MI HERMANO STANLEY de JENNY DISKI
The vanishing princess 1995
Edit. Circe 250 Pág.
Tradc. Gian Castelli Gair
Sorprendentemente buena colección de
historias; pero esa sensación de inesperado lo es por el
desconocimiento de esta autora, al menos para mí, y por la calidad
de sus historias, por la combinación de reflexión, imaginación,
observación, por saber rascar la superficie de la piel humana y
encontrar entres sus venas las conexiones con mundos propios en ese
espacio que permanece entre lo cotidiano y lo insólito, por
sobreponerse a la comodidad de un relato común y adentrarse en las
mentes de los personajes hasta vaciarlos delante de tus ojos,
desnudarlos, para mostrar sus cuerpos, también, resueltos a actuar
como son ellos en realidad, o como quisieran ser; también por
transformar los cuentos de príncipes y princesas en relatos, entre
irónicos e indómitos, en historias que se adentran en esas
historias de niños para, de repente convertirlo en algo para y con
adultos.
Son 12 relatos sobre mujeres, sus
personajes principales son femeninos, son las que cuentan sus dudas,
las que revelan sus necesidades, sus complejos, sus anhelos, sus
perdidas, sus patologías, sus contradicciones, su resolución, su
búsqueda... Sean en matrimonios frustrados o felices, sea en torres
abandonadas o palacios viciados, sea en paraísos silvestres o en
sórdidas casas, sea en relaciones esporádicas o en amores eternos,
sea sobre añorados u odiados días infantiles, sea siendo engañadas
o siendo las que engañan, las que ríen o lloran, con padres odiados o queridos. Son, casi todas,
historias sobre la meditación y la introspección en sus actitudes,
en su pasado, en sus relaciones, en su manera de actuar. Eso no
significa que sean cuentos pesados o extremadamente profundos, son
relatos a veces irónicos,a veces con sorna, otras veces
tristes o que te hacen pensar , otras veces son como un concierto de
heavy metal en la Abadia de Westminster, que te descolocan y sonríes
con comprensible aturdimiento de sorpresa.
La voz narradora emite, en casi todos
sus relatos, una oración común; esa necesidad de ser comprendidos y
comprender -acciones, palabras, hechos, pensamientos-y aunque sea
exagerado decir que en todos aparece esa misma voz, sí que
comparten, como es lógico, un mundo común donde muchas veces el
sexo, la infelicidad, la fidelidad -y lo contrario-, la añoranza de
una infancia más feliz, , la insatisfacción, o el desengaño del
simple discurrir de la vida inesperadamente distinta a lo que se
había creído, comparten en muchos casos páginas en este libro.
Donde sus protagonistas, exceptuando las princesas y alguna
jovencita, son mujeres ya no del todo jóvenes, trabajadoras, casi
acomodadas, y que hacen lo que podría decirse como una vida
convencional pero...
Hay muchos cuentos que merecen mucho la
pena en este libro, pero no podría hacer un comentario sobre él
sino nombrara uno en concreto que me ha dejado impactado, por sus
temática, por como está escrito y por que es bueno hasta para
leerlo varias veces seguidas, se titula “el saltavías”, y por
favor, si tienes la oportunidad, no dejes de leerlo puesto que no
estorbaría en una antología de los mejores relatos del siglo XX.
Claro está que es una opinión nada más, de alguien que
evidentemente no ha leído tanto como para osar decir esa afirmación
, pero ¡qué puñetas! Como autor de esta reseña me reservo el
derecho a aclamar que este cuento sera uno de los mejores que leereís
nunca, o casi...
wineruda