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sábado, julio 17, 2021

UN RETRATO PARA DICKENS, DE ARMONÍA SOMERS


 

UN RETRATO PARA DICKENS, DE ARMONÍA SOMERS

 

Un metrónomo marca el paso, tac tac tac. Como pasos en el piso de arriba, un metro de madera rota entre mesas de pobres, un metro de madera en mesas en las que no hay comida, tac tac tac, la vida es dura en todas partes; Un mundo de pobres, ancianos, niños, recuerdos vivos y muertos; la plusvalía no alcanza a los pobres, solo alcanza para  las velas y los paños viejos de algodón con los que harán camisas, pantalones, faldas o baberos para niños que todavía no saben andar, que todavía no alcanzan a pensar. El muro de las lamentaciones no existe porque no puedes pararte a quejarte o implorar, y no puedes porque el frío, la soledad, el hambre, los ladrones, el loro maledicente, el pescador que no pesca, el retrete que no absorbe, el regreso que nunca llega, no te dejan hacerlo. Solo hay pobreza y hambre: tac tac tac, las horas pasan y solo hay un mendrugo de pan. Un mendrugo que imaginarías pastel o pasta o pavo o melaza, pero solo es pan seco y roto, como las camisas, los suelos, las mazas del juez, los sombreros de los ricos, el pie de las palomas. Algo siniestro pende de la cuarta pared del libro.

Tac tac tac, marca la hora el reloj, y el metrónomo calla por pudor, hay algo intranquilizador en el aire, un poder oculto atascado entre las cañerías y el cielo, un pavor de cristales empañados, un soberbio poder que aplasta las ilusiones. No hay nada, no hay sitio, no hay sed, no hay hambre no hay comida no hay agua, no hay amor, solo violencia atascada y oscuridad, Tac tac tac.

Armonía no es una escritora normal, no es una escritora al uso, una que escribiría sobre lo obvio, sobre lo que escriben la mayoría, en esas sopas de sabor a pastilla de supermercado.

 

No lo es.

Tac tac tac, hay pasos sobre el asfalto solo los imagino en una noche oscura, donde no hay nadie, solo ella, la niña,  nadie la acompaña, nadie irá con ella, es su camino, y solo se construye entre caminos no frecuentados, no toca nadie el timbre, no silba nadie en las plazas, nadie pasa, perros que ladran a una posible luna que aún no ha salido. Lanza la mano para que alguien la guíe y nadie la agarra.

Armonía Somers, escribe sobre los que no escriben.

 Digamos que abrimos Oliver Twist de Dickens, y  dejamos que escape Oliver y Fagin y Nancy y Bates y Monk y Brownlow y Silkes y…solo quedan los personajes del edificio pobre junto a la guarida de Fagin, ese que aún está más hundido, ese que nadie mira ni mirará, y tac tac tac, Dickens ni siquiera lo ve, es más pobre aún que sus casas pobres. Golpeemos sus puertas: aparecerán gente olvidada, más pobre, más siniestra, un infierno relleno de hambre y tierras sucias, de sexo sucio y sucia vida, rivalidades de diablos rotos. Algo que no vemos supura por las letras que describen esa vida, un muerte que nace en la primera hoja, enseña a una niña que cuenta su historia de hospicio, adoptada por borrachos y personas desconocidas, trabaja y se muere de hambre en cada página, una sección de la parte más terrible del mundo, pasea, tac tac tac, por sus páginas. Asoma sucia, asoladora, amenazando en lo más degradado de la  vida humana a la niña y a esa vida. La pobreza que llama a pobreza. Lo soñado que no se cumple, lo imaginado que se escapa.

Un loro que describe el mundo, su mundo. Una biblia apócrifa que ataja el mundo, su mundo. Un escritor de recetas que engaña al mundo, su mundo.  La niña que describe con metáforas, con imaginación desbordada el mundo, su mundo, como adelantándose al suceder de las cosas, ella los ve un instante antes y tac tac tac, no las comprende, son pasos a una luz deslumbrante, desconocida, que describe y no comprende.

El libro habla sobre esas 4 voces, 4 pasos en un camino, tac tac tac tac, que parecen divergir, parecen destinar a ser paralelas infinitas, energías hacia el infinito  que no se tocarán,  Hay una parábola, al modo bíblico, sobre la bondad y el amor a Dios y el agachar la cabeza, el destino creado y fijado, el alma para no separar, la vida para crédulos, el ser para ser convencido. Hay un  cocinero que no cumple, que trampea, el que cumple sin hacerlo, el que aparenta, el que no es, el que nunca será. hay una  niña que mira esa vida, y esta le devuelve empellones, vida del ser que no cesa, el no ser, el no futuro, el futuro sucio e ingrávido entre la nada vida de la no esperanza, la no creencia, el ser y no ser a la vez, muerte y vida; allá donde vive la maldad, esa maldad que no se recrea cuando lo es. Hay algo, en estas páginas,  que flota sobre todas la cabezas, todas las urnas, las mesas, los bares, los borrachos, sobre el sexo, sobre lo sucio ...., flota siempre, parece que no se apoya en nada, solo en la mente y la maldad de la gente. Y no hay Dios, vemos que no hay siquiera riqueza en la mentira tampoco en el amor; no, no hay riqueza, no hay comida, y no hay amor, no hay nada detrás de la mentira ni de la verdad, realmente no hay nada, solo pasos, solo creencias de querer reconocer algo, tan es así, que  hasta la vida son metáforas, es la única manera de  reconocerla porque no hay manera de verla de frente; no puedes verla limpia e indiscreta, como es de verdad. La historia que cuenta esta novela solo parece vislumbrarse. mostrarse desnuda, solo como una caverna a oscuras de Platón, no hay  ni sombras ni luz ni un fuego para calentar, solo vemos futuro turbio y sucio; no hay ni un Fagín tramposo que  ayude para ayudarse a él mismo, no parece que hay, siquiera, ni muerte ni vida. Hay un loro, Asmodeo, que es el diablo, que interpreta ese mundo, todas las historias que la componen,  porque solo puede ser interpretado por él, y descubre el lado oculto de la luna, lo que hay detrás de las paredes rotas, o de los paneles de las paredes, la verdad de esa vida está vista desde el otro lado, desde el lado de la maldad…y …¿la verdad?

Maravilloso, la escritora “rara” es maravillosa, esa letra dorada sobre fondo oscuro, belleza en la escritura, tinieblas en sus textos, una sábana de seda tapa el mundo.

Tac tac.... palabras que escriben sobre la nada, palabras brillantes, frases de luz, que ocultan y enseñan, a la vez, como un discurrir de fuego en un lago vacío,  el lado oscuro de la vida.

Hoy...

50 ESTADOS, 13 POETAS CONTEMPORÁNEOS de ESTADOS UNIDOS de EZEQUIEL ZAIDENWERG

  50 ESTADOS, 13 POETAS CONTEMPORÁNEOS de ESTADOS UNIDOS SELECCIÓN, TRADUCCIÓN Y PRÓLOGO DE EZEQUIEL ZAIDENWERG     Decían que decía...