Nada puede hacer olvidar los años vividos lejos de la familia en el espacio cerrado, solitario y opresivo de un colegio para señoritas en un pequeño pueblo de Suiza o de otros que pasaron por el camino; nada arranca más vida de los corazones que una necesidad de cambio, cercano a veces a lo destructivo, para buscar un lugar diferente, de un cariño olvidado, de una personalidad propia; nada oculta más los sentimientos que la manifiesta intención de ser diferente, de buscar lo distinto, que no lo opuesto, porque simplemente no sabes qué es lo opuesto. Esa búsqueda de sí misma aparece en las páginas de la novela, con la desenvoltura que da la narración en primera persona, mirada desde el futuro, rasgando el pasado para mostrar las entrañas de lo que pasó, no ya de los hechos puros y demostrables, sino de la sensación misma que se asoma desde los ojos, desde las palabras, desde los pensamientos de una adolescente , apenas una niña, que recorre los días de su encierro buscando la pericia necesaria para ser adulta siendo una niña, correteando en la frontera en la que por una lado muere la niñez y por otro lado nace esa fase adulta que primero se quiere y luego lastima.
Y si de la imposición, en la distancia, de un tipo de vida por parte de una madre casi olvidada y si de la existencia plana y lúgubre de un padre anodino surge la necesidad de rebelarse, de ser distinta, de no ser como todas las compañeras de las cuales,tras el paso de los años, has olvidado su nombre -esa fue su importancia- es porque la arrogancia despreocupada de la juventud necesita aparentar que posee la independencia que luego tendrá en la edad adulta, practicar los patrones de comportamiento en una vida que no quiere que sea como es ahora, y los ensayos deben ser rigurosos y verdaderos hasta encontrar el desfiladero por donde escapar de rutinas, voces, profesores, directoras, compañeras de colegio o de reglas impuestas
La protagonista, la narradora, descubrirá un lugar diferente en los ojos, en el cuerpo, en la personalidad de una compañera, en Frédérique. Surgirá de esa relación una mezcla de admiración y sumisión que alarga su camino hasta encontrar un sentimiento de amistad que nunca puede ser sexual o erótica -como auguran algunas guías-, porque no es apenas más que una sensación de acercamiento y arrobo llegado de la necesidad de una amistad diferente, de encontrar una mente discrepante con las reglas habituales de sus compañeras de colegio, no en el comportamiento sino en la libertad mental, en la profundidad de sus actos lejanos a lo usual y a lo cotidiano en los pasillos del colegio; encontrar una mente atormentada para un lugar en las que no debutan las apariencias.
Y nada podrá encontrar más adecuado a la mente de la narradora que contar como, en un momento dado, se adecuó a los momentos que estaba viviendo, contradiciendo su propia necesidad o su mismo pensamiento, buscó en lugares que en otro momento no había decidido pisar, pero que al final lo hizo, por propia comodidad o por simple inercia. Y las consecuencias las pagó perdiendo su parte de individualidad, su pedazo de cielo entre los diferentes, aquella amistad diferente; pero de esa experiencia, de la rotura de lazos, de la caída en los oscuros brazos de la conveniencia, apareció el legado, no sé si querido o surgido de la nada, del placer de encontrar un regalo en lo negativo, en el dolor, en la desaparición de lo respetado.
“Los hermosos años del castigo” es un lectura que lleva placer a los sentidos, ocurre entre lugares que me invento oscuros, entre paredes húmedas y cielos nublados; pisando laderas verdes y colegios olvidados, serpenteando entre pasillos abarrotado de gritos y artimañas de colegialas menudas. Es una obra en las que se abren las lejanas mentes de los años olvidados, aquellos en los que de niño creabas fantasmas de las sombras y enemigos en las pizarras, Y que descubre la mente de una muchacha abandonada a su suerte entre una muchedumbre de niñas, ancianas, amigas y enemigas de las que descubre que el paso del tiempo sólo ha permitido olvidar sus caras y dejar sus voces.
Eso de buscarse a sí misma me resulta familiar; en mi caso aplíquese al acto de leer, pues cuando encaro una novela siempre me invade ese impulso de hallarme, de interpretar en la lectura un indicio de mí mismo, aunque me pasa todavía más con la poesía, el poder de revelación que tiene la poesía es, para mí, muy superior al de la novela, y eso, paradójicamente, me lleva a dosificarla… no trataré de explicar esto porque es un tanto irracional y me cuesta, pero yo sé lo que hago, jaja (bueno, no siempre…)
ResponderEliminarSé que Jaeggy fue muy amiga de una poeta que me interesa desde hace años; Ingeborg Bachmann, pero también me atrae la propia Jaeggy; así que me has avivado viejos deseos (aunque los deseos nunca envejecen, envejecemos nosotros persiguiéndolos).
Cuídate, querido Wineruda.
He leído varios de Jaeggy,es un mujer que construye atmósferas, tiene algo que no tienen otros, creo que tiene todo menos nombre, o al menos poco. La poesía es el bisturí de la literatura, la prosa es el martillo neumático.
Eliminar:)
cuídate Paco
patencia de nuestra interioridad, dejamos de escuchar las palabras. Es de eso que trata En busca del tiempo perdido.
ResponderEliminarY otra vez Arthur, por qué habría de leer esa si allí y en forma magistral, -en francés por si algo le faltare-, ya todo fue dicho. No vea en esto una pregunta retórica ni vana. Pregunto al Atlas por qué habría de leer esa cuando en la biblioteca están esos tomos. Aquí releo H. Kissinger, Un mundo restaurado, una y otra vez le recomiendo, está basada en su tesis doctoral, absolutamente actual siempre. Necesariamente debe separarse al artista de su obra.
Saludos
¿por qué leerlo? porque de otra forma se hubiera quedado en la cartilla de educación infantil, seguro que la quiso tanto en aquel entonces---, aquellos dibujos que representaban letras o figuras con números... yo así las tuve, y me encantaban, y más tarde el olor aquel de los libros de texto nuevos en septiembre. Uno ama sus libros, aquellos libros, pero no se queda en uno, es tonto. El maestro de los libros de ayuda debió saber que probablemente todo lo que dijo él en sus libretas estaba en los que le precedieron.
EliminarY la curiosidad...y la curiosidad querida Selva, el mundo, diga lo que diga Arthur, se mueve por la curiosidad, al menos mi mundo, y quedarte buscando el tiempo perdido, es, efectivamente, perder el tiempo.
EN cuanto a Kissinger, no lo leo, no me interesa sus opiniones sobre nada. Una vez leí "mi lucha" y efectivamente no valía ni como documento histórico, detrás de unas palabras hay un personaje y en cualquiera de los casos, sea porque es lo que no parece o es el que parece, es ineludible su presencia, y por lo tanto, la presencia de Kissinger me repele.
cuídese mucho, que le llega el verano
Entonces si según la tesis del Atlas no es posible disociar la obra del artista, cómo leer a Neruda, sería absolutamente imposible.
ResponderEliminarYa hace mucho que dejé la curiosidad, la cambié por la circularidad. Recuerde a mi preferido, JLB.
No repela sin antes conocer de 1era mano, no todo lo que se dice es tan así, le podría hablar de aquella noche en el Filtro, divina juventud, como tantas otra vez carne de cañón. Sdos
Es cuestion de estética y de ética, Neruda no mató a nadie, o provocó su muerte , es más, hasta salvo vidas fletando un barco de salvamento de refugiados de la guerra civil española. HK lo hubiera hundido.No es cuestión de filias o fobias.
EliminarSin la curiosidad no sé qué hace leyendo HK, ni MP, ni al padre de los libros de PC,
yo tengo tanta curiosidad (y esta se me exacerba con los años) que este mes tengo, y cumplo, la intención de oír un nuevo Requiem completo cada día (busco y oigo y aumento mi colección). El mes que viene lo haré con el metal.
!Ah¡ Añorar la juventud es tonto, no quisiera para nada volver a esos años, ni aunque me pagaran, era bastante engreido e imbécil.Ahora algo menos supongo.
Cuidese de no tener curiosidad y de viejos secretarios de estado disfrazados de limpios.
no añoro, diría que es exactamente lo contrario, "divina juventud una y otra vez usada", -no en mi caso-, a eso referían mis palabras.
ResponderEliminarno padezco de la curiosidad, nada controlable dejo librado al azar, los cambios me perturban, me hacen mal. De ahí la divina circularidad.
joan margarit es otra historia, enterarme que compartimos la docencia de iguales saberes despertó mi interés, no curiosidad, aquí lo llamamos de aquella forma. HK cambió el mundo, guste o no, negarlo sería volver a eso de su juventud.
verano es vacaciones, es familia, está bueno.
La curiosidad no se padece, se posee o no.
EliminarEn cuanto a cambiar el mundo, entiendo que la lista de la gente que lo ha hecho, que pudieramos hacer, al menos en los últimos 150 años, estaría más llena de monstruos o de científicos inconscientes, que de buena gente, no debe sermuy positivo ni ejemplarizante estarlo, en el caso de HK estaría en la sublista de asesinos enfermizos,o en su caso de mandar o crear asesinos. Además una mujer de alto grado de estudios y comprometida con su cultura no deberia despreciar la obsesión colinizadora en sur y centro America de HK, la guerra fría y la doctrina Monroe a fuego y sangre... aeternum
Cuidese
Me alegro que le llegue el verano y Montevideo se alumbre
son puntos de vista, diría que hay que conocer con profundidad LAC para opinar, hay cada figurita perpetrada en el poder que los escritos de garcía márquez, vallejo, v. llosa en su primera versión, rulfo, parecen cuentos para adolescentes, la realidad hoy es bastante más desesperanzadora, Sin futuro como el loro de la novela de Guedj.
ResponderEliminarpor suerte el gris mvd está por fuera de esas realidades.
Bueno estar no siempre es conocer, hasta todo lo contrario, y no es díficil reconocer a más de un escritor, filósofo o poeta que no veía mucho.. de su alrededor, incluso alguno que compartía amigos con HK.Incluso más de un proceres de laa letras americanas que despreciaba lo criollo y las gentes nativas, por snobismo u otras cosas, a saber..
Eliminarle diria,es más, que alguna figurita que perpetraba, hasta le diría que más de dos, y que dejaba en pañales al patriarca su otoño y todos sus golondrinos, y hasta al primero de todos... el Santos Bandera inventado por Don Ramón, casi aquel... los puso su HK, o algún que otro generador de dictadorzuelos y que hablaba en inglés y les gustaban las frutas en compañía.
Cuídese
y es por eso mismo que sus habitantes tienen todo el tiempo para volver, una y otra vez, a aquellos libros que leyeron ayer, obsesos del ayer, no toquen nada, los cambios son signos del pasaje del tiempo, estamos bien.
ResponderEliminary cómo fue que llegamos a esto?, ah, es que pregunté, romero sólo, león felipe
ResponderEliminarEs el otoño, en mi caso, porque siempre hace ponerme rojo:) como los arces.
EliminarAdoro los arces en otoño.
Cuidese de árboles que en su interior no sean rojos.:)
mi carné dice O negativo, donador universal.
ResponderEliminarYo nunca he mirado cuál soy, ni idea a mi edad...😁
Eliminarhttp://www.aranzadi.eus/fileadmin/docs/Munibe/1954322327.pdf
ResponderEliminarjjaja >Bah no se crea, además creo que yo sería 3/4 partes de vasca, algo de algún pueblo de Castilla(Jadraque), algo judio...y seguro que me queda algo de pez o de anfibio.
Eliminarel atlas no es el eslabón cero del pueblo vasco ni tampoco el centro del universo, léase como aporte de información de una tribu, divulgación. Lo cierto es, sabido es, que la mortalidad de recién nacidos 2dos. hijos de parejas madre vasca padre no vasco llamó la atención de la medicina y el resultado es ese. Habiendo una población con tipo de sangre con ausencia del factor rh, al tener hijos con rh + positivo la madre genera antígenos que son mortales al feto. Claramente no es el caso porque salvo fuese hijo único o primogénito, Ud. vive.
ResponderEliminarOpen mind.
No tenga preparada la respuesta sin leerme, nunca me he creido nada del rh ni negativa ni positivo, solo hablo de los orígenes de mis abuelos, 3 vascos y uno de Jadraque, y el apellido de este es de origen judio.
EliminarOpen eyes, read slowly😃
no se trata de creer, no es materia de discusión, lo que es es.
ResponderEliminarpuntos altos de nuestro gris Montevideo, tan ilustrados como valientes.
ResponderEliminarhttps://www.youtube.com/watch?v=q9VLANVawsI
El concepto de rh entró en política hace ya muchos muchos años, dicho concepto es el que no creo, la ciencia es ciega, la interpretación no.
EliminarAgradecido por dicho vídeo, sin embargo dos cosas: esa discusión pasó hace muchos en España, ahora vuelve al aire de la llegada de la extrema derecha, lo que me lleva a que siempre que hay ese concepto religioso en un mundo que debería ser laico, puramente laico, viene de la mano de la derecha racista.. curioso al parecer no ponen la otra mejilla, ni caridad, humildad, o algunas de esas virtudes...que.... Yo siempre que leo de iglesias siempre me vienen a la cabeza dos cosas
https://www.youtube.com/watch?v=5TBHeVx1PjM
y
https://www.youtube.com/watch?v=tAJNdyC5n14
cuídese de cardenales que hablan de religión y ..política
al cesar lo que es ....y esas cosas;)