sábado, mayo 18, 2019

CARTAS ENTRE UN AUTOR Y UNA ACTRIZ de BERNARD SHAW Y BEATRICE S. CAMPBELL.



CARTAS ENTRE UN AUTOR Y UNA ACTRIZ de BERNARD SHAW Y BEATRICE S. CAMPBELL.
 Bernard Shaw and Mrs Patrick Campbell . Their correspondence
Editor Hermes 1955
Trad Pedro Ibarzabal

Si pienso en el futuro no veo cartas como estás, no veo un suceder de congruencias e incongruencias, de amores y enfados, no veo un desfilar de odios momentáneos y arrebatos de aprecio discurriendo por papeles pintados rellenos de cartas que apuran la amistad para llegar a la complicidad; llegar y sentir  una tensión que se descarga en los grandes depósitos donde se posa la amistad más profunda, la que soporta todo; la que soporta la grandiosa y fuerte personalidad de Bernard Shaw esa que se arrebata y se infla como pájaro cantor, esa que desprende de sus palabras todo el orgullo del creador de éxito, toda la opulenta sensación de poder sobre su mundo, el sentido de pertenencia a la clase de los autoproclamados( con realidad o no) genios. Y se ve la sentida personalidad de una actriz de éxito que proclama la necesidad de ser querida y de ser actriz de fama y trabajo, la que tiene orgullo por s u trabajo y por su vida, por sus hijos y sus pertenencias y su pertenencia a una clase y a un estado de cosas; y la que busca la necesidad de defender su propia personalidad por encima de personajes y de la personalidad aplastante y arrebatadora de su amigo.

SI pienso en el futuro no veo cartas sujetas con una cinta o una cuerda, ni siquiera con gomas; y  no las veo porque existan otros medios para comunicarse, que los hay y en abundancia, sino porque la comunicación, lo que se expresa, la expresión de amistad, o de amor o de odio o de ganas de ser o de vivir se ha traslado a otras formas, a una artificiosa sensación de poder decir todo , de poder hablar con el universo entero, y no saber cómo ni para qué, tener todos los cuchillos, pero todos están romos y desafilados.
SI pienso en el futuro tengo la sensación que este libro se hará ´más grande  en mi mente en el futuro, y lo creo por esa sensación de entrar en dos vidas que se ha expresado como son, en esa extraña situación que es espiar la intimidad de dos personas, el pozo de los deseos y de los odios, o mirar el cuarto oscuro donde acaban las cosas que no sabemos del que pasa junto a ti en la calle, o en la escalera; o lo que no sabemos hasta de los amigos más queridos. Sí, esa habitación donde no entra nadie esa es la que aparece, en parte, en este libro. Aquí he conocido esa relación en la que la amistad soporta años y rencores, malos humores, soporta hasta esposas y esposos desavenidos, incluye y desnuda todo y lo cuentan años tras año, durante diez, veinte, treinta años. Y en ellos vemos el envejecer de un escritor de éxito, de un hombre comprometido con su tiempo, relleno de amor propio y defensor de su terreno, de su espacio económico, vital y marital; y la de una actriz que pasa por la vida representando su vida y su  personajes, ejemplo del ejemplo de las viejas actrices de primeros del siglo XX en las que yo pueda pensar, con sus amigos lores y ladys, sus viajes por el mundo, sus hoteles de lujo y su vida prestada por los escenarios; actrices sujetas a la subsistencia opulenta o  no,  dependiendo de sus éxitos y sus fracasos, de sus enfermedades y sus suertes. 

SI pienso en el futuro veo que no soy muy diferente a ellos, que pienso ya como ellos, Stella habla que la vida que pensó era pelea en la juventud, realmente es pelea cuando ya se ha avanzado en la vida y los años. Y la amistad que envejece entre silencios y peroratas, entre echarse de menos y olvidarse, olvidos del que sabe que siempre hay alguien detrás de un papel o de un recuerdo; amistad que se sujeta entre teatros y amigos comunes, entre baratijas y oro, entre muertes y vidas, amistad hecha para soportarse a sí mismos y sus personajes que no son de teatro son de calle.

SI pienso en el libro veo que esas cartas que en principio en la segunda década del siglo XX trataban sobre amistad, sobre teatro (es maravilloso su recorrido por la creación, representación y paso del tiempo por  Pigmalión). Habla sobre una relación que a veces confunde que puede ser amorosa o puede ser profundamente irónica, se repelen y se aman, Ahí es donde aparece la personalidad irónica, especialmente excitable a veces de Bernard Shaw, en las que duda y escapa, ataca y se esconde, resuelve y destaca, su escritura que parece recordar los mejores momentos de un teatro chispeante, lleno de humor y estado casi vodevilesco en el lenguaje. Todo tomado con idas y venidas o con el paso por la primera guerra mundial y con fracasos y victorias; en ellas se descubre un mundo que merece la pena conocer, lleno de amistad. Sí creo que es un libro sobre la amistad.

SI me veo en el futuro respondiéndote sobre de qué va este libro, me veo hablando de la amistad; amistad que pasa por personas y edades, amistad que se ve en cada hoja, amistad que incluso supera a ellos mismos y sus necesidades, amistad que arroja detalles como que el la vejez se necesitan y se repelen, se dicen a la cara cada cosa que piensan, y la diva y el genio se comprenden porque son amigos, a pesar de que no llevan el mismo camino que se hacen cosas que no gustan ambos, que hay cosas que no se soportan, a pesar de todo hay un camino estrecho y marcado donde se posa el cariño, se adivinan amistades profundas en las que las cartas solo son el extremo estrecho que podemos o nos han dejado ver.
 Echo de menos a Joey y a Stella allá donde estén.          
                                                                                            

26 comentarios:

  1. Resulta complicado, efectivamente, ver cómo serán los manojos de cartas en el futuro. El otro día me escribieron de la Biblioteca de Catalunya para confirmar si me ponían en el listado de correspondencia de un fondo documental que habían recibido (de Federico Arcos), a cuenta de unos correos electrónicos. Me resultó sorprendente que se hubieran hecho cargo, también, del archivo electrónico.

    Lo que sí parece probable -lastimosamente- es que, salvo casos contados, desaparecerán esas corrientes epistolares tan cotidianas en el pasado siglo.

    Salud y venturosos días.

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    1. Pero no solo desaprecerá, por la propia evolución dela vida, el hecho físico de la carta, sino la razón de ser de una carta bien escrita, dado la inmediatez que parece empujarnos, o nos empuja, la vida actual, y sus imposiciones:; consumo rápido, palabra rápida, saludo rápido, despedida rápida.

      una pena, habría que hacer algo
      gracias
      un abrazo

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  2. El lunes pasado, 20 de mayo de 2019, se jubiló el último objeto del que dependía la definición (patrón internacional) de una unidad del sistema internacional de unidades.

    Es doblemente importante porque es de todos el que aguantó hasta el final, seguramente gracias a lo pesado que era. Refiero al cilindro de platino-iridio que se guardaba en París y que hasta la semana pasada definió el valor de 1 kg.

    Cierto es que hay quienes decían que venía siendo hora de revisar a ese kilo porque ya no se veía tan saludable, su peso de “bautismo” había ido cambiado con los años -a quién no le pasa igual-, pero perder 50 microgramos en un siglo todo el mundo sabe que no es de aceptación.
    Sin embargo los revoltosos (siempre los hay) argüían, -no sin una cuota de falacia - que bien mirado véase que el kilo no era el que cambiaba porque es él quien cuánto es 1 kg y de ahí a decir que los que cambiaban eran los otros es un paso.

    La cuestión es que una vez más ganaron los otros, por lo que desde el lunes 20 de mayo de 2019 el kg se define a partir de la constante de Planck y el cilindro quién sabe a dónde irá a parar.

    Eso hace que aquellos que van al almacén o mercado por todo lo “masable” al menudeo (es el caso de frutas, legumbres y carnes) ya no habrán de ir hasta París para saber si la balanza los está timando con el peso. Alcanzará llevar la constante de Planck bien anotada en una tarjetita y alguna cosa más para calibrar el peso. Cómo acompañar tanto cambio?

    La vida es lo más parecido a un dimmer, de la sombra a la luz y otra vez a la sombra. Es un escenario, el cono de luz va pasando de uno a otro, de eso se trata el nacer, vivir, morir.

    Y así lo pone Bernard a Stella en su última carta, estaba viejo y cansado como para dirigir y su esposa sufría fuertes dolores por lumbago, todo termina como empieza o al revés o ambos, al final las cosas terminan en su sitio, no toquen nada antes y ni tampoco ahora, está todo inventado.

    Hoy nos levantamos con una Europa unida entorno al orden y poder económico de una Alemania fuerte, una Francia e Inglaterra que si fuera por sus mayorías -ilustradas?- piensan que es hora de ir abandonando la reunión y de la Italia mejor no hablar. Todo cambia?, el Sr. kg sin duda que sí, fue el que más resistió.

    Selva

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    1. Sin embargo, querida Selva, en las cartas si existe una balanza, al principio el peso, la medida de la relación, la lleva Shaw; él pesa más en la carta, su abundante verborrea, su deslumbrante derroche de ideas, sometida a las ganas por la vida, su avidez por la relación, su oferta de amor, dinero y compañía, contrasta con la suave contención de Stella, casi como si mirara tras el biombo. Ella pesa menos.
      Cuando avanzan los años y las circunstancias de la vida, cuando ella es más dependiente, por dinero, por derroche, por su vida de actriz, por ser quien es, sus cartas ganan el peso( la balanza se inclina para otro lado) y la largura y profusión de ideas y de texto y de añoranzas y esfuerzos, que antes no tenía y que ahora pierde Shaw.. Él se cierra en sí mismo ya no ofrece solo está, sus fuegos artificiales de Juventud se han apagado, y ella queda más lejos; él defiende su territorio, su vida, se aferra a esa vida; ella es su amiga, pero no es la de antes.
      AL principio él la necesitaba, al final ella lo necesitaba. La medida de esta relación no está creado en platino-iridio, la medida de este mundo son los años.
      La vida gira y nos parece que somos los mismo, acaso solo podemos ver que no es así si nos damos cuenta que estamos perdiendo esos 21,26 gramos que dicen que pesa el alma.

      Cuídese usted, y gracias por este libro

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  3. La vida vertida en una carta, acaso sea más vida que la transcrita al ordenador mediante la tipografía arial, o times new roman.

    Tal vez, mientras se escribía la carta, puede que una lágrima se precipitase hacia el papel, emborronase una palabra, y ahí queda parte de ese fluido humano, diluído en una frase, y el receptor se queda pensativo ante esa palabra brumosa, de tinta corrida, y las letras, con su forma y su trazo, firme o inseguro, son testigos de una emoción callada, pero no invisible.

    ¿Quién adivinará una lágrima sobre el teclado?
    O, ¿se doblegará la Arial, flaqueará ante un desamor, o una duda?
    Por otra parte… ¿qué diablos haríamos ahora sin nuestra times new roman? Jaja.

    El tiempo siempre anda burlándose, o jugando con nosotros, aceptemos el juego… la partida dura poco, amigo Wineruda.

    Cuando un dublinés se mete a escritor... hay que estar preparado ;)
    Cuídate.

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    1. Sin embargo, están en los olores de la carta,y está en las ganas o desganas de sus trazos o en el simple hecho de borrar una frase, o en la impresión del cambio de esos trazos de siempre, está en todo eso lo que hace una carta lo que es. Además ya no es solo el ordenador, es la rapidez del mensaje lo que ha variado, lo corto, lo escueto se ha impuesto, hasta los exámenes son de elegir respuesta, la vida gira, y podemos hablar más pero hablamos menos.

      un abrazo

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  4. Estimado Wineruda, una vez más y van ... discrepo con vuestro planteo.

    Hay ciertas "cosas" que definen al Hombre, las que afortunadamente, para bien e incluso para mal si el otro les presiente a tiempo, no cambian con el tiempo. Ahora les llaman valores, antes se les conocía por humanidad.

    Ejemplifico. Los niños pequeños son buenos o malos con los animales, crecen un poquito y les verán manteniendo igual trato con los congéneres débiles, con el distinto. Con el pasar de los años eso no cambia, cuando grandes sí aprenderán a enmascarar esa maldad porque digamos que no cae bien, el sentimiento está intacto.

    No faltar a la palabra dada es otro de esos rasgos natos que divide a los unos de los otros, tampoco cambia con el tiempo, sos confiable o no lo sos. Recuerde la vida estética o ética que también describe Kierkegard.

    Sé lo qué buscaba Shaw de Stella y también lo que Stella de Shaw, me apenan las necesidades de Stella, no las de Shaw porque en sus manos estuvo el poder para enderezar la partida.

    Su mirada es de hombre, la mía de mujer, ambos adultos comunes del SXX.

    En cuanto al peso del alma, adhiero a la balanza egipcia, de un lado la pluma, del otro el corazón, especulemos para qué lado se inclinaría.

    Selva

    PD Si de cartas se trata están las de Napoleón a Josefina, todo un descubrimiento entender cómo ese genio tan particular (no es santo de mi devoción salvo que es a quien debemos la independencia América de vuestro Reino, Uds. andaban ocupados expulsándole, se distrajeron y zas! cuando quisieron acordar ... las cosas e el jardín ya no eran lo que solían ser). Recuerde a Lilith, una lástima que no supiera escribir o sí, vaya uno a saber.


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    1. Estimada Selva, si no discreparamos sería un lugar triste este Atlas de bytes, espero que siempre haya un lugar donde discrepar; es más: seguro que siempre habrá un lugar para discrepar en nuestras conversaciones; estoy seguro que como a mí me gusta la 8ª sinfonía de Mahler, a usted, como a la otra parte del mundo de Mahler, no le gustará; o será más de Quevedo que de Góngora, o será, seguro, más de Borges que de José Hernández, o más de Ginger ROgers que de Fred Astaire, o de Lope más que de Calderón o... Así lo espero, a pesar de circusntanciales momentos de estar de acuerdo (seguro que ambos preferimos a Alonso Quijano que a Sancho o a Ariel Dorfman que al Pato donald). En este caso creo que ambos se hicieron viejos, y cada uno ya no peleaba por la vida, sino que por SU vida, en ella estaban ambos incluidos, pero más lejos, más enfrentados, menos sonrientes que en el pasado, acaso solo estaban unidos por la nostalgia: Y sí, ella encesitaba ayuda y él no se la ha dió, pero el mundo entero se aferra al egoismo en cuanto la vida le va superando.
      SI la pluma que usted pone en la balanza, es con la que, por ejemplo, escribió Dante seguro que esta pesa más, el corazón actual suele diluirse en gestos y poses, nunca se sabe si este quiere o solo necesita que piensan que quiere, aparentar es tan actual...
      PD, yo estoy leyendo las cartas entre Liszt y Wagner, muy interesantes.

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  5. Disfrutaría de leer las cartas que durante 45 años lmantuvieron mi padre un periodista español, corresponsal de la 2 da guerra. Se conocieron cuando Mateo, mi papá fue enviado a supervisar la fabricación de los ferrocarriles a Viena. Esa estadía se llevó casi 3 años. Un ingeniero uruguayo pro Francia libre y un Republicano vas o, no vea. Cuando desarme la casa de mis padres me encontré con cada carta y contracaras, mi progenitor se tomó el trabajo de copiar las cartas que enviaba, el diálogo estaba completo. Su vida de facetas desconocidas para mí desfiló ante mis ojos, naturalmente las conservo, habrían de publicarse. Yo voy por Segovia, me gustan los solos de guitarra, me dejan leer, ya lo que Ud menciona es para entendidos, lo mío es muy básico, pásela bien!

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  6. Esto mío quedó muy entreverado, mi padre, hijo de mallorquined pero nacido en Uruguay, ingeniero de profesión (ahí ya ve a quien salí!) y el otro un periodista, Sr. Luis Perales, corresponsal de guerra español, republicano, en Viena, donde allí luego se casó y vivió hasta su muerte. Sin desperdicio! Se conocen en 1951, se escribieron hasta 1996!, una vez muerto el periodista su viuda escribió mal del muerto y mi padre, quien trató por años con suma deferencia y respeto a la esposa de su amigo, corto relaciones hasta el final de su vida, renegando de esa mujer, quien mi madre decía de seguro hablaba con la verdad. Cada vez que en casa viajamos nos escribimos por correo, no hay que perder esa costumbre!

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    1. Parece interesante esa correspondencia, años de vida y amistad...Leyendo a Liszt y Wagner, uno va viendo el tipo de relación que existía entonces, tanto en lo personal, como en la forma de escribir, como en el ambiente, creo que eso es lo que hacen diferentes ese tipo de relación, más que dos o tres momentos históricos; no deján de ser las cartas un fresco, o mejor, una película lenta y en papel que va dibujando unas gentes, una sociedad y una relación. Eso es lo bonito más allá de otras consideraciones.
      Cuide de don Andrés Segovia que siempre le responderá, pero añada, si usted quiere una recomendación, a Julian Bream Y Paul Galbraith(oiga sus interpretaciones de BAch)

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  7. El jueves 30 de mayo pasado se conmemoraron los 25 años de la muerte del escritor uruguayo Juan Carlos Onetti. Nació en Montevideo el 1 de julio de 1909 y falleció en Madrid el 30 de mayo de 1994. La narrativa de este señor deja sin aliento, estremece. Captura el alma para sumergirla en una mezcla de estupor, frío y vacuidad, todo junto mezclado y difícil de exorcizar, la sensación queda ahí, atrapa. Aquí va un fragmento de Dejemos hablar el viento.
    El viejo ya estaba podrido y me resultaba extraño que solo yo le sintiera el agridulce, tenue olor; que ni la hija ni el yerno lo comentaran. Estaban obligados a ventear y fruncir la nariz porque ellos eran sus parientes y yo no pasaba de enfermero, casi, falso, ex médico. Aquel era el primero de los trabajos que me había elegido Frieda cuando llegué a lavanda y la descubrí en avenida Brasil 1597, tan hermosa y dura como en los tiempos viejos, y traté de sacarle dinero –le sobraba– o el apoyo imprescindible para todo inmigrante que pide, como un cornudo digno, una nueva oportunidad. Los trabajos y los castigos. Cuidar la agonía del viejo que era el primero de la serie de sus venganzas sin motivo proporcional. Ella y yo preferíamos acostarnos con mujeres y alguna noche sin recuerdo chocamos en Santa María y yo no gané por merecerlo sino porque la mujercita en juego tuvo más miedo de mi carnet de comisario que avidez por lo que ella, Frieda, le estaba ofreciendo en el restaurante de la costa, sin intención de cumplir. Era un juego; y tarde en la madrugada Frieda perdió, hizo caer un chorro de saliva dentro de su vaso, se pintó la cara y pudo sonreírme antes de levantarse para salir y buscar su coche. Habíamos estado los tres, tan cordiales, en la misma mesa. La mujercita, joven, flaca, sucia, se quedó conmigo. No puedo descubrir otra causa y esta misma es confusa.----
    Lo mejor de la experiencia, de la venganza primera, era la frescura de las mañanas, cuando excitado y viril por la falta de sueño me apoyaba en la verja de la Embajada Argentina para esperar el ómnibus 125. Las mejores entre todas eran las mañanas de aquel verano tormentoso, con barro y hojas castañas en el suelo, aquel aire inquieto que acababa de ser hecho para mí, aquella zumbona alegría de los viejos árboles de las quintas, las casonas que habían tenido nombre y prestigio, el cielo indeciso, arremolinado. Porque ni el aire ni yo creíamos del todo en lo que habíamos hecho y visto durante la noche; y empezábamos el día despreciando las tareas, reconstruyendo en broma el amor, la amistad, la simpatía, el simulacro de la fe en los hombres, en sus cortas y feroces creencias.---
    Al empezar la farsa sentí que era el más peligroso de todos, el viejo, empecinado moribundo aparte. Pero luego de una noche de confidencias, trajo una botella chica de coñac, supe que el peligro no estaba en él. Desde muchos años atrás yo había sabido que era necesario meter en la misma bolsa a los católicos, los freudianos, los marxistas y los patriotas. Quiero decir: a cualquiera que tuviese fe, no importa en qué cosa; a cualquiera que opine, sepa o actúe repitiendo pensamientos aprendidos o heredados. Un hombre con fe es más peligroso que una bestia con hambre. La fe los obliga a la acción, a la injusticia, al mal; es bueno escucharlos asintiendo, medir en silencio cauteloso y cortés la intensidad de sus lepras y darles siempre la razón. Y la fe puede ser puesta y atizada en lo más desdeñable y subjetivo. En la turnante mujer amada, en un perro, en un equipo de fútbol, en un número de ruleta, en la vocación de toda una vida.

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    1. De los escritores, al menos, del aquel famoso Boom de la literatura sudamericana, Onetti es el más oscuro, el más grave, siempre que lo leo lo imagino circunspecto, y sin ser del boon, lo comparo pero, eso sí, más terrenal, más agarrado a la tierra a la vida real, con Rulfo, sin los viajes ultraterrenos y mágicos de este.

      cuídese
      gracias por ese texto

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  8. Un asunto tenebroso, Honoré de Balzac, ahí voy.

    Desde hace más de 20 años soy fan de Fouché. Es uno de esos personajes que atrajo mi atención y allí se quedó (en mi atención). Tropecé con él estudiando la historia de Francia toda, siguieron sus Memorias, libro usado semi-destruido, muy mal restaurado, editorial barata, pero igual sirvió. Luego el homónimo de Zweig, más ameno pero allí no está la voz del genio derrotó a Robespierre.

    Y cada tanto creemos reconocer a un Fouché, pero baste escarbar un poquito y no, invariablemente resultan imitaciones baratas, el genio fue aquel, el Ministro de interior de la Francia de la república y luego de Napoléon, antecesor del Príncipe Maurice, otro de mis predilectos.

    Y siendo que hablamos de Fouché y llega el momento de ir despidiéndose, viene a mi memoria (esa de la que no ando bien) que Don Arthur S. escribió que la cortesía es una moneda falsa, por lo que ahorrarla es inútil, aunque la mía es auténtica por lo que le deseo un feliz inicio de solsticio, mejores fuegos de San Joan, etc., etc., y entre tanta algarabía comenta a Honorato en esa novelita, no es menor, precursora gala del género que tanto me entretiene.

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    1. Muy querida Selva:
      Aun habiendo estudiado Historia, el asunto de la Revolución francesa siempre me resultó farragoso, leí a Soboul y a Pirenne, y alguno más que no recuerdo, pero entre brumarios y muertes en la bañera y en la guillotina, siempre la tomé con cierta precaución. Fouché se parece a muchos políticos actuales, no sé por qué me recuerda al político inglés llamado Boris Johnson, pero no me haga caso ya que, le digo, ando liado con un asunto poético que me tiene despistado; he leído y/o releído, en relativo poco tiempo, 14 libros de poesía. Cosa que me ha abrumado y satisfecho a partes iguales. Así que no le escribo con rima porque dichos poemas no rimaban, sino, mi probada influenciabilidad me hubiera hecho hacerlo.
      Ando, también, un poco enfadado con los solsticios que se me han hecho populares y comerciales casi al unísono, y temo el momento que vendan el kit de hacer hogueras, o la oferta de viaje y de paseo a Stonehenge: pero no me haga usted caso que ando entre rabioso y poetizado a partes iguales.
      Le deseó que tenga un buen comienzo de invierno amable y que le guste el color de Montevideo en estas fechas.

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  9. Bartleby el escribiente, Herman Melville

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    1. ¿Dice que me quedo mirando el mundo, esperando en mi oficina o es una recomendación querida SElva?

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    2. Lo cierto, si es lo primero, es que he leído dos libros de Lobo Antunes y dos libros de MEnchu GUtierrez y he acabado, recién, uno de COmte-Sponville, aparte de aquellos de poesía que leí hace un par de semanas, pero ando en crisis escribiente, en eso sí soy Bartleby, pero en mi caso es una situación de falta de confianza en mis textos y análisis, que uno ve el mundo de muchas formas, y hay días que no le parece ninguna la correcta.
      Cuíde del sol, tan solitario en estas fechas por sus tierras.

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  10. One day Bartleby answers with what soon becomes his perpetual response to every request: "I would prefer not to".

    Y el Atlas cada día se va pareciendo más a Mr. Bartleby, excusas y más excusas.

    De manera que o va cambiando el chip del americano o en contrario le será retirada la concesión de la que goza.

    En un periquete se arma una venta de garaje. Rápido pero no a lo loco, será contra inventario (planilla excel), los organizadores se reservarán una primera selección cerrada al público y ya luego se libra al burgo. En esa habrá un cartel escrito a mano con tiza roja: Prohibida la venta con destino final ONG's del tipo que fuere (se exceptúan Refugios de perros), bibliotecas de als que sean y snobs.


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    1. Yo creo que se me rebelaran los libros, y que creo que es debido, como le dije, querida Selva, a que no se me revelan, ando un poco a ciegas. Mi casa en centro de la ciudad, mi falta de coche, me hacen evitar ese tipo de ventas, creo más bien que serán requisados cuando caigan por su propio peso al piso de abajo, que ya van crujiendo las maderas por las noches, como con sufrimiento -maderas incultas...- Concentro mis, no sé, 5000 o 6000 libros en un par de habitaciones y ya ladea mi casa.
      Creo que con tantos libros no sé por cuál camino tomar, como un niño en una tienda de caramelos y al final tomo el chicle de todos los días, en fin... Lo corregiré, antes del hundimiento en casa de mi vecina, la pobre...
      Cuídese del frío y si hace mucho... mucho, haga como yo en mis años universitarios en una ciudad muy fría de por aquí(VItoria) donde, cuando hacía bajo cero, al salir de casa ponía mi cara de sonrisa, la cual perpetuaba el frío como mueca agradable, y tenía fama de buen chico...jajaj

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  11. hoy aquí gran eclipse de sol, gran.
    pequeñitos tercermundistas y aún así el fenómeno dice ahí, a toda vela paralelo 35° latitud sur, meridiano 53° longitud oeste, visibilidad máxima 1630 hora local. Frío pero entretenido.

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    1. Los eclipses están demasiado estimados; el único que hubo aquí fue decepcionate; no puede presentarse un eclipse en un sitio nublado 8 meses al año, porque no es estimable ni admirable, aquel día oscureció como en un chaparrón de poca monta.
      Espero que el suyo sea mejor.
      Cuídese querida Selva

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  12. Firmin, Sam Savage

    vea que los eclipses escribieron parte de la historia de la humanidad, fueron y siguen siendo la demostración de nuestra insignificancia.

    Si se dejan ver o no es un comentario banal viniendo de quien le escribe, simplemente suceden.

    no permita que a esta pantalla le gane la abulia, circunstancia que además de no ser nada buena para la que escribe, admite la lectura de que van ganando los otros. Si Ud. cree que ese es el score y no hay futuro, como el loro de Guedj, deje sus libros a Firmin.

    no está bien.

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  13. No leí a Firmín, he visto su portada y es un ratoncillo(xagu en euskera nombre que me encanta jja), pero si el dicho ratón/xagu se come libros no será de mi agrado.

    No hay que dejarse ganar nunca

    Los eclipses mejores son algo previsible, quizá por eso es que no les hago mucho caso.

    cuídese usted de los ratones que comen libros, no son de fiar.

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  14. Buen señor, le doy por caso perdido, un gusto haberle conocido. Vea de ser feliz.

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    1. No se vuelva a enfadar querida Selva, pero si es así, le vuelvo a esperar donde siempre, aquí.

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