jueves, febrero 18, 2016

PALOMAS EN LA HIERBA de WOLFGANG KOEPPEN






PALOMAS EN LA HIERBA de WOLFGANG KOEPPEN
tauben in gras 1951
Edtrl RBA 237 Pág
Tradc. Carlos Fortea




Hay palomas en el césped, aparentemente no hacen otra cosa más que picar semillas que parecen salir del suelo; están allí y son ellas como podrían ser otras y estar en cualquier otro sitio. Levantarán el vuelo en cualquier momento y desaparecerán hacia cualquier otro lado. Igual que ellas, nosotros, estamos andando por el mundo, hasta que levantemos el vuelo. Y estamos en esa especie de estado intermedio entre estar posados y volar y ello sólo porque el azar lo ha querido así, porque podríamos estar en cualquier otro sitio, en otro instante o simplemente no estar. En Alemania, recién acabada la Segunda Guerra Mundial, están los que quedaron vivos: los supervivientes y los vencedores. Pero sobre la hierba aun quedan rastros de la guerra; no sólo desechos, balas perdidas, hierros retorcidos o las esquirlas, sino que también queda la huella de la vida con los nazis y de los nazis. Como si en el tercer acto de “Las valquirias” de Wagner, empezara a sonar la cabalgata de las valquirias , con ese prepotente y épico sonido de una “blitzkrieg” de opereta, donde, pasado su época de esplendor, ya sólo es interpretada por una orquesta de timbales, cornetas y acordeón: los interpretes son de segunda fila pero tocan la misma música, con el mismo libreto y la misma podrida versión. Sin embargo también hay otras palomas en las ciudades alemanas que viven apenas por su sentido de la supervivencia, por la morosa necesidad de dejar pasar el tiempo o para buscar el camino, acaso esperan que el camino los encuentre a ellos: son viudas de guerra, niños, prostitutas por necesidad, mozos de transporte, soldados de frentes inimaginables, poetas. Y existe, también,  un mundo de conquistadores, vencedores de guerra-perdedores de entre la vida, o de curiosos que van a revisar la vida de otra gente, o revisores de vida que curiosean a la gente... Son también palomas en el césped, pero con anilla de propiedad de un lejano y palomar.



“ Palomas en la hierba” es el acontecer en un sólo día de una serie de personajes en una anónima ciudad alemana de principios de los años 50 del siglo pasado. Momento en el cual la guerra empezaba a estar un poco lejana y el futuro un poco más cercano. Son personajes distintos -desparejados- que van acercándose y separándose como lo hace el mar cuando sube la marea: a veces nos invade otras se aleja. Aparcen por ejemplo: una pareja en la que ella perdió todo en la guerra y él es un escritor que perdió su confianza con la guerra; niños que bostezan entre las ruinas; un ex-soldado que se libro de ir a la guerra por medio de las drogas que ahora le hacen dormirse todo el día, un actor que vivió su esplendor con los nazis y su mujer que nunca tuvo esplendor, un viuda de guerra que se prostituyó hasta conocer a un soldado americano de raza negra; un viejo que transporta la maleta de otro soldado de raza negra mientras visita la ciudad, un médico arruinado y corrompido; un maestras norteamericanas que visitan la ciudad; un poeta que parece ser el faro de la cultura de la ciudad... Todos estos personajes muestran historias separadas; son una especie de rompecabezas de fotos distintas en la que parece que nada las une. Pero surge de entre todas un mensaje parecido: Koeppen arrastra a los personajes por la ciudad hasta que se les pegue el polvo y el barro de los escombros de las calles. Barro con forma del racismo - heredado, profundo, sistemático (en Alemania y en EEUU)- polvo compuesto por todos los colores que forman el olvido, la desgracia, el encono, el desengaño, el pasado -el horrible y tenso pasado-. Todo se amalgama para pintar personajes que no parecen llegar a ningún sitio, ni siquiera parecen partir...



“Palomas en la hierba” es un relato en los que Koeppen utiliza las palabras como un muestrario de azulejos para crear un mosaico en los que combina, frases cortas y concisas, con prosa cercana a la poesía ; compagina el relato descriptivo con el monologo interior. Acepta, el libro , un despejado mundo alegórico basado en el homenaje a Joyce, creando una suerte de “Ulises” con cartas marcadas, puesto que utiliza los recursos estilísticos, la estructura temporal y hasta los nombres del libro del irlandés, pero lo hace utilizándolos de manera acorde al tiempo que vive, de forma astuta y adaptada. No quiero decir que Joyce no lo haga, pero como todo el mundo sabe éste es un maestro de las letras, y como cualquiera de nosotros ha aprendido, los maestros viven y enseñan para ser superados por sus alumnos. Ténicas, composición destreza se aprenden -se suman de aquí pero también de allá- y si se tiene habilidad natural o talento... Siempre he pensado que nadie tiene el monopolio del talento; el hecho de que haya sido anterior no presupone que es superior. Es la vida. La pizarra estaba ya llena de tiza pero se borró con el tiempo...Los nuevos alumnos la han escrito de nuevo.  Así Koeppen escribió un libro brilante y esclarecedor sobre una época,  a pesar de la oscuridad que parece salir de sus páginas. Oscuridad formada por ese intento de mostrar una exposición donde la visión total de todo lo expuesto es la que enseña la realidad.


wineruda

domingo, febrero 14, 2016

EL GALLO ROJO VUELA HACIA EL CIELO de MIODRAG BULATOVIC


 






















EL GALLO ROJO VUELA HACIA EL CIELO de MIODRAG BULATOVIC
crveni petao leti prema nebu 1959
Plaza y janes 270 Pág
Trad. Mario Verdaguer



Habrá en alguna estantería de una librería de viejo un libro manchado, quizá de humedad, sin tapas, de un color anaranjado con un sucinto y estilizado dibujo de un gallo en tinta negra y roja. Ya es viejo... la única edición española es de 1961. Tienen las hojas ese color amarillento que le impone la humedad y el paso del tiempo. Sí, es de esos libros por el que saltas la mirada cuando revisas esa alacena; a fin de cuentas han habido tantos libros y tantas novelas, que ese raído y desconocido libro no merece ni que revises el nombre de su autor en el lomo y, aunque lo hicieras, ¿quién es ese tipo de nombre serbio, o montenegrino o croata? ¿quién lo conoce?. Pero, hazme caso, si encuentras el librito, agárralo, ni lo mires -no se vaya a romper- págalo y llévatelo a casa. Como harías con una versión antigua, ya perdida, de un disco de los Beatles, o de Tonny Bennet, o el Requiém de Fauré interpretado por Victoria de los Ángeles. Pero, al contrario que estos, el libro de Bulatovic es un desconocido, pero, debéis de saber, es esencialmente portador de la misma belleza que tiene esa música. Supongo que, lógicamente, dudareis que un libro desconocido sea comparable a las piezas o artistas o momentos del arte ya establecidos y conocidos -y reconocidos- por suponer un ejercicio de talento y estar repletos de consideración. Es más, pensareis -yo lo hago- cuál es el rango con la que se mide la belleza. En este caso cuál es mi medida estética por la cual defino a esta novela como hermosa. Difícil tema...Existen muchos autores que defienden que hay un clasificación y calificación objetiva de lo que es bueno o malo, bello o feo, raro o perfecto. Supongo que existirá una explicación técnica- filosófica para ello. Yo no la tengo, sólo respondo al reconocimiento por afinidad. Es decir que si los libros que a mí me gustan y que he intentado reseñar -algunos, todos, la mayoría- son del agrado del que me lee...Tendrá muchas posibilidades de que le guste algo nuevo que propongo. No hay más, es simple y sencillo: yo no recomendaría a Coelho nunca, así que a los que les guste Coelho a rabiar, es posible que no les guste lo que yo leo- ¿o sí?.. a saber...tampoco tiene demasiada importancia...



Lo cierto es que leí el libro hace muchos años, y ahora, que he vuelto a leerlo, no ha perdido un ápice de la belleza que recordaba, de la fuerza de sus personajes – Mara “la loca", los vagabundos, el viejo, Muharen, los personajes de la boda...- Personalidades que van recorriendo la novela mostrando la necesidad del hombre de ser comprendido, perdonado y ayudado, pero que también muestran la capacidad para hacer el mal y poseer esa parte de la existencia que es indigna. Así parecen sobrevivir al eterno enfrentamiento entre la vida y la muerte, el disfrute y la tristeza, el ocaso y la mañana. De modo que la boda -unos de los centros de la novela- será el símbolo de energías nuevas y que bullen -para bien y para mal- y , por contra, aparecerá el cementerio con el que está lindando la celebración, imagen de las fuerzas invisibles e imbatibles con las que se encuentra y se encontrará el ser humano. Todo el libro apesta a hierba cortada y viento seco y batiente,  huele a sudor y calor. Todo ello contagia una visión del mundo opresiva y asfixiante: el odio, la tristeza, la crueldad, la impotencia, la indignidad, la violencia, el deseo -sucio y blanco-...Todo ello Bulatovic lo describe en pequeñas ventanas que va a abriendo y cerrando al áspero calor y a las miradas indiscretas del lector, y nos la presenta en pequeños sorbos, como queriendo apagar la sed del mundo -de ese mundo- en una fuente de la que beben figuras de un lugar y momento perdido mientras el gallo posee la certeza de ser quien pueda saciar los deseos del hombre, puesto que han nacido y van morir con él. Parece recorrer el libro ese linde del camino donde circulan las viejas leyendas sobre muertos y vivos, violencia y fuego: donde lo personajes parecen encerrar -y esconder- todos sus sentimientos; no se  muestran al amigo -ni al odiado- son parte de ese mundo oculto de las pequeñas poblaciones rurales del mundo -en este caso montenegrinas-, donde no parece ocurrir nada pero por ahi circula la vida entera -y el fin-.





Como en muchos otros libros que he leído me asombra, y me apabulla, la capacidad del escritor para mostrar de manera bella un motivo a veces rudo y sucio, a veces oscuro y grosero, en un ambiente tan lejano a lo atractivo...Así el empleo de la rememoracion, de las imágenes, de los verbos , de los adjetivos... en definitiva ese lugar de la literatura que llamamos poesía. Enfrentado dos mundos, lo hermoso y lo feo, es necesidad y objeto del escritor que predomine lo primero, y en este caso Bulatovic lo consigue de forma abrumadora.


wineruda

miércoles, enero 27, 2016

LAS CIUDADES INVISIBLES de ITALO CALVINO




















LAS CIUDADES INVISIBLES de ITALO CALVINO
Le città invisibili. 1972
Edtrl. Siruela 183 Pág
Trad. Aurora Bernárdez



No es tanto el viaje -huida, marcha, paseo- sino el camino, no son tanto los caminos sino las ciudades por las que pasan; ésas que dan sentido al verbo IR -me voy, vuelvo, yendo, fuera, hubiera ido, habría ido...- por encima del verbo VOLVER o del verbo HUIR. Esas ciudades improbables por lógicas o probables por absurdas; esas ciudades satisfactorias por ineptas, desfavorables por sabias; esas ciudades modernas entre las ruinas de su pasado glorioso o ancianas entre sus rascacielos de brillantes y translucidos cristales; esas ciudades donde hay más habitantes que recuerdos y más recuerdos que corazones; o esas ciudades estrellas fugaces; o esas ciudades que nunca han existido ni existirán; o esas ciudades que sólo son verdad el día que te conocí; o esas ciudades que se mueven a ritmo de sinfonía, o esas ciudades que se agitan a ritmo de swing; y esas ciudades con alma o las que no la tienen; o esas ciudades frías; y esas ciudades que viven por ti y por mi; y esas ciudades juego; y esas ciudades que atormentan; y esas ciudades iguales a cualquiera; y esas ciudades con pasión, y esas ciudades invisibles... Todas ellas son hitos del camino, balizas de vida parpadeante, que camina y se para , que silba y calla. Todas son pozos donde se sobrevive a las tinieblas y a las luces escondidos entre sacos de tierra y cemento. Todas razonablemente equipadas para sobrevivir, razonablemente equipadas para caer muerto... Pero son las últimas que cito - las ciudades invisibles- las que sobresalen por encima del resto una vez encontradas entre las páginas de Calvino; donde son rescatadas del vacío, del lado oculto de la luna, del extremo cálido del hielo, del otro lado del espejo; son percibidas siguiendo el camino contrario de la voz de María Callas. Para notarse esplendorosas en su realidad y su mentira, sentidas entre el profundo aullido de su poesía. Nos tientan a creer que existen o existieron o, con toda probabilidad, existirán. Aunque sólo fuera en sueños imposibles o en la punta de los dedos de un sonámbulo. O, si me apuran, sólo fueron visibles en el último soplido -suspiro- de Dizzy Gillespie o en el último trazo de Frida Kahlo.


















55 ciudades que describe Marco Polo al Kublai Khan, mostrando, acaso, lo que vio en los viajes por el imperio mongol, o, quizás, nacidas de la propia mente del veneciano: ciudades que nacen del cielo, de la tierra, del aire, del fuego, de la muerte, de los sueños, ciudades donde las casas pueden ser de carne y sangre y las personas de fieltro y arcilla. Las Ciudades que describe Marco vienen del remoto futuro y del reciente pasado, son tan improbables que el Khan las recoge como hijos inmaduros del árbol de la imaginación, hijos que probablemente no sean pero que están llenos de todas las características de lo deseado, de lo soñado: Y hay que saber que cuando el que desea pierde la necesidad de poseer lo que no tiene, ya se consigue poseerlo. Es, así, realidad  la franca y deslumbrante verdad de esas ciudades invisibles que por mor de la poesía se convierten en ciertas acampadas en el espacio que queda entre las sienes. Sustentadas en la necesidad de tener un testaferro de los sueños y espacios y vivencias que debió tener el Kublai, pero, aun así,  no las alcanzó -las ciudades-, separadas de él por su palacio, sus huestes y la propia vida. Y así que, Kublai,  cree en lo que escucha, por que necesita creer en ese revoltijo de ciudades invisibles por desconocidas, por maravillosas; ciudades eternas en las que Marco Polo vierte todo su manantial de esperanzas, recuerdos, nostalgias y descubrimientos, y nadie podría decir que, a pesar de sus diferentes nombres, no son la misma ciudad mirada de diferentes formas, lugares, estados o días, quién sabe si todas al final son solamente Venecia, esa que añora y llora, que eran parte de su niñez y su juventud, ese momento en el que las cosas parecen mas profundas de lo que son y que no desentrañan mas misterios que el de tu propia finitud. Marco Polo es dueño de todas esas ciudades maravillosas y extrañas, parece poseer los mapas reales, -lejos de lo evidente- y el registro de sus habitantes, por que las ciudades, a pesar de su belleza y sus edificios, son, realmente  sus moradores: Las ciudades son del que araña una pared, cuelga un trapo en la ventana, rompe una pared en su casa, siembra una flor en su tiesto, salva a un gato en el tejado o rompe el sueño de sus vecinos con su dormir agitado. Ciudades invisibles para habitantes fantasmas y para palabras fantasmas: Octavia, Zenobia. Argia, Leonía, Esmeralda....





Calvino escribe una lección  sobre viajar, sobre soñar, sobre paisajes posibles e imposibles; fabrica una sopa mapamundi hervida con poesía y magia. Escribe sobre mundos deseados como apariciones de espectros de cemento y sangre, de huesos y ladrillo, pero al contrario de los tópicos, son animados y fascinantes, como hechiceros y brujas traidores a su tradición de oscuridad . Como “la alegoría del arte italiano” de Giovanni Paolo Panini crea arte sobre arte, ficcion sobre realidad, o como El Bosco pintando “El jardín de las delicias” crea, también, un mundo ficticio, casi real, inmenso, sabio y asombroso, de personas , lugares, artefactos y paisajes.



wineruda


lunes, diciembre 28, 2015

LOCOS. UNA COMEDIA DE GESTOS de FELIPE ALFAU















LOCOS. UNA COMEDIA DE GESTOS de FELIPE ALFAU
Locos. A comedy of gestures 1936
Edt. Seix Barral 196 Pág
Trdc. Javier Fernández de Castro




Siempre me ha parecido que las posibilidades que ofrece un libro son las que dan o quitan valor a su contenido; así una novela en la que las posibilidades de, pongamos, lectura, resolución, planteamiento, análisis, solución, o estudio sean una o pocas , para mi manera de entender la literatura, deberá ser de inferior calidad a una en el que sean muchas o infinitas. Todas las posibles lecturas llevarán rutas, ideas, soluciones diferentes: el lector elegirá bifurcaciones, sondeará caminos, comprobará soluciones, satisfará dudas, planteará problemas, dará respuestas según las posibilidades que el libro le ha dado. Así un libro se multiplica hasta el infinito. Y en el concepto de “posibilidad” incluyo tanto el contenido profundo, como la propia prosa o la estructura de la obra, todos ellos agentes primordiales en la riqueza literaria de un texto. Una obra en la que prime la prosa sobre el contenido o exactamente lo contrario encorsetará tanto la composición literaria como unas anteojeras aplicadas a una mente humana. En esta novela de Felipe Alfau todos los mundos, todas las visiones, todas esas posibilidades están abiertas. Si no llevas una lectura atenta -y sospecho que aun así- te perderás detalles, sorpresas, soluciones e ideas que el escritor ha puesto como jalón de un itinerario trazado a golpe de bisturí: cortante, incisivo y directo.


Felipe Alfau es un escritor español que emigró a Estados Unidos a principios del siglo XX, adoptó el inglés como lengua literaria y escribió muy poquitas obras con, en principio, escaso éxito. Suele pasar... en el destino de muchos escritores sin un apoyo definido en la “industria”. Un paria en un país de ricos en influencias, una cara más en el paseo de los “sin-nombre”. Sin embargo esta novela es rica en todos esos detalles que han sido loados y amados y reiterados y aplaudidos por los críticos en novelistas incluso muy posteriores a él. Todo lo que quieras buscar como perteneciente a la novela “postmoderna”, aparecerá en este libro: experimentación en el narrador, metaficción, fragmentación de la realidad, subjetividad... Un prodigio temprano, olvidado durante años para que en 1990 fuera nominada al National Book Award. Estupideces del destino.


Y.. ¿Qué es Locos. Una comedia de gestos? Pues es un libro sobre España, pero no sólo para España evidentemente. Es una mirada entre ácida, triste e irreverente sobre las características de la vida en aquella época: sobre la enseñanza ridícula, cargante y católica, sobre la moral estricta y vacía, sobre la policía inepta, sobre la familia, sobre los pedigüeños, sobre los curas, sobre la muerte como modo de vida, sobre poetas muertos por la abundancia de la primavera... Es un mundo inmenso nacido del microcosmos de un bar de Toledo llamado “ Café de los locos” donde el narrador ve la posibilidad de que todos los habituales del bar sean elementos y protagonistas de una novela, de esta novela. Y así todos ellos aparecerán en la novela, en diferentes términos y momentos, participantes de historias en las que serán meros comparsas o elementos principales. Pero que a modo de puzzle extremo, o quizás debería decir a modo de investigación detectivescas deconstruida, es decir elementos individuales, solitarios, que van recomponiendo una historia que en principio sólo se supone sugerida, real pero partida por una confusión de términos, personajes ambivalentes, nombres que se confunden debido que a veces son una cosa y otras veces otra. Así la “Lunarito” será hija, amante, criada, prostituta, asesina, acosadora, o “García” será pobre o colaborador de la policía, o poeta muerto de mucha vida: o Gastón será hijo, hermano incestuoso, ladrón, o, por ejemplo, Carmen, será hermana, monja... Todo un mundo de soluciones, personajes que se acercan y alejan, de historias que se solucionan, que se explican, y que tienden a reunirse como por efecto de la atracción de un agujero negro a los planetas que se le acercan, para devorarlos, pero en este caso para masticarlos, deglutirlos y devolverlos convertidos en una historia completa, circular y magnífica sobre la vida, sobre arte, sobre literatura de la buena , esa que aunque sea escrita por un hombre con riesgo de ser olvidado, es tan digna o más que la de los escritores de alto copete, títulos nobiliarios o amantes de papel cuché de esos de revista.


wineruda







viernes, noviembre 20, 2015

EL PLACER DE VIVIR de ANDRÉ COMTE-SPONVILLE














EL PLACER DE VIVIR de ANDRÉ COMTE-SPONVILLE
le gout de vivre 2010
Edt. Paidos 316 Pág
Trdct. Marta Bertran Alcázar






Lejanos quedan los años de Instituto en el que un profesor aburrido de enseñar -ni me acuerdo de su nombre- repetía formulas y términos filosóficos -dialéctica, esencia, substancia, ataraxia, metafísica, ontología...- que nosotros apuntábamos asombrados y pensando lo mucho que nos costaría aprender de memoria términos de nombre difícil y sentido ininteligible. Apurábamos hasta los días anteriores al examen para quitarnos de encima a la mayor brevedad posible aquel tostón que nadie intentó enseñar con interés, quizá persuadido -el profesor- que aquellas -como las anteriores- cabezas estudiantiles no tenían interés en la Filosofía. Posiblemente sea cierto, pero no dejo de culpar a aquellos profesores porque no supieron, al menos, sembrar un gramo de curiosidad en aquellos cerebros, ni siquiera lo intentaron, perdieron la batalla sin combatirla. Hubiera bastado con hacer amenas sus clases, o simplificar las teorías de las que hablaban -de los términos específicos que usa la Filosofía- para hacerlos cercanos al alumno, al posible interesado, al joven que , esquivando la primera sensación de terminología “imposible” se adentre en ese mundo. Muchos años después, me he interesado por la filosofía -debido al tiempo pasado no creo que sea por aquellos profesores- ., y me ha hecho gracia, mientras buscaba en Internet libros que pudieran ser interesantes, que viene a ser lo mismo que en literatura, discusiones entre , digamos, a”academicistas” que defienden la Filosofía estricta de rancio abolengo, vocabulario disciplinado y consensuado, y cierto sentido de “Club Privado” no de alterne, por supuesto, sino de entrada solo permitida a los iniciados. Estos se enfrentan a una rama de la filosofía que pretende “democratizar” el Club, abrirlo a personas no iniciadas específicamente en ese campo, y dar una versión más “accesible” de los tratados filosóficos de los grandes autores. (No confundir con la auto-ayuda que no es lo mismo, para nada) Mi opinión sobre esta discusión supongo que no le interesará a nadie, pero la expondré: a mi me parece que dejar abierto el mundo de la filosofía a personas que por cualquier razón se interesan en ella es bueno, facilitando su entrada con caminos fáciles y hábilmente señalados. Si les interesa ya buscarán la forma de leer los más clásicos o puros a su tiempo. Sería, si no fuera así, como si hicieras leer “La muerte de Virgilio” de Broch, "Hojas de hierba" de Walt Whitman  o “Los reconocimientos” de Gaddis a un niño de 15 años...No... aún no es el momento...





“El placer de Vivir” son 101 comentarios breves , debería decir artículos periodísticos, sobre diferentes temas, actuales o no, del filosofo francés Comte-Sponville. En ellos expone toda su forma de ver el mundo, explica su análisis de las cosas, influida por su ateísmo, su sentimiento de libertad y de moral basada -así lo cita muchas veces-en Spinoza, Alain, y los estoicos. Todo eso está muy bien, pero caería en el error del que acuso a los profesores más arriba, si siguiera por estos derroteros. No, ese libro no es un tratado filosófico, no es una conferencia para iniciados, no es un discurso al uso. No, no es eso. Comte-Sponville es un filósofo divulgativo, sus esquemas expresivos no pasan por una utilización estricta y austera de la terminología tradicional de la filosofía... la usa en su termino justo y combinada con un lenguaje accesible al lector que se acerca a ese campo. Sus temas no tratan de elevados términos abstractos, tratan desde el racismo, la ideología, Juan Pablo II, los atentados del 11S, la navidad, la felicidad, el planeta de los simios, mayo del 68, eclipses, el amor, los nazis....Digamos que tiene un extenso muestrario de temas de los que opinar y hablar. Pero eso no es lo importante del libro, al menos lo más importante, sino que es la presentación de la duda, la exposición de ideas que te harán dudar sobre lo que siempre has pensado y, al menos, te señalarán una duda sobre si lo que siempre has pensado es la única respuesta o explicación. También te surgirán nuevos temas en los que pensar, en los que la cosas parecen descubrir una nueva forma, un aparente color distinto, ya que a pesar de la multitud de veces que te ha ocurrido o en los que has pensado en ello o simplemente han pasado por delante tuyo, no te habías parado a pensar en por qué ocurre, o cómo ocurre, o para qué ocurre.... El libro sólo intenta dar con el camino que más se acerque al del sentido común, mediatizado por el poso “ideológico” del autor, pero que, aun así, muestra la manera de avanzar en ese camino... Él expone sus ideas, no las impone, y trata siempre de ser respetuoso con las ajenas. Así de este libro sólo saldrás con tu propia opinión, sea debido a que aceptas la que en él ha enseñado, sea laque tu has sacado tras tu propio razonamiento.


Existe otro lazo que te atrapa del libro, dejando de la lado preguntas o miradas diferentes a las que siempre has tenido, y es una nuevo punto de vista sobre la belleza, sea de las cosas , de las situaciones o de las personas, este libro te enseña un resquicio por el que mirar a las cosas y a las personas de un modo diferente, atreverte a mirar -o a reaccionar ante ellas- desde otro lado, desde otro punto de vista, o simplemente descubrir que hay belleza ahí también, siempre la ha habido, y ciego de ti mirabas la televisión...


Que nadie se confunda, ya lo dije antes, esto no es un libro de auto-ayuda, no va de eso, no te aconseja nada, no te habla de nada para ser feliz, no tienes que hacer nada debido a este libro, no dejaras de fumar en 24 horas, no. Es un recorrido por el mundo de Comte-Sponville, de sus ideas, de sus claroscuros, de sus penas y letargos, de sus opiniones y fantasías, de su saber y sus lecturas, de su pasado y sus manías. ¿Que te puedan servir para algo? No lo sé... Si te sirven para reflexionar sobre ciertos temas en los que nunca te habías parado a pensar, o para ver nuevos puntos de vista que no tenías...ya sirve para algo. Para mucho...

"Tú no deseas las cosas debido a que son buenas, son buenas debido a que tú las deseas"

wineruda

jueves, noviembre 12, 2015

EL CERCO DE LA IGLESIA DE LA SANTA SALVACIÓN de GORAN PETROVIC
















EL CERCO DE LA IGLESIA DE LA SANTA SALVACIÓN de GORAN PETROVIC
opsada crkve svetog spasa 1997
Edtr. Sexto Piso 399 Pág
Trad. Dubravka Suznjevic






Reconozcámoslo la gente huye ante lo inusual, le espanta lo que no sea la cómoda seguridad de lo tradicional -acostumbrado, rutinario, típico- es decir... lo normal; lo que siempre ha estado así y a santo de qué viene nadie a cambiar... Si las cosas funcionan con gasolina nadie debe venir a decirnos que no, que de verdad funcionan con aire, o agua o debido a que lo deseas mucho mucho mucho ... No, las cosas rectas y sin sustos, calmas y sin olas, que molestan el nadar de espaldas. Y sin poemas, ni metáforas, ni siquiera alegorías, ni siquiera prosopopeyas que molestan al entendimiento lógico y formal de las cosas, al normal funcionamiento de la novela de toda la vida de Dios... Así que, haré un pequeño manual para lectores de Petrovic,y de “El cerco de la iglesia de la Santa Salvación” ( y de “Atlas descrito por el cielo”, y “La mano de la buena fortuna” que son como hermanos de éste)...No lean a Petrovic a quienes no les guste la poesía, pero no ésa de profundas cuestiones morales y difíciles metáforas (no se asusten) sino la poesía de bellas imágenes, caprichosas combinaciones de palabras -elegidas con mimo-, e ideas de sedimento a largo plazo. No lean este libro si no les gusta los libros imaginativos, rabiosamente creativos, tercamente soñadores; donde lo etéreo es palpable, lo inmaterial vive y se reproduce, donde los vientos hablan roban engañan convencen, los pájaros mecánicos tiene vida, las Iglesias flotan en el aire, los rezos funcionan, por las ventanas se ve el pasado, el presente y el futuro, donde los rayos de luna se tejen y los del sol y los de las teas, y donde las historias habladas se guardan en sacos y los sacos se vierten en pozos. No lean este libro si no les gusta la magia de y en la literatura, pero no esa de varitas y sombreros de copa, sino la que retuerce el mundo, lo agarra por la solapa y lo vuelca, lo pone cabeza abajo y de sus bolsillos caen todos sus inventos, mentiras y verdades, lo que oculta y lo que sorprende: abejas que guardan palabras sagradas, plumas de propiedades milagrosas, pájaros que vigilan el mundo, las lagrimas son atrapadas, las imágenes se guardan en frascos para enamorar a príncipes lejanos, voces que mueven el mundo, los ladrones que roban futuro, creencias que defienden ideas, espinas de pescado que acaban con ejércitos, vida que solo transcurren en los sueños. No lean este libro si no les gusta el arte, por ello no lean este libro si no les gusta María Callas y A.C.D.C...




Goran Petrovic cuenta en este libro tres historias, una cercana en el tiempo -pero que nace en el pasado lejano y en los sueños- y dos historias lejanas: una que da el título al libro y que cuenta el cerco de la Iglesia Serbia de la Santa Salvación por parte de guerreros búlgaros y cumanos; otra la historia del Dux de Venecia y la caída de Constantinopla debido al ataque de soldados de la Cuarta Cruzada. Todas las historias están unidas por una finísima llave, tan delgada y volátil como la pluma de un pájaro. Son historias de guerras y de destrucción: la guerra de Bosnia que destruye todo, toda la confianza, toda verdad, toda comprensión, todo futuro, todo lo bello; el cerco de la iglesia que va destruyendo todo lo sagrado y hermoso que hay en aquellos páramos y edificios, y el ataque artero de las tropas cruzadas contra la ciudad de Constantinopla . Momentos, lugares, estados, estaciones distintas pero donde todo fluye pero donde las cosas parecen ser evidentemente iguales. Pero también son historias de amor, el amor de Bogdan , protagonista actual, por su amada y por sus pájaros y por el mundo, y por la necesidad de encontrar algo que lo salve. Amor por Dios de los monjes de la Iglesia de La Santa Salvación, respeto por sus creencias, por su fe que mueve montañas, por su pasado, por las leyes que lo mueven. Y otro amor, más prosaico, del Dux de Venecia por el poder y el dinero.



Amor, poder, lucha, saber, conocimiento, vida, salvación, Fe, tradición, respeto, naturaleza, verdad, imaginación... de todo ello habla Petrovic. Habla de lo viejo y de lo moderno, de como todo se une, too está atado y enlazado. Habla del engaño que producen los sentidos, de como no se ve el presente, no te lo dejan ver, está atrapado en las vistas de las ventanas que nos pusieron los arquitectos del mundo en nuestras casa, los mismos arquitectos que dan información al mundo, enseñan a las personas, o roban el futuro. Habla de un pasado que conocía las formas para descubrir los secretos del mundo pero que nos fue arrebatado. Sí, habla de todas esas cosas serías y podría parecer que pomposas, pero no dejo de creer que el libro tiene todo ese componente de parodia, de simulacro de historia de Serbia y del mundo, pero que en parte pierdo por desconocer primero la historia de Serbia y , segundo, las claves del pensamiento Serbio actual. Pero bueno, que no les importe, el libro es tan magnífico como parece. La verdad es que si miras un paisaje exquisito respetas lo que es, aprecias como vuelan las aves, como serpentea el rio, como vibran las hojas con el viento, como destaca el verdor de la hierba y el blanco de la nieve en la cima gris de las montañas, como suena el susurro del viento, el fragor de la catarata, pero no piensas que antes aquello era un mar antiguo. Disfruta del presente...






wineruda



miércoles, noviembre 11, 2015

FORMAS DE MORIR de ZAKES MDA















FORMAS DE MORIR de ZAKES MDA
ways of dying 1995
Edt. Barataria 237 Pág.
Trdt. Bianca Southwood







Aún donde mora el terror, incluso donde la desgracia y el asesinato -la muerte inútil y gratuita- habita entre los poblados de casas de hojalata y cartón. Allí donde el hambre, la injusticia, el racismo establecido, la lucha de etnias, el dolor, la sospecha, la más oscura parte de la historia del hombre moderno restalla sobre sus calles de cemento podrido, en sus riachuelos de sangre y vómito, en sus paredes de balazos y graffitis, en sus cielos de humo y gritos de terror...Incluso allí existe un resquicio para la dignidad, el respeto, la pequeña -mínima- esperanza de tener orgullo y respeto por el mundo -por el pasado y por el presente-. Eso no pueden arrancarte de los ojos, ni de la cabeza, ni del alma, ni siquiera de los pies agrietados. No pueden desraizar pequeños momentos de vida agradable entre escombros, no pueden evitar que exista la mirada compresiva entre iguales, el roce de la palma de la mano sobre una mejilla mojada por el llanto, los sueños posiblemente imposibles, el pasado que tuerce por la esquina y se acerca con pasos afeitados; no, no pueden. Y aunque parezca un tronco flotando sobre un lodazal inmundo, siempre queda a flote el momento para ser libres en compañía de un amigo, de una amiga, de un recuerdo sedoso, de una canción imposible, de una risa ensoñadora, de un respeto que mereces, de la dignidad que te has ganado a manos llenas.



Toloki es un vagabundo que se gana el sustento como plañidero en los entierros de alguna ciudad de Sudáfrica durante los años del apartheid. Extraño, feo y maloliente, sobrevive de las exiguas rentas que le dan los parientes de los finados en los muy frecuentes funerales de los barrios pobres de la ciudad. En uno de ellos reconoce a Noria -la bella Noria-, una amiga de la infancia, a la que han matado a su pequeño hijo. De aquel encuentro surge una narración donde se revuelve el pasado en su poblado natal. Los buenos, alegres, raros, llorados, pacíficos días de infancia en los que los dos fueron amigos, hasta que la edad y la vida los separó. La tranquilidad de aquella época, contrasta con el presente duro y violento, donde el asesinato, el hambre, la violencia, el racismo son lo único que conocen. La comprensión del pasado y la unión en el presente es lo que les hace volverse fuertes. Y desde desde debajo del tejado de hojalata de la casa donde conviven ven el mundo girar y se encuentran con un mundo violento donde la policía racista , y a grupos de asesinos de un jefe tribal contrario a los pobladores de las barriadas que son ayudados por el propio estado, y a los grupos de autodefensa de las propias barriadas de disparo fácil, todo un círculo viciado, terrible, desquiciante. Pero aprenden a sobrevivir entre cenizas y lágrimas. Pequeños gramos de felicidad envueltos en polvo del camino.






La historia está contada por un narrador grupal. Un “Nosotros” que habla sobre la vida presente y pasada de Noria y Toloki, que nos enseña su vida a los largo de esos años, ya que es el grupo el que conoce el mundo en que viven los dos, el que los defiende -y ataca,- el que comprende -y desprecia-, el que enseña -y maleduca-; toda la vida gira alrededor de la tribu y de las personas que te rodean, no pueden vivir sin ellos. Y así la historia sólo puede ser contada por ellos -por nosotros- los que aman -o no- a Noria y Toloki: sea en la tranquilidad extraña de los poblados y de las montañas, sea en la violenta ciudad.; sea en la infancia normal y casi mágica, sea en la madurez cortante y triste. Así el libro compone una historia colmada de mágicos pasados y oscuros presentes, de supervivencia extrema pero asumida, de odio pero también de ayuda mutua y comprensión -las tristezas y pobrezas se pelean en grupo-; compone un relato de dignidad y deshonra, de risas infantiles y lágrimas de madres.



Nada escapa al mundo de Zakes Mda, toda la contradicción de un mundo injusto y cruel, pero donde las personas son también acreedoras de contener toda la fuerza de la vida, toda las posibilidades de ser felices -aunque sea solamente durante un instante, durante un sueño, durante una risa compartida mirando unas fotos de una revista-. Y así el libro compone un mural de la vida en Sudáfrica en aquel instante, en aquel sitio, en aquella vida de asco.



wineruda

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50 ESTADOS, 13 POETAS CONTEMPORÁNEOS de ESTADOS UNIDOS de EZEQUIEL ZAIDENWERG

  50 ESTADOS, 13 POETAS CONTEMPORÁNEOS de ESTADOS UNIDOS SELECCIÓN, TRADUCCIÓN Y PRÓLOGO DE EZEQUIEL ZAIDENWERG     Decían que decía...