CUNA DE GATO DE KURT VONNEGUT
Siempre he pensado que el pensamiento crítico debe existir,
un planteamiento vital sano no debe alejarse de tener una mirada crítica para lo
que le rodea, un acento en las cosas despreciables, un dedo acusador que olvide
la nariz y señale donde hay algo injusto, un desprecio para lo que no está en
los valores que un ser humano debe tener en su concepto vital. Conceptos despreciables como: nacer para
matar, nacer para despreciar, nacer para discriminar, crecer para odiar, crecer
para despreciar, crecer para caer en las mismas honduras de seguir cómodamente
al mundo y odiar por raza, por sexo, odiar por nacimiento odiar porque sí,
porque soy mejor que ellos, odiar porque así soy, odiar porque …Y... odiar por
creer tener la verdad, odiar porque te han enseñado a odiar los periódicos, las
religiones, me es inconcebible una religión que patrocina el odio, que soflama,
que levanta la mano para señalar, que da micrófono para odiar, por creer tener
la verdad absoluta y sacrificar todo por ello.
La mirada crítica debe limpiar terrenos baldíos y nevados,
debe secar neveros o inundar desiertos, no importa, solo hay que tener un concepto
de lo que es justo, la vida es justa, la supervivencia es justa, el amor es
justo, la mirada limpia es justa, la mentira no es justa, mentir para ganar, el hambre no es justa, la guerra no es justa, el deprecio porque eres distinto tampoco. Enseñar a odiar o a temer porque eres distinto no es justo, es despreciable, el "cada día soy mas racista" que se dice en la calle es estúpido, tú no puedes odiar a todo un pueblo, a mil pueblos, a 100 mil personas, no las conoces, ...es estúpido.. La
mirada crítica de Vonnegut siempre es de defensa del más débil, la mirada del
que quiere cambiar el mundo, pero no para que sea el mundo de ellos, de los
fuertes de los que tiene más armas, de lo que tiene más periódicos o televisiones,
de los que aman ser ellos solos. Se parece, Vonnegut, en la lejanía a la sincera
inteligencia premonitoria de Twain. Vonnegut no tiene medidas tintas, no tiene
acasos o peros, no mira si vienen los coches por la derecha o la izquierda, su
fiera mirada no soporta ventanas ni muros, no va a pararla valores patrios
o políticas correctas que no existían
pero que a Kurt le hubieran venido al pelo para machacarlas, políticas que en
aparente soberbia liberal , son una trampa de mercaderes, de los de siempre
para domesticar ideas, para domar idea, a fin de cuentas eso políticamente correcto no deja de
ser lo efecto de las enseñanzas que han dado, que han provocado desde televisiones,
desde prensas, desde los púlpitos o
desde las escuelas, destino de pedagogos domesticados, de telefilmes para
mentes para desmotar, triunfos dirigidos, princesas de Disney con el zapato de
oro roto, o príncipes de Hollywood con la nariz quemada por la cocaína, nos
hablan, nos muestran el camino para el buen vivir, el sueño americano no es no
morir de hambre en las calles como harán muchos, sino que esos sintecho quieren
ser ricos, muy ricos, sueño americano para regalar. Sueños para olvidar. Hollywood define el amor y Disney nos enseña el valror del capital, o viceversa.
Los niños afroamericanos no deben ser como yo, decía Kareen Abdul
Jabbar, no deben querer ser deportistas o cantantes, solo llegaran dos o tres
de cien mil, deben ser abogados, médicos, políticos que cambien que otros
chicos quieran ser solo deportistas o cantantes que ganen millones de la nada,
nadie regala nada, nadie.
Kurt Vonengutt, habla de la trampa del mundo, de la trampa
de los pobres inocentes, de los científicos que quieren mejorar el mundo, simples
piezas de un monstruo que arrolla todo, arrolla porque así ha sido siempre, y
así será, y es de dementes pensar en otra cosa, pensar que n fluido para secar
terrenos pantanosos, para mejora la vida de gente pobre en el mundo, no se
convierta en un fluido para que los desembarcos de loa marines sean más fáciles. Hasta los más inteligente: científicos, ingenieros, profesores,
catedráticos, filósofos... Nobles defensores de ideas que van acabando siempre
en el arroyo de las ideas de todos, de lo que todos creen, y las rosas acaban
al lado del caballo, el caballo al lado del patrón, y el patrón acaba llevando
al caballo y a la flor al matadero y a la floristería, es el destino. Y así
nunca será cierto, nunca lo ha sido, ni lo será: una rosa es una rosa es una rosa.
Y el mundo gira, y la vida seguirá igual a fin de cuentas nada cambia, nada cambiará porque esa mariposa que aletea en algún lugar y provoca un huracán en algún otro lado, siempre, es curioso, aletea
cuando se lo mandan. Será cosa de la pedagogía o ¿acaso es que la pedagogía
estaba preparada para esto…?
Cada vez que veo a alguien fomentando la desigualdad, pienso en cuáles intereses económicos estará basada esta vez semejante arenga. Cuando Khomeini convocaba a la guerra santa musulmana, era la pérdida del poder tiránico que ejercía lo que estaba en juego. Al fin y al cabo, Wine, el odio al diferente no es más que una máscara que el poder económico agita toda vez que percibe una amenaza en sus intereses.
ResponderEliminarDe Vonnegut he leído 'Matadero cinco' y 'Madre noche' (y he visto sendos filmes basados en ellos). Su burla corrosiva y su mirada crítica se vuelve casi indispensable en estos tiempos donde los corifeos de siempre alaban al poder omnímodo.
Gracias por recordarme que éste y otros de su autoría aún me aguardan.
Un abrazo.
he leído ambas, me gusta más la segunda,Madre Noche, siempre he ha resultado sorprendente que la gente adore "la conjura de los necios" -que lo merece-, y desconozca u obvie a este monstruo de lo corrosivo, de las escenas grandiosas y alocadas, no creo que se mosqueara si le hubiera dicho que es un puto genio, con perdón
ResponderEliminargracias