viernes, diciembre 20, 2019

LAS SOLIDARIDADES MISTERIOSAS de PASCAL QUIGNARD





LAS SOLIDARIDADES MISTERIOSAS de PASCAL QUIGNARD
ED GALAXIA GUTENBERG 2012 202 pÁG
Trad. I. Vidal Foch

" A la  sombra de mi sombra le estoy haciendo un sombrero..." Manolo Chinato



Lo leí ya hace un mes, pero no quería escribir sobre él, quizá no podía: leer, pensar, acabar preguntarme lo que he leído, lo que me ha dicho el libro. Saber qué pisadas sigo para comenzar el camino, saber que no sabes más que lo que te dice tu experiencia, saber que el mundo con la edad se va reduciendo a lo que sabes de él por tu propia vida-nada-. Quignard  escribió ¿Me escribió?? Me escribió solo a mí... supongo que sí… este camino es mío, no necesito guías, no necesito saber qué paso por las rutas paralelas, ¿Para qué? Importa el camino, no la compañía, es tu aventura. Lo leí hace un mes, y hay algo en ese lado del libro que me explica que la soledad hace solidaridades misteriosas, soledades intensas o soledades de un momento concreto de la vida, solidaridades que explican que ames un lugar que no visitas, o beses puertas que no hubieras querido abrir en cualquier otro momento; solidaridades misteriosas que no encajan en el paisaje total de tu vida, no aparecen en el cuadro de tu vida hasta entonces; solidaridades que no sabrán explicarse más allá de la soledad, pero entiendo que la soledad solo es una espera, la esperanza que sobreviene que acompaña a  una espera, de  encontrar algo, de saber qué camino podrá tomar el futuro y estar sentado al final de él, o esperar en el puente que cruza de un lado al otro de las lagunas, junto  a la última esquina; esa espera de saber qué es lo que queda, o, a lo mejor,  de esperar que algo cambie, o, sí,   que exista una explosión milagrosa que pueda salvarte de tu espacio vacío. La espera… todo es espera en este libro, todo fue espera, todo fue el deseo de querer que algo cambie, de derrotar enemigos o cambiar mentes, cambiar momentos, espera de cambiar pasados…cambiar, ¡sí, es cambiar, por dios! Cambia, cambiar el espacio por la masa, lo vacío por la piedra. Cambiar el presente., cambiar el pasado…

Claire vuelve al pueblo de su infancia en una Bretaña que inunda su espacio con espacios vacíos en el paisaje, y lugares vacíos en el pasado de ella en ese pueblo, donde paso su niñez, con la compañía de su hermano y de un amigo, Simón, viviendo en casa de una familia que no quería, que no los querían ni a ella ni a su hermano,  tras desaparecer su padres. Pero en aquel espacio desnudo, en aquel tiempo opaco, ella deja el pueblo, deja esa vida, deja a su  hermano, deja apenas jirones en aquel pueblo, en aquel tiempo, en aquella verde impaciencia, deja, en aquella huida, a  Simón, su amor abandonado: cuando vuelva él estará casado, y , a pesar de ello, reinventarán el amor pasado. Pero la vuelta supondrá encontrarlo y perderlo, la vida no es como esperas: el fin de la relación, el abandono, la imposibilidad, la nada, el olvido cansado, el olvido no necesario supondrá el inicio de la eterna  espera por él: ella mirando tras las esquinas esperando que él aparezca, ella mirando el mar desde las colinas verdes y húmedas esperando que aparezca en su barco, todo por un pequeño instante,  por una ráfaga de su figura, por su gabardina marina saliendo de la cabina del barco, por el instante de  saber que está vivo, de que exista, de explicarse a sí misma que está viva por eso, de que nada se olvida, -de que se vive para esperar que hoy , sí hoy, cambie el  mundo, tu mundo-,  porque él  está. Que su vida es esperar que se cruce en su camino, de verse en las entrañas del pueblo, de mirarse un instante en la cristalera de la farmacia que él regenta, de que la vida sigue hasta que no lo hace, hasta que las rutinas sustituyen a la vida, y la espera es la única rutina, aun sin vista, aun sin figura que ver.

 La vida de ella en la soledad de un casa en el páramo que subee desde el acantilado, acompañada de su hermano y el amante de él, solo se reduce a moverse por el mundo, a saciar su esperanza: esperanza, espero, esperar,la espera no tiene desesperanza, pero la desesperanza si tiene espera …  despedir a…desesperanza, amar, vivir, amar, morir, amar, saber del mundo, saber que nada queda, nada queda solo el verde las colinas, el mar es verdad que existe, solo el mar y el horizonte que no tiene fin, nada tiene fin….todo,  todo es saber que el mundo gira y todo existe por un pequeño  instante, por una fugaz mirada , por un deseo posible, por una potencia, porque puede ser probable, pero que aunque no ocurra la espera  hace merecer la pena, la esperanza de todos los días, de poder ver, de pensar que este otro día será el que cambie este monótono discurrir de los días…¿Queda algo?


El verde de los paisajes rodea las letras, mezclado con la bruma que asciende del mar y de la tierra, los paseos reducen el mundo a unas botas llenas de rocío o escarcha, las estrellas son pasos hacia el mundo que no se irá, el sol solo es un semáforo  de entrada al día, a la mirada, al sentarse a ver el mundo: el mar, un mar con figuras, con barcas llenas de una sola persona, ¿el habla se reduce si no hablamos? Amanece y las puertas de la tierra y el mar se abren y cierran por solo una razón, saber que podrá ser diferente al anterior, solo esa probabilidad abre el mundo, como los mares del medio oriente rojo, solo se abren para esperar que sea diferente.

Sumido en la prosa esférica de Quignard, esa que rodea el mundo con pasos cortos, con frases detenidas y definidas hasta mostrarte todo el globo terráqueo, redondo y verde, de hierba finísima que parece que oliera cuando lees su libros.

miércoles, diciembre 04, 2019

UNA HABITACIÓN EN HOLANDA de PIERRE BERGOUNIOUX







UNA HABITACIÓN EN HOLANDA de PIERRE BERGOUNIOUX
Minúscula Pag. 91
 Traducción de David Stacey

Los libros de pequeño tamaño, los que dicen algo, los que llena el espacio con más cosas que letras mejor o peor distribuidas, tienen ese espacio vacío, ese centro de mesa que miran todos y ven modos, obstáculos y visiones diferentes; ven espacios unos, ven opacidad lo otros. Son potencia en el sentido estricto de la palabra: poder: poder en todos los sentidos de la palabra, idea de poder ser e idea de poder dominar lugares y palabras. Los libros pequeños, si dicen algo, son lugares para perderse y encontrarse todas las veces que quieras leerlo, todas esas veces que puedas visitarlos, todos esos libros que dicen más cosas que la simple reproducción de la unión de letras; son trincheras donde ocultarse y dejar pasar el tiempo, entre luces y gritos.

Mi lado de la mesa donde veo el libro, me enseña que Bergounioux habla de la vida, pero de la vida no en sentido filosófico, ni en sentido atrevido, habla de la pura vida, de esa que deja que parezca una simple decisión, que deja que sea un simple golpe del destino, es decir habla de la vida como azar,. Pero por otro lado,y muy al contrario, habla de la determinación que aparece cuando  el entorno condiciona esa vida, que donde se nace es lo que dirige tu forma de actuar y que el discurrir de tu vida-aprendizaje, viajes, etc -, hará mejorar, o quizá acompañar a lo primigenio. Toda esa vida. los derroteros derroteros que le llevaron  a Descartes a mirar mundos y sortear peligros y opciones de otras formas de vida, le condujeron con todos los condicionantes previos a escribir El DISCURSO DEL MÉTODO. El libro, el pensamiento, como resultado del viaje, que parte  del sur de Francia, y que lo llevó por recovecos que deshicieron caminos probables, y también tomó  caminos  que lo alejaron de un destino y lo llevaron a otro: cuando fue soldado, niño prodigio, aventurero, viajero, funcionario que no quiso ser, matemático de corte… Descartes fue todas las cosas que quiso ser, y que para ello estaba predestinado.

Y Bergounioux,  sí, habla  del  paisaje, defiende que el sitio donde se vive ,es un lugar que afecta a lo que se hace después, a lo que se piensa, a lo que se decide. Para ello enseña, habla de el mundo desde los inicios de la civilización occidental, y muestra  las sendas del destino y la historia que permitieron crear la cultura, la riqueza  y la creación de una sociedad avanzada en lugares donde la supervivencia y la herencia es más fácil y más llena,  donde han sido puestos las bases para que eso pueda suceder, pero también todo lo que los rodea ha favorecido eso; el pasado que suma, como por ejemplo esas herencias recibidas por cada pueblo, y la propia cultura que hacen de esas sociedades, Roma, Grecia, la Italia del renacimiento…, lugares de florecimiento cultural y económico, favorecidos por ese círculo que es: poder cultural, aprendizaje, atracción, poder económico, militar, poder religioso, trabajo, aprendizaje, atracción… Enfrente pone a  una Francia bárbara y retrasada, que toma como ejemplo y destino a esos pueblos del sur avanzado mediterraneo.

 Pero también Bergounioux habla, una vez creada una sociedad en Francia, más  o menos avanzada, de la importancia de la decisión personal, de regir su destino pero también de lo que hace que un hombre, en este caso René Descartes, pueda crear su pensamiento filosófico. Cree que el comportamiento personal, las decisiónes personales deben ser regidas ya, no solo, por las capacidades del filósofo, por su pensamiento, sino también por las decisiones con respecto al  cómodo correcto  de actuar  en la vida, en las abstención de hacer o de no hacer cosas que no favorezcan su desarrollo personal y mental, es decir del desarrollo de sus obras. Y por último no será menos importante crear y decidir qué es lo importante en su vida, en lo que crees que es su vida, y decidir que para que EL DISCURSO DEL MÉTODO tenga un sentido, tenga un discurrir, que sea una creación plasmada en letras por encima de ideas aquí y allá desarrolladas, debe tener un espacio, un lugar donde todo favorezca, en lo político, en lo religioso, en la libertad de poder hacerlo, en poder decidir que ese el sitio y quedarte en él porque allí puede, Descartes, desarrollar su obra sin estar mediatizado por amigos y enemigos, por falsos creadores y por exigencias de Dios. Este lugar, la desembocadura de todo el peregrinar de su vida, como en la búsqueda en la que adquiere conocimiento para desembocar es Holanda. Allí donde todo el saber se le cae encima. El paisaje hundido, casi de trinchera de Holanda, pero todo lo libre que aquella época pudo dar, es el lugar para que surja el Método, Italia era la cultura antigua y refinada, el saber comenzaba a subir hacia el Norte. La libertad es la que genera cultura, la libertad personal y la libertad de poder estar en un lugar que te permite elegir y decidir lo que puedes decir o pensar. 

1- Lugar difícil de encontrar, entonces y ahora, el oasis donde poder pensar sin vallas que tapen el paisaje; a pesar de eso, Holanda era un isla mínima, favorecida por la  estabilidad religiosa y política, pero solo era eso, una isla a punto de hundirse, ya que la libertad total de pensamiento, visto desde hoy, no pudo existir para Descartes, en nigún lado.

Hoy...

50 ESTADOS, 13 POETAS CONTEMPORÁNEOS de ESTADOS UNIDOS de EZEQUIEL ZAIDENWERG

  50 ESTADOS, 13 POETAS CONTEMPORÁNEOS de ESTADOS UNIDOS SELECCIÓN, TRADUCCIÓN Y PRÓLOGO DE EZEQUIEL ZAIDENWERG     Decían que decía...