jueves, julio 04, 2019

TERCER LIBRO DE CRÓNICAS de ANTÓNIO LOBO ANTUNES.




TERCER LIBRO DE CRÓNICAS de ANTÓNIO LOBO ANTUNES
Mondadori   290 p
Traducción de Antonio Sáez Delgado

Siempre sorprende leer a Lobo Antunes, siempre te deja esa sensación de belleza:  belleza que reside en paisajes de la memoria, de la vida o de la imaginación que nunca pretenden ser amables; son sitios, dibujos o fotografías que enseñan  lugares que parecen inhóspitos o que no quieres volver a pasar, (no vuelvas al sitio donde fuiste feliz, decían mis libros, pero yo añadiría no vuelvas a un sitio que ya no existe, y no existirá nunca más), estas crónicas pisan siempre rastros de tristeza que a veces son tenues y a veces gritan., son un recorrido por el pasado que remueve entrañas y ojos; pero lo que sorprende, lo que me sorprende, no es solo lo pintado, el cuadro, sino que es el pincel, es la forma en la que están escritas las crónicas, los recuerdos; en ellos se descubre la poesía como un minero descubre oro en una mina abandonada, o un patrón un banco de peces en la nada del océano, se descubre la poesía de la belleza entre tristeza. Me estremece el sentido de lo bello y lo triste combinados hasta dejarte una sensación de que eso que lees te remueve y te conmueve, te asusta y te atrapa -yo también estoy entre sus recuerdos de los mismos hombres, pero los míos tienen otros nombres, o los mismos paisajes con diferentes soles, o son míos los recuerdos de olores con diferentes sensaciones o de paseos con otros zapatos, tienen sus músicas en mí otras notas, pero el pentagrama parece el mismo-.

Lo que lees en esas crónicas es parte de un libro de poemas,  pero sin versos, sin estrofas, pero haces un recuento de poesía, la pesas en tu básculas y ella llena más tu mente y tus ojos que muchos de los muchos libros de poemas que he leído en muchos años; sí,  nace el poema entre rastros de matojos, en la reñida oscuridad de la prosa o en la sensación de crudeza que destilan algunos textos, eso es algo que no puedo olvidar: porque podré olvidar las crónicas, olvidar los personajes, los sitios, los nombres, los sentidos de lo escrito por Lobo Antunes, pero me queda y me quedará la sensación de abastecerme de belleza, de versos refugiados entre prosas, de poemas ocultos entre frases sin punto y aparte, con la forma soñada del poeta que no quiso escribir versos. Lobo Antunes, dicen los textos profundos, es un escritor de novelas y crónicas, un duro lector y rector de recuerdos  de pasados a veces duros, a veces cariñosos, de recuerdos de niñez y de holgura que siempre revolotean sus hojas, o temas que siempre llenan sus hojas; el pasado, la guerra, la niñez, la locura, la tristeza, la soledad, Portugal…pero, yo siempre digo que es el más grande poeta que he descubierto, ritmo, atención , sonido, sensación, alegoría, sueños creados, sueños por cumplir, imágenes, repetición … todo hace de él, y a pesar de lo que él mismo dice de sí mismo, un poeta.

EL tercer libro de crónicas, no es nada diferente de los otros dos; todos son pequeños textos, pequeñas historias a las que no  hace falta, para hacerlos atractivos,  contar grandes aventuras, ni caer en profundos precipicios, ni siquiera necesita escenas de sexo ni de aventura, ni necesita, Lobo Antunes, atrapar al lector escribiendo un libro al  año, no necesita eso, porque lo atractivo está en la escritura y en el sentimiento de lo que escribe, sobre lo que escribe: el recuerdo, la vida, las personas, los amigos, los amores, los señuelos que te pone la vida, la vida que pasa…todo tamizado por la idea del escritor, de lo que piensa sobre todo; el libro no es un mero acontecer lineal o simplemente bello, no, lo que dice a veces te acuchilla y otras te acaricia, otras fustiga, pero no te deja indiferente; la indiferencia la dejo para lo que no llega, para el escrito blanco, para el color que no crece. La vida pocas veces sabe de poesía, pero hay veces que la poesía, esta poesía, sabe de la vida.

sábado, mayo 18, 2019

CARTAS ENTRE UN AUTOR Y UNA ACTRIZ de BERNARD SHAW Y BEATRICE S. CAMPBELL.



CARTAS ENTRE UN AUTOR Y UNA ACTRIZ de BERNARD SHAW Y BEATRICE S. CAMPBELL.
 Bernard Shaw and Mrs Patrick Campbell . Their correspondence
Editor Hermes 1955
Trad Pedro Ibarzabal

Si pienso en el futuro no veo cartas como estás, no veo un suceder de congruencias e incongruencias, de amores y enfados, no veo un desfilar de odios momentáneos y arrebatos de aprecio discurriendo por papeles pintados rellenos de cartas que apuran la amistad para llegar a la complicidad; llegar y sentir  una tensión que se descarga en los grandes depósitos donde se posa la amistad más profunda, la que soporta todo; la que soporta la grandiosa y fuerte personalidad de Bernard Shaw esa que se arrebata y se infla como pájaro cantor, esa que desprende de sus palabras todo el orgullo del creador de éxito, toda la opulenta sensación de poder sobre su mundo, el sentido de pertenencia a la clase de los autoproclamados( con realidad o no) genios. Y se ve la sentida personalidad de una actriz de éxito que proclama la necesidad de ser querida y de ser actriz de fama y trabajo, la que tiene orgullo por s u trabajo y por su vida, por sus hijos y sus pertenencias y su pertenencia a una clase y a un estado de cosas; y la que busca la necesidad de defender su propia personalidad por encima de personajes y de la personalidad aplastante y arrebatadora de su amigo.

SI pienso en el futuro no veo cartas sujetas con una cinta o una cuerda, ni siquiera con gomas; y  no las veo porque existan otros medios para comunicarse, que los hay y en abundancia, sino porque la comunicación, lo que se expresa, la expresión de amistad, o de amor o de odio o de ganas de ser o de vivir se ha traslado a otras formas, a una artificiosa sensación de poder decir todo , de poder hablar con el universo entero, y no saber cómo ni para qué, tener todos los cuchillos, pero todos están romos y desafilados.
SI pienso en el futuro tengo la sensación que este libro se hará ´más grande  en mi mente en el futuro, y lo creo por esa sensación de entrar en dos vidas que se ha expresado como son, en esa extraña situación que es espiar la intimidad de dos personas, el pozo de los deseos y de los odios, o mirar el cuarto oscuro donde acaban las cosas que no sabemos del que pasa junto a ti en la calle, o en la escalera; o lo que no sabemos hasta de los amigos más queridos. Sí, esa habitación donde no entra nadie esa es la que aparece, en parte, en este libro. Aquí he conocido esa relación en la que la amistad soporta años y rencores, malos humores, soporta hasta esposas y esposos desavenidos, incluye y desnuda todo y lo cuentan años tras año, durante diez, veinte, treinta años. Y en ellos vemos el envejecer de un escritor de éxito, de un hombre comprometido con su tiempo, relleno de amor propio y defensor de su terreno, de su espacio económico, vital y marital; y la de una actriz que pasa por la vida representando su vida y su  personajes, ejemplo del ejemplo de las viejas actrices de primeros del siglo XX en las que yo pueda pensar, con sus amigos lores y ladys, sus viajes por el mundo, sus hoteles de lujo y su vida prestada por los escenarios; actrices sujetas a la subsistencia opulenta o  no,  dependiendo de sus éxitos y sus fracasos, de sus enfermedades y sus suertes. 

SI pienso en el futuro veo que no soy muy diferente a ellos, que pienso ya como ellos, Stella habla que la vida que pensó era pelea en la juventud, realmente es pelea cuando ya se ha avanzado en la vida y los años. Y la amistad que envejece entre silencios y peroratas, entre echarse de menos y olvidarse, olvidos del que sabe que siempre hay alguien detrás de un papel o de un recuerdo; amistad que se sujeta entre teatros y amigos comunes, entre baratijas y oro, entre muertes y vidas, amistad hecha para soportarse a sí mismos y sus personajes que no son de teatro son de calle.

SI pienso en el libro veo que esas cartas que en principio en la segunda década del siglo XX trataban sobre amistad, sobre teatro (es maravilloso su recorrido por la creación, representación y paso del tiempo por  Pigmalión). Habla sobre una relación que a veces confunde que puede ser amorosa o puede ser profundamente irónica, se repelen y se aman, Ahí es donde aparece la personalidad irónica, especialmente excitable a veces de Bernard Shaw, en las que duda y escapa, ataca y se esconde, resuelve y destaca, su escritura que parece recordar los mejores momentos de un teatro chispeante, lleno de humor y estado casi vodevilesco en el lenguaje. Todo tomado con idas y venidas o con el paso por la primera guerra mundial y con fracasos y victorias; en ellas se descubre un mundo que merece la pena conocer, lleno de amistad. Sí creo que es un libro sobre la amistad.

SI me veo en el futuro respondiéndote sobre de qué va este libro, me veo hablando de la amistad; amistad que pasa por personas y edades, amistad que se ve en cada hoja, amistad que incluso supera a ellos mismos y sus necesidades, amistad que arroja detalles como que el la vejez se necesitan y se repelen, se dicen a la cara cada cosa que piensan, y la diva y el genio se comprenden porque son amigos, a pesar de que no llevan el mismo camino que se hacen cosas que no gustan ambos, que hay cosas que no se soportan, a pesar de todo hay un camino estrecho y marcado donde se posa el cariño, se adivinan amistades profundas en las que las cartas solo son el extremo estrecho que podemos o nos han dejado ver.
 Echo de menos a Joey y a Stella allá donde estén.          
                                                                                            

viernes, abril 26, 2019

PIGMALIÓN de GEORGE BERNARD SHAW


 


















PIGMALIÓN de GEORGE BERNARD SHAW
1914
Bruguera. 183 Pág.
Rad Julio Broutá

Uno, yo, que adora “My fair Lady” o a Audrey Hepburn, bueno… a los dos. Había dejado pasar esta obra de Bernard Shaw como si ya lo hubiera visto todo. Pero no habiendo perdido -mejor...habiendo retomado...- uno de mis más profundos convencimientos como es que siempre es mejor un libro que su interpretación en el cine, siempre: he vuelto al redil y he descubierto el error, mal que me pese por  mi querencia por aquella película y  estas canciones y la graciosa versión pobre de Audrey, y el Higgins hombretón y poco dado al hallazgo de Rex Harrison y su inerte capacidad de mirar con pasión; sí las echaré de menos, como sus versiones españolas de las canciones y la frase  monotemática que habla de que la lluvia  en Sevilla es una maravilla, y las manchas de suciedad en la cara aristocrática de Audrey, y las pegajosas flores mojadas y los coroneles dichosos... ¡YA! ¡Hasta aquí!. Sí, he perdido la gracia de aquellas cosas ..pero he ganado una obra literaria de mayor orden, un ejemplar cuidadoso de la crítica agarrada a las letras de los libros, la raya en el escrito que remonta y acentúa cosas que son necesarias, cosas que olvidaron en Hollywood como siempre, porque estorba la crítica de lo absurdo del comportamiento humano, lo cruel de la vida del pobre, la ironía del destino que es ser pobre y rico a la vez, la sórdida capacidad del mundo de ser hipócritas por aparentar por encima de la propia supervivencia y del trascurrir óptimo de la vida. Hollywood habla de amores y muertes, de ejemplos para pobres y de excelsos ganadores, pero no habla de la vida.

Un día lluvioso cualquiera en Londres se reúnen, por azar, en cualquier plaza del centro una serie de personas: una jovencita pobre vendedora de flores, un rico coronel, un rico lingüista… Hay otros, pero nos interesan estos tres: de ellos saldrá una apuesta en las que Higgins el lingüista apuesta con el coronel,  que en 6 meses puede hacer pasar a la inculta floristera, Eliza, por una dama, solo enseñando modales y habla “culta”.
Lo ocurrido después con ellos y con la madre de Higgins, el padre de Eliza, y otros diversos actores es el camino por el que discurre la obra. Nada que no se haya visto en series, películas, nada que no obedezca al mito de Pigmalión, escultor que da vida a Galatea, su obra de arte a sus gustos y necesidades... Sin embargo...

Sin embargo, Bernard Shaw no solo habla del mito, no habla de amores, o no exclusivamente de amores, o al menos, de los amores al uso, de los de novela romántica como él mismo define. Él habla de la naturaleza humana, habla de la hipocresía del mundo que crea fachadas, cree en espectáculos, crea canales vacíos o estatuas vacuas, antes que en la realidad,  antes que en el sentido único que debe tener el ser humano: el ser uno mismo. Pero, unido a esto, también habla de la falta de oportunidades y el injusto tratamiento de la gente pobre, sacudida y pisada por el rico, dejándola a expensas de los gustos del poderoso, de sus mandatos, de sus excentricidades o de sus manejos. Tener el poder del dinero por encima  del conocimiento, hasta de la compasión, o del vivir. Habla, también Shaw, sobre  lo vacío que es un conocimiento incompleto, de la acumulación estúpida de saberes inútiles, de fachadas sin fondo, pero que no sirven parara nada.  Y, a pesar de todo,  gana el poder del dinero sobre la vida,; sí habla de eso, de lo que nos esconde la vida real, de que los libros no son realidad, de que la vida es  más dura que ellos que esta no tiene por qué acabar bien, las acciones, los resultados de nuestro paso por el tiempo y el espacio real no tienen por qué ser igual  que el resultado amable de un escrito. La vida es más dura y se necesita dos cosas,  o tres: suerte, dinero y capacidad crítica. Y ahí entronca con su conocido compromiso político socialista, de renovación social, de apoyo a una mujer liberada o casi… al menos en ese momento…. A veces se descubre en la obra ese vaivén de ideas que volaban y sobrevolaban a Shaw y su cabeza,y que  a veces se posaban en el palco, a veces en la platea, a veces en el gallinero…

El mundo es un lugar serio donde cobijarse... es lo mejor en ciertos momentos.


Hoy...

50 ESTADOS, 13 POETAS CONTEMPORÁNEOS de ESTADOS UNIDOS de EZEQUIEL ZAIDENWERG

  50 ESTADOS, 13 POETAS CONTEMPORÁNEOS de ESTADOS UNIDOS SELECCIÓN, TRADUCCIÓN Y PRÓLOGO DE EZEQUIEL ZAIDENWERG     Decían que decía...