sábado, mayo 18, 2019

CARTAS ENTRE UN AUTOR Y UNA ACTRIZ de BERNARD SHAW Y BEATRICE S. CAMPBELL.



CARTAS ENTRE UN AUTOR Y UNA ACTRIZ de BERNARD SHAW Y BEATRICE S. CAMPBELL.
 Bernard Shaw and Mrs Patrick Campbell . Their correspondence
Editor Hermes 1955
Trad Pedro Ibarzabal

Si pienso en el futuro no veo cartas como estás, no veo un suceder de congruencias e incongruencias, de amores y enfados, no veo un desfilar de odios momentáneos y arrebatos de aprecio discurriendo por papeles pintados rellenos de cartas que apuran la amistad para llegar a la complicidad; llegar y sentir  una tensión que se descarga en los grandes depósitos donde se posa la amistad más profunda, la que soporta todo; la que soporta la grandiosa y fuerte personalidad de Bernard Shaw esa que se arrebata y se infla como pájaro cantor, esa que desprende de sus palabras todo el orgullo del creador de éxito, toda la opulenta sensación de poder sobre su mundo, el sentido de pertenencia a la clase de los autoproclamados( con realidad o no) genios. Y se ve la sentida personalidad de una actriz de éxito que proclama la necesidad de ser querida y de ser actriz de fama y trabajo, la que tiene orgullo por s u trabajo y por su vida, por sus hijos y sus pertenencias y su pertenencia a una clase y a un estado de cosas; y la que busca la necesidad de defender su propia personalidad por encima de personajes y de la personalidad aplastante y arrebatadora de su amigo.

SI pienso en el futuro no veo cartas sujetas con una cinta o una cuerda, ni siquiera con gomas; y  no las veo porque existan otros medios para comunicarse, que los hay y en abundancia, sino porque la comunicación, lo que se expresa, la expresión de amistad, o de amor o de odio o de ganas de ser o de vivir se ha traslado a otras formas, a una artificiosa sensación de poder decir todo , de poder hablar con el universo entero, y no saber cómo ni para qué, tener todos los cuchillos, pero todos están romos y desafilados.
SI pienso en el futuro tengo la sensación que este libro se hará ´más grande  en mi mente en el futuro, y lo creo por esa sensación de entrar en dos vidas que se ha expresado como son, en esa extraña situación que es espiar la intimidad de dos personas, el pozo de los deseos y de los odios, o mirar el cuarto oscuro donde acaban las cosas que no sabemos del que pasa junto a ti en la calle, o en la escalera; o lo que no sabemos hasta de los amigos más queridos. Sí, esa habitación donde no entra nadie esa es la que aparece, en parte, en este libro. Aquí he conocido esa relación en la que la amistad soporta años y rencores, malos humores, soporta hasta esposas y esposos desavenidos, incluye y desnuda todo y lo cuentan años tras año, durante diez, veinte, treinta años. Y en ellos vemos el envejecer de un escritor de éxito, de un hombre comprometido con su tiempo, relleno de amor propio y defensor de su terreno, de su espacio económico, vital y marital; y la de una actriz que pasa por la vida representando su vida y su  personajes, ejemplo del ejemplo de las viejas actrices de primeros del siglo XX en las que yo pueda pensar, con sus amigos lores y ladys, sus viajes por el mundo, sus hoteles de lujo y su vida prestada por los escenarios; actrices sujetas a la subsistencia opulenta o  no,  dependiendo de sus éxitos y sus fracasos, de sus enfermedades y sus suertes. 

SI pienso en el futuro veo que no soy muy diferente a ellos, que pienso ya como ellos, Stella habla que la vida que pensó era pelea en la juventud, realmente es pelea cuando ya se ha avanzado en la vida y los años. Y la amistad que envejece entre silencios y peroratas, entre echarse de menos y olvidarse, olvidos del que sabe que siempre hay alguien detrás de un papel o de un recuerdo; amistad que se sujeta entre teatros y amigos comunes, entre baratijas y oro, entre muertes y vidas, amistad hecha para soportarse a sí mismos y sus personajes que no son de teatro son de calle.

SI pienso en el libro veo que esas cartas que en principio en la segunda década del siglo XX trataban sobre amistad, sobre teatro (es maravilloso su recorrido por la creación, representación y paso del tiempo por  Pigmalión). Habla sobre una relación que a veces confunde que puede ser amorosa o puede ser profundamente irónica, se repelen y se aman, Ahí es donde aparece la personalidad irónica, especialmente excitable a veces de Bernard Shaw, en las que duda y escapa, ataca y se esconde, resuelve y destaca, su escritura que parece recordar los mejores momentos de un teatro chispeante, lleno de humor y estado casi vodevilesco en el lenguaje. Todo tomado con idas y venidas o con el paso por la primera guerra mundial y con fracasos y victorias; en ellas se descubre un mundo que merece la pena conocer, lleno de amistad. Sí creo que es un libro sobre la amistad.

SI me veo en el futuro respondiéndote sobre de qué va este libro, me veo hablando de la amistad; amistad que pasa por personas y edades, amistad que se ve en cada hoja, amistad que incluso supera a ellos mismos y sus necesidades, amistad que arroja detalles como que el la vejez se necesitan y se repelen, se dicen a la cara cada cosa que piensan, y la diva y el genio se comprenden porque son amigos, a pesar de que no llevan el mismo camino que se hacen cosas que no gustan ambos, que hay cosas que no se soportan, a pesar de todo hay un camino estrecho y marcado donde se posa el cariño, se adivinan amistades profundas en las que las cartas solo son el extremo estrecho que podemos o nos han dejado ver.
 Echo de menos a Joey y a Stella allá donde estén.          
                                                                                            

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