ÁNGELES DEL UNIVERSO de EINAR MÁR
GUDMUNDSSON
englar albeinsins 1993
Siruela 179 Pág.
Trad. José Antonio Fernández Romero
¿De dónde aparecen las heridas?¿Desde
qué apartado lugar surgen para cruzar nuestra piel, nuestra mente, nuestros ojos
y se quedan en forma de cicatrices efímeras o se quedan como llagas
inmortales? ¿Cuáles son más profundas?¿Serán
más profundas las de las manos o serán las de los brazos o las de los ojos, o
serán las del alma o aquellas que desbrozan sentimientos y
requerimientos: las heridas de la mente?¿De dónde nacen las heridas
que marcan el cerebro, el comportamiento , el modo de mirar el mundo
y el modo que te mira el mundo?¿Y dónde se oculta
la vida que se pierde entre visiones terribles y voces que se escuchan de la nada
y te hablan desde lo profundo? ¿ Dónde escondemos la vida que desaparece en
hospitales y sanatorios para enfermos mentales?, ¿ Y dónde se ha
perdido la vida que se va en ese miedo que se ve en los ojos de los
otros o el miedo en los ojos que están detrás del espejo? ¿Qué
pueden los heridos, los enfermos, los llagados, los enfermos
mentales, sí los locos, esperar de la vida en ese manto de espinas y clavos y cristales rotos
que cubre las calles y los suelos y las sábanas de las casas; de
ese no poder descansar nunca, entre pastillas que dan y quitan vida,
entre vacíos que dan locura, locura de existir, de vivir, de no
poder vencer ni ser derrotado? Nada sale, nada entra en el futuro, ni
el pasado, solo un presente de pastillas o de huidas o de sanatorios
o de errores que no van a ningún sitio; solo parece existir un lugar circular, del que
entras y sales, en el que giras para dar la espalda y la cara a la vez, que
hiere, que saja los ojos, y revienta las venas, y la memoria. Todo
parece nacer y morir, día tras día, dentro de una mente desnortada que no
sabe dónde ir, siempre huyendo; el futuro es huida, todo es huida.
Päll nos cuenta su vida desde un
lugar y un tiempo indefinido en el futuro, y desde allí nos habla de cómo ha sido
su existencia, de cómo comenzó, incluso antes de nacer, a ser llevado por una
vida que otros querían; llevado desde los sueños de su madre embarazada, habla de
su vida infantil en el campo donde vivía libre, feliz, entre amables
lugares, y amigos y familia que no estaban lejos, siempre estaban
cerca, cerca de él y su mente; siempre cerca: Toda su vida en aquellos momentos,
controlada y amable, está suspendida sobre su hombros y está en
los raíles, como de tren, por donde piensa que trascurrirá su
destino, transcurrirá su modo de existencia normal, apacible,
cansino o amable, aburrido y feliz, sensato y contenido. Päll
piensa, desde un futuro que sobrevuela todo su mundo, en cómo su
llegada a la ciudad es la llegada a un mundo duro y cruel; a un
mundo donde nadie quiere a nadie, un lugar oscuro, en los sótanos
donde viven, nada quiere ser feliz, nada quiere que sea feliz; las
casas invaden el cielo, las calles son avisperos de cosas rotas, de
amigos rotos, de nada. Päll pasa así la vida, entre nuevas escuelas,
nuevas casas, diferentes amigos, nuevos hermanos, nuevas formas de ver el
mundo. Päll, revive el pasado, que va y viene, en el tiempo y en el
espacio: va al sanatorio y vuelve a la adolescencia, va a casa
atemorizando a sus hermanos y padres y vuelve al sanatorio, o la casa
donde vive alejado del mundo y vuelve a su noviazgo de juventud, al
primero, donde él vio torcerse todo, o simplemente es donde vio
su cara en el espejo, directamente, sin más caretas, y allí vio su
primera huida; sí, siempre su huida. Ve desde el futuro el alcohol
que ciega sus pasos y las ganas de ser diferente, y se ve , otra vez,
volviendo de nuevo al hospital, con sus nuevos amigos que son los
residente en la institución psiquiátrica; sí, son los enfermero, y
los médicos, ellos son su nuevo mundo y, con ellos, sus propios
compañeros de encierro, con sus cicatrices enormes que se cruzan de
lado a lado, de mente a mente, de golpe a golpe; sus amigos que van y
vienen como él del sanatorio, entre pastillas y aventuras lejos de
sus camas de habitación protegidas, como niños que huyen del
colegio; ellos avanzan entre sus identidades rotas, sus pasados que
han desparecido, sus mentes eternas de locos para siempre, de eternos
enfermos , de rotos muñecos para la vida.
Päll, va y vuelve de la borracheras
desaparecidas, y de las perdidas de conciencia, de sus peleas y sus
abrazos, de sus amenazas, de la mente que naufraga, y se
pierde, no siente miedo. Tampoco siente que hizo mal, porque él se reconoce en
sus movimientos, en sus actos, pero no lucha contra sí mismo, contra su modo de actuar o ver la vida; él, para sí mismo, es así, no
puede ser de otra forma, no puede combatirlo, no puede vivir la vida
entre pastillas y no puede vivir sin ellas, no puede existir y debe
existir...
Gudmunsson, no pone filtros en la
herida, no restaña nada, no sale humo de su llaga cauterizada, no
quiere hacerlo; muestra un mundo ajeno a la vida que poseemos; ha
quitado el paraguas y nada nos cubre y llueve sobre nosotros, llueven
gotas que queman, pero que hacen abrir los ojos, para ver ese lugar
alucinado y alucinante que es la mente del enajenado, o del loco, o
del que sufre o del que no es él, o del que ya ha dejado de ser él,
o el que ya no será o del que se pierde; pero que él,
Gudmunsson, quiere mostrarnos su lado, el lado del que, realmente, se ve cuerdo,
no se ve loco: mostrarnos el lado, la visión, del atormentado, del que busca, del que busca
ser él, del que algún día quiere ser , de nuevo, él, el que
quiere encontrarse. Sí, nos muestra la visión del que nos da miedo ver, encontrarlo en la calle, en la vida, en el ascensor, del que no
sabemos nada, del huimos o rechazamos; ese punto de
vista que nos da miedo, por no querer saber o por no poder saber.
El corazón que palpita en el lado
oscuro de la luna aparece en este libro, ese que ríe y llora y grita
y se calla, lejos, siempre lejos.
Me tientan tus palabras, me gusta esta historia que nos traes desde mi admirada Islandia, sabes que tengo debilidad por aquellos parajes y la literatura que fluye de allí. De hecho tengo dos autores islandeses (Sjon y Thor Vilhjálmsson) en un lugar destacado de mis estanterías, siempre visibles, para que no se me olviden que están ahí, esperando su oportunidad. No he leído nada de EINAR MÁR GUDMUNDSSON, pero me basta esa mirada que despliegas para saber que no he de pasarle por alto, desde luego que no… el tema de la locura ejerce mucho magnetismo.
ResponderEliminarEl pueblo islandés me fascina, viven entre la locura que provoca una isla remota y sumida buena parte del año en la oscuridad septentrional, y la restante en la claridad total del sol, en un paisaje casi lunar, y luego son gentes poseedoras de un sentido común (hemos visto su reacción frente a la crisis económica) como pocas en Europa. Son magníficos poetas y escritores.
Lo apunto ya.
Gracias Wineruda, un abrazo y cuídate.
A ver ahora quièn no lee a Sjon y a Thor Vilhjálmsson :), lo cierto es que ya apunté esos nombres otra vez que los citaste, y los estudié, de ello elegí algún título: me atrajeron "El zorro ártico" y "Maravillas del crepúsculo" de Sjon, y de Thor Vilhjálmsson, "Arde el musgo gris", a los que he añadído la promesa de buscar -comprar- libros de Laxness.Y sin ser islandes estoy en plena faena de encontrar en mi biblioteca, debido a unas líneas de este mismo libro que reseño, "El maravilloso viaje de Nils Holgersson" de Selma Lagerlöf...
EliminarUn libro lleva a otro, un buen lector como tú me lleva a otro...y así aprendemos..
cuídate Paco
Pues esos tres títulos islandeses que citas son los que tengo. Me encanta Selma Lagerlöf, autora que leí de jovencillo, y a la que vuelvo a leer, pues "El maravilloso viaje de Nils Holgersson" es un cuento que leo a mi hija mayor. A Laxness lo leí por los 80, en la misma época que a Lars Gustafsson, autores que pretendo releer. No te olvides de un poeta islandés, magnífico, aparecido en mi blog, Jóhan Hjálmarsson con "Búsqueda" ( a éste no dejo de releerlo :)
ResponderEliminarAsí es, amigo Wineruda, un aprendizaje mutuo ;)
Cuídate.
ya he encontra el libro de Hjálmarsson, y por suerte en la misma librería están la antología de Frank O'Hara que acaba de sacar Kriller71 y los poemas completos de RObert Frost, y como no salgo en semana santa, me doy el derecho a comprarme los tres:)
Eliminarbuen día jaja
cuídate gracias
Estimado Atlas, aprecio su reseña, nos lleva a Islandia, un lugar aún más lejano que el "Finisterre", bien en el borde del plato.
ResponderEliminarTengo entendido que se trata de una tierra de costumbres muy muy raras, mirado desde el cristal de este mi mundo occidental cristiano. Sé que le habitan gentes sin nombre propio, son hijos del anterior y del anterior y del anterior, lo que resulta muy complejo de entender, nadie es sí mismo. No son personas tampoco individuos, son un conjunto de seres que van siendo hijos de los anteriores, no necesariamente coexistentes en igual intervalo de tiempo. Eso es raro. Yo soy Selva, soy única una vez dado y compartido con quienes quiero que me nombren. Ahí dejé de ser individuo.
Es el lugar del planeta con mayor índice de publicación de libros per cápita, prácticamente el 100% de la población es autor publicado en papel, financian sus publicaciones y las tiradas son muy pequeñas. Esto entre otras cosas hace que año a año Papa Noel les visite cargado de libros, libros y más libros y el Atlas tenga n títulos. Abren los regalos y empiezan a leer en un tiempo donde la noche nunca es madrugada, sigue siendo noche casi todo el tiempo medido en estaciones, no sé si hay desayuno.
No beben alcohol salvo cuando quieren emborracharse (get drunk), se privan del sabor del vino, solo buscan su alcohol.
Tipos rarísimos. Con el mayor de los respetos, no estoy tan segura de si cabría decir que compartimos especie.
Dicho eso S. Wineruda, a esta primate le provoca consultar al Atlas sobre Akutagawa.
Ese japonés en algo se parece a los islandeses. Escribe y describe una sociedad donde la ética de máxima es otra cosa bien distinta de la nuestra, más aún desde la perspectiva de una mujer.
Es así que dejando de lado el placer que en su tiempo me diera su lectura, nunca estuve demasiado convencida de haber entendido algo, aquí vivimos en coordenadas cartesianas, esa gente en polares.
Reciba mi saludo y las felicitaciones del caso, bien merecidas las tiene por la reseña compartida, otra vez paso, pero vea que me acordé del japonés y eso valió.
Bienvenidos equinoccios, cada cual con su cada cual, azares unos, cosechas otros, felices pascuas, Selva
Pues a mí los islandeses me ganaron el día que dejaron hundir sus bancos en crisis sin darles dinero a espuertas, sin sentido y sin más razón que proteger al que más tiene...
EliminarGracias por el comentario del japonés y estoy de acuerdo con que los escritores japoneses tienen un sentido distinto de mirar el mundo y los libros, ahora que estoy agarrado a varios libros de haikus como si me fuera la vida en ello, los comprendo un poco más, pero poco , entiendo su relación con la naturaleza, eso sí todo mirado desde hace siglos, que opino que la contemplación de la naturaleza con un tren ultra rápido al frente es menos contemplar, pero así es la literatura, todo un ejercicio de suposición... Y los japoneses saben de suposiciones y abstracciones, ese es su truco, creo :)
cuídese Selva
Hola, Wine
ResponderEliminarHa sido leerte hace algunas semanas y salir a la pesca del libro, que por fortuna encontré. Así como dice Selva, los islandeses parecen pertenecer a otra especie. No son los únicos.
Me resulta interesante la mirada de alguien que se sitúa 'del otro lado' -lo digo así, porque no me queda muy en claro aún quiénes son los cuerdos y quiénes los locos- y nos narra su acontecer.
Gracias por descubrirme autor y título, Wine. Y por tus líneas que fortalecen mi interés.
Cuídate mucho.
Me alegro que lo hayas encontrado, es un libro para mirar por encima de la valla, no es un libro al uso...afortunadamente.
EliminarLos islandeses son diferentes, ahora he descubierto sus músicos, que también lo son.
Para los pocos que son... menuda sensibilidad gastan..:)
cuídate
gracias
No leo
ResponderEliminarpero me gusta como escribes
Gracias por lo que pones; veo que escribes, y si así escribes deberías ser una lectora sin remedio, la sensibilidad, como la tuya, describe a los lectores.
Eliminarun saludo
Sr. Atlas qué puede decirnos de Roald Dahl, a mi me gustó mucho en su momento, La cata es un muy buen cuento.
ResponderEliminarPerdón porque no es islandés sino inglés pero entre islas anda, y como solo consulto vuestro Atlas es que pregunto opinión.
Gracias desde ya.
A modo de saludo siempre me dice cuídese, lo que me pone en alterta, es qué debo cuidarme en algo relacionado a esta comunicación o es algo más?
Imperativamente le pido me conceda el favor de ser feliz.
Selva
PD Ya que estamos con las islas, quizás algún día pueda explicarme qué es eso de los chuetas. Por mis abuelos soy ciudadana del reino del Atlas(un oximoron), soy manacorí. Allí en Mallorca están esos chuetas que llevan mis apellidos y hasta mi nombre, el que ciertamente ya vemos que no es cristiano salvo por el María que le precede.
Hola Selva de origen mallorquín, debo decirle de Roald Dahl que, habiendo leído sus libros infantiles, como todo el mundo, o casi, y que, habiendo visto sus películas no del todo fieles, aún asi, quizá por la edad, uno se queda con los cuentos para adultos,. Por lo demás nada más que decir de Roald Dahl; acaso debería decir que es un tipo peculiar, de esos que entre los escritores de ahora pocos quedan. Aún debo contarle un sucedido: me ofrecieron dos libros de regalo a elegir, los cuentos completos de Roald, y los cuentos completos de Andrés Caicedo, me lancé sobre los segundos de cabeza...;)
EliminarLo de cuídese es una manía mía, decir adiós no me gusta, hasta luego... sería mentira, que sea feliz ...es muy personal, tenga hay gente que se resiste a ello; hasta siempre... muy radical, que le vaya bien..pudiera parecer peyorativo; besos ...muy personal también; así que el más acertado es cuídese, además se preocupa el que lo dice por la buena salud del saludado/despedido.
P.D, En cuanto a lo de Chueta, lo cierto es que no conocía ese denominación de un grupo racial de Mallorca. Le puedo decir que abundan en España muchos grupos, digamos raciales, que tienen denominación propia; me refiero a grupos étnicos pequeños, como los maragatos en León o el que más conozco; los Agotes vascos; esta población -si le sirve este ejemplo de una grupo en esencia similar al que le preocupa- estaba discriminada hasta bien entrado el siglo XX, por razones mayormente religiosas,. Las teorías hablaban que eran hijos de leprosos, pero la que ahora está más aceptada, y que yo creo, es que son descendientes de los cátaros.
En cuanto a los que a usted le preocupan, como no sé sus apellidos no sabría decirle, pero por lo que leo:; que son un minoría de origen judío; creo entender que la diferencia tan concreta se debe a que siendo Mallorca una isla, la condición de una parte de su población fue evidente -y separadora o discriminatoria o solo descriptora, para sus habitantes por el hecho mismo de ser isla; porque habiendo pasado en el resto de España no suelen tener una denominación exacta, en general, que no fuera Marranos(judíos convertidos)) o que no fueran los apellidos -nombres de oficios(Panadero, Barbero, Cantero...) o de flores (Rosa, Flores..) o los de ciudades o pueblos-incluyendo el gentilicio-...que en general son reconocidos como de origen judío, repito que en general.
No sé si le he ayudado demasiado, pero me queda lejos Mallorca y Roald Dahl, -más que Caicedo, hágame caso-.;)
Cuídese Mucho, señora María,...Selva... o así:)
Estimado Atlas, muchas gracias por la información y sobre todo por el tiempo dedicado a salvar mi inquietud.
ResponderEliminarNo leí nada de Caicedo, no sé quien es. Sí deducir que valdrá lo suyo porque quien le puso en el dilema de elegir sabrá de su "paladar negro" en letras, música y esa manía de caminar junto al río bajo una lluvia torrencial.
Yo hubiera elegido Dhal aún sin conocerle, suena a inglés. E inglés es sinónimo de inteligencia, prudencia y educación, admiro el coraje de Enrique V, la pluma del bardo, la carta magna y hasta el brexit, por si fuera poco mi bebida predilecta es el té.
Gracias por todo esto de los chuetas. Efectivamente mis 4 apellidos mallorquines integran la lista de los apellidos malditos, no sé si por conversos o por no serlos. En mi caso los ancestros eran mayoritariamente ateos aunque hubo una tía abuela monja, unos cuantos militares muertos en la campaña del desierto cuando Franco aún no era ese franco.
Por eso de la reciprocidad intrínseca al ser humano comparto este mini-cuento de autor no inglés (como te digo una cosa te digo la otra):
“A pesar de lo que digan, la idea de un cielo habitado por Caballos y presidido por un Dios con figura equina repugna al buen gusto y a la lógica más elemental, razonaba los otros días el caballo.
Todo el mundo sabe -continuaba en su razonamiento- que si los Caballos fuéramos capaces de imaginar a Dios lo imaginaríamos en forma de Jinete.”
“Caballo imaginando a Dios”, Augusto Monterroso
Insisto en mi deseo de manera que sea feliz. Para cuidarse está la medicina preventiva y la cuota de suerte necesaria cuyo reparto no me fue dado quizás por eso de los chuetas.
Selva (trato de no escuchar por María Selva, mamá solo lo usaba para regañarme)
Estimada Selva, mis paseos por lado del río son, más que manía, defecto, puesto que no me gusta demasiado el mar, me gusta el río que es más manejable o maleable(el pobre); y no es que necesite pasear junto al río, pero mi ciudad está calvada en un valle estrecho en el que el río está presente de lado a lado,-claro-, eso sí cuando le dejan, que el pobre está oculto la mayor parte del recorrido; así que como pasa bajo mi pasa, tapado, y voy a visitarlo en los pocos sitios donde aparece, así que siempre, sobre todo cuando llueve, voy a verlo furioso, que calmado es más bien aburrido, así que lluvia paseo y río van siempre unidos.
EliminarYo tengo un apellido de origen judío, y otros de muchos otros, una parte de mi familia anduvo mucho, pero la materna que no se movió en 5 siglos de un radio de 15 kilómetros(gente seria).
El solicitar el cuidado de uno mismo, u otro mismo según como se mire, es cuestión de preocupación por la salud del aludido, que siendo lejano y poco alcanzable, y por lo tanto no poder ser ayudado por la mano solícita del que lo solicita, es menester que sea ese aludido cuidadoso con su salud, para tranquilidad del primer solicitante. -Note usted, Selva, la influencia de Marx -Groucho- en esta disertación.
Cuídese con cuidado Sra (o srta) Selva.
Con aprecio “El que sostiene el mundo”
señora, señora, 37 años de matrimonio y contando, muy bien.
ResponderEliminar(me casé a los 24 años, agrego para sacar la añada)
(Marx Twain escribió por ahí, cuídate de las mujeres que dicen la edad, y aquí en Uruguay me tienen a mi)
de manera que resulto en una señora mayor casada, ingeniero por vocación mallorquina heredada, y a la que le hubiera gustado ser abogado si hubiere elegido desde el plano consciente (lo otro fue un trabajo subliminal), pero tampoco me arrepiento, me va bien, solo soy un ingeniero al que de tanto en tanto le gusta tirar un gato sobre la mesa, eso lo habrán notado, hace pensar al inteligente y pone en aprietos al arrogante.
Señor Atlas vuestro actual equinoccio es épocas de lluvias, ríos caudalosos plenos de resaltos, de manera que le veo muy mojado y feliz, hasta la próxima. Vea de renovar la reseña, de islandeses creo ya estamos bien. Selva