CARTAS ENTRE UN AUTOR Y UNA ACTRIZ de BERNARD SHAW Y
BEATRICE S. CAMPBELL.
Bernard Shaw and Mrs Patrick Campbell . Their correspondence
Editor Hermes 1955
Trad Pedro Ibarzabal
Si pienso en el futuro no veo cartas como estás, no veo un suceder
de congruencias e incongruencias, de amores y enfados, no veo un desfilar de
odios momentáneos y arrebatos de aprecio discurriendo por papeles pintados
rellenos de cartas que apuran la amistad para llegar a la complicidad; llegar y
sentir una tensión que se descarga en
los grandes depósitos donde se posa la amistad más profunda, la que soporta
todo; la que soporta la grandiosa y fuerte personalidad de Bernard Shaw esa que
se arrebata y se infla como pájaro cantor, esa que desprende de sus palabras
todo el orgullo del creador de éxito, toda la opulenta sensación de poder sobre
su mundo, el sentido de pertenencia a la clase de los autoproclamados( con
realidad o no) genios. Y se ve la sentida personalidad de una actriz de éxito
que proclama la necesidad de ser querida y de ser actriz de fama y trabajo, la
que tiene orgullo por s u trabajo y por su vida, por sus hijos y sus
pertenencias y su pertenencia a una clase y a un estado de cosas; y la que
busca la necesidad de defender su propia personalidad por encima de personajes
y de la personalidad aplastante y arrebatadora de su amigo.
SI pienso en el futuro tengo la sensación que este libro se
hará ´más grande en mi mente en el futuro, y lo creo por esa sensación de
entrar en dos vidas que se ha expresado como son, en esa extraña situación que
es espiar la intimidad de dos personas, el pozo de los deseos y de los odios, o
mirar el cuarto oscuro donde acaban las cosas que no sabemos del que pasa junto
a ti en la calle, o en la escalera; o lo que no sabemos hasta de los amigos más
queridos. Sí, esa habitación donde no entra nadie esa es la que aparece, en
parte, en este libro. Aquí he conocido esa relación en la que la amistad
soporta años y rencores, malos humores, soporta hasta esposas y esposos
desavenidos, incluye y desnuda todo y lo cuentan años tras año, durante diez, veinte,
treinta años. Y en ellos vemos el envejecer de un escritor de éxito, de un
hombre comprometido con su tiempo, relleno de amor propio y defensor de su
terreno, de su espacio económico, vital y marital; y la de una actriz que pasa
por la vida representando su vida y su
personajes, ejemplo del ejemplo de las viejas actrices de primeros del
siglo XX en las que yo pueda pensar, con sus amigos lores y ladys, sus viajes
por el mundo, sus hoteles de lujo y su vida prestada por los escenarios;
actrices sujetas a la subsistencia opulenta o
no, dependiendo de sus éxitos y
sus fracasos, de sus enfermedades y sus suertes.
SI pienso en el futuro veo que no soy muy diferente a ellos,
que pienso ya como ellos, Stella habla que la vida que pensó era pelea en la
juventud, realmente es pelea cuando ya se ha avanzado en la vida y los años. Y
la amistad que envejece entre silencios y peroratas, entre echarse de menos y
olvidarse, olvidos del que sabe que siempre hay alguien detrás de un papel o de
un recuerdo; amistad que se sujeta entre teatros y amigos comunes, entre
baratijas y oro, entre muertes y vidas, amistad hecha para soportarse a sí mismos
y sus personajes que no son de teatro son de calle.
SI pienso en el libro veo que esas cartas que en principio
en la segunda década del siglo XX trataban sobre amistad, sobre teatro (es
maravilloso su recorrido por la creación, representación y paso del tiempo por Pigmalión). Habla sobre una relación que a veces confunde que puede ser
amorosa o puede ser profundamente irónica, se repelen y se aman, Ahí es donde
aparece la personalidad irónica, especialmente excitable a veces de Bernard
Shaw, en las que duda y escapa, ataca y se esconde, resuelve y destaca, su
escritura que parece recordar los mejores momentos de un teatro chispeante,
lleno de humor y estado casi vodevilesco en el lenguaje. Todo tomado con idas y
venidas o con el paso por la primera guerra mundial y con fracasos y victorias; en ellas
se descubre un mundo que merece la pena conocer, lleno de amistad. Sí creo que
es un libro sobre la amistad.
SI me veo en el futuro respondiéndote sobre de qué va este
libro, me veo hablando de la amistad; amistad que pasa por personas y edades,
amistad que se ve en cada hoja, amistad que incluso supera a ellos mismos y sus
necesidades, amistad que arroja detalles como que el la vejez se necesitan y se
repelen, se dicen a la cara cada cosa que piensan, y la diva y el genio se
comprenden porque son amigos, a pesar de que no llevan el mismo camino que se
hacen cosas que no gustan ambos, que hay cosas que no se soportan, a pesar de
todo hay un camino estrecho y marcado donde se posa el cariño, se adivinan amistades
profundas en las que las cartas solo son el extremo estrecho que podemos o nos
han dejado ver.
Echo de menos a Joey
y a Stella allá donde estén.