domingo, octubre 01, 2006

ME LLAMO ROJO de Orhan Pamuk


ME LLAMO ROJO de Orhan Pamuk
“benim adrm kirmizi”1998
Punto de léctura, 2004 , 687 páginas


En la Estambul del siglo XVI, en el comienzo de la decadencia del Imperio Turco, la lucha por mantener la propia personalidad y las costumbres se contrapone a la llegada de las influencias occidentales, toda tamizado, aún más, por la presión de la religión, por su interpretación más radical y sus seguidores. Las ilustraciones de los libros, las miniaturas , será la mas perseguida, la más presionada, puesto que el Corán prohíbe la representación figurativa. La influencia franca (cristiana) pervertirá en mayor manera la visión, de aquellos, de esa pintura. En esa situación es asesinado un maestro ilustrador que preparaba, junto con otros, un libro secreto para el Sultán hecho a la manera de la pintura europea, extrema en las descripciones personales del pintado,-contrario a las enseñanzas del Profeta- para regalar ( impresionar) al Dux de Venecia, por lo cual podría ser presa de las críticas, e iras, de los fanáticos religiosos. El libro crea una búsqueda, un rompecabezas literario, a través de las múltiples voces de sus protagonistas -personajes u objetos-, de ese asesino...Pero no sólo... también es una novela de intrigas amorosas y políticas, es un reflejo de una época y de un tipo de arte que se iba muriendo, es el sonido de las leyendas de viejas batallas, de mitos que parecen salidos de la noche mil dos y de fabulosos ilustradores de antaño.



Opinión

Con la propia voz de su personajes, objetos inanimados, vegetales o animales (yo Negro, Yo Seküre, yo vuestro Tío, me llamo Ester, me llamarán asesino, yo el perro, me llamo rojo(color sangre, pintura)...yo el maestro Osman, yo el árbol...) Pamuk construye el armazón de un libro original. La visión propia de los acontecimientos sale de la voz de los actores, cuyas opiniones a veces se solapan, contradicen, o complementan y son contadas como si hubiera un público, se dirigen directamente a él, lo interpelan , le hacen guiños cómplices, te cuentan lo que hacen, hablan en presente, otras en pasado, el suceso ya pasó... los puntos de vista varían en según que situaciones, o se añaden, o se confunden , o te mienten...sólo es descubrirlo...¿ El narrador se confiesa mirándote a los ojos, pidiéndote su comprensión? ¿ o te está engañando? Son parte de eso que en literatura se llama metaficción pero ellos no deben saberlo ¡¡¡chsst!!!(sería demasiado prosaico) Están en su propio libro , los estás oyendo contar su opinión acaso en la taberna del cuentista, ellos ya son conscientes de su posición y estado dentro de la historia...
Pamuk, minucioso al extremo, en casi todos sus libros lo es, te cubre de datos, notas, milimétricas descripciones, cuentos, leyendas, parábolas que surgen de cada una de sus hojas, nos cuenta la historia de un mundo en confrontación entre el victorioso pasado y el presente decadente, por ello, como siempre, una parte de la sociedad intenta resistirse al cambio, quedarse en las gloriosas antiguas formas. La ortodoxia y la heterodoxia en todos su formas: religiosos, políticas y artísticas se enfrentan de manera inútil y , casi siempre, cruel ( un aire a “el nombre de la rosa” me llegó a veces, pero nada serio, una brisa de agosto nada más...)
Pudiera alguien decir que es una novela histórica oculta entre los entresijos de una novela policíaca, pero también otro replicarle que es justo lo contrario...Creo que tampoco sería exacto ni justo, no completaría el paisaje literario que nos da la novela, puesto que ademas de histórica y policíaca, lo es también sobre el arte (del amor al arte, a las miniatura en los libros, al pasado ) y es una novela de amor , de supervivencia, sobre los puntos de vista de la religión, sobre política y lo es, también, una novela de aventuras y leyendas... 687 páginas sobre las calles de Estambul en el siglo XVI, sobre sus gentes, sus peleas, y rencores, sobre los amores de Negro y Seküre, y las dudas de esta sobre si volverá su marido de la guerra después de 4 años, o las furias de su cuñado Hasan, sobre la vieja judía y celestina , sobre las intrigas de palacio, sobre panes de oro que parecen flotar al caer de la mesa , sobre colores, sobre árboles pintados en la esquina de las pinturas de los libros, sobre los castigos a los aprendices y las cegueras de los viejos maestros ilustradores, sobre los ojos achinados de las figuras de las más bellas de las pinturas, sobre leyendas que se repinten, sobre la belleza de las pinturas francas, sobre ancianos que se odian, sobre intrigas, tesoros incontables, sobre pinceles de pelos de gatos, sobre peleas, sobre sexo y ternura, sobre monedas falsas , sobre torturas y delaciones, sobre el pasado triste y alegre -según como se quiera recordar-, sobre el presente que nunca es lo que hubieses querido que fuera, y por el futuro que a veces nunca existirá...
687 páginas que se harán cortas o largas según lo que el lector quiera implicarse en la novela: son tus amigos o enemigos, queridos..odiados...nunca indiferentes, personajes y novelas de Orhan Pamuk.

viernes, septiembre 29, 2006

LA CALERA de Thomas Bernhard



LA CALERA de Thomas Bernhard
“Das kalkwerk” 1973
Editorial Alianza, 2003, 243 pag.


Konrad asesina a su esposa paralítica y desde ese punto de partida se va recomponiendo la historia desde el pasado de ese acto y desde el futuro. Contará la historia de “La Calera” lugar donde ocurrió todo, caserón perdido entre las zarzas, arbustos y agua de un zona que hace mucho que dejó su prosperidad atrás, y que compró Konrad para satisfacer los deseos de soledad y tranquilidad para elaborar su extraño estudio sobre el oído humano. Pero allí se encontrará aprisionado entre problemas monetarios, la incapacidad de su mujer, esa soledad querida pero no aceptada, la presión del pasado, sus deseos y odios olvidados, sus manías , sus obsesiones manifestadas en su grado más alto, sus principios y sus no finales, sus pretensiones sin base, sus bases sin sustento, los otros y él mismo, el yo y el ella....Su locura...La maligna influencia de la propia casa y lo que le rodea...



OPINIÓN


Cualquiera que haya leído Bernhard, creo, destacará la atmósfera agobiante,casi siempre decadente, a veces enferma, tensa, oscura que crea en sus libros. Une tema y estilo para crear un contorno muy definido en sus formas y fondos literarios. Este libro es un ejemplo evidente. sólo hace falta mirar cualquiera de las partes que conforman en su totalidad un libro: la prosa y el estilo los usa para crear un microcosmos asfixiante, cruel, intranquilo... usa frases explicativas , minuciosas al límite, reiterativas como los apremios de un charlatán de feria que afirma lo que afirma y lo vuelve a afirmar; donde el cambio de narrador de tercera a primera persona surge sin solución de continuidad; donde el tiempo narrativo nace de un presente que cuenta desde el pasado y desde el futuro; donde todo queda en el aire : Konrad parece que dijo esto..., quizás dijo que..., se habla de que..., se dice que dijo..., se comenta que.... El tema también construye esa atmósfera: “ La Calera”-vieja casa llena de pasado siniestro, y cercada como un cárcel, oscura, húmeda, lejos de cualquier parte- es la forma que tiene Konrad de alejarse del mundo y centrarse en sus necesidades, pero consigue, sólo, adentrarse en un círculo cerrado, siniestro, funesto, que para su mujer es aún peor, lejos de cualquier cosa y persona que pueda ayudarla y apoyar en sus necesidades. Él se aleja del mundo y no puede conseguirlo, ella no quiere pero es obligada a hacerlo. Nada tiene lógica en su mundo; su relación es a veces sádica, cruel, mutuamente destructiva, donde ese estudio del oído donde ella es la paciente eterna y sin escape, que necesita la repetición de sonidos y frases sin fin en su método de trabajo, supone una experiencia aniquiladora, obsesiva y dolorosa...
La trama de la novela, la lleva un discurso ininterrumpido por puntos y parte y que sólo la dirige la voz de los que cuentan la historia, entre el bosque de palabras se adivina, a veces, el camino entre digresiones eternas y referencias cruzadas.


Konrad es un enfermo mental, un viejo enfermo mental, sumamente inteligente, que se dirige de manera complaciente a su destrucción, sabe que ocurrirá, a eso ha ido consciente de que la vida de los dos se ha convertido en una simple costumbre de vegetar juntos, de soportarse y odiarse, de hacerse daño el uno al otro, de difuminarse juntos. Sin embargo se necesitan: ella para sobrevivir en su parálisis, él para su trabajo , su estudio, único fin y razón ahora en su vida; lo que le hace moverse, levantarse, comer, pensar...Si su anciana y paralítica mujer muere, se acaba esa razón de ser, se acaba él...Y...

Al escribir sobre una novela de Bernhard no importa que es expliquen sus entresijos, sus dotes y sus esquinas. Da igual que él matara a una de las protagonistas en la primera página; da igual decir que no haya lógica temporal; da igual contar todas las cuitas del protagonista, sus defectos o excusas; da igual que hables del fin, de la mitad o del principio de la novela; da igual porque leer a Bernhard es sumergirte, más que en una historia, en un lago rodeado de ideas, frases interminables, rodeos, de sensaciones, agobios, tentaciones, expresiones; más que en agua cristalina es sumergirte en un limo de barro que oculta a la vista lo evidente y que debes modelar para encontrar tu solución a lo que plantea en la novela.
Bernhard no necesita descripciones ni de adjetivos para mostrar una situación o un personaje o una sensación, van apareciendo en las palabras o las acciones de sus personajes. El no va por el camino fácil, no hace concesiones al lector, este es el que tiene que buscar la razón de las cosas, la cara de los personajes, los gestos, los pensamientos que no cuenta pero que subyacen, los actos ocultos y reales. Escritura incomoda, supongo, para lecturas hechas por encima.

Es curioso en los libros que he leído de Bernhard siempre parece que está nublado...Como ocultando algo...

domingo, julio 09, 2006

ADIOS, HASTA MAÑANA de William Maxwell



ADIOS, HASTA MAÑANA de William Maxwell
“so long, see you tomorrow”
Editorial Versal,166 páginas


¿Qué importancia tiene el pasado?¿Qué hemos dejado de hacer? ¿Por qué sucedieron así las cosas? ¿Arrepentirse toda una vida de las cosas que no hicimos o de las que hicimos? ¿Nos buscan las personas de quienes no nos despedimos en el pasado?
¿Es la vejez el pozo sin fondo donde se encuentran las imágenes que quisimos apartar de nosotros?

La novela de Maxwell de estructura compleja nos cuenta una historia de un hombre, ya anciano, que vuelve su mirada al pasado; allá por los años 20 del pasado siglo, cuando siendo niño en un pueblo rural cercano a Chicago, suceden unos acontecimientos –un asesinato- que él ya había olvidado, pero el tiempo hace que vuelvan,minuciosas, las imágenes, las palabras, los gestos, vuelven: las de los hombres y mujeres, de sus amigos, de su madre, de sus padres, de todos los que conformaron la memoria vital de su infancia y de aquellos precisos sucesos.

Maxvell, a la manera de Márquez en “Crónica de una muerte anunciada” desvela en las primeras líneas el hecho central por donde gira la novela, la muerte de un hombre; para luego, en apariencia, desligarse del tema. El narrador cuenta circunstancias de su vida infantil que en principio no ligan con las personas y los acontecimientos anteriores, aparecen sus experiencias juveniles, su forma de mirar el mundo, los paisajes y las emociones de aquel momento de su vida; sus amigos y sus enemigos. El narrador, ya desde su vejez, va encajando aquellas cosas que él no pudo ver, que no había presentido, que no fue capaz de entreverlas, aquellas cosas que llevaron y sucedieron al asesinato, en su vida y en las vidas de aquel pueblo en aquella época.

Sorprendente novela, pequeña pieza maestra escondida entre la multitud de libros que abarrotaban la estantería de aquella librería de viejo. Librito de poco volumen y de título evasivo pero de compleja trama, de minuciosa composición, que acaso peca –sea dicho con todo el desconocimiento de un europeo sobre la sociedad estadounidense de los años 20 del siglo pasado- de cierto anacronismo en los comportamientos sociales. Pero ni esa pequeña duda, más que pecado declarado, deja en pequeño entredicho a una novela contada y creada desde el recuerdo y la sensibilidad.

Maxvell habla de la vida, de las relaciones, que se complican por pequeños gestos o por les sentimientos que llevan a la vida hacia un lado u otro, sin control, sin el control del raciocinio, de la reflexión de la lógica.
Los adultos se convierten en niños y los niños en adultos cuando median los sentimientos. La difícil medida de los actos,la imposible medida de lo que surge de más allá del corazón.. Sólo una mirada lejana, sin complejos y vacía -o casi- de lo visceral permite mirar al mundo y a sus situaciones de manera limpia y clara, permitiendo por un lado ver las cosas como fueron y, por otro lado, ver las cosas como deberían haber sido.

Maxvell es un escritor querido por sus compañeros pero olvidado por el público lector. No sé como es el resto de su producción literaria, quizás no sea tan atractiva como esta novela, pero por poco que se parezca en la composición de la trama, por la prosa simple y directa, por la evocación de los lugares y la vida, por la inteligencia con la que son contadas sus historias, serán libros que merecerán la pena.

domingo, julio 02, 2006

LA MUJER DE LA ARENA de Kobo Abe


LA MUJER DE LA ARENA de Kobo Abe
“suna no onna” 1962
Editorial Siruela 1989, 223 páginas


Un profesor de escuela se adentra en las dunas de arena de un alejado pueblo para satisfacer su afición a coleccionar insectos. Allí se encuentra con un pueblo cercado por la arena que poco a poco gana terreno a las escasas propiedades que aquellos pescadores tienen. Invitado por los lugareños a pasar la noche en una casa situada en una profunda sima de arena donde subsiste una mujer viuda; descubrirá, con horror, al día siguiente que la escala de cuerda que une aquella sima con la vida en el exterior ha desaparecido. La mujer acepta aquello como normal, como una ayuda para su trabajo de quitar aquella arena que se cierra poco a poco y que amenaza al pueblo, el profesor no entiende el absurdo de aquella situación.

Opinión:

Novela sobre lo absurdo, sobre la existencia del individuo en una sociedad donde el grupo es lo que predomina, donde las dunas son una metáfora de la sociedad actual. Dunas que existen porque cada uno de los microscópicos granos de arena hacen que existan, que varían por que lo hace el grupo, que absorben la individualidad para defender su ser como grupo. Así el autor se obstina en denominar a los protagonistas hombre y mujer, obviando su nombre propio; son sólo eso, granos de arena sin nombre sin sentido de individuo al servicio del conjunto, de la masa. Grupo que defiende sus derechos como tal contra todo aquel que se le enfrente. La cualidad de lo global, el servicio a la comunidad, está por encima de los derechos de la persona.
La sensación que predomina es la claustrofobia, una angustiosa sensación de pequeñez ante todo, ante el mundo y ante los demás. La sensación de no poder combatir contra el mundo, de no poder resaltar la propia personalidad, defenderla y mostrarla. Tú no eres nadie si los demás no quieren que seas.
Novela llena de referencias a los sentidos; el calor, los olores, el tacto y el sabor de la arena. La sensualidad brota en cada palabra buscando describir cada una de las reacciones sicológicas y fisiológicas de los protagonistas, Y donde se enfrenta el mundo de la lógica de un hombre culto de mediados del siglo XX, contra la visión cerrada y sumisa de la mujer. La naturaleza del individuo que se altera, que puede alterarse, para convertir sus formas aprendidas en formas cercanas al comportamiento animal. La vida tiende a volver a sus inicios si las circunstancias son las oportunas, si se le empuja el ser humano se tambalea bajo la presión del grupo. Nadie es lo que quiere ser, es lo que quieren que sea pero se cree que es su propia decisión, la vida de las marionetas con miles de hilos cruzados.
No quisiera que se viera esta novela como algo oscuro o extraño, Kobo Abe escribe una hermosa novela, bellísima a veces, nada sobra y nada falta entre sus líneas. Pareces sudar cuando los protagonistas sudan, reír cuando ellos ríen, odiar cuando ellos odian ¿ qué más puedes pedir a un libro? Creo que nada... al libro nada... pero sí a aquellos que recuerdan a este libro porque de él surgió una película: extraño tema... No creo que los matices, las entonaciones, los pensamientos, las miradas, los procesos mentales, todo... pueda siquiera insinuarse a través de imágenes: Interpretaron este libro en una película, nada ni nadie puede hacerlo por un lector, la otra es la visión del director... La tuya sólo aparecerá leyendo esta magnífica obra de arte.

PICNIC JUNTO AL CAMINO de Arkadi y Boris Strugatski

PICNIC JUNTO AL CAMINO de Arkadi y Boris Strugatski “piknik naobechinie” 1972 Ediciones B, 2001, 239 páginas 



 Los desperdicios dejados por el aterrizaje de una nave extraterrestre, casi al modo de las botellas, vasos, cajas... que dejarían unos descuidados excursionistas en un picnic junto al camino... Provocan la codicia y la curiosidad de científicos, ladrones, buscadores furtivos, gobiernos... queriendo tener, todos, los artilugios maravillosos, las maquinas de avanzada tecnología de las que no conocerán sus consecuencias, pero que representan poder y dinero, las cosas más codiciadas por la sociedad moderna. Unos cuantos arriesgarán la vida entrando en la zona acotada donde quedaron los objetos de otra civilización flanqueados por la amenaza de las balas de los militares que los protegen y las radiaciones o las fuerzas desconocidas que pueblan aquellos descampados, sólo para ir ganándose (y perdiendo) la vida. .     DE la ciencia-ficción, me  atrae la ironía devastadora de Vonnegut, o el buen humor con mira teledirigida de Stanislaw Lem (aunque son unos cuentos extraordinarios que aparecen en contadas ediciones de sus libros lo que más me atrajeron de él), los libros de Asimov, cuando era más joven, me sirvieron de entretenimiento inocente... Este libro lo veo emparentado con aquellos dos primeros que cito, transciende la definición, limitante como toda, de ciencia-ficción, para ser algo más. Los hermanos Strugatski, crean una novela que utiliza los medios formales de la ciencia-ficción para plantearse unas preguntas sobre la sociedad y sobre el mundo, no quiere solucionarlas ni lo pretende, no es moralizadora ni tiene moraleja, solo construye una visión del mundo, donde los científicos cerrados en su búsqueda de conocimiento no se preocupan sobre la trascendencia de sus investigaciones; donde el poder y el dinero se ponen por encima de la supervivencia del individuo e incluso de la propia sociedad; donde el propio individuo es preso de su avaricia por encima de su seguridad vital personal o familiar; donde la “ley de la selva” es el método de subsistencia. La búsqueda de la “esfera” que cumple todos tus deseos es el paradigma de la vida actual, una especie de la búsqueda del Santo Grial moderno en el que todo esta consentido para encontrarlo. Más allá los hermanos Strugatski se plantean el problema “científico” de la nula habilidad humana para poder acostumbrarse a conocimientos superiores que pudieran venir de civilizaciones superiores, algo así como el replanteamiento de la propia ciencia-ficción, o quizás la definición más ajustada de ella. La novela ambientada en Canadá, casi roza la novela negra en sus planteamientos formales y de estilo. Un hombre sólo que subsiste como “cazador furtivo” de los objetos de “ la Zona” recreados en una ciudad casi “minera” donde las enfermedades, la avaricia, la política corrupta, los gobiernos ávidos de poder, la envidia, el dinero, la corrupción, un hampa “mundializado” que busca el tráfico de esos objetos maravillosos, y unos científicos que sirven de medio transmisor para la decadencia humana, son los ámbitos y los seres que pueblan la historia. Un buen libro que gusta más allá de que te atraiga o no la ciencia-ficción.

domingo, junio 25, 2006

ONCE TIPOS DE SOLEDAD de Richard Yates


ONCE TIPOS DE SOLEDAD de Richard Yates
“Eleven kinds of loneliness” 1957
Emecé editores 2001
253 páginas

11 relatos, como dice el título, sobre personas que no mirarías al pasar junto a ellos, esos que se confunden (nos confundimos) con los que cruzan un paso de cebra a hora punta, con los que salen del hospital, que se caen borrachos en un bar, de chiquillos que salen corriendo de una escuela, o esos que ríen borrachos en una despedida de solteros, de militares que saludan agrupados en la fuerza del grupo... Relatos de gente normal, transparente para el mundo que camina a su lado, pero que sus situaciones, sus vivencias son exactamente las mismas que las de las grandes pasiones, tristezas, alabanzas, caídas, que los grandes amores y odios de los personajes mas interesantes o de las literaturas más aplaudidas.

Opinión

El maestro oculto, o el olvidado, o quizás el de menos suerte, o, acaso, el de vida menos atractiva de los grandes escritores norteamericanos de mediados del siglo XX.
No tiene nada, absolutamente nada, que envidiar a los mi muy queridos Carver o Cheever, maestro reconocido de Richard Ford o Richard Russo. Richard Yates escribe sobre la vida, no importa que sea sobre perdedores, o sobre a los que les explotaron los sueños en la cara, o sobre gente que sobrevive nada más, podría haber sido sobre extraordinarias muestras de humanos literariamente apetecibles, pero nada hubiera variado la calidad de sus cuentos, de su forma de entender la literatura y por ello de enseñar la vida.
Yates es un gran escritor de situaciones, las tensa y destensa a placer, las remueve y las enfrenta sólo con una mirada o las envuelve con un olor, (ambos, el olor y las miradas pueblan sus páginas como elementos que unen la literatura con lo más cercano del vivir diario). En sus escritos las posturas, las formas, los gestos, el enfrentamiento con la vida de sus personajes son una forma de describir lo más nimio, pero no menos importante, de la postura corporal , incluso vital , en las situaciones en las que se encuentran. Al final la vida se reduce a una serie de gestos a veces privados, a veces públicos, que se hacen para demostrar que eres lo que no eres. Casi siempre con poses llenas de vitalidad y de individualismo, en donde falsean la realidad porque en realidad todo el mundo quiere ser como los demás, como la masa, no distinguirse... para que la soledad , la constante soledad de la vida moderna, rodeada de gentíos, de ciudades llenas de gentes y aislamiento, no acabe llenándolo todo; y por ello cada uno se enfrenta a ella como puede o como sabe, casi desde niño buscando ser aceptado, ser parte de ese grupo, pero casi nadie lo consigue, y si lo consigue, son solitarios en grupo...Toda vida se reduce a una rutina de hechos que te alteran si cambian, solo cambian para los triunfadores, al resto del mundo sólo desean que no cambie nada.
Richard Yates escribe desde la calle, desde la ventana de enfrente, no está en una torreón dorado, ni siquiera en un bar de lujo; mira las caras, las palabras de la gente, las miradas torvas o cariñosas, tiernas u odiosas, las describe mostrando el mundo como es, el que no quiera saberlo que no lea estos cuentos, que lea sobre aventuras amorosas con hermosas/os hombre y mujeres en hoteles idílicos con primavera eterna...

PEQUEÑOS REINOS de Steven Millhauser


PEQUEÑOS REINOS de Steven Millhauser
“Little Kingdom” 1993
Editorial Andres Bello 1998
281 Páginas

Argumento:

Tres cuentos:

“El pequeño reino de John Franklin Payne”
La historia de un dibujante de tiras de comics, al que sus historias y personajes van ganando terreno a su vida. Donde crear nuevas formas y vivencias, innovar y reflejar el mundo a través de figuras extrañas pero reales, son el fin casi único de su vida, lo demás va quedando a un lado, fuera, de los cuadrados rectilíneos donde se ubican sus viñetas en el papel.


“La princesa, el enano y la mazmorra”
Relato donde el narrador ve las historias, los sitios, las situaciones, pero las ve de manera borrosa, la que le da el conocer la historia a través de las leyendas que circulan por el pueblo desde donde ve el castillo, allí donde ocurrieron aquellos sucesos. Incluso deja ver dudas sobre la veracidad de la historia de la princesa que amaba a su esposo, pero que este presa de celos, le enviaba las pruebas más terribles e injustas, a través del enano, bufón de la corte.

“Catálogo de la exposición: el arte de Edmun Moorash 1810-1846”

La vida, toda la vida, del pintor Edmun Moorash; sus estados de ánimo, los malos y buenos momentos, sus amores, sus decaídas, la salud y el humor de su hermana, se ven en las formas, colores, figuras, sensaciones que aparecen en la exposición de sus cuadros. Cada uno de ellos son analizados como se haría en una exposición al uso, pero a diferencia de esta, aquí Millhauser analiza la vida (y la muerte) que se ve en los lienzos.


Opinión:

A nadie puede dejar indiferente Steven Millhauser, sus libros llenos de originalidad en los que busca una vuelta más de la tuerca en las formas de mirar la literatura, de enfocar a sus personajes y revelar sus historias. Pero no es una pose, no es un fuego de artificio para hacerte mirar al cielo deslumbrándote con explosiones efímeras, es la utilización de un marco diferente para mostrarte el mundo, diría mejor “su” mundo, ese que aparece desde su propia sensibilidad. Y he dicho “su” mundo porque Millhauser crea un sueño particular, donde le rondan fantasmas conocidos que van y vuelven, fijos o cambiantes, reconocibles o lejanos. Sus historias que alguien ha definido con muy diferentes adjetivos, desde oníricas pasando por la arquetípica y siempre disponible de góticas, incluso de realismo mágico, o de poéticas; aceptan todas y cada una de esas definiciones, claro que sí, pero siempre bajo el título de Historias de Steven Millhuaser, la única aceptable bajo mi punto de vista. La forma de los cuentos, común en “El pequeño reino de John Franklin Payne”; dividido en pequeños relatos diferenciados, casi con forma de libro de historia antiguo en “La princesa, el enano y la mazmorra” o en forma de catálogo de exposición, describiendo cada uno de los cuadros como dice el título de “Catálogo de la exposición: el arte de Edmun Moorash 1810-1846, son esas partes que mejor definen la originalidad de Millhauser, siguiendo el camino diferente que traza para contar sus relatos.
“Pequeños reinos” son historias fantásticas que vienen desde las leyendas, el arte, los sueños (esos sueños que se tienen en el momento de entrar en la cama y son las cosas que se desean, que se recrean, pero a las que Millhauser les da un fin, él acabó el sueño, lo vivió y vio que el fin no es siempre el que se desea, se escapa de las manos del autor, del soñador). Pequeños reinos son de la mente, son pequeños refugios de la imaginación, pequeños lugares propios donde la invención y las palabras son el paraguas que te separa del mundo. El título del libro, al menos para mí, cita más al autor que a las historias que cuenta, nombra más el lápiz que el papel.
Recrearme en los libros de Millhauser es uno de los mayores placeres que he encontrado en la literatura en los últimos años, oculto tras la sombra de grandes escritores mediáticos, aparece como el lugar oculto donde refugiarse ajeno a las multitudes , o ese pequeño rincón oscuro donde nadie te ve y no te moja la lluvia.

Hoy...

50 ESTADOS, 13 POETAS CONTEMPORÁNEOS de ESTADOS UNIDOS de EZEQUIEL ZAIDENWERG

  50 ESTADOS, 13 POETAS CONTEMPORÁNEOS de ESTADOS UNIDOS SELECCIÓN, TRADUCCIÓN Y PRÓLOGO DE EZEQUIEL ZAIDENWERG     Decían que decía...