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lunes, mayo 14, 2018

PROVOCACIÓN de STANISLAW LEM





















PROVOCACIÓN de STANISLAW LEM
Provokationen 1982
Funambulista 155 pag
Trad. Joanna Bardzinska y Kasia Dubla


Debajo de la metaliteraura, debajo de autores falsos que hablan de libros falsos que hablan de historias verdaderas, debajo de reseñas de libros inventados se encuentra un autor que maneja texto e ideas para contar una historia o sus pensamientos o su modo de describir el mundo. El subterfugio literario no puede ni quiere ocultar la palabras dichas, el texto sagrado de la propia idea, que no quiere volver a contar sobre cosas o formas que nacen -y morirán- de la nada. Hay momentos en el que la ficción es un caso perdido y la realidad se afana en descubrir las vergüenzas  que algunos no quieren contar. Me gusta la fiereza en la defensa de las ideas, cuando estas son justas, y son justas porque así lo ha establecido la Historia y el discurrir del mundo; y son justas por encima de intereses vagos de ocultar cosas o de suavizarlas o de esa estúpida manera actual de proteger al mundo de imágenes crudas y duras como, por ejemplo, de todo el Holocausto. Oí , ayer, una horripilante frase de un presentador de documentales inglés, en el que elogiaba al jefe del comando de construcción del Nido del Águila nazi, lo llamó genio por su escrupulosidad y puntillismo en la construcción. No citaba, el tipo, a los esclavos que la construyeron, no citaba el tipo a los muertos, no citaba el tipo que el jefe se suicidó antes de ser condenado en Nuremberg por sus culpas. Elogiaba la escrupulosidad de la construcción, la repetición hasta llegar a su perfección;  semejante persona relata historias en documentales que aspiran a mostrar algo de aquello, pero nos ahorran, cuanto pueden, las imágenes del horror, ¿Por qué mostrarlos?¿Por qué´enseñar lo terrible? La respuesta es tan evidente que hasta ese tipo debería saberla. Simplemente por una palabra, por respeto, y añadiría por pedagogía.
Lem, no es un tipo cualquiera, eso sí, es un escritor de esos que desdeñan los grandes críticos como escritor de ciencia ficción, no saben esos críticos que sus obras desbordan inteligencia; son socarronas y son fieras, diestras y afiladas, son graciosas y cueles, son sonoras como un despertador de campanas viejas; y critica la mentira , pero también es un creador de las más fantasiosas mentiras sobre un mundo que muere: Lem no es el tipo que elogia a un nazi por su habilidad en reconstruir un edificio hasta que esté a su gusto, no es tan fatuo ni tan banal ni tan necio, no. Lem escribe este libro sobre una reseña de un libro sobre el holocausto y Alemania, habla sobre la muerte y los nazis, sobre los judíos y la culpa europea, sobre la barbarie y el perdón, el no perdón. 

Horst Aspernicus, es un historiador alemán que cuenta sus ideas y sus reflexiones sobre lo que sucedió en su país en, durante y con el Holocausto. Su análisis no deja escapar a nadie, no deja un camino de salida ni al perdón ni a la excusa. Doblega el espíritu nazi para dejar caer de sus bolsillo, con Alemania puesta boca abajo, la podrida inmundicia que pobló el país, las ciudades y las casas. Cierras las puertas para encerrar a los culpables y los mira a la cara, y les enseña que su nación perfecta de arios era el ejercicio necio de un führer enfervorecido a los que una aristocracia aplaudió y un conjunto de arribistas y acomplejados apoyó para auparse en el poder al precio que fuera; les dice que fue un genocidio labrado a fuerza de mentiras y falsas ideas sobre los judíos, y sobre el que no pensaba como ellos; habla de voces llegadas del pasado y de la mentira como excusa para la muerte; habla de lo que fue la orgía de sangre de unos dirigentes que descubrieron a los judíos como excusa para limpiarse y buscar un chivo expiatorio, no ya religioso -los judíos que mataron a Cristo-, no ya con la culpabilidad hacia el rico que no lo era, no ya para ganar dinero...era solo crueldad, solo distancia, solo sadismo, solo fantasiosas y sangrientas ideas de poder, religión y muerte. Pueblo y organización y estado que organizó una industria de la muerte, y en el que la imposibilidad de la medida, la muerte de millones, dejó su mente en la excusa de lo incalculable de lo indecible, de lo inconmensurable de lo hecho, y con ello en la protección del deber al superior, de la culpa del superior, nadie sabia nada, nadie fue culpable, porque nadie soportaba el peso de la muerte en los hombros, solo los cadáveres y los ahorcados en Nuremberg. Y Aspernicus -Lem- acusa, no perdona a nadie, no conoce límites su mirada furiosa; así desnuda al filósofo Heidegger, al que ataca sin piedad, proclama que a pesar de que se separó de la militancia nazi,- él no le acusa de nazi-, sino que dice que si un filósofo no ha creído que debía criticar o citar o nombrar o socavar , los crímenes nazis, que si los ha tomado como algo no primordial en su pensamiento y siquiera anotación, quizá porque pudo haber pensado que un filósofo, él, no se centra en delitos comunes; si no vio que era una actuación supracriminal, si no vio que esto era execrable, entonces , dice Aspernicus - Lem- , que era o un embustero o un ciego o un estúpido ¿Y qué clase de filósofo es estúpido'? Y si calló por hipocresía es un cómplice. Y si un filósofo no ve la enfermedad en el mundo, la misma, la exacta, que él debería comprender y estudiar, ninguno de sus escritos, nada parido de esa mente, merece la pena...( Lo remarcable, digo yo, que muchos defienden que el pensamiento occidental actual se basa en sus ideas...)

Aspernicus -Lem-, cierra el círculo, o la soga o la mirada certera sobre los nazis queriendo dilucidar las razones de sus comportamientos, de su sadismo, del componente religioso y deslavazado de su pensamiento y actitud; busca la razón de la muerte de personas inocentes, de niños, mujeres ancianos, jóvenes, hombres adultos, de todos, de cada uno de ellos; mira la razón de aquellos comportamientos indecentes , extraños y soezmente rutinarios, que él descubre alucinados y alucinantes. Reconoce en ellos el componente absurdo de querer la muerte de Dios, destapa la ausencia de inteligencia , la crueldad por la crueldad, el falso pudor de los ojos cerrados. Nada escapa a su análisis, de lo repetido por inmoral y poco inteligente,. Y puede ser que haya otro examen, pudiera ser que sus ideas sobre lo que sucedió no sean acertadas y den en el objetivo, puede que el mundo sucio y cruel no pueda ser analizado nunca, o al menos comprendido, puede que la podredumbre tapara las cloacas y allí murieron las razones de las cosas; y solo quedara muerte y dolor, y los ojos descoloridos de los culpables sin cerebro. Pero la visión de Aspernicus Lem- destapa un mundo que hay que leer, que hay que mirar una y otra vez, por respeto a los asesinados, por coherencia, por, como he dicho, pedagogía.


Compara la muerte nazi, las ideas decapitadoras, los comportamientos sin excusa de los nazis con los movientes terroristas de los años 60, y calcula sus semejanzas, y las descubre a pesar de la distancia ideológica y vital. La muerte es la muerte desde arriba y desde abajo, desde la izquierda y la derecha. En los 60 no murieron judíos, pero murieron personas,. Cuando muere la vida, mueren inocentes, y mueren siempre,ahora están muriendo... Y de la misma forma que ataca a los grupos de izquierda terrorista, degrada al grado mínimo de la condición humana y de la inteligencia a los neo nazis. No hay perdón.


El libro consta de dos artículos, de dos estudios, es la reseña de dos libros; y puede que el segundo pareciera que no tiene nada que ver con el primero, pudiera parecer que los temas y los estudios son ajenos uno al otro, pareciera que la segunda reseña ficticia sobre un libro de J.Johson y S. Jonhson, “One human minute” en el que trata, por métodos estadísticos, descubrir lo que pasa en un minuto en el mundo, lo que hace la gente, las cosas que producen, excretan , esparcen;  la cantidad de personas que mueren y sus razones, las que se suicidan o son amadas, las que saltan o caen, las que descubre o se pierden o los latidos de los corazones, si, las que nacen , las que aman, cuántas personas están haciendo el amor, o comiendo y qué, las razones de los silbidos, o los coches que se compran en un minuto, el vida comprimida en un libro, tú en el libro, la explicación del mundo en un libro, la sociedad en un libro, el pensamiento en un papel, lo que somos en un libro, lo que no somos en unas palabras...Lo que dura el lamento de una torturada, lo que gasta el gobierno en elementos de tortura, lo que pensamos de los libros,...Todo ahora está calculado y medido, y perdemos la medida de las cosas y el deseo y el control y la posibilidad de rectificarlas. Lem relaciona los dos textos, los casa y los cose, porque él dice ...que Aquello, ahora, puede repetirse...Porque, ahora, nos da igual el mundo, y olvidamos, y la perspectiva no es dada por otra gente que quiere pensar por nosotros, porque damos importancia a lo que otros quieren que demos, como pasa con muchos los conocimientos y la mirada hacia la vida. Porque el análisis que debería surgir de nosotros, sí, nos lo imponen y lo aceptamos, ¿Hay diferencia con...? Imponer es imponer ahora o hace 80 años...


wineruda

sábado, mayo 27, 2017

EL ARTE DE DESGRANAR ALUBIAS de WIESLAW MYSLIWSKI


















EL ARTE DE DESGRANAR ALUBIAS de WIESLAW MYSLIWSKI
2006 Traktat o łuskaniu fasoli

EDITORIAL 451
Páginas 414

TRADC. Francisco Javier Villaverde

Tú, yo, la sonrisa del cómplice, la mirada del niño, la caricia del amable, la sensibilidad de la ternura, la ternura de los cientos de perdedores que no le dan importancia, él, nosotros, las mayúsculas victorias de los amantes, las secuelas de las grandes noches de amor o de alcohol, vosotros, las ganancias de la amabilidad gratuita, los versos libres de rimas consonantes, los poemas que te rasgan los vestidos y el ojo, el ojo rasgado de “el perro andaluz”, las alpargatas de los vencedores, ellos, hasta usted,...todas esas cosas desaparecerían sin la memoria, sin el simple, escueto, estrecho derecho o ejercicio fútil o desatino o esfuerzo o casualidad o, incluso,  delirio alcohólico de una noche agraciada o desgraciada de recuerdos, o de flash alimentador. No, nada existiría; estamos pendientes , dependientes, de que algo o alguien nos recuerde o nos haga recordar los hechos, que sin ello -ellos- seria, seríamos, la  nada; acaso fotos en alguna estúpida instantánea refleja y compulsiva de algún móvil que alguien olvidara o borrará  en su esfuerzo por atrapar todo lo que sale al encuentro de sus ojos, sin comprender que nada es todo, y todo es nada si no comprendes, sorprendes, amas, das vida a lo que quieres y haces recordar . ¿Y lo impalpable, y lo incorpóreo, y lo terrible y lo amado, y lo etéreo y la sorpresa, y el odio, y la rabia? ¿Quién sabrá de ello?¿Quién nos dibujará y nos pintara de rojo odio y blanco sabio nuestro pasado cuando no estemos? ¿Quién sabrá que bajo nuestra apariencia de tristes, alegres, estúpidos, inteligentes o tiernas personas éramos algo más que una foto vacia, retraída y desvaída en un cuaderno para demostrar que estudiamos secundaria con un montón de desconocidos y que son tan espectrales como ahora las de los daguerrotipos de hace mil años cuando ya hayamos muerto?¿Qué queda de la nada si no hay nada que quede de nosotros acaso una herencia mal pagada y una pagoda de palillos y un infiernillo para té de bolsitas que morirá en algún templete de una casa de muñecas?


“El arte de desgranar alubias” bajo su título de libro de cocina para principiantes poco inspirados, o, todo lo contrario, para sibaritas genios de la cocina de autor de rostro de revista. Debajo de ese título, se esconde una genialidad, un libro que atrapa todos lo que deben tener los libros, pero es que todos, sin faltar ninguno, no falta ni una señal, ni una rama que indique el camino, ni la trampa para cazar ratones para  que no se coman el papel...No, no falta nada de la alta literatura, de la de levantarse , saludar, levantar el sombrero que tanto obsesiona y marca al protagonista, y saludar a un escritor que si algo le falta es que se le conozca...aquí...

“EL arte de desgranar alubias”...¿Qué es? Un monólogo.
¿Un Monólogo? No. Es un falso monologo, o quizá tramposo, o demasiado listo-a saber-, el autor obvia a uno de los protagonistas de la conversación y deja que el vigilante, conteste las preguntas fantasmas -llegadas del vacío- que el otro hace y, sobre todo, sacie su impulso de contar su historia, y con su historia... la historia de Polonia antes y después de la Segunda Guerra Mundial, y que la historia de Polonia hable de la vida de la gente, la jodida vida de la gente que pelea por el mundo -todo el mundo- por vivir, por conservar existencias y estancias, por sobrevivir, y por no olvidar y por enfrentarse a la vida aquí y allá, en desigual combate....

Una persona sin nombre aparece en la caseta del vigilante de unas casas de campo, probablemente -¿probablemente?- buscando alubias; el vigilante comenzará a desgranarlas de sus vainas con la ayuda de ese desconocido visitante, y en el transcurso de ese ejercicio, medio culinario y medio social, a la forma de las viejas reuniones alrededor de la abuela que contaba cuentos de Andersen o Perrault a su manera:; el vigilante, contará su vida, (a golpe de recuerdo que va y viene, que salta, disgrega, dispersa, digresiona, recuerda y olvida y vuelve a recordar) la vida de esas casas de campo , esa zona y sus habitantes y la suya propia, oriundo de allí.. Su vida, caída en el hoyo de la historia en el que Europa, y con ella Polonia, se hundió en la lodazal de sangre, odio y muerte; en una historia que saldrá desde los -pocos- años felices en ese mismo sitio donde ahora se alzan los chalets , cuando era niño y la terrible llegada de esa los nazis en la Guerra mundial, Y la muerte...muerte de su familia, de asesinatos, fuego, la nada, el furor ciego de la herrumbre mental, el miedo, odio, desgracia,, Y luego la llegada de los partisanos. salvación pero muerte otra vez; y al acabar la guerra: la escuela para niños perdidos,-y sus historias de vejaciones , hambre y energía comunista desvencijada- y sus vida de aprendiz de electricista y su interés por la música y el saxofón. Esa escueta historia, así contada desnuda y en papel blanco desnudo, en verde blog o blanco impresora, no deja de ser una expresión pobre de una novela que no merece tan escasa y tan resumida explicación,. El libro no es eso, o no es solo eso; el libro es un recorrido , a salto de recuerdo, a salto de digresión, a herida sangrante sacada del cerebro, a herida limpiada por el tiempo, a cicatriz vencida y a victoria perdida que el cuidador de las casas de campo va contando a su compañero desgranador de alubias. Todas esas cosas y vivencias  que caen como años, años que saltan de niñez a la vejez y de juventud a la  niñez y de padres a su abuelo y a esposas y muertos y a vivos y a desgracias y a viajes al extranjero-de orquesta en orquesta-,  y a la llegada de los soldados y su olor a muerte y sus fuego de muerte; y, acabada al guerra, la llegada de las escuelas de firme poder comunista y los ejecutivos, comisarios comisionados, jefes, generales, burócratas comunistas de firme poder insensato, y de sórdidas paredes desnudas de todo lo que no sea pensamiento único, y ceguera y corrupción y necedad, y nuevos lugares con viejos trajes de lujo.


Y sobre todo, el libro, se llena de personajes; personas que dejan huella, personajes que no son nadie, no tienen nombre, pero que siempre pasan por la vida del desgranador de alubias que cree reconocer -como un rastro de avión en el cielo que parece el mismo siempre o parece  reconocer ojos o la sonrisa de alguien que sin duda reconoces y la manera de andar de otro alguien que crees que has visto toda la vida- porque todos son parte -parecen serlo, deben serlo, deberían serlo- de su pasado y si no lo son, se asume que deben serlo para poder sobrevivir. Él sobrevive de recuerdos así que todo es recuerdo aunque sea falso, aunque no sea ciertamente cierto -o sí, nadie puede saberlo-. Las personas necesitan tener pasado -uno o muchos- y contarlo, aunque sea para que por un momento y en algún lugar y en algún instante, alguien sabrá que existieron y tú  sabrás o ellos sabrán que les -te- gustaban los pasteles y los vinos espumosos y la vida ajetreada, y el olor de la magnolias, y los pasteles dulces y no le -te- gustaban los trenes, y que -ella- quiso ser actriz o que no quiso ser nada, o que vivió, suave, sin ruido por las calles de esa ciudad ruinosa.

Y el desgranador de alubias debe contar que hubo una enfermera que lo ayudó, y una viuda que le acunó y un mujer que lo quiso y un tullido que le enseñó lo que es el saxófono y la música, y que aprendió que hay amor y que no lo hay, y que no hay nada y que lo hay todo, y a beber y a olvidar para beber y beber para olvidar y a huir y salir de donde te conocen, -pero solo un instante-; aprendió que solo cuando se separen, cuando eso se acabe acaso quedarán lo que ha conseguido que se prenda de la mente y de la curiosidad del oyente, vivirá ese instante o esa eternidad o esa nada,(sea en al imaginación , sea en el misterio de la duda o en el seguridad de que estuvo allí). O quizá necesite que los nombres de las tumbas de los muertos que allí viven en el bosque donde la guerra aun sigue , se sigan leyéndose para que vivan, siempre vivos , hay que vivir en papel o en el mundo o en el spray sucio que mancha la nada, O en los espacios donde las pequeñas cosas crean rabia y la rabia crea pequeñas cosas y los sombreros crean mundos y los fantasmas nacen de las fotos y escriben nuevas historias y no dejan que nadie se aproveche de ellas.

A veces, todo se resume, en luchar para que el olvido no sea el intento del alcohol para no reconocer la realidad, la realidad es la que es, te joda o no, es lo que hay, seguirá viviendo mientras tú merezcas la pena

El mundo de este libro, el espacio , el ambiente, la voz del narrador, la historia, el lado real de lo que quiere contar, la luna en estado creciente que va perdiendo la oscuridad y que pronto será luna llena, es de lo mejor que he leído en los últimos años

Mis respetos ...
Mi pena porque será pasto de alguna limpieza de alguna librería que no lo vendió, de alguna biblioteca que no lo quiso, de algún horno que necesitaba alimento, que buscaba cosas que hicieran pensar, pero así son las cosas...
Mis Respetos Wieslaw
Yo al menos sé que en España hay un libro que nunca estará -no estuvo- en la mesa de maravillas de último grito, de esas de amante recién salida en la revista del corazón, o que bailaban can can con medias de rejilla en portentosos palacios, pero que tú libro es infinitamente mejor que el suyo.


miércoles, febrero 15, 2006

FERDYDURKE de Witold Gombrowicz


FERDYDURKE de Witold Gombrowicz
(FERDYDURKE) (1937) Seix Barral 2001, 317 pag.





Argumento


Un hombre a punto de cumplir los 30 años, piensa en los años pasados y en cómo es; y decide que ya es hora de madurar, de ser un adulto, de comportarse como tal. Sin embargo, al momento recibe la visita de un pedagogo amigo, que lo lleva a la escuela de nuevo. Allí, en un ambiente absurdo y surrealista, llevado por los impulsos vitales de los jóvenes verá como buscan ser adultos sin serlo, o querer ser aun inmaduros, porque sí. El pedagogo lo llevará a vivir a casa de un matrimonio de ideas avanzadas donde una jovencita colegiala le atraerá de forma incontrolable.
Hay tres “episodios” en el libro separados por una suerte de “prefacio a la manera de Gombrowicz” una larga digresión separada y que separa, pero que no son sino cuentos sobre la creación literaria, el arte, la filosofía y las formas de verlos por parte de la sociedad y “la cultura” reinante. Dos de esos episodios son los citados anteriormente, el tercero es un viaje hacia el campo donde se encontrará con las raices de lo antiguo, del mundo “idílico” encogido entre terratenientes desfasados y labradores atemorizados.


Opinión:

EL argumento es perfectamente eludible si se quiere saber de qué va el libro, no porque no muestre a gruesos trazos sobre lo que va, que lo hace, sino porque ahí no se ve qué es Gombrowicz. Es difícil explicarlo y no sé si lo conseguiré, pero lo intentaré.

¿Bajo la protección, la máscara, de lo grotesco se puede analizar de forma adecuada la vida? ¿se puede calibrar a una sociedad, a una forma de educación, al arte? ¿a el mundo? Gombrowicz esconde ¿esconde? bajo palabras risibles, extravagantes , incluso inventadas, una forma de ver el mundo que no desmerece a alguno de los mas sesudos estudios de verbos complejos y sustantivos serios y altivos que ruedan por el mundo entre manos diestras y eruditas.
Su prosa exagerada, repetitiva; sus ideas, la composición del libro, todo, muestra un libro en apariencia sencillo, optimista, pero que esconde un ataque frontal a las formas literarias al uso -no sólo sobre la época en que está escrito sino también sobre autores anteriores-y una crítica a las ideas sociales, culturales, pedagógicas de la época, ( sobre todo al concepto de arte, que para él debe ser expresión del yo del autor, puesto que lo demás, el gran artista, la gran obra de arte, es simplemente una convención social que cambia…) Es esa convención , idea admitida por la sociedad, la que crítica en todos los aspectos de la vida, tanto en ese artístico, como en las clases sociales, en la política, en las relaciones humanas.

Gombrowicz repite obsesivamente ciertas palabras, ideas o exclamaciones, quizás siguiendo la idea que él mismo da en este libro en boca de unos jóvenes: “repite! , repite!, por la repetición se crea la mitología”. Metáforas, surrealismo, autocrítica: “ esta obra ¿qué es? Novela, libelo, memorial, memorándum, parodia…?” Y sobre todo utilizade conceptos relacionados con la forma, con la estética del comportamiento, del gesto; para Gombrowicz la forma en que se hacen o dicen las cosas, la forma de situarse, posar, mirar, gesticular…es la parte más esencial del individuo, la forma con la que se circula por la vida, la “facha” según sus palabras, es esencial en el entendimiento humano, ella hace ser sincero o mentir. Pero también la simetría debe regir las cosas aunque sea para compensar (Filifor y Antifilifor baleando los dedos, las manos … de sus esposas para encontrar la simetría de las cosas es una imagen brillante y surrealista a la vez).

Concebido con la forma de unas memorias, la imagen que deja el libro es de un libro divertido en forma -entre absurdo, grotesco y surrealista- donde la lógica que impera es la de Gombrowicz (lo más grave del mundo es una pelea a muecas, y un dedo alzado vence al contrincante por la fuerza que ello conlleva). Donde el mundo pelea entre la madurez y la inmadurez –en lo sexual, en lo literario, en lo creativo, en las relaciones sociales- Donde lo anticuado y lo moderno se enfrentan pero no existen, -no pueden el uno sin el otro-; donde el mundo rural va disolviéndose por la autodestrucción propia de un mundo donde poderosos viven por existir poseídos ( y lo contrario) pero sólo y exclusivamente existen para eso .
El “nopodernimiento” es general en el mundo que no cambia y debe cambiar a pesar de todo.

Es difícil encontrar a alguien que siquiera se parezca un poco al autor polaco, tanto en esas formas , como en el mundo absolutamente propio con el que impregna toda su obra, y da cierto aire iniciático a los textos de sus libros.

Hoy...

50 ESTADOS, 13 POETAS CONTEMPORÁNEOS de ESTADOS UNIDOS de EZEQUIEL ZAIDENWERG

  50 ESTADOS, 13 POETAS CONTEMPORÁNEOS de ESTADOS UNIDOS SELECCIÓN, TRADUCCIÓN Y PRÓLOGO DE EZEQUIEL ZAIDENWERG     Decían que decía...