LAS DIEZ MIL COSAS DE MARIA DERMOUT
de tienduiz end dingen 1959
ED. DESTINO 1959
Algo se me escapa de la novela de María Dermout,-es la segunda vez que la leo y ya ves...- algo se me había escapado de entre los dedos como la arena fina de aquellas playas de las Molucas cuando la leí por primera vez, puede que lo que me escondió su cara real fuese algo parecido a una espuma de cieno y agua, o el retroceder del agua, o el sorber de las rocas o simplemente la resaca que arrastra arena, piedras , animales y cuerpos, e ideas. Sí, se me escapó mucho. Así que escurro mis memorias y me queda un sabor a desconocido, un sabor a cosas que dejas pasar, como un amor que el tiempo solo te deja reconocer su lado más pequeño, perdido entre brumas o solo menospreciado por que era otra cosa, siempre otra cosa.
Y así es... La lista de detalles, a veces ínfimos a veces aparatosos, que se habían despeñado por acantilados o por las hojas, por los lomos, de este viejo libro, eran muchos, casi como un mes sin cuento. Asi que...por mi falta de atención o porque con el tiempo uno aprende a leer con más sabiduría y presteza, vas descubriendo que se perdieron demasiados para un mínimo de rigor literario. Y disfrutas de una nueva lectura. Cada detalle era una nueva forma que aparecía en el recuerdo, de entre aquellas diez mil cosas que aparecen casi una por una despejando las hojas del libro, todas las disfrutas. Yo voy reconociendo unas pocas, voy, paso a paso, mezclando, empastando, todo el imaginario del libro que se desvela apabullante. Únicamente armando, en principio, de ese saber literario que presupones alto y destacado, pero mi orgullo se hunde, mísero, en una sorpresa de esas que te exigen que calles la boca, que parece Maria Dermout decirte, calla tonto y lee; ella te rodea, te señala, te deletrea todos sus nombres para que no los vuelvas a olvidar.
Siempre me ha impresionado la capacidad de un escritor para combinar lo bello y lo triste, lo poético con lo cruel y lo crudo. María Dermout lo lleva más allá, compagina las páginas, los lugares, los sentimientos, las situaciones más bellas, contraponiéndolas a lo más duro, a la cara menos dulce de la vida, la que quiere andar en puntillas, y quizás por ello puede construir un libro sobre la vida, sin artificios ni atajos, claro como un destello de luz en un lago oscuro. Así son las cosas. ..A fin de cuentas el transcurrir del tiempo es una sucesión de malos y buenos momentos, de imágenes bellas y trágicas, de momentos para recordar o para olvidar, de vivos y muertos, de amor y odio. Y todo eso se pasea por los reversos y anversos de sus papeles manchados de húmedades, pequeños puntos de humedad que parecen darte el mapa del mundo.
El libro te seduce, casi te fascina, por el recorrido por la vida de una sucesión de mujeres y hombres, en las que la principal protagonista es“ La Dama del Pequeño Jardín” , que educada por su abuela, maestra en las cosas mágicas, maravilla del mundo, ama de las formas invisibles, de los elementos que confunden realidad y deseo. Ella es la dueña de un pequeña parte del mundo en una isla de las Molucas en un momento indeterminado entre el siglo XIX y XX, donde la vida se mueve lenta y ordenadamente, donde cada cosa debe ser respetada y llevada por un cauce acorde a su dignidad e importancia, donde las pequeñas cosas tienen la misma importancia que las grandes, donde los detalles mueven el mundo.
Pero, el libro, asombrado y asombroso, también te seduce por el recorrido por el lado oscuro de la vida: la muerte. Pero que en el libro aparece como un suceder de la vida, un paso más en ese destino, en el paseo por la carretera del tiempo, de las cosas y personas que van y vienen, y se acaban: porque hay personas que matan y las hay que mueren. Todos son, quizá, victimas al mismo tiempo, pero son las asesinadas las que vuelven a hacerse preguntas, a regañar a los vivos, a comprender su principio y su fin, a jugar en sus playas o sus selvas., a reclamar la vida que se fue, la que no dejaron que sucediera, la que se olvidó en las manos , o cuchillo o arma del que le quitó el siguiente paso. Y....Nadie sabe si son de verdad o es la mente de las personas que se apenan por ellos los que las han atraído, pero ahí están , vivos por un momento, explosiones de realidad que duran un momento o siempre. Sí....Sobreviviendo entre las palabras y la memoria de las personas que las amaron o que simplemente las recuerdan o respetan tanto su vida como su muerte.
Parece por un momento, mientras lees el libro, que de las páginas del libro emana un olor a especias y mar, que el calor inunda la habitación y los pájaros de vivos colores sobrevuelan la lámpara del techo, golpean los colores el techo y los ojos; ¿es la magia de la literatura, de la buena literatura? o acaso solo sea la simple realidad más allá de lo normal, de lo pisado y hundido, de lo crédulo, la que hace parecer ciertos los hechos que se describen, las cosas que se cuentan, nada parece distante, no hay océanos separándonos, entre tú y “la dama del pequeño jardín”. Vives, ríes, te matan, remas entre las “proas” de la bahía exterior de la isla, recoges cocos, cortas orquídeas, ves fantasmas y los delatas, recoges moluscos y caparazones, pescas pequeños peces a la luz de las antorchas, tocas campanas para despedir a los invitados, guardas cosas mágicas en los cajones, y todas aquellas miles de cosas que cuando cierres los ojos, ahora o dentro de muchos años, te harán recordar cosas importantes o bellas que has leído, visto, hecho o soñado.
Yo también creo que con el tiempo uno lee con más sabiduría y presteza, de ahí que ciertas relecturas sean muy aconsejables (y sorprendentes por como te dejan y antes no te habían dejado).
ResponderEliminarLa unión de lo bello y lo trágico, confrontar la candidez de la vida con su lado atroz, la muerte, me ha recordado a un libro de relatos (maravilloso) que acabo de leer; “Rúa” del portugués Miguel Torga, que además fue poeta y médico rural… ¡¡igual que Fernando Namora!!
Esos libros que te invitan a “su vida”, como el de Maria Dermout, son impagables; ¿verdad?
Cuídate, apreciado Wineruda.
Torga ne gusta como poeta, y tengo por ahí un libro suyo que me han dicho que debo leer, "la creación del mundo".
EliminarYo creo que el más hermoso y terrible escritor de lo bello y lo trágico es Lobo Antunes, es como una grupo de DEath Metal cantando el réquiem de Faure.;)
Son impagables querido Paco, lo son.
cuídate
recordar, soñar, qué les diferencia, cómo distinguir uno del otro, una tarde gris de primavera de una típica de otoño y al revés, si nos pidieran clasificarles cómo separarles, distinguir unos de otros, la mariposa que soñaba Chuang Tse.
ResponderEliminarSdos.
Aqui la diferencia es la luz y el color. Luz baja de sol, conienza a a ser rasante al mediodía, la luz del anochecer comienza a desaparecer mucho antes, me encanta la oscuridad más temprana. Y luego el color Rojo, loa árboles y lo que le rodea por contagio de sus hojas caidas, ya es rojo o color teja o fuego, color fuego.
EliminarCuidé del rojo querida Selva
Aquí gana el gris. El Rojo se confundió, envaneció y destiñó. No distingue si es tiempo de siembra o de cosecha.
ResponderEliminarPienso en el kindle, dicen que no se puede hojear, que impide la memoria visual, todos huelen igual incluso que hasta Platero dejaría de "ser suave; tan blando por fuera, que se diría todo de algodón, que no lleva huesos. Sólo los espejos de azabache de sus ojos son duros cual dos escarabajos de cristal negro."
Sin embargo la he visto débil, usted defender que el montón, Coelho, da la razón, quien y usted....El relativismo a estas alturas..
Eliminarhttps://m.youtube.com/watch?v=aV-ac5ajJlA
ResponderEliminarLa fuerza de la vanguardia
Malba de Buenos Aires, celebración 20 años, Barradas, pintor uruguayo
Leía que Joan Margarit también fue profesor de cálculo de estructuras.
la vida se cruza tantas veces que solo sirve saltar cuando pasa la literatura por delante.Margarit, pasea no salta.
EliminarLa arquitectura me nació pensando que la bonito eran esa iglesias góticas hacia el cielo, largas, abiertas, a veces etéreas, siempre destinadas, luego el barroco bello compacto,, torcido e inconmensurable, sucia y limpia a la vez, zafia y bella torcida, siempre,. `perp descubrí que el silencio serio, la limpieza eterna , el recto solucionar de la historia del romànico era la solución, todo era redondo. todo recto, todo fácil y diestro, Margarit pasea por el románico de la poesía
cuídese
Aquí no hay obra disponible de Margarit lo que si bien no es problema me impide ojearles sin h. Si yo entrase a su librería, cuáles de Joan me recomendaría. Un vendedor que buscase ganar un cliente habría de resignar sus preferencias o a lo más hacer un mix con las que intuye podrían ser las del posible comprador. Qué libros de Margarit en español me recomendaría y en qué orden de prelación.
ResponderEliminarse agradece.
me encanta el libro "Crónica", , sin embargo no deja de ser apabullante su libro" joana" un libro que mueve el alma, "Aguafuertes" me parece el paso primero o el que acompaña a Crónicas, pero supongo que como todo poeta, o casi todos, son partes de su historia de su vida de ese yo pensante y narrador. "El asombroso invierno' tiene algo de despedida, de cierre. Y "Casa de misericordia" quizá fue el más famoso, al menos para los lectores en español.
Eliminarcuídese
De nada
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