ABERRACIÓN ESTELAR de GILBERT SORRENTINO
ABERRATION
STARLIGTH 1980
Ed: Underwood 316
Pág
Traducción: Ce Santiago
Todas las visiones que crees que puede tener un acto, una
acción, todas las posibilidades de una interpretación o de una mirada, todas
las interpretaciones de un ejemplo o de un movimiento, acaso de una escapada,
todas las cosas que crees que son verdades…no lo son, en la literatura no lo
son. Los textos nacen del infinito de lo blanco, del despejado lugar de donde
nacen las ideas y de ellas los textos y de ellos las palabras, y todas pueden
medirse y cumplirse; sí, pese o nos pese la literatura es mentira y, también,
verdad; para que exista una debe existir la otra, no hay grado medio, no hay
otra posibilidad. Es nuestra verdad y nuestra mentira. Sí, en el caso de la
literatura es nuestra interpretación, incluso nuestro deseo, nuestra proyección
sobre los textos o sobre el personaje al que queremos u odiamos el que hará que
veamos que las cosas hayan sido mentira o verdad, hayan sido probabilidad o
intento, infiernos o cielos, donde creemos que todo ha salido bien, o nos
caemos de los árboles donde creemos ver mejor o pensamos protegernos. La
literatura es un saco de historias en el que el autor ha introducido cosas y
nosotros, aprendices de magos, sacamos las ideas y las visiones y las palabras,
a las que damos vuelta y mostramos al público encantados o sollozantes,
triunfantes o rencorosos, nada es más literario, nada es m más bonito en un
libro que desear el bien o el mal, o pensar el futuro o en el pasado de un
personaje del que vemos pasar un pedazo de su vida en un instante. Un instante
que es tan mentira como verdad. Nosotros nos convertimos de aprendices de magos
en autores, en creadores de la novela, porque ya es nuestra, hemos elegido y el
que elige crea.
“Aberración estelar”
es la visión de un suceso, que se expande del pasado al futuro lejos de la pequeña
extensión real, en unas vacaciones en una casa al lado de un lago en algún
lugar de Estado Unidos allá por los años anteriores a la Segunda Guerra Mundial.
Lugar y tiempo en el que una mujer divorciada, Marie, su hijo, su padre y un admirador, pasan un verano juntos, y las cosas que sucedieron. Todo
ese acontecer será cribado por las cuatro miradas, por las cuatro interpretaciones
de los personajes. Si una orquesta de Jazz reúne, digamos, cuatro elementos
hasta hacerlos uno, hasta que hacer que la melodía fluya y se pasee por los
oídos de los oyentes; este grupo de gente hace que todo lo que ocurrió sea
mirado y descubierto y analizado y dada una explicación, que fluirá buscando el origen de
las acciones y reacciones al analizar dichos textos. También verás en las
partes en las que se divide dichos textos como el autor señala datos, elabora
un perfil del personaje, interpreta, como un catecismo falso o una entrevista al
autor mismo, la razón última de las acciones, de los sucesos y los deseos.
Muestra las posibles explicaciones de lo que hacen o piensan o hicieron o
pensaron personajes, los motivos de sus comportamientos. Y muestra cartas, da
visones en primera persona del mundo en el que vive cada cual, y vive por
ellos, y muestra sueños o acaso mentiras, hay cosa que son o serán o nunca lo habrán
sido,
Marie, la madre y esposa abandonada, vive envuelta en la
presión obsesiva de su padre que la tiene como sirviente, vive con el recuerdo
de su madre obsesiva y tacaña, y con el recuerdo del amor perdido, del tiempo
perdido, de sus obsesiones y de sus complejos y hábitos adquiridos con la
presión de la religión de la enseñanza en el temor y el cuidado que le habían
inculcado. Ella será el centro de la novela, en ella confluirán todos los caminos
que lleva la novela, como un viaje que mezcla esperanzas y deseo sexual, y se ve
rodeada, influida, centro del mundo donde le cubren de mentiras, engaños, orgullo
y egoísmo. El egoísmo de la nada y del poder del pasado que lleva su padre, y
con él todo lo que influyó sobre ella, su poder oculto y despótico. Y ella
queriendo huir, y queriendo librarse, y desnudar su mundo y su cuerpo y de
nuevo el pasado y el presente y ese admirador que es una puerta de escape y él
que desea su cuerpo ¿Y su mente? Y el futuro que pasa por el lado de un coche
nuevo y una pipa de olor y Marie quiere aferrarse y... Y aparecen esos
caminos que transitan desde el pasado, todos son herencia del pasado, solo en
el niño se ve búsqueda del futuro de una vida mejor, de un deseo de cambio,
pero frente a él aparecerá el padre cobrando facturas que no tiene, y de su
mente saldrán viejos rencores que paga el presente; viejos vicios que cobra en
el presente, viejas decepciones que se agolpan, de nuevo, en el presente;
viejas creencias que aún perduran. John, el padre, el abuelo, será el ayer
hecho hoy, para que nada pueda escapar a
sus ideas, para que cobre facturas que
solo él ha expedido.
Sorrentino remueve el agua y nos deja mirar como las ondas concéntricas
van expandiéndose, como los círculos de los personajes van entrando uno en el
de otro, como alguno lo invade hasta dejarlo varado. Pero las ondas no paran,
vienen del pasado y no desaparecen en el futuro. Deja el futuro en el
horizonte, nos ha dicho un probable futuro ¿O era un deseo? ¿Es el deseo
suficiente para crear el futuro? ¿Sucederán las cosas como prevemos? ¿Es
nuestro deseo o es lo que ha contado Sorrentino? Todo es potencia, probabilidad,
todo es necesidad o búsqueda, el mundo que nos describe parece que va caerse de
la mesa, pero ¿Habrá una mano que lo sujete? Sorrentino cuenta una historia que
tiene muchas caras, caras de muerta y de vivas, de entrometidas y de maridos
divorciados, de viejos recuerdo que no se olvida, de paseo, de pasión
contenida, sabemos lo que hay, y como en la vida el dado está en el aire, ¿Cuándo
caerá? ¿En qué cara?
Hola, Wine
ResponderEliminarHabía leído una reseña de este mismo libro hace ya un tiempo, pero no lo apunté porque es un libro aparecido este año, de una editorial desconocida -con lo que por aquí, llegará (si llega) el día que Mick Jagger se vuelva miembro de Pink Floyd-.
Coincido contigo en tu mirada sobre realidad y ficción en literatura, que expresas en el primer párrafo.
Respecto del resto, parece interesante el libro y me recuerda a un autor muy nuestro, Juan José Saer, de quien siempre sugiero leer 'Glosa' o 'Nadie nada nunca' -más esta última-. Quizás en ellos no haya trama en el sentido de 'historia', pero sí analiza lo que ocurre desde diversos observadores, casi como lo que dices del libro de Sorrentino. Por eso mismo lo apunto.
Gracias por la reseña.
Cuídate, Maestro.
Un gran abrazo.
Sorrentino es una vieja esperanza mia -de que fuera traducido- y así apareció, por esta editorial al que agradezco mucho la edición, que por otro lado me ha gustado mucho: edición y libro. SOrrentino es la pata que me faltaba con Barth, Gass y Gaddis ( y por ahí anda Coover)
EliminarUn abrazo
gracias
La ficción literaria (los buenos libros) siempre te propone un juego; dilucidar cuánta verdad hay en su mentira y, por otra parte, levantarte las sospechas de estar frente a la verdad, la de la vida misma, como si estuvieses ante una gran patraña. Es un juego adictivo (leer) partiendo de esas reglas, al menos para mí.
ResponderEliminarMe suena de haberte leído con anterioridad algún apunte sobre este libro, tomaré nota.
"¿Es el deseo suficiente para crear el futuro?" Uff, Wineruda, de las mejores preguntas que he leído en un blog... me la llevaré al sofá, ahora cuando termine de escribirte, y me preparé un descafeinado calentito para animar a mis neuronas.
Cuídate, querido Wineruda.
Espero que el sofá te haya animado jaja, pensaba que eras más de té. Sí hable de este libro en un comentario en "sobre lo azul" de Gass , puesto que es el mismo traductor y me llevó a este.
EliminarBuen libro sin duda, espero que sigan editando cosas de Sorrentino, Gilbert, que hay un Fernando que de ese ya tengo..;)
un abrazo
cuidate
No te equivocas, amigo Wineruda, soy más de té, pero de vez en cuando me salto las reglas de mis rituales... eso me ayuda a pensar desde otras perspectivas, jaja.
EliminarCuídate de pensadores como yo, que sustituyen un té verde por un descafeinado a las primeras de cambio, bueno, lo mismo hago con las lecturas, jeje.
Como decía Yupanqui: "yo no traiciono a los mios por palmas y patacones" así que me quedo con mi té negro extremadamente fuerte-algún inglés me mataría por ello- y mis lecturas cambiantes, como tú, sustituyo a Lorca por Mark Strand o a Gaddis por Hidalgo Bayal y me quedo tan ancho o más jjaj
Eliminarun abrazo
Sorrentino es también otra cuenta pendiente, otra pata que me falta, como tú dices. He estado bicheando y el libro es carillo, pero dices que es buena edición y traducción, y eso también se paga. Lo buscaré. Gracias Wineruda.
ResponderEliminarUn abrazo
Espero que te guste tanto como a mí
EliminarEl precio...a veces hay que darse un caprichito ajjaj y SOrrentino era uno antiiiiiguo. jaja
un abrazo Ana