edad,  no hay mundo solo está tu mundo, está ese mundo lleno de un “YO” continúo en el que todo los demás es un “vosotros” que te aleja, que no importa a nadie; solo existe unas vacaciones de alcohol y tabaco en una motel de playa durante quince días, y once meses de ser el mismo que el pasado mes  y el anterior y el anterior y... y pensar que eres mejor. El amor se parece demasiado a la soledad compartida o la displicente repetición de cosas porque siempre han sido así y da miedo cambiar.

En los 17 cuentos de Carver, puede que te asustes, que veas una parte del mundo que no quieras, incluso que haya violencia gratuita, y alcohol y tabaco a raudales, y violencia real o soterrada, cariño olvidado, que haya esa sensación de soportarse por soledad, y hay olvido, sueños perdidos, de recuerdos que se van y ya no quedan, de esos que quieren aferrarse pero se escurren, puede que no haya que creer que el amor solo es eso, pero sí debes saber que el amor también es eso. Cuando algunos hablan de amor, hablan de eso.
Y la tristeza...





Wineruda

Hoy...

50 ESTADOS, 13 POETAS CONTEMPORÁNEOS de ESTADOS UNIDOS de EZEQUIEL ZAIDENWERG

  50 ESTADOS, 13 POETAS CONTEMPORÁNEOS de ESTADOS UNIDOS SELECCIÓN, TRADUCCIÓN Y PRÓLOGO DE EZEQUIEL ZAIDENWERG     Decían que decía...