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LOS RECONOCIMIENTOS de William Gaddis
(The recognitions) (1955)
Editorial: Alfaguara
Año: 1987
Páginas: 1095
Traductor: Juan Antonio Santos
Argumento:El reverendo Gwyon deja a su hijo, recién nacido, en Nueva Inglaterra y viaja a la católica España. En el viaje perderá a su esposa y en los años pasados en Europa perderá, también, su convencimiento religioso. A su vuelta educará a su hijo Wyatt Gwydon con una permanente contradicción entre su posición como reverendo del pueblo y su falta de fe tanto en su propia religión como en el hecho de que Wyatt estudiara para ser , él también, reverendo. Un atribulado Wyatt atraído por la pintura desde pequeño, decidirá ser pintor, pero su interés derivará a la restauración de cuadros antiguos y de ahí a la copia, exacta, de ellos. Lo bello del mundo no está en lo nuevo. La perfección y la realidad no se encuentra en lo inmediato, apareció y desapareció con los cuadros y los pintores antiguos. De la figura de Wyatt surgen un sinfín de personajes paralelos o tangentes que muestran la vida social y cultural de los Estados Unidos de los primeros 50 años del siglo XX. Wyatt es el reflejo de una estado moral , social o artístico donde definir la belleza es un mero entretenimiento social , en los que el snobismo , el desinterés, la falta de valor artístico o el obsceno comportamiento mercantilista del mundo del arte, reduce la capacidad de la creación propia y es la copia la única manera de crear una Obra de Arte. Sin embargo ello demuestra , en sí mismo, una bajeza moral y creativa, por las que , el propio Wyatt se mete en el mismo círculo de donde huye.
Opinión:Una libro de semejante tamaño físico y artístico es difícil reducirlo a unas líneas de argumento o de opinión; cierto es que esa especie de “hórror vacui” que demuestra Gaddis tanto en lo estilístico como en lo temático, añade cierto punto de dificultad a cualquier intento de mostrar o siquiera de esquematizar la obra de modo que pueda seguir una línea argumental en la explicación de mi opinión sobre el libro. Poniendo la excusa por delante, dejo que mis recuerdos del libro , que acaso sean sueltos o dispersos muestren lo que me quedó de está monumental, difícil y magnífica obra.
Gaddis compone el libro de manera simple auque en apariencia complicada. Me explico, él utiliza un método simple : del personaje de Wyatt Gwydon salen todos los personajes del libro sea de manera anecdótica o sea de forma cercana; cada uno de ellos tiene relación con él aunque en algunos casos se “independicen”. Así el personaje de Wyatt es el río de la historia y de él parten, rozan, o desembocan historias y personas. También ese personaje sostiene el tema profundo del libro, la falta de originalidad; todo es copia hasta la vida se copia a sí misma.
Gaddis utiliza varios estilos dependiendo del personaje. El personaje de Wyatt y el de su mundo cercano ( un crítico pictórico, su padre, su tía, el marchante de la obra falsa) conllevan un prosa lenta , complicada, donde el tema de la religión, de la culpa, de la sensación artística, de la moral personal y pública son lo importante en el discurso, que está plagado de referencias bibliográficas, pictóricas , filosóficas y de citas en latín , alemán, francés o español( en el original). Por otro lado el estilo de la mayoría de los personajes de la historia (desde la esposa de Wyatt, a una yonkie que posa para Wyatt, un loco con cabeza metálica, un rácano y religioso músico, una pareja de sonbs, un escritor frustrado, una editora sin amor, un escultor si valía, un crítico sin futuro, un escritor acomodado...) es rápido, de lenguaje coloquial, a menudo con temas o frases obscenos y populares (alguien llamó a Gaddis el más beat de los no beat). Y ya por último Gaddis utiliza en las descripciones de sitios, escenas, personajes, (casi siempre a los comienzos de los capítulos) una prosa bellísima, donde a modo casi de flahses muestra una escena en su conjunto. Como si de una pintura impresionista se tratara, las frases sueltas, las ideas en el aire, una mirada, un suspiro, una calle solitaria... te muestran el paisaje social y moral del lugar o momento del que está escribiendo.
Pero es en los diálogos donde Gaddis destaca por encima de casi todos los escritores que haya leído. A veces absurdos o disparatados, otras veces se encabalgan unos sobre otros, o son disparatados, o son tres voces hablando por su cuenta...Pero todos brillantes y originales. Pocas veces unos diálogos descubren la calidad literaria de un autor como estos.
He leído hablar de esta obra en términos como tragedia (la propia reseña del libro la trae) o hablan de la belleza de la copia o cosas similares. Deberé haber leído otro libro...
“ Los reconocimientos” es una furiosa crítica, una vitriólica mirada, sobre un tiempo , una época artística, un determinado grupo social y sobre un país (Estados Unidos). No sabría que superlativo debiera encontrar para la palabra "sarcástico", si se les ocurre alguna en su propio diccionario vital , pónganla como definición de este libro .
Gaddis crítica, se ceba, con una sociedad encerrada en si misma, donde el comportamiento mimético, el escaso conocimiento, la copia de hasta los comportamientos morales es base de la relación, incluso en las formas más “grotescas” de vida no existe una actitud original. A mi manera de ver, el personaje de Wyatt es ,al contrario de lo que parece , el contrapunto real, sin copia, a esa sociedad sintética y simétrica. porque aunque él copia los cuadros lo hace desde el punto de vista (incluso vivencial , religioso...) de la época cuando fue dibujado el cuadro copiado (él es en principio restaurador) Gaddis usa el personaje para mostrar lo antiguo en contraposición tanto del propio mafioso marchante o del resto de los personajes que pueblan el libro, excepto el de su padre , el reverendo Gydown, ejemplo final de rotura con las normas, de vuelta al pasado, porque quiere ser él mismo.
Las puyas a todos los estratos o personajes de la sociedad que conoce son con el cuchillo entre los dientes, rebana personalidades, comportamientos, ideas establecidas, snobismos sociales, comportamientos públicos, creencias artísticas, críticos (sobre todo a los críticos) con la facilidad y fiereza con la que un cuchillo ardiente entraría en la carne. Gaddis es malévolo cuando está contenido, irónico cuando está sereno y un destructor cuando está enfadado.
Hasta los detalles más milimétricos son necesarios en este libro, a pesar de su longitud no puedes ni debes perder un detalle, porque cada cosa que cuenta, que describe, que analiza , es importante para el libro y para su comprensión.
No es un libro fácil. No sé si he conseguido siquiera describir lo que contiene, o si lo que he contado se ajusta a la realidad del escritor.. Lo que me basta es que refleja lo que yo leí, sentí, en ese libro. Un libro que es mucho más importante, aún, de lo que pesa.