EL SUR de COLM TÓIBÍN
the south 1990
Edtr. Emece 190 Pág.
Trdct. José Manuel Álvarez Flórez
Este libro cuenta la historia de
Katherine Proctor, una irlandesa protestante de origen inglés, que
abandona a su marido y a su hijo para buscar otra vida en la
Barcelona de los años 50 durante la dictadura de Franco, allí
conocerá a Miguel, un pintor que luchó con los anarquistas durante
la guerra civil, él será su compañero y amante; conocerá también
a Michael Graves, un irlandés católico huido de su tierra. En
Cataluña encontrará otra forma de vivir, aprenderá a pintar y a
ver el mundo de otra forma, será como descubrir un nuevo mundo
lejos de la oscuridad, humedad , la incomunicación y el encierro de
Irlanda y de su propio matrimonio.
El libro combina parte de narraciones
en tercera persona con los diarios o cartas en primera persona -por
supuesto- de Katherine, en éstos es donde Tóibín mostrará toda la
personalidad de ella, todos los sentimientos ocultos que le cuesta
mostrar en sociedad, todas las contradicciones de su vida y la
libertad absoluta de su planteamiento de vida, la diferentes
sensaciones y las dos maneras de comprender a sus dos amigos, Michael
y Miguel. En las páginas del libro también aparecerán apenas
susurradas, casi ocultas-para el que no pretenda verlas- tras las
acciones y pensamientos directos de Katherine las razones veladas de
sus formas de comportarse, la casi laxitud de su comportamiento real
con las profundas razones de ser como es y los motivos en los que se
apoyan todos sus actos.
La pintura y la guerra civil y el
enfrentamiento entre católicos y protestantes en Irlanda, serán los
tres centros importantes del transcurrir de la vida de los personajes
en el libro: la pintura descrita con absoluta belleza y conocimiento,
donde describe una inmensa gama de colores, situaciones, ambientes o
paisajes; pinceladas que aparecerán de forma minuciosa y visible en
los ojos a través, incluso, de las palabras. La guerra civil será,
por su cercanía temporal y por los personajes que rodean la
historia, parte primordial e inevitable del transcurrir de la vida en
Cataluña. La cuestión irlandesa parecerá como trasfondo obsesivo
de su vida en Irlanda, tanto en el pasado como en el presente,
incluso en su influencia en su matrimonio y en la vida de su familia,
será algo que le consumirá a Katherine toda su vida.
Tenía miedo en este libro de que
conociendo, más o menos, las ciudades que describe y el ambiente que
transcurre la novela -España tras la guerra civil- y habiendo sido
escrito por un escritor extranjero, éste pudiera caer en un cierto
grado de “folclorismo” habitual en ciertas novelas ampliamente
conocidas, pero no, la narración discurre sin que peque de ello.
Tóibín parece conocer de lo que habla y por qué lo cuenta. El
transcurrir es fluido y supongo que más que correcto desde el conocimiento
que yo tengo de Cataluña y de aquellas épocas.
Cuando lees un libro en los que las
situaciones transcurren de forma más o menos normal, que pudiera parecerle a alguien que es una historia, floja, de ficción, es
decir que no parece acontecer nada diferente; que no hay nada, o casi nada, que
destaque por su relevancia: no hay grandes héroes, no hay grandes
situaciones, no explota el mundo; puedes llegar a pensar que el libro
no es notable, que, incluso, es anodino, que las situaciones son
planas y no hay un ascenso a grandes cumbres ni descensos a hermosos
infiernos. Cuando ocurre eso sólo debes pararte a pensar que debajo,
entre o a través de, en este caso, los personajes se descubre el
verdadero mundo; el universo profundo que surge por entre cada página. Descubriras la soberbia concepción de sus
diferentes mentalidades,aparecerá la disección, a través de lo que dicen,
hacen o piensan, de sus cerebros, y, por ello, surgirá la razón de sus
actitudes, aciertos, errores, incluso de sus comportamientos
erráticos o ilógicos. Basta pensar en una palabra para que se
dibuje el origen de ello en la mente de Katherine, Miguel o Michael,
nada parece escapar de la encerrona en las que el autor ha montado a
sus personajes, no dejándoles más camino que mostrarse como son;
por medio de cómo actúan, cómo miran, cómo reaccionan, incluso se mostrarán en
el comportamiento odioso, desolador o lamentable con las que en en
algunos momentos actúan. Por lo tanto nadie debería quedarse en la
superficie del libro, en una lectura somera o frívola de un libro,
al menos no en éste.
Wineruda
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