lunes, marzo 07, 2022

ARMÓNICA PARA DESNUDAR UN SUEÑO de GILDARDO MONTOYA CASTRO

 


ARMÓNICA PARA DESNUDAR UN SUEÑO de GILDARDO MONTOYA CASTRO

 

 

Cada libro, cada página, cada poema, un verso, dejan un rastro en la persona que los lee, pequeñas manchas en los ojos, como heridas impresas en el iris; deja pequeñas represas repletas de caudales infinitos en la mente. El libro, el poema, el verso, pareciera, a su vez, manchado de los recuerdos, de la vida, de los inciensos y los lápices, ya sin punta, del que los lee. Hubiera dicho, cada vez que he leído un poema hermoso, una página de luz, o de sombra, que estaba escrito para mí, acaso por mí, como si todos los escritores que me gustan, fueran yo, o, solo,  fueran  amanuenses de mis pensamientos o experiencias. Supongo que eso es básicamente amar la literatura, o que ella te ame a ti, no sé bien cuál es el camino de ida y de vuelta.

De la misma forma, por ello,  identificar esos sentimientos y sensaciones en un libro es hermanarte con su autor, aceptarlo en tu casa, darle comida y cobijo, puesto que sabes de su vida, de sus pensamientos, sufrimientos, sabores, amores, caídas y alegrías, más de lo que sabes de tus amigos de carne y boca, o, a veces, como he dicho,  de ti mismo, él sueles ser tú…tantas veces... Pasearte por las páginas es un reto de voyeur, a veces hacia fuera, a veces hacia dentro, la recóndita experiencia de descubrir-te- mundos, olas, holas,  áreas, ojalás y vaivenes.

 

ESTILO

La gramática que pulso

no abandona el espanto,

avanza entre falsas paredes;

con dardos azulados,

desaparezco a diario.

 

Barca sin túnica. Imaginaria de

lo vivo; en tu mástil como apegado

polizón, la hilacha sudorosa de

la nada.

 

Volantazo, qué cansancio.

¿Cómo preñarte de aceite verdadero,

silabario? Mi pecho afónico,

inmóvil al vacío,

filosofía existencial,

aletea,

vuela…

 

 

Gildardo, pasea por sus mundos repletos de fantasmas, fantasmas de aire, de familia, de infancia, de sonidos, de ruidos, de olvidos, de amor, de vaivenes del mundo, fantasmas que generan un ulular de sonidos de gritos infantiles , de música, de besos, de enfados, de alcohol roto; fantasmas que revolotean por las páginas como en una Comala particular, más llena de heridas que de renacidos, más llena de silencios que de voces.

 

VIVIR

Mira atrás de tu voz

el columpio que llama

más allá de tu voz

 

 

Gildardo tienta a las cosas a ser del sonido del silencio, le falta el sonido ausente de la armónica de su padre, o de los gritos de la escuela, de las palabras de su familia, las voces de gente de la niñez, el sonido de los pasos de la vuelta a casa, o a otro tiempo, EL sonido del silencio de cartas sin respuesta, cartas a la vida , al tiempo, al amigo que está, al pasado que no está, a la nada buscando respuestas, el temor de ser y de no ser, no ser en el grito, no ser en las letras, no ser donde debes ser, el temor de no saber las respuestas. Son los sonidos de esa armónica las que deja al descubierto los sueños,  o los presentes o los pasados. Los sueños pueden abarcar toda la realidad por lo tanto el mundo.

 

Carta:

Un poema: polvo y luz

 

Querido Julio:

Un poema: polvo y luz. La templanza trasuda melancólica.

¿Qué cara es la nuestra, la definitiva? Ir viendo, sin

rajarse, Escribo a cuentagotas. Terrible miedo de no decir

algo: por lo menos sensato. Abrazo a mis hijos, detengo

los golpeteos neuróticos. Les escribo a mis amigos

Aleteo magnífico.

aguzaremos el oído,

se  posa en la terraza

un orgullo silencio,

viene la música,

mira el gozo

vamos cantando en la verdadera

realidad del sueño

rasga asombra el aire.

 

Las repuestas, todo se basa en buscar respuestas, subes a vidas y buscas respuestas, subes montañas, bajas a valles, y te preguntas la razón, te casas, tienes hijos, amas, y buscas las respuestas sobre cómo será su vida, y la tuya, a veces pierdes y sabes que en el alcohol habrá una respuesta falsa, pero la buscas, y en el viento, y en el correo, y en el pasado, siempre buscas respuestas, y sabes que si las hubieras no te conformarías con ella, solo quieres saber la realidad, la respuestas única . ¿La hay?

 

 

PERPLEJIDAD

Son tantas abejas, miles, rodeando la casa.

Mi hermana: “exageras; acaso un puñado”.

Clausuro, un miedo ansioso, cualquier intersticio,

insinuación al dolor. Y si las abejas hubieran

entrado, ¿sería yo ahora otro, más curtido al

incesante temor de estar aquí? Respóndanme.

 

 

Saber si las cosas van a salir bien, es tu pregunta de niño, por eso vuelves, volvemos, al pasado , a la niñez , para saber si hemos acertado o para intentar el imposible recomienzo, pasearte en el filo de la vida solo es un paso adelante, para saber que el camino es el que es, y como no lo dominas, no vas a poder dominarlo, ni domarlo, debes aprender a bailar sobre el filo, Gildardo: Sabio en heridas, sabio en palabras, mecedor de vasos, deja que el viento despeje la frente y que el cielo se vuelque sobre las palabras, solo sobre las palabras; el mundo son palabras, andamos sobre ellas… letras para vivir.

 

 

VIVIR EL SUEÑO

Cuando abro la ventana, hermana, escucho tu grito.

hieren sus cristales. Corro temeroso bajo

la lluvia, buscando al culpable; detrás de mí dejo

árboles hambrunos, bestias ebrias, sin remedio;

esquivo rapsodias rastreras de corbata; calle

adentro, tropiezo con el hilo e tu grito

y desperdigo en el lodo las preguntas;

por la granada que estalla en tui voz, hermana

vomito potro negro de clavos.

Silencio mudo e un hombre que  calla.

 

 

 

La poesía sirve para masticar el mundo, para regurgitarlo, para aclarar la vista, como un flash de cámara fotográfica que desnuda el mundo, que lo paraliza para que tú lo veas, en un instante con los ojos abiertos, relucientes, o triste. Gildardo, fotografía los momentos que muestran instantes de su vida, saberes que adquiere, olvidos que no quiso, gente que cruza por su mente, como una salida de autobús que siempre está llena y nadie sale, todas sus personas están en su libro, todas sus dudas, todos sus autobuses sin partir, con sus rabias y sus potencias, sus nostalgias.

 

 

FIEL

Dios muere todos los días

en los pasillos del Metro.

instala su templo de naipes

para que bailen apóstoles;

ciegos, enanos, Marías

y payasos desolados.

En ellos, fe, vuelo, abismal.

Dios mure todos los días

 

 

Todos los poemas son desnudos, son cuadros a la decencia o la indecencia de la vida, todos los poemas son pasiones, todos los poemas son partidas al pasado o al futuro, sin retorno.

 

EL libro desfila por todas las pasiones del hombre, amor, odio, olvido, tristeza, recogimiento, recuerdo, vida. Mesetas entre valles.

 

CONSEJO 1, Cada libro, entiendo, necesita una coreografía, que le dan sus ritmos, su palabras, la conjunción de sus decires y sus pausas, pero, también, necesita una banda sonora que la adule, que la acompañe, que le dé ritmo y ambiente, hasta olor, necesita una cúpula celestial  que  la rodee y proteja, un camino solar que muestre el mundo repleto de sonido,  letras, ambiente el sabor de las letras masticadas. Probar, yo lo hice, con el sonido de la canción THE  SILENCE de MANCHESTER ORCHESTRA, en bucle. Encaja la mezcla de música y libro.

 

 

 

 

 

 

 

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