sábado, mayo 27, 2017

EL ARTE DE DESGRANAR ALUBIAS de WIESLAW MYSLIWSKI


















EL ARTE DE DESGRANAR ALUBIAS de WIESLAW MYSLIWSKI
2006 Traktat o łuskaniu fasoli

EDITORIAL 451
Páginas 414

TRADC. Francisco Javier Villaverde

Tú, yo, la sonrisa del cómplice, la mirada del niño, la caricia del amable, la sensibilidad de la ternura, la ternura de los cientos de perdedores que no le dan importancia, él, nosotros, las mayúsculas victorias de los amantes, las secuelas de las grandes noches de amor o de alcohol, vosotros, las ganancias de la amabilidad gratuita, los versos libres de rimas consonantes, los poemas que te rasgan los vestidos y el ojo, el ojo rasgado de “el perro andaluz”, las alpargatas de los vencedores, ellos, hasta usted,...todas esas cosas desaparecerían sin la memoria, sin el simple, escueto, estrecho derecho o ejercicio fútil o desatino o esfuerzo o casualidad o, incluso,  delirio alcohólico de una noche agraciada o desgraciada de recuerdos, o de flash alimentador. No, nada existiría; estamos pendientes , dependientes, de que algo o alguien nos recuerde o nos haga recordar los hechos, que sin ello -ellos- seria, seríamos, la  nada; acaso fotos en alguna estúpida instantánea refleja y compulsiva de algún móvil que alguien olvidara o borrará  en su esfuerzo por atrapar todo lo que sale al encuentro de sus ojos, sin comprender que nada es todo, y todo es nada si no comprendes, sorprendes, amas, das vida a lo que quieres y haces recordar . ¿Y lo impalpable, y lo incorpóreo, y lo terrible y lo amado, y lo etéreo y la sorpresa, y el odio, y la rabia? ¿Quién sabrá de ello?¿Quién nos dibujará y nos pintara de rojo odio y blanco sabio nuestro pasado cuando no estemos? ¿Quién sabrá que bajo nuestra apariencia de tristes, alegres, estúpidos, inteligentes o tiernas personas éramos algo más que una foto vacia, retraída y desvaída en un cuaderno para demostrar que estudiamos secundaria con un montón de desconocidos y que son tan espectrales como ahora las de los daguerrotipos de hace mil años cuando ya hayamos muerto?¿Qué queda de la nada si no hay nada que quede de nosotros acaso una herencia mal pagada y una pagoda de palillos y un infiernillo para té de bolsitas que morirá en algún templete de una casa de muñecas?


“El arte de desgranar alubias” bajo su título de libro de cocina para principiantes poco inspirados, o, todo lo contrario, para sibaritas genios de la cocina de autor de rostro de revista. Debajo de ese título, se esconde una genialidad, un libro que atrapa todos lo que deben tener los libros, pero es que todos, sin faltar ninguno, no falta ni una señal, ni una rama que indique el camino, ni la trampa para cazar ratones para  que no se coman el papel...No, no falta nada de la alta literatura, de la de levantarse , saludar, levantar el sombrero que tanto obsesiona y marca al protagonista, y saludar a un escritor que si algo le falta es que se le conozca...aquí...

“EL arte de desgranar alubias”...¿Qué es? Un monólogo.
¿Un Monólogo? No. Es un falso monologo, o quizá tramposo, o demasiado listo-a saber-, el autor obvia a uno de los protagonistas de la conversación y deja que el vigilante, conteste las preguntas fantasmas -llegadas del vacío- que el otro hace y, sobre todo, sacie su impulso de contar su historia, y con su historia... la historia de Polonia antes y después de la Segunda Guerra Mundial, y que la historia de Polonia hable de la vida de la gente, la jodida vida de la gente que pelea por el mundo -todo el mundo- por vivir, por conservar existencias y estancias, por sobrevivir, y por no olvidar y por enfrentarse a la vida aquí y allá, en desigual combate....

Una persona sin nombre aparece en la caseta del vigilante de unas casas de campo, probablemente -¿probablemente?- buscando alubias; el vigilante comenzará a desgranarlas de sus vainas con la ayuda de ese desconocido visitante, y en el transcurso de ese ejercicio, medio culinario y medio social, a la forma de las viejas reuniones alrededor de la abuela que contaba cuentos de Andersen o Perrault a su manera:; el vigilante, contará su vida, (a golpe de recuerdo que va y viene, que salta, disgrega, dispersa, digresiona, recuerda y olvida y vuelve a recordar) la vida de esas casas de campo , esa zona y sus habitantes y la suya propia, oriundo de allí.. Su vida, caída en el hoyo de la historia en el que Europa, y con ella Polonia, se hundió en la lodazal de sangre, odio y muerte; en una historia que saldrá desde los -pocos- años felices en ese mismo sitio donde ahora se alzan los chalets , cuando era niño y la terrible llegada de esa los nazis en la Guerra mundial, Y la muerte...muerte de su familia, de asesinatos, fuego, la nada, el furor ciego de la herrumbre mental, el miedo, odio, desgracia,, Y luego la llegada de los partisanos. salvación pero muerte otra vez; y al acabar la guerra: la escuela para niños perdidos,-y sus historias de vejaciones , hambre y energía comunista desvencijada- y sus vida de aprendiz de electricista y su interés por la música y el saxofón. Esa escueta historia, así contada desnuda y en papel blanco desnudo, en verde blog o blanco impresora, no deja de ser una expresión pobre de una novela que no merece tan escasa y tan resumida explicación,. El libro no es eso, o no es solo eso; el libro es un recorrido , a salto de recuerdo, a salto de digresión, a herida sangrante sacada del cerebro, a herida limpiada por el tiempo, a cicatriz vencida y a victoria perdida que el cuidador de las casas de campo va contando a su compañero desgranador de alubias. Todas esas cosas y vivencias  que caen como años, años que saltan de niñez a la vejez y de juventud a la  niñez y de padres a su abuelo y a esposas y muertos y a vivos y a desgracias y a viajes al extranjero-de orquesta en orquesta-,  y a la llegada de los soldados y su olor a muerte y sus fuego de muerte; y, acabada al guerra, la llegada de las escuelas de firme poder comunista y los ejecutivos, comisarios comisionados, jefes, generales, burócratas comunistas de firme poder insensato, y de sórdidas paredes desnudas de todo lo que no sea pensamiento único, y ceguera y corrupción y necedad, y nuevos lugares con viejos trajes de lujo.


Y sobre todo, el libro, se llena de personajes; personas que dejan huella, personajes que no son nadie, no tienen nombre, pero que siempre pasan por la vida del desgranador de alubias que cree reconocer -como un rastro de avión en el cielo que parece el mismo siempre o parece  reconocer ojos o la sonrisa de alguien que sin duda reconoces y la manera de andar de otro alguien que crees que has visto toda la vida- porque todos son parte -parecen serlo, deben serlo, deberían serlo- de su pasado y si no lo son, se asume que deben serlo para poder sobrevivir. Él sobrevive de recuerdos así que todo es recuerdo aunque sea falso, aunque no sea ciertamente cierto -o sí, nadie puede saberlo-. Las personas necesitan tener pasado -uno o muchos- y contarlo, aunque sea para que por un momento y en algún lugar y en algún instante, alguien sabrá que existieron y tú  sabrás o ellos sabrán que les -te- gustaban los pasteles y los vinos espumosos y la vida ajetreada, y el olor de la magnolias, y los pasteles dulces y no le -te- gustaban los trenes, y que -ella- quiso ser actriz o que no quiso ser nada, o que vivió, suave, sin ruido por las calles de esa ciudad ruinosa.

Y el desgranador de alubias debe contar que hubo una enfermera que lo ayudó, y una viuda que le acunó y un mujer que lo quiso y un tullido que le enseñó lo que es el saxófono y la música, y que aprendió que hay amor y que no lo hay, y que no hay nada y que lo hay todo, y a beber y a olvidar para beber y beber para olvidar y a huir y salir de donde te conocen, -pero solo un instante-; aprendió que solo cuando se separen, cuando eso se acabe acaso quedarán lo que ha conseguido que se prenda de la mente y de la curiosidad del oyente, vivirá ese instante o esa eternidad o esa nada,(sea en al imaginación , sea en el misterio de la duda o en el seguridad de que estuvo allí). O quizá necesite que los nombres de las tumbas de los muertos que allí viven en el bosque donde la guerra aun sigue , se sigan leyéndose para que vivan, siempre vivos , hay que vivir en papel o en el mundo o en el spray sucio que mancha la nada, O en los espacios donde las pequeñas cosas crean rabia y la rabia crea pequeñas cosas y los sombreros crean mundos y los fantasmas nacen de las fotos y escriben nuevas historias y no dejan que nadie se aproveche de ellas.

A veces, todo se resume, en luchar para que el olvido no sea el intento del alcohol para no reconocer la realidad, la realidad es la que es, te joda o no, es lo que hay, seguirá viviendo mientras tú merezcas la pena

El mundo de este libro, el espacio , el ambiente, la voz del narrador, la historia, el lado real de lo que quiere contar, la luna en estado creciente que va perdiendo la oscuridad y que pronto será luna llena, es de lo mejor que he leído en los últimos años

Mis respetos ...
Mi pena porque será pasto de alguna limpieza de alguna librería que no lo vendió, de alguna biblioteca que no lo quiso, de algún horno que necesitaba alimento, que buscaba cosas que hicieran pensar, pero así son las cosas...
Mis Respetos Wieslaw
Yo al menos sé que en España hay un libro que nunca estará -no estuvo- en la mesa de maravillas de último grito, de esas de amante recién salida en la revista del corazón, o que bailaban can can con medias de rejilla en portentosos palacios, pero que tú libro es infinitamente mejor que el suyo.


14 comentarios:

  1. Madre mía, Wineruda ¿de dónde sacas estos libros? :D Ahora me volveré loca buscando una librería que sí lo venda o una biblioteca que sí lo haya querido... Por lo pronto parece descatalogado :/

    Si es que me creas necesidades ;)

    Un abrazo, Wineruda

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  2. Hola Ana

    Te contaré mi secreto para encontrarlo. Es mi otro yo que es argentino :) cuisate2

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  3. Jeje, es gracioso lo que dice Ana, ella misma es causante, felizmente, de haber engordado mi libreta con sus lecturas. En cuanto a ti, mejor ni hablamos… ;)

    Aunque en este caso no me pilla de sorpresa, y por eso me ha provocado un “subidón” ver este libro de Wieslaw Mysliwski pues, aunque aún no leído, puedo decir que es un viejo conocido, lleva algunos años apuntado con lapicerillo de Ikea en mi libreta verde que, de las otras, es la que más solera tiene.

    Además lo tengo apuntado junto a otro sorprendente polaco, Bruno Schulz (aunque en la actualidad su ciudad pertenece a Ucrania, antes era polaca). Es autor de un libro de relatos que ha fascinado por su belleza rara y antigua, “Las tiendas de color canela”. Ni que decir tiene que lo conocerás.

    El subidón que te comentaba es porque éste que nos traes estaba en nómina para embarcarse a Perú, (ya lo tenía localizado) con la lista que elaboré en mi última estancia allá, hace 2 o 3 años.

    Al final solo me llevé a Llosa, al italiano Maurizio Maggiani y un magnífico libro de Cuentos Reunidos de Abraham Valdelomar (peruano también, y buen amigo de su paisano Cesar Vallejo). Volví con más, claro :)

    A decir verdad, ya no es sorpresa que ambos solamos encontrarnos en estas sendas (libros) poco transitadas.

    Venir a tu blog es eso mismo, abandonar la saturación de las autopistas (sustitúyelo por libros omnipresentes) y circular por solitarias carreteras secundarias (sustitúyelo por… “esos otros” libros) admirando un paisaje maravilloso y escondido a las multitudes.

    Cuídate Wineruda ;)

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    1. Al pobre Bruno lo leí hace mucho, en una edición de sus dos libros juntos, pero lo releeré porque ahora lo comprenderé mejor -me parece , igual no-, tengo una larga fila de escritores polacos leídos, me dio por ello. jjaja ahora me ha caído del cielo valenciano y de manos de mi alter ego (mi casi yo) patagónico, este libro y estoy muy contento -mucho-, tanto que hasta he recuperado -por empatia y simpatía- unos discos que tenía olvidados de un grupo polaco de rock progresivo que oía y oía y me han vuelto a la cabeza "riverside" hasta parece que encajaban en la lectura del libro.

      un abrazo
      cuídate

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  4. Es curioso cómo se entretejen nuestras lecturas, Wine. Resulta que me había llamado la atención cuando hojeé aquel listado de 1000 libros que habría que leer y, apenas tuve la ocasión, me hice de un ejemplar digital. Hace poco estuve a punto de iniciarlo y me incliné por algo más breve...
    Me ha encantado el primer párrafo; tu costado literario y poeta se presenta en toda su magnitud y es un plus para quien te lee.
    Contagiado por la presencia de tan buenos lectores allende el Atlántico, deberé preguntarme si mi otro yo no tiene origen español.
    Yendo al libro, parece muy interesante el estilo narrativo, la forma como se repasa la historia de Polonia y esa lucha constante para eludir el olvido que seremos, eso de que hablaba Abad Faciolince. Me recuerda a la peli Eterno resplandor de una mente sin recuerdos, único film en el que me gustó la interpretación de Jim Carrey.
    Gracias por recordarme lo que me estoy perdiendo.
    Un gran abrazo.

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    1. Hola Marcelo, los yos suelen multiplicarse en nosotros y abundan y hace falta que pase eso par como mínim pasarlo bien. :)
      Las alubias te estarán esperando, seguro que te sientes bien elimentado por ellas..

      cuídate

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  5. Ya lo tengo apuntado. Me interesa mucho, ya sabes cómo me interesa lo ocurrido en esa época, Polonía fue el peor sitio en el que se podía estar durante esa gran matanza que fue la II Guerra Mundial. Forma parte de las llamadas "Tierras de sangre" (así las llama el historiador Timothy Snyder).

    Ya me guiarás para encontrarlo.

    Un abrazo.
    Gabon

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    1. DIficil tema encontrar este libro, Revolver Roma con Santiago y así y todo...:)
      pero se podrá intentar
      cuídate

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    2. Pues me lo tendrás que prestar si no aparece😊

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  6. Magnifica y descriptiva la reseña hecha por Win, de este libro. Como siempre ( aunque ya no me sorprende) quedo "embobado" por la argumentación de la historia puesta en escena. Este Win da para mucho más que escribir reseñas. Win , debe incursionar en la creación literaria; debe escribir un libro; qué digo ,uno, decenas puede. Yo sin dudas los compraría todos. Veré de tratar de conseguirlo y tengo una idea donde.
    Que más se puede decir. Leer y deleitarse con este tremendo analista de cada obra que pone a consideración de sus lectores. Y no hay nada más; lo demás es fuegos de artificios, duran un instante y luego ¡plop! desaparecen. La obra y trabajo bien hecho quedan, tal como las pirámide de Egipto.No me canso de aplaudir.

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  7. Magnifica y descriptiva la reseña hecha por Win, de este libro. Como siempre ( aunque ya no me sorprende) quedo "embobado" por la argumentación de la historia puesta en escena. Este Win da para mucho más que escribir reseñas. Win , debe incursionar en la creación literaria; debe escribir un libro; qué digo ,uno, decenas puede. Yo sin dudas los compraría todos. Veré de tratar de conseguirlo y tengo una idea donde.
    Que más se puede decir. Leer y deleitarse con este tremendo analista de cada obra que pone a consideración de sus lectores. Y no hay nada más; lo demás es fuegos de artificios, duran un instante y luego ¡plop! desaparecen. La obra y trabajo bien hecho quedan, tal como las pirámide de Egipto.No me canso de aplaudir.

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  8. Hola JOsé
    Nunca he estado EN Egipto pero hay alguna piramide en franca decadencia jajajç
    es broma
    un abrazo

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  9. jajajajajajaja y te lo puse dos veces para que no seas cabezota. Gran abrazo de las tierras gélidas.
    PD/ La pirámides han de caer algún día, pero allí estarán los filmes y libros que hablaran de ellas. A estos libros y filmes los destruirá también el tiempo, pero al fin quedará la memoria.

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    1. Cierto, pero la memoria solo quedará si a alguien queda que le interese algo.
      Acaso solo quedan las historas de algún programa de tv y algún libro de autoyuda que ayudan mucho a todos los que les ayudan a ganar dinero.

      cuídate

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