martes, marzo 22, 2016

AGUA, PERRO, CABALLO, CABEZA de GONÇALO M. TAVARES

















AGUA, PERRO, CABALLO, CABEZA de GONÇALO M. TAVARES
agua, cao, cavalo, cabeça 2006
Edt Xordica 78 Pág
Trd. Florencia Garramuño





Si empuñas un cuchillo y marcas la piel, la tuya o la de alguien, con una fina herida de la que brota una pequeña gota alargada de sangre; si una mirada te atraviesa llena de pánico o de odio, de estremecimiento o de amargura; si un grito rompe el silencio de una sosegada madrugada y te crea una vigilia de temor y presagio; si un repentino soplo de aire frio te estremece, incómoda, la piel; si una pesadilla revienta en tu cabeza con una solidez de verdad fermentada en miedo; si la boca, enferma de miedo y sospecha, se ha vuelto tan seca que la saliva te lima, áspera, la garganta... Entonces comprenderás este libro, porque habrás conocido la sensación de advertencia, la horrible sensación premonitoria de que algo horrible pasa, pasó o puede pasar; si te ha ocurrido algo de eso o todo eso buscarás la huella que ha quedado en ti de esa amenaza, creíble como los sueños que se repiten como un deja vu afanoso por retarte y aprisionarte, real como la sangre que gotea de tu mano y golpea el suelo con una cadencia repugnante.



Si una voz, acre y presta a golpear, te repitiera un salmo escrito con lágrimas y sangre derramada por héroes caídos, suicidas, poetas del infierno, por ángeles enterrados entre sábanas de un hospital, de cuerpos insepultos, de ojos ensangrentados, de navajas amenazantes, de rosas clavadas en el corazón, con el aullido triste de niños enterrados entre escombros, de cisnes con cuellos cortados, de carne apaleada; entonces, cuando esa voz haya llegado a ti, sabrás por donde circula la sangre de este libro, por donde ha insuflado vida el creador a su obra. Obra que te incomodará, como incomoda todo lo que no es controlable, todo lo que te repele y prefieres tener en algún rincón de la mente en la que no se pueda entrar si no es con el beneplácito de tu apacible vida segura, con el parapeto que formas con tu santa y adecuada existencia por el que el mal, o la intención del mal, o la precocidad del mal, es controlado por un simple abrir o cerrar de ojos, o por el sacudir de tu cabeza y una beatífica sonrisa para con tus amados hijos que nada temen, ni temerán porque la vida está controlada por ti y por tu simple y decisivo deseo.








Pero si tu deseo no  puede controlar todo, alrededor de este libro surgirá ese enemigo letal que es el miedo, ese que rompe todas tus barreras, ese que te hace ocultar debajo de tus pestañas, ese que no te perdona una flaqueza, ese que no olvida con el tiempo, ese que se repite cada mañana cuando abres la puerta, ese que se repite cada vez que pasa alguien, demasiado cerca, a tu lado, ese que existe cuando alguien que amas cierra la puerta a sus espaldas. Y en este libro conocerás, a golpe de frase cortante, casi lacerante, el sonido seco de lo que sucede en el mundo, o, quizás, solo en tu mente, y repetirá como aquel salmo de ángeles enterrados, situaciones imposibles que esperas que lo sean y que no despierten de su cuadrado de letras negras y papel blanco, porque esperas que el salmo-pesadilla sólo exista en el momento que abres el libro, en ese escaso y preciso instante, y que se acabe con el soplo de aire de las páginas al cerrarse; pero no , como todo buen libro, te apretará las sienes y te escupirá en la cara esa saliva seca del miedo diciéndote que todas esas cosas estaban en ti, en tu memoria personal o en la propiedad comunal que es el recelo, la desconfianza, el asombro, el desasosiego, y, en fin, la cobardía.



Y si hay momentos que el libro te produce esa sensación de inquietud, casi de temor reverencial por lo innombrable, por lo feo, por lo oscuro, por lo que el mundo parece despreciar, por lo que nadie parece querer que se diga, que se vea, que se escuche; entonces sabrás que de verdad eres un cobarde, porque todo lo que se dice en este libro existe, existió y existirá; como una plegaría existió en la boca de los oprimidos sin más esperanza. En estos cuentos cortos, muy cortos, tú tendrás tu oración maldita, tu grito insepulto por el cual la literatura se viste con sudarios fríos y se tumba en carreteras heladas entre gatos negros muertos y ojos vidriosos de miedo y desconcierto.



Wineruda

4 comentarios:

  1. Hola, Wineruda.
    Reconozco que al llegar a la última palabra de tu escrito casi me falta el aliento.
    Si este libro, como parece evidente, rezuma desasosiego, tus líneas han hecho un trabajo impresionante en ese sentido. Tus palabras tienen un reflejo de terror gótico inquietante y seductor a la vez.

    Parece que Tavares nos invita a un viaje hacia la oscuridad... Lo bueno de ese viaje es ampliar los confines de nuestra mente.
    Un desafío, me estimula la litetatura como desafío.
    Un buen viaje, tu escrito.
    Abrazo!

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    Respuestas
    1. Hola Paco
      Es un libro, como poco, inquietante, desasosegante, incomodo, podría decir descarnado, casi antipático, pero decir esto seria tan real como irreal, porque a fin de cuentas la literatura se construye de sensaciones, aceptarlas, acapararlas, pelearte con ellas, y , sobre todo, admitirlas en tu mente, en tu cultura, en esa parte de la mente en la que vas comprendiendo el mundo desde los ojos no ya de escritores sino de gente que importa y que te aporta como, por ejemplo tú, o tanta gente que sabe de lo que habla y habla de lo que sabe, hasta enseñarte sus mundos, sean bellos o feos, pero son los suyos y sus puntos de vista, y siempre serán ganancia para tus sentidos, tu sensibilidad y tus conocimientos de lo que va quedando de lo que te rodea
      un fuerte abrazo

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  2. Uauuu, Wineruda... que reseñaza... Se me ha encogido el estómago. Ando inquieta últimamente, y me inquietan también algunas lecturas, las que me atraviesan porque me dejan indefensa, y las que no porque me dejan decepcionada. No he leído nada de Tavares, pero este pasa ahora mismo a la sección "en búsqueda y captura".

    Un abrazo

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  3. Hola Ana
    Gracias por el elogio, me encanta que te guste: Pues sí, no es una lectura fácil, si eres de los que te involucras en la lectura, como tú, si no es así, es una lectura rara sin más, pero para leerlo así es mejor no leerlo, que te remueva las entrañas es para lo que está escrito, y lo ha conseguido.
    un abrazo

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