viernes, abril 03, 2015

ELOGIEMOS AHORA A HOMBRES FAMOSOS de JAMES AGEE y WALKER EVANS


















ELOGIEMOS AHORA A HOMBRES FAMOSOS de JAMES AGEE y WALKER EVANS
Let us now praise famous men 1939
Ed. SEIX BARRAL. 397 Pág.




A finales de los años 30 del siglo pasado, dos periodistas reciben el encargo de hacer un reportaje sobre los agricultores arrendatarios del sur de Alabama en Estados Unidos. James Agee lo escribiría y Walker Evans lo fotografiaría. Rechazado el proyecto una vez escrito, se convertiría en este libro. Por lo tanto, éste, debería ser un reportaje o, más allá, un ensayo sobre las formas de vida de esos arrendatarios pobres. Ambas cosas lo son, cierto, pero va más lejos, a algún lugar incierto entre la narrativa de ficción , la poesía, el relato intimista; todas las formas que podrían incluirse en una novela. ¿ Lo es? Cada lector tendrá su propia opinión, sin duda hay momentos que lo parece, otros son más una expresión de un ensayo político, otras veces social o ético o un relato periodístico puro y duro, pero la aparición de una especie de monologo interior , de recursos estilísticos totalmente literarios, de prosa poética -o directamente poemas-, de descripciones natural y firmemente también literarias, haría dudar a cualquiera que este libro es un híbrido de la literatura de ficción o un cuerpo extraño en la corriente de sangre del ensayo o el periodismo.

El libro se divide en tres partes: la primera es la aparición de los dos periodistas en el pueblo, en las casas y en la vida cotidiana de las tres familias protagonistas -los Ricketts, los Woods y los Gudger-. En esta parte habla sobre cosas normales: del paisaje, de lo diario, de cada individuo, del trabajo duro -del cansancio que sobrelleva-, de la falta de futuro,de que no hay nada tras el día siguiente sino es la misma rutina esclavizada y harapienta. Pero lo que da valor a lo contado es la épica que hace de lo habitual , aclama el respeto y el amor por cada una de las personas de las que habla a través del fragor y lo barroco de su prosa poética, que requiere concentración en la léctura para que nada se te escape, para que nada se te oculte, para recuperar el significado profundo de lo que cuenta James Agee, que utilizará contínuas digresiónes para dar su visión de ese mundo y de su mundo en particular, de como ve las cosas y como querría que fuesen.

La segunda parte es el análisis pormenorizado de lo que tienen esas familias: dinero, vivienda, ropa, educación, trabajo, del cultivo del algodón y el maiz, ... Todo ello, ese simple análisis -que no lo es tanto-, más sus reflexiones, le servirán para reflejar las terribles condiciones de vida de esos arrendatarios blancos que son el centro de su “reportaje” (aunque en todo el libro aparecerán las condiciones aún más atroces de los agricultores negros) . Todo está contado y casi enumerado de manera minuciosa, y lo que pudiera parecer un informe burocrático se convierte en casi un poema -desde las descripciones,  hasta esas reflexiones de lo inhumano de la situación - donde Agee parece espiar a sus actores y su escenario para ver que sus defectos son bellos, que cada cosa, por pobre y fea que sea, es parte de un todo único y estremecedor que remueve la mente y los sentidos, y allí muestra su admiración y su amor por cada una de las cosas que ve, y renueva su rabia, política y racional, por esa situación y por lo que significa para todos los que la sufren.

En la tercera parte, la más corta, Agee habla directamente a sus tres familias protagonistas, les habla a la cara, se dirige a ellos y les dice que los entiende, que comprende sus problemas, que sabe de su dolor, que sufre el calor y el frío de sus cuerpos, que nota las heridas que provoca la recolección del algodón . Y, a través de una suerte de monologo interior, cuenta sus reacciones ante ellos, el sentimiento que le producen, y, a través de múltiples digresiones, habla de sus fantasías y de sus fantasmas, de las imágenes que le vuelven del pasado y le proyectan a un mundo querido posterior, habla del paisaje que le rodea. Y más allá de la unión de la realidad y la ficción aparece un mundo repleto de personas que pueblan una vida sin futuro y donde el presente es una extensión de la nada.


Las extraordinarias fotos de Walker Evans -adoro esas fotografías-   merecen que, una vez acabado el libro, se vuelva a ellas para ver a esas  importantes, famosas,  personas que han sido fotografiadas. Ésas que a través de sus ojos, sus ropas o sus gestos, improvisan un canto a la dignidad humana más allá de la posición social, económica, educativa que les ha tocado vivir. Son personas que ya no existen en la realidad, pero son expresión de todo lo que puede poblar, pobló y poblará el mundo pasado, presente y el futuro. Y que son dignos de ser conocidos, y contadas sus historias aunque no sean personajes importantes o no aparezcan más allá del reflejo en una partida de nacimiento, de boda o de defunción.







miércoles, marzo 25, 2015

UN PINTOR DE HOY de JOHN BERGER




















UN PINTOR DE HOY de JOHN BERGER
a painter of our time 1958
de. Alfaguara. 311 Pág.
Traducción: Pilar Vázquez

La existencia del pintor exiliado húngaro Janos Lavin , ya cerca de los sesenta años, cambia el mismo día que encuentra el éxito de su obra en una exposición ; simplemente desaparece del Londres donde vive, abandona su vida normal, su mujer , sus amigos, su taller de pintura y no queda rastro de nada suyo por las calles, casas, brazos o voces cruzadas entre las que sobrevivía. Aparentemente es el inicio de una reseña de una novela de misterio: cierta intriga, un poquito de investigación y unas gotas de suspense y se completa una novela policíaca al uso. Nada más lejos de la realidad de este libro, es la antítesis de una novela negra. Es el diario de Janos con notas al margen explicativas del narrador de la historia -su amigo John- sobre lo que sucedió en los costados de lo que contaba, y, entre otras cosas, una apasionante clase magistral sobre lo que es el arte en todas y cada una de sus facetas -creativas, comerciales, morales, técnicas, pasionales...- una reflexión sobre la creación y el artista, una descripción meticulosa sobre cómo es el pintar un cuadro, un atlas sobre el conocimiento teórico y práctico de la pintura.



Berger pinta un paisaje con figuras, en él combina valores enfrentados: la conciencia de un autoexiliado en un país extraño, la vida de un pintor comunista en pleno centro del capitalismo burgués, el artista que crea para vivir pero que no vende sus cuadros, la de un luchador que ha abandonado el ring de la lucha, un creador que recrea el pasado en el mundo de hoy , compagina el recuerdo y el futuro, el dibujo figurativo y el abstracto... Pero el dibujo, las figuras centrales de la escena, habla sobre cómo es el acto de crear un cuadro -el sufrimiento, el análisis, las luchas internas, la indolencia o la obsesión alternativas del pintor, la decepción, el sudor, las alegrías, las tristezas...- Y el estudió filosófico de la vida y en concreto de la de ese exiliado, y de la política y del amor y desamor...se combina aqui para componer, minuciosamente, una muestra de como era el Londres de los años 50 del siglo pasado para un artista obsesionado con su pasado luchador antifascista y con sus lienzos.


Es un libro sobre pintura pero que va de la mano con la política. Janos vive de sus pinceles, ama sus pinturas y sus colores, existe por sus dibujos, pero en su mente, en su ser, es parte de él , brota el comunismo. Añora su juventud, se avergüenza de haber abandonado aquella lucha pero conserva aquellos valores, suspendidos entre la ilusión pasada y la decepción de cómo son las cosas ahora. La muerte de su amigo Lazlo le hará replantear todo lo que piensa... Podría pensarse, leyendo lo anterior, que el libro, en sí, envejece con las historias de la guerra fría de aquellos años del siglo XX, pero no, no es así, es un reflejo de un tiempo y una forma de vivir que debe quedarse entre escritos y hojas para que no se olvide nadie de cómo fueron y para qué. Nada puede esconderse de los ojos de la gente, y menos el pensamiento de las personas, la decisión personal de defender unas ideas vehementemente.

En la historia aparecen, también, una seria de personajes ajenos o adeptos a la “industria” del arte, a los que Berger fulmina o adora, desdeña o admira, con los que se va componiendo otra historia sobre personas, asuntos, “marrullerias” comerciales, desdeñosos “snobs”; todo un mundo de hombres y mujeres que rodean esa “industria” o aparecen aquellos que sólo admiran al artista tal y como es, que no esperan nada de él , sólo que los haga felices con sus dibujos, que admiran un cuadro o al autor por él mismo, no por lo que vende. Cuenta lo que se oculta entre los sumideros y los palacios sobre los creadores, corredores de arte, académicos, coleccionistas, galeristas y los descubre tal y como son, desnudos como cualquier maja de Goya .

No acertaría en definir con una palabra lo que me ha atraído de este libro, sólo una combinación de formas de contar, estilos de combinar, modos de enseñar a mirar o cómo compagina un diario con lo explicativo de una novela, lo abrupto y contradictorio del pensamiento de Janos, la aparición de una forma de poesía del color en precario equilibrio con la prosa dura y precisa de la realidad cotidiana, la sensación de estar sentado en una silla de la universidad oyendo una lección ejemplar sobre la relación entre literatura y la pintura; todas podrían explicar la razón por la cual me ha seducido este libro.


wineruda




viernes, marzo 20, 2015

QUI PRO QUO DE GESUALDO BUFALINO

















QUI PRO QUO DE GESUALDO BUFALINO
qui pro quo 1991
Anagrama 174 Pág.


Como en aquel cuento de Hans Christian Andersen : ¿el rey está desnudo o no lo está? ¿ Es ésta una novela con sentido literario o es un un artificio, una treta, para hacer un libro al uso para vender sin mucho esfuerzo? Pensémoslo... El texto es una novela policíaca con todos sus condimentos típicos, que no sería ningún pecado si Bufalino se dedicara a ello, si tuviera un campo cultivado por todas las experiencias pasadas y escritas sobre ese tema... Tampoco es pecado que un escritor escriba una novela en un campo que no es el suyo, ni mucho menos; es más casi diría que es un ejercicio de valentía y de experimentación. Pero vayamos al tema, a lo que me preocupa... Si hay algo que me molesta son libros vulgares publicados por buenos escritores a la estela de otros buenos escritos , pillar la ola y subirse en ella para navegar hasta la orilla. De esos, ejemplos hay muchos, especialmente en los que ametrallan el mercado con libro casi diario... ¿ Es éste el caso? No lo creo... Bufalino escribió o, mejor dicho, publicó sus novelas a una edad tardía y por ello muchas en poco tiempo; así que de eso no es culpable. Además la calidad literaria de la novela es incuestionable: el estilo personal del autor con su propia e inalterable forma de describir las cosas, de contar sus historias, de documentar sus labores, de hacer hablar a sus personajes, esa forma culta, (que no para cultos -aunque reconozco que he tenido que usar el diccionario tres o cuatro veces-) de componer la totalidad de las narraciones hace que el libro sea valioso por si mismo. Así que me respondo a la pregunta del principio: el rey estaba desnudo. Es una novela estimable en cuanto a ella misma, podrá ser mejor mejor o peor en cuanto a novela policíaca pero la suma de otros valores literarios hacen que sea una buena forma de leer algo con enjundia, apreciable.

¿Pero de qué trata la novela? Después de toda esa perorata que he soltado sobre dudas que me asaltaron al acabar, debo explicar el porqué de ello. No ayuda a que se le valore como libro, el hecho de que digan en la contraportada que es una homenaje a Agatha Christie, que lo es, pero creo que debería surgir al leerlo , no debe ser contado por la editorial -algo típico en en los escritores de la reseña del libro en la contraportada ellos: cuentan más de lo que debieran. Estúpida costumbre.- Así el contexto de la novela es una serie de personajes pasando unas vacaciones juntos en unas villas cercanas unas a otras, todos ellos importantes figuras del mundo de la edición de novelas policíacas italianos y esposas y artistas... Más el personajes principal y narradora de la historia ; Esther. Secretaria del dueño de la editorial y aficionada a escribir historias policíacas en secreto. El siguiente paso es el asesinato de uno de ellos, claro está... Lo siguiente sera que se quedarán atrapados en el lugar por una tormenta, y la aparición de la policía, y los indicios, sospechas, tretas y acusaciones derivadas de aquello. Todo muy típico...Lo diferente será la forma de contar de Esther y lo que cuenta sobre ella y sus pensamientos, realidades, sentimientos, también sumaremos las variaciones del cauce característico de esos relatos y, sobre todo, el poso profundo de la ironía de Bufalino, la huella aguda del paso pesado de los guiños a las variantes ( y bromas) que puedes sacar de leer algo tradicional si lo miras por el otro lado del espejo: juegos de palabras, de imágenes, de nombres, personajes arquetípicos que se revelan como todo lo contrario, muertes tontas que no lo son, relaciones poco recomendables que se recomiendan...

En resumidas cuentas: no es la novela por la que dejarás de leer otras, pero, entre bromas y veras, Bufalino compone un libro agradable de leer, sin mensaje, sin añadidos, ni perfumes perdurables, pero que te atrapa y la lees con gusto hasta acabar, y sonríes por lo bien que debió pasárselo escribiéndolo, dando vueltas al calcetín para encontrar, de nuevo, el reverso. Lo mismo que yo leyéndolo... ¡Ah! Pero para eso has tenido que leer a Agatha Christie... ¿O no?

wineruda

jueves, marzo 12, 2015

QUE EL VASTO MUNDO SIGA GIRANDO DE COLUM MccANN




















QUE EL VASTO MUNDO SIGA GIRANDO DE COLUM MccANN
Let the great world spin 2009
RBA . 480 Pág.



Rompí mi arraigada costumbre de acabar todos los libros, por malos que fueran, hace ya tiempo, convencido de que hay tantos para leer, y buenos, que no merece la pena malgastar el tiempo en una mala historia o en una mala técnica literaria o lo que fuese de funesto que tuviera el texto. Me pasó con la primera historia de este libro, a punto estuve de mandarlo a paseo, al rincón de los olvidables, irritado por su forma de escribirlo, con su molesta manera de intentar acabar las frases con un final digno de pasar a los anales de la literatura. Pero por suerte algo me avisaba de que siguiera, y ahí aparecieron los siguientes capítulos que en nada se parecían al primero. Todo tenía su explicación : Colum Mccann adapta su manera de escribir a la manera que lo hacen los protagonistas de sus capítulos, que en su mayoría son historias narradas en primera persona por diferentes personajes. Así aparecerá una prostituta de frases cortas, brutales, desesperadas, o una ama de casa de sentimientos confusos y grave sensibilidad, o una artista alterada por la droga y por la búsqueda de el perdón y de si misma o una divorciada que ha perdido sus hijos y vive en un mundo ajeno a lo que ella es o... Todos adaptan su lenguaje a su situación, a su formación o a su vida en ese momento.

La novela en su estructura se parece a otras en las que una sucesión de historias, en apariencia desunidas, van encajando unas con otras, donde pequeñas o grandes costuras van conformando una unidad que acaba en  un vestido completo y a medida. Podría ser, por tanto, que ésta fuese una novela típica, pero no lo es . Y no lo es porque existen, por fortuna, más cosas en la literatura que una estructura común: la profundidad de las historias, lo complejo de los personajes, la originalidad de sus planteamientos, la valentía de sus textos, la forma de escribir y describir, cómo lo cuenta, para qué lo cuenta y esas pequeñas sumas de cosas que te hacen comprender que no es una novela del montón. Supongo que es como preparar una taza de café negro y distinguir si te ha salido bueno o demasiado aguado; aquel tiene sabor, textura y olor ; se nota enseguida.

Todo comienza con un funámbulo que atraviesa por un cable, claro, la distancia entre las dos torres gemelas en Nueva York , tiempo más atrás un joven irlandés se había entregado, en nombre de Dios, a la ayuda de las personas más desesperadas, y unas prostitutas, años después, pasean sus cuerpos semidesnudos por las calles del Bronx, y un grupo de mujeres lloran a sus hijos muertos en la guerra de Vietnam, las drogas corren por las élites culturales de Nueva York... A pesar de que el tiempo salta en la historia, la acción principal trascurre en un día de 1974, Nixon ha dimitido, la guerra de Vietnam está en sus últimos estertores, sucede algo...

Los personajes se revelan tan distintos en sus propias historias, en sus mundos ajenos unos de otros, casi atrapados en sus relaciones y en sus vidas, que parecería imposible encajarlos en un lugar común. Todo lo cotidiano que los une es la ciudad de Nueva York: rotunda, inhóspita, salvaje a veces, deshumanizada siempre, pero que los personajes de la novela la van desnudando; poniendo cara y cuerpo a una sociedad perdida y en constante búsqueda de cosas tan simples como amistad, comprensión, amabilidad, amor... Sólo les hará falta un acontecimiento para perder o ganar en esa búsqueda. Esa explosión que derriba todo, como un antibiótico que cura eliminando microorganismos tanto positivos como negativos. Recuperarse es cuestión de tener suerte en la vida o, más en concreto, en ese momento de su vida.

Colum Mccann cuenta que pequeñas cosas cambian la vida de la gente, desde iluminaciones personales, hasta frases que se dicen o no se dicen o sentimientos que se expresan o no, o un decisión momentánea basada en una mirada en búsqueda de ayuda, o una pena profunda o un reflejo instintivo, todo puede hacer cambiar para siempre la vida. Habla de las decisiones que se tomaron, del pasado dulce o amargo. Y, como todo, siempre tendrá dos versiones la del que mira y la del que es mirado, del que odia y del amado, del que espera y el esperado, del que vive y del que sobrevive.

Pero, al final, todo fluye, todo gira, nada se detiene, todos estamos de paso.


wineruda




viernes, febrero 27, 2015

ROCK SPRINGS de Richard Ford















ROCK SPRINGS de Richard Ford
rock springs 1987
Anagrama. 247 pág.





Siempre me ha parecido complicado hacer una reseña sobre un libro de cuentos, supongo que porque necesito cierta unidad en lo temático y en lo conceptual, creo que es un defecto mio el intentar comprender en todo lo que leo la totalidad de la obra, hacer de ella un único individuo. Ello, en un libro de cuentos, no tiene por qué suceder y pocas veces sucede, porque aparte de la voz narradora -y no siempre- las narraciones son una sucesión de historias más o menos ligadas por un patrón que lo que refleja es una sucesión temporal de cúando han sido escritas o que sean lo mejor de los mejor del autor. En “Rock Springs” se encuentra un patrón creativo -que alguien puede entender como que las historias iguales y para nada lo son- basado tanto en el espacio -una región solitaria y rural de Montana- como en lo temático o en lo creación del cuento -personajes, situaciones, reflexiones- o en el ambiente casi siempre opresivo que subyace en todos los cuentos.

Los personajes de los cuentos llevan una vida anodina , llevada por el suceder de los días en un ambiente cerrado y en unas ciudades pequeñas donde nunca pasa nada, casi todos son personas que van buscando un lugar en el mundo, en su mundo. Y que en un momento, acaso por un simple comentario por un nimio acontecer , van a cambiar sus vidas, no se sabe si para bien o para mal, pero lo va a hacer. Las cosas casi nunca van bien, no han ido bien en años, presos de su situación o de sus debilidades sociales o morales, son personas en permanente huida, en pensamiento o en obra, y que han cometido errores o los van a cometer y que ello los delata en su proceder.

Pero Ford es como un martillo que te golpea la cabeza, no hay piedad, no hay momento de descanso ni para el lector ni para el protagonista, cuenta las cosas como son, y deja ver como van a ser, que nada parece solucionarse, sólo el tiempo transcurre y las personas a pesar de sus intentos van y vienen pero siempre están y estarán perdidos. Muchos de sus personajes son niños o adolescentes que van descubriendo viendo a sus mayores -a sus padres- adentrarse en la vida, en la dura, cruel e increíble vida, que casi siempre parece normal hasta que ese momento -en un momento justo- les hará cambiar su visión de todo o simplemente ven con claridad lo que siempre le ha parecido normal y no lo es.

Sus historias son tristes, realistas, con personajes que acaso crees lejanos pero no dejan de ser mujeres y hombres con vidas comunes sólo que están en el límite del margen de la sociedad, a un paso del abismo, a cuatro pasos de la nada, sean divorciados, parados, cazadores, pescadores por aburrimiento, alcohólicos, abandonados,...o sean o hayan sido ladrones o que tuvieron que pasar por la cárcel, pero todos construidos por Ford de tal forma que comprendes sus sensaciones, ves la lógica de su evolución en la percepción de lo que ve y de lo que siente, desentrañas sus misterios, sus olvidos, sus mezquindades. Las palabras cuentan historias pero son las frases omitidas, las que imaginas que serán, las que más cuentan, las que hacen la fotografia más real de lo contado. La creación de los ambientes, de las personas, la descripción de los lugares, de las situaciones, las conversaciones oídas o sentidas, lo que pasó hace tiempo o lo que va a pasar en el futuro, todo está descrito en sus cuentos de manera ajustada y admirable.

Pero es la galería de protagonistas secundarios los que más admiro en los cuentos, es más una representación coral de una historia, una especie de teatro de la vida con el escenario abarrotado, que una historia única sobre uno de ellos. Todos aportan al personaje, y no precisamente con trazos gruesos, una verosimilitud inigualable.

¿ Son historias sobre perdedores? Creo que es una palabra demasiado usada en EEUU, demasiado amplia para encuadrar a todos los actores que intervienen en sus relatos. Creo que son historias sobre personas que buscan, han buscado y buscarán, pero que casi nunca han conseguido encontrar nada ni lo harán.

wineruda



jueves, febrero 19, 2015

OLIVE KITTERIDGE de Elizabeth Strout












OLIVE KITTERIDGE de Elizabeth Strout
Olive Kitteridge 2008
El Aleph. 324 Pag.






“ Nacemos solos, vivimos solos, morimos solos...” Es un pensamiento de Olive Kitteridge. Nada reflejaría más su personalidad que esa frase; sobre la multitud de expresiones que pueblan el libro, llenas de franca agudeza y continua mezcla de malhumor, malicia y fieras alocuciones, esa frase plasmaría su lado más profundo: la rotunda soledad del que vive encerrado en si mismo, preso de sus manías y aprendizajes, confinado en un mundo estrictamente sujeto a reglas inamovibles en principio... pero que la vida va enseñando a temperar.

Ésta podría ser una novela resultado de una suma de cuentos, o unos cuentos que recomponen una novela, que, por otro lado, habla sobre un pequeño pueblo pesquero de Maine en Estado Unidos, donde la gente vive en su pequeña comunidad llena de problemas cotidianos, desgracias, alegrías, soledades... Historias mínimas que sumadas aportan un paisaje detallado de lo que puede o pudiera ser la vida para cada uno de nosotros. Sobre o dentro de todas esas historias aparece , rotunda, sincera, la figura de Olive, para , a veces, mostrar un pequeño detalle, y, otras veces, dominar y conducir la historia y las personas que la pueblan: desde su comprensivo y cariñoso marido Henry o su hijo Christopher o los más diversos personajes de la familia , amigos, conocidos o simplemente vecinos. Todos contradictorios actores del teatro de la vida del pueblo, algunos plenos de sentimientos positivos, otros llenos de amargura o de ganas de escapar de allí; fieles o infieles, amables o antipáticos, valientes o cobardes, sabios o lerdos... Todos equipados de las ganas de vivir, pero a los que la vida ha tratado de diferente manera.

La novela no tiene un camino fijo en su construcción; las historias, incluso a veces el tiempo, no llevan, en general, una secuencia lógica; pareciera que un pintor ha pintado diferentes cuadros sobre paisajes y personas, dispersos en el tiempo y en el espacio y los ha expuesto en una galería sin orden; todos son parte de una misma colección, todos hablan de lo mismo , si los ves recompones el lugar, las figuras, los ambientes , las expresiones, hasta el clima, pero tienes que absorber los colores, alimentarte de sus caras, saborear sus detalles, adaptarte al conjunto para comprender la totalidad de lo que expone y explica.

Pero no aclararía bien lo que me pareció esta novela sin volver a recalcar la importancia de Olive, a fin de cuentas así se llama el libro, y podría entenderse por lo anterior que es sólo el reflejo de la vida de un pueblo... Pero no, no acaba ni empieza ahí el libro. Su valor literario estriba en combinar aquello , la representación coral del pueblo, con los matices del pensamiento y la vida cotidiana de esta mujer. La elaborada construcción que Elizabet Strout hace del personaje, tanto en su personalidad como en su evolución a lo largo de la historia, sea por los aconteceres o sea por las decisiones que debe afrontar, es la parte primordial y más interesante de la novela. Es un personaje que hay momentos que odias, repudias o te hace estremecer, hay momentos que la aprecias y la admiras, pero , sobre todo, al final la comprendes.

¿Pero qué me deja el libro? Todos los libros que aprecio o que merecen la pena dejan algo: una sensación, una idea, una palabra, un color, incluso a veces un olor; hay veces que me han dejado sensación de calor... Ésta la recordaré por una palabra que me sale automáticamente al recordarla : Belleza. Es un libro bello por como está escrito, por sus reflexiones, por sus descripciones, por todas las cosas que conforman su estructura, por la cimentación profunda de la personalidad de sus personajes, y por el conjunto afinado de matices que te hacen sonreír de admiración.


wineruda

lunes, febrero 09, 2015

EL TIEMPO DE NUESTRAS CANCIONES de RICHARD POWERS









EL TIEMPO DE NUESTRAS CANCIONES de RICHARD POWERS
The time of our singing 2003
Mondadori . 772 Pag.
Traductor: Jordi Fibla








Hacía tiempo que buscaba este libro, lo único que me hacia dudar es que en ningún blog, en ninguna web, había un mísero comentario sobre él, eso que ya tiene 12 años. Ahora lo único que lamento de haber empezado esta novela, es que no puedo volver a empezarla y descubrirla por primera vez, de nuevo. El placer de la lectura se dimensiona entre sus páginas, encuentras un punto comparativo, una medida a la que cotejar , un refugio de tus dudas, un mapa por donde caminar sin perderte entre un laberinto de libros de los que sospechas. Aquí, en esta novela, no recelas, fluyes por sus letras como por un río que va, veloz, hacia el mar. A pesar de sus cerca de 800 páginas tuve que poner freno a la lectura, apaciguar mis ganas de seguir, - pudiera ser que fuera también, saber, digerir, escuchar- , para saborear sus textos, oir su música, llorar sus penas, entender sus conceptos y gritar sus ganas. Pero la leí en silencio, sin musitar nada, para entender el sonido de sus pasajes, como una partitura de un motete a capella  escrito para muchas voces y un sólo oído, el mio.

“El tiempo de nuestras canciones“ es la historia del matrimonio entre David Strom y Delia Daley. Entre un científico judío huido de Alemania, y una joven cantante negra, en el Nueva York de los años 30 del siglo pasado; tiempo y lugar en los que en muchos estados norteamericanos estaba prohibido ese matrimonio “mixto” bajo pena similar a la de homicidio. Y es la historia de sus hijos - Jonah, Joseph , Ruth- Y es el testimonio sobre sus familias, de su crecimiento, de su cambio, de sus verdades. Pero también es la crónica de un familia y una sociedad sumida y sojuzgada por el racismo, donde nada les es permitido a los negros, nada se les perdona, ningún derecho les es otorgado. La novela discurre entre aquellos acontecimientos históricos reales - lucha por las libertades civiles, panteras negras, asesinatos … -y su reacción y relación sobre los protagonistas del libro.

Pero lo que amalgama el libro, lo que le hace sobresalir, es la música. Sus descripciones, sus detalles, su conocimiento, todo resalta sus líneas, agita tu intelecto. Por sus folios pasan desde Byrd, Bach, Schumann, Schubert, Beethoven, Rodrigo, Dvořák, Mozart, Haydn, Verdi, Dowland, Mahler... hasta el jazz de Coltrane, Nina simone o Miles Davis. Y el gusto es tan exquisito que conmueve los sentidos, pareces oír latir sus gargantas, acompañar sus teclados, insuflar aire a sus pulmones para que surjan sonidos fortes o pianissimos, crescendos o diminuendos. Y es la música la que une el matrimonio, la que alegra sus días y noches, la que perdona sus problemas,. Pero será la que separe a parte de su familia -música que creían de blancos sentidas, amadas, creadad casi  para corazones de esos niños negros, compases que parecen ser un desafino para ese mundo en cambio-.

Y sobre todos los pasajes de la narración , por sorprendente que parezca, sobrevuela la teoría de la relatividad. Más que ella : el tiempo. La necesidad de saber cómo puede ser superado, como puede cambiar: acelerar o detenerse, volver al pasado o ir al futuro, allá donde están tus corazones, allá donde no haya problemas, allá donde esté la vida, allá donde no haya colores.

“El tiempo de nuestras canciones“ esta escrita y descrita de tal modo que va y vuelve, no hay sitio para el tiempo o el espacio. Los hechos -los capítulos- se suceden, pasan del pasado al futuro, de un lugar a otro, de un momento histórico a una realidad ficticia, de un narrador a otro. Nada se detiene, todo cambia, como el tiempo que para cada uno es diferente, para cada personaje también lo es. El sonido de las horas, los días, los meses, a veces va acompañado a veces desparejado; hay momentos de comunión perfecta, hay momentos de divergencia absoluta, pero cada uno busca encontrar su camino, bajo las razones que les han sido dadas, heredadas o aprendidas. Y así cada uno busca su identificación, su realidad, desde su estado de ser pareja de negra y blanco buscando un lugar entre los suyos, ¿pero quién son los suyos? O desde el hecho de sus hijos mulatos que no son ni blancos ni negros, posicionados en medio de una lucha tanto racial como de clases, mirados de forma vacilante u odiosa por unos o por otros. La búsqueda de esa identidad les llevará a cada uno por diferentes caminos y allí se cruzarán los espacios y los tiempos...

Supongo que definir una novela es difícil, una vez leí que cierta novela era una obra de arte, aquella no lo sé, ésta lo es: por como escribe Powers, por lo que cuenta, por cómo lo cuenta y ciertas razones más que sólo las sabrás si la lees.



Hoy...

50 ESTADOS, 13 POETAS CONTEMPORÁNEOS de ESTADOS UNIDOS de EZEQUIEL ZAIDENWERG

  50 ESTADOS, 13 POETAS CONTEMPORÁNEOS de ESTADOS UNIDOS SELECCIÓN, TRADUCCIÓN Y PRÓLOGO DE EZEQUIEL ZAIDENWERG     Decían que decía...