EL CERCO DE LA IGLESIA DE LA SANTA
SALVACIÓN de GORAN PETROVIC
opsada crkve svetog spasa 1997
Edtr. Sexto Piso 399 Pág
Trad. Dubravka Suznjevic
Reconozcámoslo la gente huye ante lo
inusual, le espanta lo que no sea la cómoda seguridad de lo
tradicional -acostumbrado, rutinario, típico- es decir... lo normal;
lo que siempre ha estado así y a santo de qué viene nadie a
cambiar... Si las cosas funcionan con gasolina nadie debe venir a
decirnos que no, que de verdad funcionan con aire, o agua o debido a
que lo deseas mucho mucho mucho ... No, las cosas rectas y sin
sustos, calmas y sin olas, que molestan el nadar de espaldas. Y sin
poemas, ni metáforas, ni siquiera alegorías, ni siquiera
prosopopeyas que molestan al entendimiento lógico y formal de las
cosas, al normal funcionamiento de la novela de toda la vida de
Dios... Así que, haré un pequeño manual para lectores de
Petrovic,y de “El cerco de la iglesia de la Santa Salvación” (
y de “Atlas descrito por el cielo”, y “La mano de la buena
fortuna” que son como hermanos de éste)...No lean a Petrovic a
quienes no les guste la poesía, pero no ésa de profundas
cuestiones morales y difíciles metáforas (no se asusten) sino la
poesía de bellas imágenes, caprichosas combinaciones de palabras
-elegidas con mimo-, e ideas de sedimento a largo plazo. No lean este
libro si no les gusta los libros imaginativos, rabiosamente
creativos, tercamente soñadores; donde lo etéreo es palpable, lo
inmaterial vive y se reproduce, donde los vientos hablan roban
engañan convencen, los pájaros mecánicos tiene vida, las Iglesias
flotan en el aire, los rezos funcionan, por las ventanas se ve el
pasado, el presente y el futuro, donde los rayos de luna se tejen y
los del sol y los de las teas, y donde las historias habladas se
guardan en sacos y los sacos se vierten en pozos. No lean este libro
si no les gusta la magia de y en la literatura, pero no esa de
varitas y sombreros de copa, sino la que retuerce el mundo, lo agarra
por la solapa y lo vuelca, lo pone cabeza abajo y de sus bolsillos
caen todos sus inventos, mentiras y verdades, lo que oculta y lo que
sorprende: abejas que guardan palabras sagradas, plumas de
propiedades milagrosas, pájaros que vigilan el mundo, las lagrimas
son atrapadas, las imágenes se guardan en frascos para enamorar a
príncipes lejanos, voces que mueven el mundo, los ladrones que
roban futuro, creencias que defienden ideas, espinas de pescado que
acaban con ejércitos, vida que solo transcurren en los sueños. No
lean este libro si no les gusta el arte, por ello no lean este libro
si no les gusta María Callas y A.C.D.C...
Goran Petrovic cuenta en este libro
tres historias, una cercana en el tiempo -pero que nace en el pasado
lejano y en los sueños- y dos historias lejanas: una que da el
título al libro y que cuenta el cerco de la Iglesia Serbia de la
Santa Salvación por parte de guerreros búlgaros y cumanos; otra la
historia del Dux de Venecia y la caída de Constantinopla debido al
ataque de soldados de la Cuarta Cruzada. Todas las historias están
unidas por una finísima llave, tan delgada y volátil como la pluma
de un pájaro. Son historias de guerras y de destrucción: la guerra
de Bosnia que destruye todo, toda la confianza, toda verdad, toda
comprensión, todo futuro, todo lo bello; el cerco de la iglesia que
va destruyendo todo lo sagrado y hermoso que hay en aquellos páramos
y edificios, y el ataque artero de las tropas cruzadas contra la
ciudad de Constantinopla . Momentos, lugares, estados, estaciones
distintas pero donde todo fluye pero donde las cosas parecen ser
evidentemente iguales. Pero también son historias de amor, el amor
de Bogdan , protagonista actual, por su amada y por sus pájaros y
por el mundo, y por la necesidad de encontrar algo que lo salve. Amor
por Dios de los monjes de la Iglesia de La Santa Salvación, respeto
por sus creencias, por su fe que mueve montañas, por su pasado, por
las leyes que lo mueven. Y otro amor, más prosaico, del Dux de
Venecia por el poder y el dinero.
Amor, poder, lucha, saber,
conocimiento, vida, salvación, Fe, tradición, respeto, naturaleza,
verdad, imaginación... de todo ello habla Petrovic. Habla de lo
viejo y de lo moderno, de como todo se une, too está atado y
enlazado. Habla del engaño que producen los sentidos, de como no se
ve el presente, no te lo dejan ver, está atrapado en las vistas de
las ventanas que nos pusieron los arquitectos del mundo en nuestras
casa, los mismos arquitectos que dan información al mundo, enseñan
a las personas, o roban el futuro. Habla de un pasado que conocía
las formas para descubrir los secretos del mundo pero que nos fue
arrebatado. Sí, habla de todas esas cosas serías y podría parecer
que pomposas, pero no dejo de creer que el libro tiene todo ese
componente de parodia, de simulacro de historia de Serbia y del
mundo, pero que en parte pierdo por desconocer primero la historia de
Serbia y , segundo, las claves del pensamiento Serbio actual. Pero
bueno, que no les importe, el libro es tan magnífico como parece. La
verdad es que si miras un paisaje exquisito respetas lo que es,
aprecias como vuelan las aves, como serpentea el rio, como vibran las
hojas con el viento, como destaca el verdor de la hierba y el blanco
de la nieve en la cima gris de las montañas, como suena el susurro
del viento, el fragor de la catarata, pero no piensas que antes
aquello era un mar antiguo. Disfruta del presente...
wineruda
Si después de tan sugerente escrito, no me tienta leer el libro, no te atribuyas la culpa... Es que me dejé la sensibilidad olvidada en algún rincón del desván (entrañable lugar al que se cantaba en una vieja canción).
ResponderEliminarObservo buen gusto literario, un placer pasar por aquí, Wineruda.
Hola Paco
ResponderEliminarMi debilidad por Petrovic es concecuencia de su capacidad literaria, que sea un pequeño desconocido no es óbice para que sea uno de los más imaginativos escritores europeos del los últimos 30 . 40 ó 50 años
un placer encontrarte