viernes, junio 22, 2018

FOTOCOPIAS de JOHN BERGER























FOTOCOPIAS de JOHN BERGER
Photocopies, 1996
Alfaguara 176 Pág.
Trad Pilar Vázquez


Los recuerdos se difuminan como una foto vieja que va perdiendo colores y sobre todo el nombre de los allí reflejados, o como un cuadro que va perdiendo color por los vapores de la cocina o por el polvo en el desván, o por el paso de la humedad, el cielo y la niebla por la ventana de la casa derruida; todo, recuerdo pasados los años, pierde esa sensación de clara brillantez, que puede ser del amor o del odio, de la alegría o del pasmo; pierde ese entumecimiento del sentido real que puede quedarse después de una explosión de orgullo o de un beso, un abrazo, un lloro o una nube que desparrama agua por las ventanas abiertas de tu vida. De modo que, si quieres recordar esas antiguas sensaciones, esas instantáneas de cámara de fotos, o la mirada de aquel cuadro que rompía el silencio aquellas noches de domingo estudiando algo tan aburrido que recorrías las paredes esperando ayuda, y estaba aquella muchacha de Manet sentada en la hierba<, si quieres recordarlas, necesitarás perder algo para , al menos, dejarlas sentadas en la silla enfrente de tu cama , mirandote; o dejarlas en las letras que quedarán para siempre, lejos de la perdida de tu mente o de el paso del tiempo. Así, Berger cree que como no puede recordar, exacto, aquello pasado, él crea sus fotocopias, que, sí,  quizá perdieron algo de su color original, pero manteniendo vividas y ya ciertas para siempre todas las sensaciones y experiencias, porque estarán reflejadas en un texto que recorrerá el tiempo y el espacio que separa el ayer y el hoy. Serán figuras de sal o de cemento paradas en el tiempo,  de  chinchetas sacadas de posters viejos todavía queridos  para atrapar a nuevos siervos alados o sensaciones aladas; habrá también, en este texto, si lo lees, amor y cariño y recuerdos de gente que pasaron por la vida y quedan atrapados en la arcilla de las palabras, como huellas de pasos, de antiguos mastodontes cretácicos  que han parado el tiempo en un espacio de barro solidificado y aire; aquí, en estas fotocopias de madera tratada y tinta, sí, aquí quedan las huellas de personas que, de otro modo,  pasan y se olvidan `perdidos en la vorágine del tiempo y la soledad y la nada. Berger las rescata para respetarlas entre montañas y viejas conversaciones de mesa de madera o en el recuerdo una noche entre vasos y pan en cualquier casa querida o en un bar de esquina, hablando de nada importante, solo siendo amigos.

Pienso que la amistad, todas las amistades, necesita muchas veces de esas fotocopias como estropajos que rascan el presente para rememorar el pasado, porque la amistad se nutre de pasados, respira con aires y cosas compartidas, de aires viciados de noches de alcohol, risas y tabaco, o de besos con sabor a chocolate, o de un rumor de canciones perdidas que hacen rememorar cosas, esas mismas, estas mismas que Berger me muestra, él para rescatarlos o ponerlos en el centro del mundo, su mundo.

Las partes, los pequeños relatos,  de esta larga colección de pequeños recuerdos pero de grandes  historias contadas en primera persona,, son extractos de vida con títulos como de aquellas pinturas que admirábamos en los libros de texto cuando se estudiaba historia del arte, y las clases estaban  a oscuras reflejando cuadros de grandes nombres, como estos que cuenta Berger en pequeños avances, como capítulos de una biblia resumida para una religión sobre el pasado y los amigos, sobre gente que pasa y te deja más que una huella, te deja un vacío, te deja la tremenda soledad de la gente que no volverás a ver o que ves tan poco que necesitas de alimentarte de sus pasos y su respiración calmada durante la noche, o de su conversación callada entre platos de pescado o de pulpo en cualquier restaurante gallego o en museos catalanes, o en las llanura altas de alguna montaña francesa.

Berger utiliza la poesía…, lo cierto es que a mí los libros me dejan sensaciones, me dejan heridas o sonrisas, o me dejan dolores y festejos, y este me dejó poesía, me dejó belleza y sensaciones amables de cariño en la derrota y en la victoria, en la perdida y en la pura sensación de compartir algo hermoso entre amigos;  me dejó, también,  esa sensación maravillosa de los reflejos de algo poético en la mente, de esa combinación de texto e imágenes, de verbos e ideas que dejan un reflejo bello en cada página.

Berger ama a la gente de la que escribe, puede que alguno no haya existido, eso no lo sé, pero todos, de eso estoy seguros, son reflejos de gente que pasaron por este tiempo y por el espacio cercano a la máquina de fotografías o de la mano de pintar o de las manos de mirar de John Berger






jueves, junio 21, 2018

SOBRE LO AZUL de WILLIAM H. GASS



























SOBRE LO AZUL de WILLIAM H. GASS
On being blue (1976)
La Navaja Suiza editores 146 Pag.
Trad. Ce Santiago

Lo azul...


Gass interpreta lo azul, no lo describe, interpela a lo azul, lo crea, lo trampea, lo discurre, lo reinterpreta, miente y crea, ficción-invención- y realidad, ensayo ficticio.
Es un libro de ensayo tratado, en momentos,  como ficción, tratado como una descripción de un mundo, una interpretación, diría, de la interpretación, una mirada a lo que discurre por la ficción y la realidad y la opinión ¿Se puede hacer ficción de la ficción? Lo azul como filtro, o mejor, lo azul como líquido amniótico en el que flota lo creativo, azul.
Gass describe todo lo que existe azul, todo lo que en el universo tiende a ser azul; pero, si lo pienso no es todo lo azul, dije mal, sino el universo azul de Gass, una lista grande o pequeña de cosa que cree azules… y lo son… pero lo son porque él, que mira, los traduce así. La impostada realidad de lo azul. Convenio cerrado en lo que lo azul cubre el universo. La interpretación que hace Gass de lo azul, la realidad que él ve, no coincide con los de los otros, así que en realidad es que el azul de Gass se circunscribe a este libro, a este universo azul que ha encerrado entre páginas blanca; todo es pura interceptación, todo es pura metáfora de lo azul. Sí, diría, a veces al  menos, una sucesión de metáforas que parten de lo azul: lo azul como corrector y empuje  de la ficción. El universo de la ficción traducido, visto por Gass como un ejercicio de glotonería de las palabras que en la creación abundan, se desparraman, se comen todo:

  • -          EL sexo interpretado por la ficción no es más que un sucesión de verdades despiadadas, casi sucias, Gass busca la realidad de lo cocinado, no de lo crudo  y expuesto; lo azul como redentor de exposiciones literarias, Una retahíla de escritores que vieron el mundo de lo sexual en la literatura con una mirada que no es golosa ni excéntrica ni siquiera obscena, es tramposa: es metáfora, es una mirada que reina en lo literario; y que  como lo azul es distinto: el mundo es azul como los ojos de los amantes o algunas bolas de billar o como los reflejos de agua de mar de lejos
  • -           Lo azul reina en el mundo y es la realidad, Gass se defiende de lo no azul, el mundo es redondo, es perfecto, porque es azul, porque es la realidad, al menos la de este libro, o del pensamiento de Gass, por lo tanto, si es así, todo lo que existe al menos en este recuadro de hojas blancas y portada azul, con este calor de verano y en este tiempo tan cerrado, es Gass y el pensamiento de él, ahora, ya, es AZUL.

¿Pero qué es este libro?’ me preguntan -o hago que me pregunten, es ficción ahora aquí también-. Pues es la recreación del pensamiento del autor. Se cuestiona  todo en el pozo de humor en el que están sumergidas las ideas que desfilan o se acumulan en el texto: van extendiéndose como una imagen casi inconcreta que va desvelándose según conoces las palabras que se suceden en el libro, no es ironía sino pausada y amable, digamos –lo acepto- que solamente es alegre, ella prepara el camino para enseñar una disposición casi poética de las palabras, bueno de las frases o las ideas,- las palabras por sí solas no son poéticas, lo  son las frases, o lo son los libros  o lo son los conceptos-, ellas componen un universo propio que habla de lo azul, ya lo he dicho sí, y también de un análisis de la ficción, -a veces del sexo en la literatura  o de las blasfemias o los insultos en la literatura; o específicamente de la representación literaria y filosófica de lo azul, -que se extiende para entenderse  qué es la representación de las cosas en la literatura o la interpretación de ellas  u otras en la filosofía-.”Sobre lo azul” es la interpretación –sostenida a veces en formas de entender o sobrentender lo azul en palabras en inglés-, decía que lo azul es lo que ha escogido el autor para crear un ensayo sobre la ficción, y siendo, en efecto como he dicho antes, o querido decir al menos, el ensayo es un arte en el que no suele existir la ficción, pero Gass lo adopta por el puro hecho de crear   una obra artística, como lo son cualquier otro ejemplo de literatura creativa o poética o lo que sea que se les ocurra. Y lo hace para, articulando el tema de lo azul, enseñar  y concebir  diferentes teorías sobre la creación, sobre la ficción, y en cómo tratar el mundo de lo artístico.

 Su universo  de ideas en este caso es azul, dirán que, por lo que digo, pudiera ser fácilmente también blanco, o rosa, o verde o podría ser de seda o podría ser de esparto o ser como una alfombra; pero no… el universo creado por Gass en este ensayo poético mentiroso, es azul, porque lo azul es humano, divino, es terrenal y marítimo, es diamante y es culo de botella, y es sexo, y es canción, es policía y es bandera, y es real y es mentiroso… y es SU decisión como autor, pero lo hace reflejando  que lo azul es convencional: pongamos que es el centro, es el cosmos del libro la idea de que un color puede recordar, o ser metáfora de ello: el color y las palabras, la palabra con color. Porque la palabra azul es algo acordado en la sociedad, y nos es llegado por las ondas electromagnéticas que nos reflejan en el ojo y por ello lo describimos como AZUL;  del mismo modo lo literario o el proceso de creación es algo, igual, convencional acordado por la sociedad, que nos llega por la vista el oído, vista o el tacto, y le damos el nombre de novela, poesía, pintura, ARTE, todo es relativo, todo es azul, todo podría ser de otro modo, y puede ser de otro modo, Leed a Gass y lo veréis.


Lo azul.

Azul cielo, pájaro azulejo, el pescado seco en la lonja, o el azul de los hierros quemados o el azul de este universo literario –esta idea- inclasificable y absolutamente inolvidable.


Hoy...

50 ESTADOS, 13 POETAS CONTEMPORÁNEOS de ESTADOS UNIDOS de EZEQUIEL ZAIDENWERG

  50 ESTADOS, 13 POETAS CONTEMPORÁNEOS de ESTADOS UNIDOS SELECCIÓN, TRADUCCIÓN Y PRÓLOGO DE EZEQUIEL ZAIDENWERG     Decían que decía...