viernes, junio 09, 2017

EL ESPÍRITU ÁSPERO de GONZALO HIDALGO BAYAL




















EL ESPÍRITU ÁSPERO de GONZALO HIDALGO BAYAL


2009

Tusquets Andanzas 

 556 Páginas



Borracho, ebrio, embriagado, bebido, beodo, alcoholizado, mamado, achispado, amonado, ajumado, ahumado, calamocano, dipsómano, alumbrado, con curda, colgado, como una cuba; así estoy después de leer este libro, pero no de alcohol, sino que tengo la sangre -y el cerebro y el hígado , hasta los riñones- llenos de palabras; estoy empapado -desbordado, acuciado hasta la sorpresa- en palabras: palabras crueles, dulces, extrañas , numéricas, cuadradas, al cubo, de fórmula física,  inventadas, paranomásicas, neologismos, arcaísmos, barbarismos, latines, y griegos; o  palabras surgidas del habla de un pueblo perdido de la mano de Dios, y encontrado por la mano de un forajido, palabras que me inundan la sangre de ironía, y de feroces falacidades, bosquejos de ideas con sabor a hiel, y que no saben de dónde nacen y para qué, palabras procaces y salvajes, palabras como su mundo: curtidas, bravías y cultas.

El mundo enfrentado, -tu y yo, el y ellos, nosotros y vosotros, norte sur, paraíso infierno, riqueza pobreza, sarcasmo o fijeza,- enfrentado como el estado de la cultura y el del analfabetismo y el del  desconocimiento -y la absoluta necesidad de no saber-. La dicotomía de lo que quizá fue y de lo que realmente fue; la dualidad histórica -venganza futura-en la que la realidad de un hombre -humillado y acusado, vencido y torturado-- que luego fue cartaginés, pero cartaginés triunfante sobre los otros, los enemigos los de que siempre ganan y ganaron, los romanos, antiguos triunfantes humillados el vencedor vencido, el derrotado ganador. El perfecto enfrentamiento, la parsimonia de vida que no sabe qué camino escoger, y enseña que el mundo de las escuelas donde nada se aprende ni siquiera a vivir, porque a vivir se aprende en las tabernas, en las afueras de las escuelas, o en las calles de los pueblos perdidos, o en los campos donde pacen cabras y vacas, en riscos donde se muere despeñado, donde el poder es del señorito hijo de desgraciado y el desgraciado es el pobre siempre; Y el saber...el saber solo sirve para componer -o recomponer o construir a golpe de mano vacía- la vida de otros, componer verbos que expliquen el mundo, que lo remienden para que nonatos y para muertos vivos. Nunca para uno mismo , ni como profesor que solo eres soniquete murmurante de un organillo que se ha  repetido durante años -se va repitiendo-, ni nunca como alumno que solo eres el siguiente en saltar por la ventana de la vida. Ser o no ser, no depende de ti.





Y de la dicotomía, dualidad, partición, división, que es la novela, que va discurriendo su recorrido , a veces pantanoso, a veces como brazos de meandro, a veces como catarata rugiente, a veces como río tranquilo y pasmado, a veces con la calma chicha de la vida de un pueblo que ve pasar al vida. Vida que nos transporta desde el pasado al presente, y de hoy a ayer, y de nunca a siempre,  desde un pueblo apartado del mundo , un lugar etéreo, vacío, solar de sueños que no fueron, de origen que no fue, de energía apagada, Casa del Juglar, o Murias o.. Desde allí, lleva a Gumersindo, y con él a Pedro Cabañuelas y sus vidas , a Madrid, a estudiar y conocer sus vericuetos, sus vinos y mujeres, sus callejuelas y sus peleas, sus mentiras y verdades. Dicotomía y extraña aflicción que provoca y enseña que el protagonista ese viejo Gumersindo y el  niño Sin a la vez, , o Pedro Cabañuelas es  bandolero y alcalde, es futuro en el pasado, hasta el mismo  escritor de esas memorias propias y ajenas es amanuense falso y real y mentiroso a la vez.
 Partición que pasa de un profesor anciano-Don Gumersindo_ que es el niño que recorre las calles llenas de cenizas, mierda de vaca , de mentiras al oído y verdades a medias, de acusadoras y curas de poder y guardias civiles sin poder, y piedras de camino y que luego lo lleva , a la insultantemente moderna década de los años 80 en un instituto en los que los jóvenes son tan modernos como podrían serlo entonces -y Don Gumersindo tan extraviado como sus dialectos del latín recitados de memoria-,. Y allí me veo, con aquellos alumnos de Murias en el post-franquismo, con aquellos chicos tan patanes como lo fuimos entonces, tan enamoradizos como intentamos serlo y no somos, tan humanos como lo hemos sido siempre. Y también están  los otros  niños -los figurantes con frase, moratón, vida y muerte, hasta amor apedreado- los de primeros del siglo XX en los que la escuela de los frailes era un lugar de rezo y palo, castigo y oración, de vértigo y miedo - creo que casi somos los mismos con otra vestimenta y otros canto, pero igual de perspicaces y tontos, tan inútiles como crédulos, tan crueles como inocentes-Somos, ambos -los modernos de marihuana y libertad, y los de vino barato y tirachinas-, vestigios de dos pasados. Todo es pasado en la novela, pero es un pasado presente,- el presente pasado-, porque nos habla de la vida, de la vida de alguien que vive, encerrado en el circulo horario, diario, anual, que nos rodea-;: el escueto vivir que nos repite sin cesar que la vida es la misma siempre-,. que va encerrándolo en su lugar, lo lleva, sin querer, aunque sus planes hubieran sido otros, al lugar que  eligió, o quizás, sí, un otro, un alguien que nadie conoce, ¿el destino?¿Dios? ¿el infierno? ¿la nada? Todos acabamos en los lugares que creemos nunca hubieran sido el final , y aquí estamos -presentes- en novelas que hablan de Don Gumersindo (Sindo, Sin), un niño que comienza a estudiar a primeros del siglo XX en un colegio curas y allá descubrirá el mundo extraño, paradójico, irreal de las lenguas muertas que enseñan que el mundo es siempre es mismo, por lo tanto están vivas como el mundo -.Así, nuestra vida es como el latín ahora, y como la canción de los Sex Pistols, sin futuro,


Gumersindo (Sindo, Sin) conocerá en el pueblo a un rufián, a un bandolero, que surgió en el pueblo, pero nadie acusó, solo amagó su condena, y desde su puesto de posible bandolero peligroso, Pedro Cabañuelas va ascendiendo en la vida de Casas del Juglar y de Murias entera, cultivando su cultura con Gumersindo niño, conociendo los latines , de donde aprende que los cartagineses son un pueblo admirable aun en la derrota, que por otro lado él no reconoce, y por contra sus enemigos serán escipiones romanos a vencer, y podrán ser vencidos.
Pasados los años, Gumersindo, don Gumersindo, escribe esa historia que será´recreada por el propio Gonzalo Hidalgo Bayal, robando de los escritos ocultos del profesor de lenguas muertas; , muertes, triunfos, derrotas, venganzas y ruindades que sucedieron en el pueblo, en Madrid durante la universidad y en la España que cruzó aquellos años de muertes, guerras, sangres y bendiciones apostólicas. Aquellos padres , rellenaron el mundo de hijos de los cuales Don Gonzalo Hidalgo -como colega joven de Don Guemersindo y escritor de sus memorias apañadas- va dando razón de vida y señales de movimientos en los años actuales. Grandes movimientos que se van repitiendo, solo las carreteras y los coches y la radio, o los instrumentos musicales no son los mismos, la vida de la gente es la misma, : beodos, asexuados, tontos, perdidos, fornicadores, músicos, perdedores, salteadores. Quizá solo queda una cosa que no es la misma, la justicia no escrita que existía en los pueblos donde no había más que razón de vida y de muerte, la justicia de la verdad y de lo que es justo, o del que es más listo, ahora solo queda la soledad del que nace para estar solo y no vencer nunca, ni aunque sea lo justo


El protagonismo rota entre el Antiguo casi , acaso, aún, bandolero , Pedro Cabañuelas, -y su prole y familia- y Gumersindo; que surgen y rigen un destino casi paralelo, entre obligado y destinado, sus mundos, de cultura sin destino, y de destino sin cultura, será la del pobre profesor de la España del siglo XX y del ´hábil generador de vidas y sueños y dineros que va creando el pueblo de Casas del Juglar a su gusto extraño y cartaginés; y la dicha de hacerlo supera la desdicha de su vida, y así se irá moviendo el mundo por este libro, que está lleno de sonidos extraños, extraños por diferentes, es una novela diferente, no busques veleidades facilonas, ni simetrías ajustadas a lo vendible, ni busques traiciones indebidas, ni facilidades de lectura y pago,. El latín nace y trasiega por sus pagos, los juegos de palabras rulan como un jarra de vino en una vieja cabaña, se sorprende uno con el humor irónico, tramposo, el humor con mirilla, el humor con tirantes, la broma con carretilla, , el chiste para mirar con periscopio o microscopio , incluso con telescopio; y aparecen hasta las canciones ochenteras de bajo presupuesto y serie B y hasta hacen prosopopeya de niños sin futuro de los 80, iracundos entre alcoholes y malos versos. Y …aparece...
Cabañuelas como rey y Gumersindo como juglar culto de latines y canciones de gesta cartaginesas .

Y no quiero perderme en contar cosas extrañas -mías- del libro, simplemente he intentado hacer un boceto, a carboncillo y borrando con una goma de esas con olor a nata que probablemente si fuera cierto su olor me hubiera embriagado, pero como solo es un ejercicio de estilo, diré que es una novela, no ya buena, esplendida. Y me impresiona, me deja completamente alucinado que webs - de alabado credo-que distingan escritores de “alta alcurnia” de la literatura española del siglo XX y creo que del XIX o XXI ¿qué más da? no distingan a Hidalgo Bayal-lo subraye, lo diga siquiera-. Es impresionante, espléndido en su barbaridad. ¿Qué les has hecho Gonzalo? ¿Confundiste gigantes con molinos? O ¿ Ibéricos con bestezuelas?. ¿Delenda est Carthago?


No es un libro para leerse de una sentada -bueno yo lo hice, lo leí en un día-(pero es otro tema, lo bueno me obsesiona), así que si quieres leer un libro que no sea el que te aconseja el vecino acosándote en el ascensor con sus libros de biblioteca pantagruélica  y de portada de belleza arrullada y fascinante; agarra una silla-o mejor un sillón-, ponte las gafas de leer, aprópiate de un diccionario -de los de libro no de los de Internet, no valen, no merecen la pena-y disfruta; sí disfruta del puro placer de leer historias, que la vida no vale para nada si no tienes un momento, un lugar , una silla, un sillón, un árbol viejo donde apoyarte, una encina donde colgar la hamaca, un aparte silencioso, una querencia para personas que no quieren leer lo que te aconseja la dependienta de la librería  del supermercado -no por no saber, sino por escasez de temas y tomos- y le apetezca leer una obra de arte. Arte de papel, arte de riesgo, arte de pensar, arte de no hartarte.
Pues te -os, les- presento:
-Aquí un lector con curiosidad..
-Aquí Gonzalo Hidalgo Bayal, escritor que hasta pudo ser el que inventó el bálsamo de fierabrás para lectores  (como me ocurrió a mí) Gracias







martes, mayo 30, 2017

HAIKUS CLÁSICOS Edición Tom Lowenstein






















HAIKUS CLÁSICOS Edición Tom Lowenstein
Ed Blume 176 Pág
Versión Remedios Diéguez Diéguez

Crear.
La belleza puede ser evidente o puede estar escondida, necesitada de buscar un origen o una clave que, propia del autor o del lector, emocione.
Emocionar es la función de la belleza, porque dentro de la emoción se encuentra la sorpresa, la expresión singular, el deleite, el destello de una impresión inolvidable. La belleza puede esconder tristeza o pude esconder amor o puede esconder luz o puede esconder inteligencia o puede esconder naturaleza, o puede esconder lo simple.
Lo simple. El destello de lo simple, un susurro apenas audible en el sonido de la noche en el abrazo de tu amante, el vuelo de un pequeño gorrión cruzando un rayo de sol que llega atravesando  nubes de tormenta, la simpleza de un mirada limpia, la limpieza de un mano que no traiciona, la niebla que tapa un bosque de árboles de cuyas hojas gotean pequeñas gotas de lluvia, el olor de las hojas caídas de los pinos en invierno, el invierno que deja pasar un sol que calienta la espalda a una mujer que pasea sus dos galgas, negras,  por una calle solitaria de Sevilla en donde, en una pared, un poeta callejero ha dejado un verso sobre la vida.
La vida. La vida es crear.

Los haikus siempre han sido para mí el misterio de lo simple hermoso, pero ¿Cómo distinguir lo vacío de lo exuberante para el novato?¿Cómo un inexperto como yo  que se presenta delante de un libro de pequeños versos de 16 sílabas  puede llegar a integrarse en el riego sanguíneo que alimenta la verdad de un haiku? ¿Tres versos que crean mundos propios, ?¿Es mi única manera de ver el mundo , mi mundo, ese -este- en el que el sitio en el que quiero estar es un lugar en el que lo verde cubre todo lo cercano y lo lejano, y el cielo es tan tenue como el latido de la tierra cuando no se le provoca, y la niebla cubre los pasos de idas y venidas? ¿Puedo  adaptarme al silencio del haiku, a la sobriedad casi misteriosa del haiku?'¿Puedo hacerlo, de verdad? ¿A la sensibilidad espiritual del poeta creador de haikus? ¿Creo en Basho, el'primer granjero, el primer poeta adorado casi como dios,  de los haikus, el que generó poesía de un mundo cercano, alejándose de lo que fue  un estadio anterior de poesía elitista?..... Cuando lo sopesé, lo pensé, lo leí , lo releí, miré, borré y escribí y escribí y escribí, vi lo que era el haiku,y lo acepté porque era la sensibilidad de los poetas japoneses mirados desde toda su tradición religiosa , literaria , poética, taoista, budista, su simbología zen, sus sentimientos en los que la belleza no está´en los mismos términos, ni en las mismas hojas que la poesía occidental, no tiene nada que ver. Es ridículo comparar una con la otra, pero también es imposible entender toda su complejidad y todo lo que lleva dentro, todo lo que oculta dentro de sus palabras, sus silencios, sus oscuras y despiertas sensaciones desde mi mirada de  occidente. Pero debo y puedo hacer dos cosas: amar lo hermoso, y, desde la poética de lo que es bonito, entender lo que leo, y admirarlo, y visualizarlo, y creer en ello, sobre todo eso, creer en ellos, saber que detrás de Basho... está un mundo que aún vive, que vive en montañas, creencias, piedras, pájaros y vientos, otoños, inviernos, veranos, zarzas...
Por lo tanto .¿Creo a los poetas japoneses?¿cómo leo Haikus? ¿Cómo los siento? Siento el olor de sus vientos y de sus flores, y el miedo a la muerte y el cambio de las estaciones y la tranquilidad de la vida y el miedo a la soledad, y el amor a lo simple, y a la naturaleza, y las pequeñas , pequeñísimas cosas, que son las que componen la vida, toda la vida, todo lo que nos rodea, universos de de cosas sin importancia que es por las que vivimos...

Ya puedo ver mis huesos
blanqueados por el viento.
Un viento frío corta mi cuerpo
Basho

Mientras camino
por esta senda de montaña.
Las violetas me atraen hacia ellas
Basho

Solo mariposas
y sol
en el prado vacío
Basho

Sí, creo en esos poetas, y creo en las pequeñas vidas que componen . No, no componen: recomponen la vida de cada instante de aquel y este mundo, y hacen nacer nuevas. Sí creo en ellos, aunque haya alguno que no me alcance, siempre existen otros que hacen que merezca le pena una noche, o un día; hoy que he tenido un día horrible, he abierto el libro y he leído

Sobre los campos
sin apego a nada
canta una alondra
Basho

Y me ha parecido hermoso, una pequeña isla en la estúpida vida de ese momento, simplemente, un corte mangas al instante aquel,. Me vale con eso...

EL mundo de los haikus comprende puertos de paso que tienes que pasar y entender,: el amor, la nostalgia, las estaciones, la naturaleza, el tiempo...Tienen un significado concreto, una clave de entendimiento, una contraseña que debe entenderse y saber para comprenderlos; lo sé, supongo que costará años y costumbres. Costará cada  uno de esos temas ,que van  unido a unas palabras o temas que las describen y dibujan, una especie de universo atrapado en tres versos, que lo encierran como una gota de ámbar ha atrapado una flor, y la guarda y la embellece para siempre, para la eternidad. Así que iré aprendiendo, sin prisa, mientras tanto, lo que admiro lo haré sin ambages, sin necesidades, ni ofuscaciones por no saberlo todo, la poesía siempre es poesía...Lo bonito siempre será necesario, y lo necesario siempre buscado.

Viento de otoño
la rama de la morera
en el suelo, partida
Basho

Este libro habla de cuatro de los poetas japoneses que engrandecieron el haiku, lo hicieron diferente o llegaron a lugares donde los demás no supieron.

Olas de mar azul
aroma de sake
luna llena
Basho


Hablar de las características de cada uno de ellos creo que es fútil en una reseña, haría de ella un libro completo, y esto que ni siquiera llega a reseña, menos podrá ser libro...



He releído a los 4, mil veces, probablemente más, hay haikus que no, que no comprendo, hay lugares que no he pisado, y no he conseguido que su huella me haya mostrado el camino, pero sí que he comprendido otros, que me han llegado, esa  belleza de un instante...Los haikus son instantes atrapados a la naturaleza o al tiempo, o a la vida o a la muerte o al paso del tiempo, apretados en un puño .Para que no se escapen.




La sensación momentánea el golpe a la vista , la caricia en los ojos o en la mejilla, el suelo duro en los pies, las zarzas que queman la piel, las manos que se pierden en el futuro, el solitario pensar de la reflexión del ser en la naturaleza, del ser en el espacio vacío, del ser en el mundo, son pedazos que se quieren arrancar a la  nada, porque si ese momento no se atrapa en versos y ahí los reflejas como imágenes de todo lo que existe hasta ese momento, pasarán y no volverán nunca.

He vivido tanto
que lo único que puedo hacer
es chupar esas raspas de pescado
Basho


Buson será el poeta que cambia, pasado un tiempo de la muerte de Basho, los haikus, convirtiendo sus temas en algo más cotidiano, de lo cercano, de lo que deja de ser herencia de temas tradicionales, para hacer del haiku un lugar para ver el mundo desde los ojos cercanos , ¿cercanos a qué? Cercanos a la realidad que aparece cuando te levantas y cruzas un río

¡Qué gran placer
atravesar un río en verano
con las sandalias en la mano!
Buson


O el recuerdo de un lugar pasado o una felicidad que alcanzada se ha ido

Ya paso la a primavera
De pronto
el laúd se me hace más pesado
Buson

La vida transcurre lenta y fiel, las cosas se conservan porque son eternas, al menos los momentos, los exactos momentos en los que estamos viviéndolos y parecen que son para siempre, hace poco leí una frase de Gonzalo Hidalgo Bayal que decía que las cosas perdidas son las únicas cosas que no olvidamos.
Las cosas se pierden y los haikus alcanzan ese estado de eterna presencia

En el frío del amanecer
la voz de la campana
resuena en el aire
Buson


Una bandada de gorriones
se agarran a las hierbas seas
durante el chaparrón,
Buson


La quietud de la vida, y el paso de los años, son una simple imagen de alguien que se mira sin prisa en un lugar en el que el tiempo comienza a pasar y apagarse.

Tarde de otoño
ella limpia el espejo
con la manga
Buson


La luna se afina
hasta que desaparece
la noche es más fría
Buson

El sonido de la vida, del cielo cayendo, del granizo despierta la vida y nacen de nuevo  a las sensaciones, todo renace, y todo se remueve.

El repiqueteo del granizo
sobre las hojas de la camelia
amanece
Buson


El tercer poeta es Jssa, un poeta reñido con la suerte y con la vida, reñido con los sueños y con las victorias, vencido por todo menos por los poemas, donde se refugia para ganar a los que piensan que él no puede generar nada bello, se refugia  de la muerte que le persigue, de las derrotas que le han vencido, de las sordidez de su mundo que no puede con su alma, con su creencia en qué las cosas pueden ser vencidas al menos durante el esplendido instante donde el amor por la belleza vence a todo, la belleza no puede ser vencida ni siquiera por el tiempo, porque siempre estará en el recuerdo de alguien , ahora incluso siglos después..
Ahora vences
Siempre vences Jssa
Sus derrotas y sus victorias son parte del mundo de sus haikus de sus poemas que crean mundo, belleza, instantes de eternidad

Un día lluvioso de primavera
Una carta abandonada
vuela entre los árboles
Jssa


Sola entre los árboles
una joven entona
una canción de la siembre del arroz
Jssa


El caracolillo sube
lento, muy lento
al monte Fuji
Jssa

Mediodía, El gorjeo
delos verderones
y el rio en silencio
Jssa

Mientras cruzo a duras penas
este puente de cuerda
oigo la llamada de un cuco
Jssa


Aquellas montañas lejanas
se reflejan
en las pupilas de la libélula
Jssa
 

No lloréis insectos.
El amor implica separación
incluso para los astros
Jssa


¡Qué hermoso el cielo
después de cantar
la alondra!
Jssa



El último, y más moderno poeta que describe y admira este libro como maestro del haiku es Shiki; muerto a principios del siglo XX, sus haikus me parecen encuentros con los mismos poetas que antes he hablando, sus almas reviven y vuelven en cada generación, y quizá, encontraron un camino nuevo, o un lugar diferente pero no importa, cada estación de paso de los poetas, deja sus pasajeros en forma de poemas de haikus, y cada cosas que dejan en el trayecto, sea equipaje, sea paquete postal , sean los propios visitantes, sean los locos que han saltado del vagón de la poesía, son siempre los mismos, contando y cantando diferentes historias, porque el mundo se compone de historias , de miles, millones,billones de historias que van recomponiendo la vida de cada segundo que vivimos, nacemos y ya somos historia, morimos y somos historia si hemos bajado de ese tren..

De Nuevo te espero esta noche
EL viento frío
se convierte en lluvia
Shiki

Creo que me gustaría morir
comiendo manzanas
mientras contemplo peonias
Shiki

Posado en un muro de adobe
un cuervo, Lluvia fina
de primavera
Shiki

En todas las grietas
del acantilado
azaleas silvestres
Shiki


Un relámpago
entre los ´árboles del bosque
vislumbre el agua
shiki

Han talado el sauce
los martines pescadores
también se han marchado
shiki

la cinta rota de un zueco
abandonada en los
arrozales invernales
shiki


Todos estos poemas, como dije al principio, esconden lo hermoso evidente o lo escondido. Lo subjetivo que es de lo que se alimenta la grandeza de las cosas, la familiaridad que hace que algo sea estremecedor para alguien puede hacer para otro sea vació, lo excitante de unos besos o de una caricia puede ser un insulto para otro, la nada es el todo para alguien, lo subjetivo de lo que alguien cree que es sublime, no puede ser rebatido, como lo contrario, así que la belleza de estos haikus solo se compone de cosas que parecen costar, reñirse con él, a un occidental bastante poco adaptado a a los recovecos de la poesía japonesa, y que parece que solo puede aceptar versos que le vienen de la niñez, para él -para mí- estos haikus, ya son de belleza apasionada y apasionante: los quiero, los aprecio porque creo en el instante, en atrapar fotografías de momentos en el que el mundo se para, quieto, silencioso, sin instantes que traspasar porque algo ha pasado,.. Alguien, que puede, y sabe hacerlo, me lo contará para que viva en mí, hasta mi muerte, hasta que la nada se lleve mi todo, pero como no se llevó estas poesías o estas uvas o los gorriones o la nieves o las nubes o la primavera o la niebla que por estos versos han quedado. Son como estrellas que contradicen las teorías de Einstein porque la energía-el impulso de la poesía- se crea pero no se destruye.


wineruda

sábado, mayo 27, 2017

EL ARTE DE DESGRANAR ALUBIAS de WIESLAW MYSLIWSKI


















EL ARTE DE DESGRANAR ALUBIAS de WIESLAW MYSLIWSKI
2006 Traktat o łuskaniu fasoli

EDITORIAL 451
Páginas 414

TRADC. Francisco Javier Villaverde

Tú, yo, la sonrisa del cómplice, la mirada del niño, la caricia del amable, la sensibilidad de la ternura, la ternura de los cientos de perdedores que no le dan importancia, él, nosotros, las mayúsculas victorias de los amantes, las secuelas de las grandes noches de amor o de alcohol, vosotros, las ganancias de la amabilidad gratuita, los versos libres de rimas consonantes, los poemas que te rasgan los vestidos y el ojo, el ojo rasgado de “el perro andaluz”, las alpargatas de los vencedores, ellos, hasta usted,...todas esas cosas desaparecerían sin la memoria, sin el simple, escueto, estrecho derecho o ejercicio fútil o desatino o esfuerzo o casualidad o, incluso,  delirio alcohólico de una noche agraciada o desgraciada de recuerdos, o de flash alimentador. No, nada existiría; estamos pendientes , dependientes, de que algo o alguien nos recuerde o nos haga recordar los hechos, que sin ello -ellos- seria, seríamos, la  nada; acaso fotos en alguna estúpida instantánea refleja y compulsiva de algún móvil que alguien olvidara o borrará  en su esfuerzo por atrapar todo lo que sale al encuentro de sus ojos, sin comprender que nada es todo, y todo es nada si no comprendes, sorprendes, amas, das vida a lo que quieres y haces recordar . ¿Y lo impalpable, y lo incorpóreo, y lo terrible y lo amado, y lo etéreo y la sorpresa, y el odio, y la rabia? ¿Quién sabrá de ello?¿Quién nos dibujará y nos pintara de rojo odio y blanco sabio nuestro pasado cuando no estemos? ¿Quién sabrá que bajo nuestra apariencia de tristes, alegres, estúpidos, inteligentes o tiernas personas éramos algo más que una foto vacia, retraída y desvaída en un cuaderno para demostrar que estudiamos secundaria con un montón de desconocidos y que son tan espectrales como ahora las de los daguerrotipos de hace mil años cuando ya hayamos muerto?¿Qué queda de la nada si no hay nada que quede de nosotros acaso una herencia mal pagada y una pagoda de palillos y un infiernillo para té de bolsitas que morirá en algún templete de una casa de muñecas?


“El arte de desgranar alubias” bajo su título de libro de cocina para principiantes poco inspirados, o, todo lo contrario, para sibaritas genios de la cocina de autor de rostro de revista. Debajo de ese título, se esconde una genialidad, un libro que atrapa todos lo que deben tener los libros, pero es que todos, sin faltar ninguno, no falta ni una señal, ni una rama que indique el camino, ni la trampa para cazar ratones para  que no se coman el papel...No, no falta nada de la alta literatura, de la de levantarse , saludar, levantar el sombrero que tanto obsesiona y marca al protagonista, y saludar a un escritor que si algo le falta es que se le conozca...aquí...

“EL arte de desgranar alubias”...¿Qué es? Un monólogo.
¿Un Monólogo? No. Es un falso monologo, o quizá tramposo, o demasiado listo-a saber-, el autor obvia a uno de los protagonistas de la conversación y deja que el vigilante, conteste las preguntas fantasmas -llegadas del vacío- que el otro hace y, sobre todo, sacie su impulso de contar su historia, y con su historia... la historia de Polonia antes y después de la Segunda Guerra Mundial, y que la historia de Polonia hable de la vida de la gente, la jodida vida de la gente que pelea por el mundo -todo el mundo- por vivir, por conservar existencias y estancias, por sobrevivir, y por no olvidar y por enfrentarse a la vida aquí y allá, en desigual combate....

Una persona sin nombre aparece en la caseta del vigilante de unas casas de campo, probablemente -¿probablemente?- buscando alubias; el vigilante comenzará a desgranarlas de sus vainas con la ayuda de ese desconocido visitante, y en el transcurso de ese ejercicio, medio culinario y medio social, a la forma de las viejas reuniones alrededor de la abuela que contaba cuentos de Andersen o Perrault a su manera:; el vigilante, contará su vida, (a golpe de recuerdo que va y viene, que salta, disgrega, dispersa, digresiona, recuerda y olvida y vuelve a recordar) la vida de esas casas de campo , esa zona y sus habitantes y la suya propia, oriundo de allí.. Su vida, caída en el hoyo de la historia en el que Europa, y con ella Polonia, se hundió en la lodazal de sangre, odio y muerte; en una historia que saldrá desde los -pocos- años felices en ese mismo sitio donde ahora se alzan los chalets , cuando era niño y la terrible llegada de esa los nazis en la Guerra mundial, Y la muerte...muerte de su familia, de asesinatos, fuego, la nada, el furor ciego de la herrumbre mental, el miedo, odio, desgracia,, Y luego la llegada de los partisanos. salvación pero muerte otra vez; y al acabar la guerra: la escuela para niños perdidos,-y sus historias de vejaciones , hambre y energía comunista desvencijada- y sus vida de aprendiz de electricista y su interés por la música y el saxofón. Esa escueta historia, así contada desnuda y en papel blanco desnudo, en verde blog o blanco impresora, no deja de ser una expresión pobre de una novela que no merece tan escasa y tan resumida explicación,. El libro no es eso, o no es solo eso; el libro es un recorrido , a salto de recuerdo, a salto de digresión, a herida sangrante sacada del cerebro, a herida limpiada por el tiempo, a cicatriz vencida y a victoria perdida que el cuidador de las casas de campo va contando a su compañero desgranador de alubias. Todas esas cosas y vivencias  que caen como años, años que saltan de niñez a la vejez y de juventud a la  niñez y de padres a su abuelo y a esposas y muertos y a vivos y a desgracias y a viajes al extranjero-de orquesta en orquesta-,  y a la llegada de los soldados y su olor a muerte y sus fuego de muerte; y, acabada al guerra, la llegada de las escuelas de firme poder comunista y los ejecutivos, comisarios comisionados, jefes, generales, burócratas comunistas de firme poder insensato, y de sórdidas paredes desnudas de todo lo que no sea pensamiento único, y ceguera y corrupción y necedad, y nuevos lugares con viejos trajes de lujo.


Y sobre todo, el libro, se llena de personajes; personas que dejan huella, personajes que no son nadie, no tienen nombre, pero que siempre pasan por la vida del desgranador de alubias que cree reconocer -como un rastro de avión en el cielo que parece el mismo siempre o parece  reconocer ojos o la sonrisa de alguien que sin duda reconoces y la manera de andar de otro alguien que crees que has visto toda la vida- porque todos son parte -parecen serlo, deben serlo, deberían serlo- de su pasado y si no lo son, se asume que deben serlo para poder sobrevivir. Él sobrevive de recuerdos así que todo es recuerdo aunque sea falso, aunque no sea ciertamente cierto -o sí, nadie puede saberlo-. Las personas necesitan tener pasado -uno o muchos- y contarlo, aunque sea para que por un momento y en algún lugar y en algún instante, alguien sabrá que existieron y tú  sabrás o ellos sabrán que les -te- gustaban los pasteles y los vinos espumosos y la vida ajetreada, y el olor de la magnolias, y los pasteles dulces y no le -te- gustaban los trenes, y que -ella- quiso ser actriz o que no quiso ser nada, o que vivió, suave, sin ruido por las calles de esa ciudad ruinosa.

Y el desgranador de alubias debe contar que hubo una enfermera que lo ayudó, y una viuda que le acunó y un mujer que lo quiso y un tullido que le enseñó lo que es el saxófono y la música, y que aprendió que hay amor y que no lo hay, y que no hay nada y que lo hay todo, y a beber y a olvidar para beber y beber para olvidar y a huir y salir de donde te conocen, -pero solo un instante-; aprendió que solo cuando se separen, cuando eso se acabe acaso quedarán lo que ha conseguido que se prenda de la mente y de la curiosidad del oyente, vivirá ese instante o esa eternidad o esa nada,(sea en al imaginación , sea en el misterio de la duda o en el seguridad de que estuvo allí). O quizá necesite que los nombres de las tumbas de los muertos que allí viven en el bosque donde la guerra aun sigue , se sigan leyéndose para que vivan, siempre vivos , hay que vivir en papel o en el mundo o en el spray sucio que mancha la nada, O en los espacios donde las pequeñas cosas crean rabia y la rabia crea pequeñas cosas y los sombreros crean mundos y los fantasmas nacen de las fotos y escriben nuevas historias y no dejan que nadie se aproveche de ellas.

A veces, todo se resume, en luchar para que el olvido no sea el intento del alcohol para no reconocer la realidad, la realidad es la que es, te joda o no, es lo que hay, seguirá viviendo mientras tú merezcas la pena

El mundo de este libro, el espacio , el ambiente, la voz del narrador, la historia, el lado real de lo que quiere contar, la luna en estado creciente que va perdiendo la oscuridad y que pronto será luna llena, es de lo mejor que he leído en los últimos años

Mis respetos ...
Mi pena porque será pasto de alguna limpieza de alguna librería que no lo vendió, de alguna biblioteca que no lo quiso, de algún horno que necesitaba alimento, que buscaba cosas que hicieran pensar, pero así son las cosas...
Mis Respetos Wieslaw
Yo al menos sé que en España hay un libro que nunca estará -no estuvo- en la mesa de maravillas de último grito, de esas de amante recién salida en la revista del corazón, o que bailaban can can con medias de rejilla en portentosos palacios, pero que tú libro es infinitamente mejor que el suyo.


miércoles, mayo 24, 2017

POESÍAS (1927 -1938) de SANDRO PENNA




POESÍAS (1927 -1938) de SANDRO PENNA
Signos 132 Pag
Versión  Eduardo Domínguez

Lo escueto o lo prolijo, lo esencial o lo poblado de pistas -huellas , indicios- para encontrar el camino o el ritmo o , quizá, la mentira o la verdad de unos versos, pero... ¿dónde buscar la poesía? La poesía se busca, y se pude encontrar en todos los lados, en los más prosaicos y en la belleza absoluta, la belleza objetiva y real, pero siempre siempre en la cabeza del lector, pero no de los lectores: la del Lector, el de la unidad, Y en todos los lados, la poesía te -a ti, único lector, quizá el que acaba con todo- te abre todas las puertas del mundo, todas las rotondas te llevan al mismo destino, a lo mejor a los cruces de camino donde esté el diablo -vendiendo o comprando almas-o no lo esté, vigilándolos. O te lleve donde el poeta te muestra el destino límpido, fácil, recto, allí donde están sus caminos y sus libros cubiertos de señales y pistas y señales de tráfico que lleva al mismo sitio,. Camino que, secreto de los secretos de los secretos, es el cerebro, y allí en el cerebro, la sensibilidad, y dentro de la sensibilidad la inteligencia ¿la inteligencia dentro de la sensibilidad? Sí, por supuesto, no puede existir un poeta-ni un lector- inteligente sin ser sensible, solo puede ser sensible si la inteligencia de sus propuestas, de sus vidas contadas y creadas -y creídas- o inventadas o dibujadas, o sugeridas o queridas o merecidas o expulsadas, o escupidas, , cualquiera de esas , sus imágenes, desbordan su cráneo, ojos, boca, sus salivas, poros y venas que explotan para convertirse en señal de vida, no de muerte sino de que está vivo -y está vivo el lector-, que ahí hay, hubo y habrá vida.


La vida...es recordar un despertar
triste en un tren al alba, haber visto
afuera la luz incierta, haber sentido
en el cuerpo roto la melancolía
virgen y áspera del aire penetrante

Recordar sin embargo la liberación
inesperada es menos amargo: a mi lado
un joven marinero: azul
y blando su uniforme, fuera,
un mar de color intenso.



Sandro Penna, escribe como si lo hiciera con las viejas plumillas de los escribientes de tintero y secante, donde no puede escaparse una raya, una gota, un mal guión; no puede salirse del extremo de la página, ni corregir un mal gesto, por ello su escritura es milimétrica, pensada, sentida, aguda, encaja en el papel como si tuviera un patrón encuadrado en los versos, llenos de belleza, de estricta y apuntada belleza. Con un patrón para escribir, y un patrón para lanzar el ancla que fije la poesái en su sitio, sin que se la lleven los malos tiempos.

Me habían dejado solo
en el campo, bajo
la fina lluvia, solo.
En silencio me miraban
maravillados
los desnudos álamos; sufrían
de mi pesar; pesar
de no saber con claridad....

Y la tierra húmeda
y los negros montes altos
vencidos callaban. Se diría
que un dios sin bondad
hubieses con un solo gesto
petrificado todo.

Y la lluvia lavaba las piedras.



Sus poemas recorren un espacio de tiempo que se mueve por las estaciones del año como si llevaran un recorrido por un mundo que varia por las estaciones y en el que el mundo se conservaba estable, sereno, sin movimiento, y solo cambiaban el paisaje lleno de lluvias, soles, hojas cayendo... como un mundo donde lo humano parezca inmutable , pero lo que le rodea lo hace distinto, hace que la inmutabilidad se rompa porque el hombre, el poeta, el amor del poeta, el mundo del poeta, la vida -su vida- varía con las estaciones, con los humores y los amores destinados a ser o no ser porque como el viento cambia en invierno, el sol desnuda el mundo y los cuerpos en verano




Si tras la ventana iluminada
un joven duerme, en la noche estival,
y sueña
Un tren pasa veloz
y va lejos
El mar es como antes


-----

El mar es azul.
El mar está en clama.
EL corazón , apenas un grito
de alegría, y todo está en calma




-----



SI estoy abatido vago entre la multitud
de los barrios periféricos. Mas la humedad
días del invierno me deja triste y solo.
A bocanadas suben a la calle efluvios
salidos de un gimnasio subterráneo.
Donde jóvenes y fieras desudan asaltan
a enemigos imaginarios, abajo el resuello
entrecortado.

Un viejo mendigo mira
conmigo, la escena sin nostalgia




-----


FALSA PRIMAVERA

PLÁCIDOS gatos, amantes
(en el césped la hora está quieta)
de vidrios relucientes

Torpemente felices,
del olor a cuartel
se despojan los soldados.

Mas efímero es a los vacuos
anhelos el sol que amas,
En el áspero crepúsculo, el cielo
a las ramas secas es grave.



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FANTASIA PARA UN INICIO DE PRIMAVERA

TUS infernales ojos
ya no me miran
siento en mí alas
que nacen. Y miro a los alto

Susurran verdes prados
ligeros trenes negros
que olvidan, felices,
las estaciones de ayer.
Donde-detenidas las horas
en atónitos relojes-
vuelve un confuso amor
a las cosas errantes.

Partir aún es fácil
si tus espaldas dejas
-desmemoriado- la nieve
que desciende del fondo del valle.

-----


YA me habla el otoño. En el oscuro
alfeizar, en silencio, escucho cómo mis pensamientos
se pliegan bajo el viento de poniente
que se abate sobre las hojas de mis negros
árboles, vivos solo en la noche.
Luego me recojo en el lecho. Y me saluda
el canto de un muchacho que la noche
cruel, inicia: la vida no cambia.



----



VENTANA

TODO pesar se HA venido abajo. Llueve
tranquilamente sobre la eterna vida
Allí en el garaje, con su motor
se ve -a lo lejos- un joven obrero

Cierro el libro y me acerco a aquella
vida lejana, pero cuál es la verdadera
no lo sé.
Y no lo dice el nuevo sol.


La poesía de Penna lleva consigo la expresión de su amor homosexual, pero siempre llevado por la sensualidad, nunca por la sexualidad ni explícita , ni excitada, ni siquiera exigente, es una sensualidad casi lánguida, casi derrotada, siempre fiel y sensible. Su mirada lleva a la expresión por lo bello, o lo admirado, o lo posible y lo imposible, por los momentos felices por presentes o felices por posibles incluso por imposibles; por ser , por poder ser, porque las cosas son como las imagina el poeta, y como tal son tan verdad como si estuvieran ocurriendo ahora, en este mismo momento, exacto.


Las estrellas siguen inmóviles en el cielo
La hora de verano es igual a otro verano.
Pero el muchacho que delante de ti camina
si no lo llamas nunca será el mismo

-----


Llueve sobre la ciudad. Llueve sobre el campo
donde encontré, bajo el sol, al dichoso amigo.

El, en edad delicada, tiene el corazón vago.
Y en mí seguro que no piensa. Mas inocentes
pecados, la lluvia me reaviva.

-----


LAS negras escaleras de mi taberna
tú desciendes todo empapado de viento.
Tienes un bonito pelo
que cae por encima de tus vivos ojos
en uno de mis firmamentos
remotos.

En la humosa taberna
huela a puerto y huele a viento.
Libre viento que modela los cuerpos
y mueve el paso de los blancos marineros.

-----


Salgo de mi trabajo repleto
de áridas palabras: mas en la cancela
los dioses han colocado para contento mio
a a un muchacho que juega con el tedio.



Todos los poemas que en este libro de Penna que abarca entre los años !927 y 1938 son poemas cortos como sentencias, azules como mares -a veces celestes, a veces verdosos , a veces tristes como los del invierno- son poemas que no esconden nada, no busquen cuevas y hondonadas ocultas a la vista, son como expresiones de una mirada desde una ventana o un silla en en el punto más alto y en el suelo de la ciudad donde ocurre todo, en una ciudad que pudo ser cualquiera donde pasee la belleza

ESCUELA

En las mañanas azules
filas esbeltas y negras
de colegiales, Reclinados
luego sobre los libros, Banderas
de nostalgia campestre
los árboles en las ventanas

-----

EL BALCÓN

LE asombraba al muchacho inmerso en aventuras
entre libros lejanas, de las casas residenciales
el monótono canto de las criadas
-la verde lasitud de las primavera

Vacíos destello sobre el maravillaban.
Mas el negro
cortejo lento de los seminaristas
en la orilla lejana dibujaba
.tioadíva- vastas fantasías de viajes.

Deslizábanse nubes de mármol
doradas sobre el apagado monasterio.
Volvía del cementerio ligero
por las calles del pueblo un carro negro.


Y las cosas vuelven, nada cambia, porque todo se repite, y los pequeños y grandes cambios apenas tiene tiempo para variar porque todo vuelve; pasa el tiempo , los años, y todo vuelve; el amor, la vida, el amor silencioso inmutable, los vientos, que no se mueven de su lado, del del poeta, ni los pájaros, ni los árboles, ni las ciudades, ni el amor, ni los pájaros, ni las mil estaciones, todo vuelve, a ser como antes, o así lo espera le poeta
porque los poetas siempre quieren que la vida sea como ellos quieren, perfecta


OH desolado al alba
vuelo de bajas golondrinas
sobre al ciudad desierta

Volverás entre las suaves
partículas de primavera
entre fulgentes coches
----

Es tan agradable encontrarse
en una aldea desconocida.
Un chico con buzo pasa a tu lado

Tú piensas en su vida
-en la mesa que el espera.
Y en la cansada bicicleta
en que la que se apoya.

Y tú sigues en al carretera
desconocida e infinita.
Solo le pides a tu vida
que siga finalmente como es.



----


POR el viejo barrio
no vive melancolía.
Viven los jirones una vida delicada
que el sol dora, Y así será


-----

VIVIR quisiera adormecido
dentro del suave murmullo de la vida


wineruda

sábado, mayo 20, 2017

POEMAS A LA HORA DE COMER de FRANK O'HARA


























POEMAS A LA HORA DE COMER de FRANK O'HARA
lunch poems 1964
DVD ediciones 156 Pág.
Versión Eduardo Moga


Todo queda enredado con las palabras que los poetas crean los poemas. Alguien, alguno, necesita la decisión -el impulso o la ayuda o el desvelo- de una definición que le  diga que los versos avanzan correctos, sin apartarse del camino, exigiendo y reclamando una comprensión para con las cosas que dice; hay otros poemas -y poetas- que explican sus sensaciones, o sus imágenes o sus recuerdos, casi explicados a ráfagas como el viento que mueve las gotas de lluvia y que mi abuela, en una rara versión de poesía de pueblo. ella llamaba jinetes de lluvia;  decía que cuando ellos aparecían nadie podía esconderse y más les -nos- valdría, o refugiarse en algún portal o un cine, o quitar-quitarnos-  el paraguas y dejar que te mojara. Con Frank O'Hara hay que bajar el paraguas, cerrarlo, echarlo a la basura más cercana y empaparte, de su visión de la vida, tan parcial , tan distinta, tan inconexa y saciante, tan fotográfica y impregnante como los jinetes de lluvia de mi abuela...


A UN PASO DE DISTANCIA DE ELLOS



Es la hora de comer, así que salgo
a pasear entre los taxis pintados
de ruido. Primero, por la acera
donde los obreros alimentan sus sucios
y brillantes torsos con bocadillos
y Coca-Cola. Llevan cascos
amarillos; supongo que los protegen
de los ladrillos que caen. Luego
por la avenida donde las faldas se arremolinan
sobre los tacones y se inflan
encima de los enrejados. El sol calienta, pero los
taxis remueven el aire. Miro
ofertas de relojes de pulsera. Hay
gatos que juegan en el serán.
A
Times Square, donde el anuncio
humea sobre mi cabeza, y más arriba
mana suavemente el agua de la cascada. Un
Negro de pie en un portal con un
palillo se mueve lánguidamente.
Chista una corista rubia: él
sonríe y se frota la barbilla. De pronto
todo es bocina: son las 12:40 de
un jueves.
El neón de día es un
gran placer, como escribiría
Edwin Denby, como lo son las bombillas de día.
Paro para tomarme una hamburguesa de queso en JULIET'S
CORNER. Giulietta Masina, esposa de
Federico Fellini, ? bell'atrice.
Y chocolate malteado. Una señora que
viste pieles en un día así mete a su caniche
en un taxi.
Hoy hay varios portorriqueños
en la avenida, lo que
la hace hermosa y cálida. Primero
murió Bunny, después John Latouche,
después Jackson Pollock. ?Pero está la tierra
tan llena de ellos como lo estuvo la vida?
Y uno ha comido y pasea
frente a revistas con desnudos
y carteles de BULLFIGHT y
el Manhattan Storage Warehouse
que pronto será demolido. Antes
pensaba que aquí se hacía el
Armory Show.
Un vaso de zumo de papaya
y vuelta al trabajo. Mi corazón está en mi
bolsillo, son los Poemas de Pierre Reverdy.

Reconozco que cuando me llegó este libro hace muchos años, me sorprendió su lectura, absorta en nombres de personas, calles, tiendas, cines, actores, actrices, escritores, platos de cocina, cuadros,; me sorprendió la aparente desconexión de sus ideas, de sus versos que acampan allá por donde quieren, lejos de fuentes que le den fluidez y de lugares que los refugien del aire que esparce las ideas y parece desconectarlas -como una maraña de zarzas que guardan celosas hermosos racimos de moras-. Parecería que hay, que evoca y utiliza, una versión de la escritura automática o del surrealismo o de alguna versión libre que Frank aceptaba como suya: los poetas nacen , viven y crean donde, como, desde, para, entre los que quieren, así que me puse a leer y leer y leer. Y conocí a Frank. Él habla de lo que le llega a los sentidos, su versión de las cosas son los sentidos, la vista, el olfato, el tacto, pero también ese sentido de la belleza o del sexo, o de la propia ilógica y lógica del mundo que termina cerrándose en sus paginas, en sus versos, en una creencia de que el mundo irreal o real de sus poemas son mapas que conducen a caminos que llevan a casa -a su casa-, que llevan a la habitación donde reposa el amor  o la verdad o la amistad o el recuerdo. Toda la poesía que aparece en el anterior poema “ A un paso de distancia de ellos” se resume en la vista de un mundo de gente normal viviendo sus vidas normales,  y de personas que conoció y rescata -y tamiza en su mente- en el recuerdo de un paseo , acaso alcanzados por el recuerdo de un simple color, o por el juicio de una de una situación; pasa el tiempo, los pasos, las miradas, las sorpresas, la avidez,  y el poema se acaba recordandoa a  Reverdy, poeta cuya técnica poética eras similar, por lo tanto todo es circular y en su bolsillo están sus poemas y su realidad. (como algún poema de Apollinaire )

Comprendí tras leer y leer y leer a Frank, que las cosas tienen su ritmo, y como cualquier persona, como cualquier poeta, lo que se quiere contar, lo que quiere que el otro sepa -el receptor x, o el mundo desdeñoso-, que destaque como un día hermoso o terrible, debe estar centrado en pequeños recuerdos y resaltar al final, como si no fuera lo importante, la impresión de algo que sucedió, de lo que no olvidará

EL DÍA QUE MURIÓ LADY DAY

Son las 12:20 en Nueva York un viernes
tres días después del Día de la Bastilla, sí
es 1959 y yo voy a lustrarme los zapatos
porque voy a bajarme del tren de las 4:19 en Easthampton
a las 7:45 y después iré directo a cenar
y no conozco a los que me darán de comer

Camino por la calle sofocante donde asoma el sol
y me tomo una hamburguesa y un malteado y compro
un feo NEW WORLD WRITING para ver que hacen estos días
los poetas de Ghana.

Voy después al banco
y la señora miss Stillwagon (de nombre Linda oí una vez)
ni siquiera comprueba mi saldo por una vez en su vida
y en el GOLDEN GRIFFIN le compro a Patsy
un pequeño Verlaine con dibujos de Bonnard aunque considere
en el Hesíodo, trad. por Richmond Lattimore
o el nuevo drama de Brendan Behan o Le Balcon o Les Nègres
de Genet, pero no, me quedo con Verlaine
después de casi dormirme con el dilema

y para Mike por la tienda de Licores
de PARK LANE y pido una botella de Strega y
vuelvo por mis pasos e a la 6a. Avenida
y al estanco del Teatro Ziegfeld
pido distraídamente un cartón de Gauloises y un cartón
de Picayunes, y un NEW YORK POST que trae su cara
y ahora ya estoy sudando mucho y pensando en
apoyarme en la puerta del wáter del FIVE SPOT
mientras ella susurraba una canción al correr del teclado
dedicado a Mal Waldron y todo mundo y yo dejábamos de respirar.

La procesión de nombres propios y de marcas de tabaco o nombres de bares, nombran un recorrido por la ciudad que va envolviendo su recorrido de epopeya de recuerdos, como si la labor de tejer el sudario de Penélope (convertido ahora en una epopeya directa  no a un reencuentro sino a un final) se compusiera y se descompusiera en lugares que estaban allí como puestos por el destino solo para saber que unos pasos más allá sabría que murió Billie Holliday, y todo esos nombres son parte de la tragedia para siempre, reunidos en el círculo de la pena que no olvidará nunca. Porque el poema solo quiere decirte que la pena le sobrepasa y que Billie era la que detenía el mundo con la voz y el signo de su cara y sus ojos, que jamás será olvidada, ni los instantes aquellos... Ya nadie destejerá su voz.

Pero nada queda en los poemas, de ningún poeta si no expresa lo que ha decidido que debe se su poesía y para él, para Frank, creó una definición, un especie, entiendo, de broma exposición que decía “i do this do that'poems” (poemas “hago esto hago aquello), así que todo lo que cuenta en sus poemas son cosas que van sucediendo en el día o en la vida. Que salgan nombres, países, viajes, bebida, sexo, deseo repentino, bares cerrados, borracheras sin y con amor, deseo...es consustancial y definitorio de su poesía. Portarlos en las mochilas de los lectores merecerá le pena si lo aceptas, yo los porto desde hace tantos años, que me llevo Frank a todos los lados, por que existen poemas de una extraña y resuelta belleza, que lo separan de la lógica poesía que siempre leo



AVE MARÍA

Madres de América
¡Dejad que vuestros hijos vayan al cine!
Que salgan de casa y así no sabrán qué hacéis
es verdad que el aire fresco es bueno para el cuerpo
pero qué hay del alama
esa crece en la oscuridad, repujada de imágenes plateadas
y cuando envejezcáis como habéis de envejecer
no os odiarán
no os criticarán no sabrán
estarán en algún país lleno de glamour
que vieron por primera vez en una tarde de sábado o mientras hacían novillos
ipuede que incluso os estén agradecidos
por su primera experiencia sexual
que solo os costó veinticinco centavos
y que no perturbó la tranquilidad del hogar
sabrán de dónde vienen las golosinas
y las bolsas de palomitas gratis
tan gratuitas como salir antes de que la película acabe
con un agradable desconocido cuyo apartamento está
en el edificio Tierra en el Paraíso
cerca del puente de Williamsburg
a los chavales porque si nadie los liga en al cine
ni se darán cuenta
y si alguien la nota será una pura delicia
y sen ambos caso se habrán divertido mucho
en lugar de perder el tiempo en el patio
o arriba en su habitacion
odiándoos
prematuramente puesto que aún no habréis hecho nada
horriblemente malo
salvo preservarlos de las alegrías más oscuras
esto último es imperdonable
así que no me culpéis si no seguís este consejo
y la familia se rompe
y vuestros hijos se vuelven viejos y ciegos ante el televisor viendo
películas que vosotras no les dejasteis ver cuando eran jóvenes


La poesía de Frank O'Hara , conociéndola, enseña la rotunda ironía de sus textos que destila humor, o quizá fuera mejor decir, causticidad con el mundo, con lo que le rodea, con el mundo de la política, de la sociedad alta que le rodeaba, del arte que dominaba, de la sexualidad, de lo real irreal, de lo real irreal, nadie vuelve incólume de sus citas, -sin heridas o marcas-, que cruzan los versos rápidas pero certeras como flechas. Su poesía es para una segunda persona, puede que vaya dirigida a ti, a mí, a un amigo, a las páginas en blanco, al propio Frank O'Hara; es una mirada que va contando, como una conversación grabada en papel y tinta lo que sucede en la calle, pero también expone y fija, porque es el filtro de todo, el secante que lo asegura para siempre, pero también el cedazo que criba y convierte en vital lo ocasional inútil, en trascendental para ser leído para siempre, como una canción que queda en la mente años después de haber besado a aquel amor, y recuerdas la canción no la cara de tu amante.




PASOS
Qué graciosa estás hoy Nueva York
como Ginger Rogers en Swingtime
y el campanario de St. Bridget levemente inclinado a la izquierda

acabo de saltar de una cama llena de días-V
(me he cansado de días-D) y ahí sigues aún triste
me aceptas tonto y libre
solo quiero una habitación arriba
contigo dentro
y hasta el atasco enorme de tráfico es una excusa
para que la gente se roce una con otra
y cuando sus instrumentos quirúrgicos encajan
permanecen unidos
por el resto del día (vaya día)
me paso a examinar una diapositiva y digo
que ese cuadro no es tan azul

Dónde está Lana Turner
ha salido a comer
y el camerino de Garbo en el Met
todos e quitan el abrigo
para poder enseñar el torax a quienes les gusta mirarlo
y el parque está lleno de bailarines con sus mallas y zapatos
en bolsitas
que a veces los confundes con los que hacen ejercicio en el West Side y
por qué no
Los Piratas de Pittsburgh gritan porque han ganado
y de algún modo todos ganamos
estamos vivos
una pareja gay dejó libre el piso
que se fueron al campo en busca de diversión
se fueron un día antes de tiempo
incluso los apuñalamientos contribuyen ala explosión demográfica

aunque en el país equivocado
y todos esos mentirosos han dejado la ONU
el edificio Seagram ya no rivaliza en interés
no porque necesitemos alcohol (sin más, nos gusta)

y la caja que está en la acera
junto al delicatessen
para que el viejo se pueda sentar encima y beber cerveza
y recibir una buena de su mujer al final del día
mientras el sol aún brilla
ay dios es maravilloso
levantarse de la cama
y beber demasiado café
y fumar demasiados cigarros
y amarte tanto



Fantasía

(dedicado a la salud de Allen Ginsberg)

¿Cuánto te gusta la música de Adolph
Deutsch? A mí
me gusta más que la de Max Steiner. Piensa
en la banda sonora Northern Pursuit, el tema de Helmut Dantyne
era…
y fue entonces cuando la ventana cayó en mi mano. Errol
Flynn estaba esquiando. descendió
descendió descendió el inexorable
submarino gris bajo el hielo “frío” .
Helmut estaba
a salvo en tierra, sobre el hielo.
¿A qué sueños, qué increíbles
fantasías de pedos nevados conducirá todo esto?
No
sé, he dejado de pensar como un perro de trineo.

Lo principal es contar una historia.
Es casi
esencial. Imagínate
desperdiciar el alud
tan pronto en la película. Yo soy el único espía que queda
en Canadá,
pero solo porque está solo en la nieve
no significa necesariamente que sea un Nazi.
Veamos,
dos aspirinas una tableta de vitamina C y un poco de bicarbonato sódico
eso es lo que hace falta, practicamente un
Alka
Seltzer. Allen sal del baño
y tómatelo.
Creo que alguien ha puesto mantequilla en mis esquís en lugar de
cera.
Ay. El cobertizo se está desplomando sobre
los abetos, y hay otro espía más gordo aquí. No me
dijeron que le habían

enviado. Bien, eso se encargará
de él, caray chico, qué hambre tenían estos perros esquimales
Allen
¿te sientes algo mejor? Sí, Helmut Dantine

me vuelve loco
pero me alegra que Canadá siga siendo
libre. Simplemente libre, eso es todo, nunca discutas con las películas.







Sin embargo la poesía de O'Hara no acaba ni empieza en directas señales a su mundo cultural o local, hay otro espacio en el que va tejiendo su vida privada, interna, de amor por la música , por el amor, por la vida, su homosexualidad, sus viajes, que alcanza formas de belleza oportuna. Lo cotidiano es lo esencial en la forma de ver la vida, todo lo que ocurre al rededor de los versos que lees en este libro, con cosas que hubo en las calles , vidas y amores del poeta, están las sensaciones que cruzaron su mente, están probablemente los mismos lugares y los mismos tejados y los socavones por dónde van cayendo y levantándose la gente que cruza aquellos paisajes y sentimientos


Por el cumpleaños de Rachmaninoff
¡Rápido! Un último poema antes de que pierda
la chaveta Oh Rachmaninoff!
Entra, Massachusets. ¿Toca la trompa la galleta
rellena de higo? Tronantes ventanas
del infierno, ¿se harán polvo alguna vez
vuestros tubos? Oh mi palacio de naranjas,
tienda de cachivaches, cosas básicas, tierra oscura, basalto;
soy otra vez aquel niño que se sentía tan

triste, un manoseado pizzicato. Mi bolsillo
lleno de cuentas de de colores ,, yoyós, lápices de carpintero,
amatistas, jeringuillas, hipo, insignias de campaña,
¿está la habitación llena de humo?A la mierda
la sopa, deja que se queme. Así que ha vuelto.
Nunca estarás mentalmente sobrio.










POEMA



Café instantáneo con nata ligeramente amarga
y una llamada telefónica al más allá
que no aparece acercarse lo más mínimo.
ah papá, quiero estar borracho muchos días”
de la poesía de un nuevo amigo
mi vida precariamente sostenida en las manos
videntes de otros, sus y mis imposibilidades.
¿Es esto amor, ahora que por fin he muerto
el primer amor, donde no había imposibilidades?



La no puntuación, la no expresión de creaciones tópicas, o la presentación de situaciones extrañas salen de lo común para hacerse diferente, pero, a la vez, lo diferente se hace común, cotidiano, palpable pero por eso es un poeta. -El hombre o la mujer que se aleja de lo común para llegar a lo diverso a lo diferente-. Ese pequeño ser que escribe en cuartillas o en cuadernos de colegio o en Pcs , para encontrar el lugar donde investigar su mundo interior. Y que le ha llevado a expresarse como lo hace.
Se me ocurre, que llevados por los tiempos que nos empujan, hoy, Frank sería un extraño entre extraños, sería un sujeto diferente entre sujetos diferentes un poeta raro entre la rara especie de los poetas, pero pienso que no le importaría antes ni lo haría ahora, que sus versos sean amados o despreciados, para él, solo eran sus poemas, su vida, eran él, ¿qué importa lo demás?



Todo un mundo al que hay que acercarse para sentir su poesía.


wineruda

Hoy...

50 ESTADOS, 13 POETAS CONTEMPORÁNEOS de ESTADOS UNIDOS de EZEQUIEL ZAIDENWERG

  50 ESTADOS, 13 POETAS CONTEMPORÁNEOS de ESTADOS UNIDOS SELECCIÓN, TRADUCCIÓN Y PRÓLOGO DE EZEQUIEL ZAIDENWERG     Decían que decía...