domingo, abril 19, 2015

LA LIBRERIA de PENELOPE FITZGERALD





















LA LIBRERIA de PENELOPE FITZGERALD
The bookshop 1978
Edt. Impedimenta. 191 Pág



Cuando leo una novela de fácil lectura y no demasiado tamaño, siempre acepto el peligro de leerla deprisa, como si de un tenue soplo se tratara, y acabar con la impresión de haber dejado algo por el camino, no haberla suficientemente desmenuzado por la propia inercia de la lectura. Así que asiento el paso, freno mis ojos, y dejo que no sean los sentidos la que la analicen. Y me paro a reflexionar sobre lo leído una vez acabado el libro. Cierto es que se hace siempre, pero es esencial en el caso de este tipo de libros que desde su apariencia de inofensivos retratos de una ciudad, unas personas o unos momentos más o menos exóticos, más o menos amables, más o menos típicos, esconden, socavados, pozos de agua estancada, con ese salitre que corroe las construcciones, los acantilados y las almas inexorablemente.

Penelope Fitzgerald no habla, aunque parezca lo contrario, de libros o literatura en esta novela, se llama “La Librería” como podría haberse llamado “La sastrería"” o “ La Licorería” o “ El Colmado” las referencias literarias o acerca de libros no variarían el recorrido de la historia, nada que aportan esos temas haría diferente esta novela. Habla de otras cosas: de mezquindad, del clasismo imperante todavía en la sociedad inglesa -que supura por todos las heridas de la comunidad-, habla de cierta inexorabilidad de los acontecimientos para ciertos tipos de personas esa sociedad, de lo limitado que es el horizonte para una parte de los habitantes de ese pueblo, pero también habla, por contraposición, del coraje, de las ganas de vivir o de intentar aprender a sobrevivir con lo que se tiene entre las manos.

El recorrido de la novela por los ambientes y paisajes del libro, te hacen recordar viejas novelas inglesas sobre pintorescos pueblecitos marineros, donde las gaviotas, las olas, las casitas cerradas, los hoscos acantilados, largas playas, sus días lluviosos, su color gris, hasta su poltergeist de andar por casa, parecen dibujar un paisaje casi de postal de vacaciones, pero detrás esconde una ciudad encerrada en sí misma, donde el mar va devorando centímetro a centímetros sus costas, donde las personas son hurañas, donde parece que no ha pasado el tiempo y no parece que quieran que lo haga, donde parece que están aislados mental y geográficamente del resto del mundo. Y aunque pudiera parecer que la autora sólo utiliza la ironía -que lo hace en abundancia- lo que refleja es un mundo triste, desesperanzado, corto de miras y apático.

Los personajes están esbozados como si fueran parte de una pintura impresionista, pequeñas pinceladas, dibujan la personalidad de los habitantes del pueblo, pequeños puntos de colores, a veces brillantes y otros oscuros, configuran, claramente, los rasgos definitorios de su comportamiento. Hasta los diálogos son cortos, casi cortantes, para reflejar muchas cosas en pequeño espacio; con pocos elementos se define la totalidad. Así todo pasa rápidamente, casi bruscamente, y cada cosa que cuenta lo hace con el ahorro, casi la frugalidad, del que sabe lo que quiere contar y no necesita más espacio.

La historia, en sí, es simple: Florence Green una mujer solitaria de mediana edad, decide comprar un edificio histórico, para convertirlo en una librería. La dificultad es que un pueblo pequeño, donde las personas no alteran sus vidas por nada, a no ser que seas la mujer más rica del pueblo, que pretende que las cosas sucedan como ella quiere. Algunas personas la ayudaran, otras la zancadillearan, pero el camino, para ella, seguirá adelante.


wineruda

jueves, abril 16, 2015

LA CALLE DE LAS CAMELIAS de MERÇE RODOREDA


 
















 
LA CALLE DE LAS CAMELIAS de MERÇE RODOREDA
El carrer de las Camèlies 1966
Edt. Salvat 253 Pág.



¿Acaso no se escapan los pájaros de la comida y el agua segura de su jaula para encontrar su libertad, para encontrar su camino sea el que sea? ¿Acaso esos pájaros no lograrán marcharse cuando el frió e inerte invierno se desploma sobre los árboles y campiñas, sin comida ni calor que los satisfaga? ¿Acaso eso evita su fuga, sus ganas de salir de entre barrotes de hierro y comederos de plástico, palos que no son de madera y columpios de un sólo trayecto?


Cecilia fue encontrada, allá por las primeras décadas del siglo XX, a la puerta de unos señores acomodados, era un bebe de lloros forzados y risas fáciles. Acogida por aquellos señores fue educada en el estricto conocimiento de ser niña abandonada; vivió en su mundo de ensoñaciones, olores, flores, rocíos, sentimientos encontrados, sábanas de segunda mano, cariños controlados y ganas de ver el mundo lejos de los arriates del jardín de la casa. Así, un día, partió de casa para siempre sin ser niña pero tampoco madura, con su amigo de infantiles escapadas, ya convertidas en huidas sin retorno. Vivió, con él, entre maderas amontonadas de su refugio lleno de goteras, agujeros y vientos traidores. Acabado aquello, nada mantenía a Cecilia entre los abrazos, las miradas, las palabras de una persona única; y seguía escapando de todos sus amantes: los esporádicos de las calles de Las Ramblas o, más tarde, de los pisos de mantenida por hombres casados buscando su rutina de amor lejos del matrimonio. A pesar de que su descenso fue lo más lejos al infierno, su mente se perdía entre sueños-a veces pesadillas- y realidades que variaban entre lo pasado y su mundo interior lleno de recuerdos, ganas, futuros, flores, imágenes, ensoñaciones, miedos, engaños y la búsqueda de su propia supervivencia.

Rodoreda utiliza la primera persona, para contar tanto los hechos como las reflexiones, los sueños, las sensaciones; para describir la, a veces, errática mente de Cecilia. Eso le permite, a la autora, no juzgar al personaje; ni la condena ni la absuelve, sólo la describe tal cual es, con sus errores y sus triunfos, sus caídas a los abismos y sus vueltas a la superficie. Lo usa para describir y registrar una época en una ciudad -Barcelona-, un lado de la sociedad de aquella época, un comportamiento masculino, una forma de ver el mundo, un código moral y ético, una forma de vida,; donde una mujer sin oficio ni beneficio, no educada en nada, no consolada ni defendida por nadie, es pasto para amorales o impasibles hombres de mirada dura y comportamiento angustioso.


Es sencillamente admirable la facilidad de Rodoreda para lijar con lima de grano grueso lo que parece una superficie lisa y suave, para agriar con ácido lo que las palabras de su prosa agradable, natural y delicada, parecen indicar. Sobre las lineas de frases que no parecen advertir lo que va ocurrir o está ocurriendo, estalla una situación donde la zozobra y la angustia se apodera de la acción, de los gestos o las voces. Pero nada se inmuta en su discurso: ha sucedido y lo he contado. Como si fuera una visión de un carretera polvorienta que se dirige al horizonte con baches y trayectos lisos, donde un coche recorre esa carretera a pesar de todos los obstáculos y sigue recto, para perderse allá entre la podredumbre de la neblina sucia y la belleza de las flores silvestres que invaden la ruta. El recorrido a pesar de todo será fluido y sencillo sólo acomodado al color del cielo, al ruido suave del motor, a los jirones de niebla oscura y al olor de aquellas flores, acaso camelias.



wineruda

martes, abril 14, 2015

LA VIDA INSTRUCCIONES DE USO de GEORGES PEREC



















LA VIDA INSTRUCCIONES DE USO de GEORGES PEREC
La vie mode d'emploi 1978
Edt. Círculo de lectores 652 Pág.





Imagínate una gran pared, en ella, colgado, un gran cuadro que contiene un enorme puzzle en las que se ve unos personajes centrales más grandes y una infinidad de personajes secundarios más pequeños, todos ellos abarcados por la figura de una casa, de un viejo edificio de París, es el 11 de la calle Simon-Crubellier. Si la casa hablara de las personas que la habitaron, lo haría sobre doctores, ricos herederos, sobre  obsesos, viudos, hablaría sobre pobres herederos, sirvientes, acólitos, actrices, estudiantes, pintores, viajeros, artistas, y sobre  profesores, bailarinas, industriales, escritores, porteras, jovencitas, bellezas nórdicas o sobre decrépitos ancianos... Todos viven o han vivido entres sus paredes o han tenido relación con alguien que allí vivió. Todos ellos son los protagonistas de las historias que rodean esa vivienda, algunos son  principales otros son secundarios; todos son partes de aquel puzzle, que completo, visto con una vista alejada y cenital, deja ver la imagen única que se descubre con la unión de todas las piezas pequeñas y grandes. Cada piso es un teatro, cada habitación un escenario , cada mueble o cada cuadro una posibilidad, cada fotografía un momento único a recordar, cada segundo un instante para ser atrapado.

Pero no es tan sencillo, Perec no lo iba a ser... Ésta no es una novela al uso, no se parece en nada, podría alguien decir que son una colección de relatos, pero es algo más, hay una fina unión de historias únicas que recorren el libro, a través del tiempo y  cortando el espacio, y que se van completando unidas, sumadas,  o completamente separadas, independientes,  de otros cientos de sucesos, anécdotas, aconteceres, invenciones, sobre otras personas, libros, viajes, cuadros, fotografías, leyendas...Una fuente de historias, un brillante aguacero de ideas, palabras, de historias, de cosas, cientos de cosas, y ojos, y piezas, todo un mundo de cosas , de personas, viajes, de recorridos Y  recuerdos, recuerdos pequeños y grandes, recuerdos para boticarios y viajantes, pero también para quinquilleros, y para ricos, y sedas y lanas viejas y polvos y oro, todo la existencia revuelta y sentada en las sillas de la casa, que amenazante o seria, amable o grotesca, revive días y paisajes que pasaron y no volverán.

Las historias,  parecieran  presentarse como un instante congelado en las que desde un punto de vista concreto hay cosas que vemos o no o lo hacemos parcialmente, para luego perfeccionar lo visto, con la descripción al detalle , minuciosamente, de todo eso que observamos y de su origen, fin o naturaleza. Y nada es superfluo, y aunque pudiera parecer inconexo, nada de lo que cuenta está de más, cada uno de los detalles son valiosos, todas sus ideas son con un fin, todas sus maletas tienen un contenido, todos su viajes un destino, todos sus puzzles tienen todas sus piezas, todos las escaleras van a algún sitio.Son como si una habitación la tuviéramos decorada con miles de fotogramas de película y de cada uno surgiera un nuevo film que hablara acerca de todo lo que pueda abarcar la naturaleza humana, desde el placer hasta el odio, o sobre viajes o de arte, de amor, de estafas, de persecuciones, de guerra, de lo cotidiano, de pobreza extrema, de envidias, de venganzas, de huidas, de...



En el libro el tiempo va y viene,  no es lineal, los sucesos aparecen de entre siglos atrás o años adelante, a veces segundos atrás o minutos adelante.  

 ¿Cómo atrapar el tiempo? 

Para ver el presente solo podemos sumar instantes, piezas de un puzzle que va completando el conjunto donde se  descubre lo real, lo que el ojo y el intelecto puede describir y contar. ^Para ver el pasado miramos  en el gran cuadro, el puzzle deslabazado, que es la vida y reconstruimos, con fallas, nuestra vida. EL futuro solo es la previsión de futuros pasados. Los personajes de Perec son todos presente.

La novela es una sucesión exuberante de conocimientos por parte de Perec, y de una desnuda exhibición de imaginación,  una desmesura de datos y acontecimientos reales -personajes o acontecimientos- o inventados Y  que, por lo tanto, necesita y exige al lector un despliegue a su altura. Donde puede aparecer un sucedido contado con rigor casi histórico, o puede aparecer un desgarrado relato de venganza u odio, o puede aparecer un acontecer contado con humor negro o malevolencia irónica, nada puedes dar como sentado en ella, nada puedes esperar como típico o tópico, nada que no sea original -desde recortes de periódico hasta reseña biográficas, bibliografía...- es susceptible de aparecer en el libro.

Dentro de decenas de años, cuando las sesudas mentes de críticos literarios de oficio se atrevan a calificar como clásica una novela que no sea anterior a los años 30 del siglo XX está novela superará en prestigio y valor a muchas que ahora son calificadas como tales.Es un prodigio de valentía literaria, donde la imaginación, el juego,  por supuesto el entretenimiento, el conocimiento, la originalidad...son los valores principales y no únicas que reflejan sus páginas.


Y si por mi manera de querer describir la totalidad de lo que he leído pudiera parecer que es un libro poco ameno o difícil, nada más lejos de la realidad, es un libro mágico y muy entretenido, donde va sucediendo cosas y descubriendo personas hasta que de repente, en un malvado momento, acaba.







Wineruda

viernes, abril 10, 2015

MI HERMANO STANLEY de JENNY DISKI





















MI HERMANO STANLEY de JENNY DISKI
The vanishing princess 1995
Edit. Circe 250 Pág.
Tradc. Gian Castelli Gair



Sorprendentemente buena colección de historias; pero esa sensación de inesperado lo es por el desconocimiento de esta autora, al menos para mí, y por la calidad de sus historias, por la combinación de reflexión, imaginación, observación, por saber rascar la superficie de la piel humana y encontrar entres sus venas las conexiones con mundos propios en ese espacio que permanece entre lo cotidiano y lo insólito, por sobreponerse a la comodidad de un relato común y adentrarse en las mentes de los personajes hasta vaciarlos delante de tus ojos, desnudarlos, para mostrar sus cuerpos, también, resueltos a actuar como son ellos en realidad, o como quisieran ser; también por transformar los cuentos de príncipes y princesas en relatos, entre irónicos e indómitos, en historias que se adentran en esas historias de niños para, de repente convertirlo en algo para y con adultos.


Son 12 relatos sobre mujeres, sus personajes principales son femeninos, son las que cuentan sus dudas, las que revelan sus necesidades, sus complejos, sus anhelos, sus perdidas, sus patologías, sus contradicciones, su resolución, su búsqueda... Sean en matrimonios frustrados o felices, sea en torres abandonadas o palacios viciados, sea en paraísos silvestres o en sórdidas casas, sea en relaciones esporádicas o en amores eternos, sea sobre añorados u odiados días infantiles, sea siendo engañadas o siendo las que engañan, las que ríen o lloran, con padres odiados o queridos. Son, casi todas, historias sobre la meditación y la introspección en sus actitudes, en su pasado, en sus relaciones, en su manera de actuar. Eso no significa que sean cuentos pesados o extremadamente profundos, son relatos a veces irónicos,a veces con sorna, otras veces tristes o que te hacen pensar , otras veces son como un concierto de heavy metal en la Abadia de Westminster, que te descolocan y sonríes con comprensible aturdimiento de sorpresa.

La voz narradora emite, en casi todos sus relatos, una oración común; esa necesidad de ser comprendidos y comprender -acciones, palabras, hechos, pensamientos-y aunque sea exagerado decir que en todos aparece esa misma voz, sí que comparten, como es lógico, un mundo común donde muchas veces el sexo, la infelicidad, la fidelidad -y lo contrario-, la añoranza de una infancia más feliz, , la insatisfacción, o el desengaño del simple discurrir de la vida inesperadamente distinta a lo que se había creído, comparten en muchos casos páginas en este libro. Donde sus protagonistas, exceptuando las princesas y alguna jovencita, son mujeres ya no del todo jóvenes, trabajadoras, casi acomodadas, y que hacen lo que podría decirse como una vida convencional pero...


Hay muchos cuentos que merecen mucho la pena en este libro, pero no podría hacer un comentario sobre él sino nombrara uno en concreto que me ha dejado impactado, por sus temática, por como está escrito y por que es bueno hasta para leerlo varias veces seguidas, se titula “el saltavías”, y por favor, si tienes la oportunidad, no dejes de leerlo puesto que no estorbaría en una antología de los mejores relatos del siglo XX. Claro está que es una opinión nada más, de alguien que evidentemente no ha leído tanto como para osar decir esa afirmación , pero ¡qué puñetas! Como autor de esta reseña me reservo el derecho a aclamar que este cuento sera  uno de los mejores que  leereís  nunca, o casi...

wineruda


viernes, abril 03, 2015

ELOGIEMOS AHORA A HOMBRES FAMOSOS de JAMES AGEE y WALKER EVANS


















ELOGIEMOS AHORA A HOMBRES FAMOSOS de JAMES AGEE y WALKER EVANS
Let us now praise famous men 1939
Ed. SEIX BARRAL. 397 Pág.




A finales de los años 30 del siglo pasado, dos periodistas reciben el encargo de hacer un reportaje sobre los agricultores arrendatarios del sur de Alabama en Estados Unidos. James Agee lo escribiría y Walker Evans lo fotografiaría. Rechazado el proyecto una vez escrito, se convertiría en este libro. Por lo tanto, éste, debería ser un reportaje o, más allá, un ensayo sobre las formas de vida de esos arrendatarios pobres. Ambas cosas lo son, cierto, pero va más lejos, a algún lugar incierto entre la narrativa de ficción , la poesía, el relato intimista; todas las formas que podrían incluirse en una novela. ¿ Lo es? Cada lector tendrá su propia opinión, sin duda hay momentos que lo parece, otros son más una expresión de un ensayo político, otras veces social o ético o un relato periodístico puro y duro, pero la aparición de una especie de monologo interior , de recursos estilísticos totalmente literarios, de prosa poética -o directamente poemas-, de descripciones natural y firmemente también literarias, haría dudar a cualquiera que este libro es un híbrido de la literatura de ficción o un cuerpo extraño en la corriente de sangre del ensayo o el periodismo.

El libro se divide en tres partes: la primera es la aparición de los dos periodistas en el pueblo, en las casas y en la vida cotidiana de las tres familias protagonistas -los Ricketts, los Woods y los Gudger-. En esta parte habla sobre cosas normales: del paisaje, de lo diario, de cada individuo, del trabajo duro -del cansancio que sobrelleva-, de la falta de futuro,de que no hay nada tras el día siguiente sino es la misma rutina esclavizada y harapienta. Pero lo que da valor a lo contado es la épica que hace de lo habitual , aclama el respeto y el amor por cada una de las personas de las que habla a través del fragor y lo barroco de su prosa poética, que requiere concentración en la léctura para que nada se te escape, para que nada se te oculte, para recuperar el significado profundo de lo que cuenta James Agee, que utilizará contínuas digresiónes para dar su visión de ese mundo y de su mundo en particular, de como ve las cosas y como querría que fuesen.

La segunda parte es el análisis pormenorizado de lo que tienen esas familias: dinero, vivienda, ropa, educación, trabajo, del cultivo del algodón y el maiz, ... Todo ello, ese simple análisis -que no lo es tanto-, más sus reflexiones, le servirán para reflejar las terribles condiciones de vida de esos arrendatarios blancos que son el centro de su “reportaje” (aunque en todo el libro aparecerán las condiciones aún más atroces de los agricultores negros) . Todo está contado y casi enumerado de manera minuciosa, y lo que pudiera parecer un informe burocrático se convierte en casi un poema -desde las descripciones,  hasta esas reflexiones de lo inhumano de la situación - donde Agee parece espiar a sus actores y su escenario para ver que sus defectos son bellos, que cada cosa, por pobre y fea que sea, es parte de un todo único y estremecedor que remueve la mente y los sentidos, y allí muestra su admiración y su amor por cada una de las cosas que ve, y renueva su rabia, política y racional, por esa situación y por lo que significa para todos los que la sufren.

En la tercera parte, la más corta, Agee habla directamente a sus tres familias protagonistas, les habla a la cara, se dirige a ellos y les dice que los entiende, que comprende sus problemas, que sabe de su dolor, que sufre el calor y el frío de sus cuerpos, que nota las heridas que provoca la recolección del algodón . Y, a través de una suerte de monologo interior, cuenta sus reacciones ante ellos, el sentimiento que le producen, y, a través de múltiples digresiones, habla de sus fantasías y de sus fantasmas, de las imágenes que le vuelven del pasado y le proyectan a un mundo querido posterior, habla del paisaje que le rodea. Y más allá de la unión de la realidad y la ficción aparece un mundo repleto de personas que pueblan una vida sin futuro y donde el presente es una extensión de la nada.


Las extraordinarias fotos de Walker Evans -adoro esas fotografías-   merecen que, una vez acabado el libro, se vuelva a ellas para ver a esas  importantes, famosas,  personas que han sido fotografiadas. Ésas que a través de sus ojos, sus ropas o sus gestos, improvisan un canto a la dignidad humana más allá de la posición social, económica, educativa que les ha tocado vivir. Son personas que ya no existen en la realidad, pero son expresión de todo lo que puede poblar, pobló y poblará el mundo pasado, presente y el futuro. Y que son dignos de ser conocidos, y contadas sus historias aunque no sean personajes importantes o no aparezcan más allá del reflejo en una partida de nacimiento, de boda o de defunción.







miércoles, marzo 25, 2015

UN PINTOR DE HOY de JOHN BERGER




















UN PINTOR DE HOY de JOHN BERGER
a painter of our time 1958
de. Alfaguara. 311 Pág.
Traducción: Pilar Vázquez

La existencia del pintor exiliado húngaro Janos Lavin , ya cerca de los sesenta años, cambia el mismo día que encuentra el éxito de su obra en una exposición ; simplemente desaparece del Londres donde vive, abandona su vida normal, su mujer , sus amigos, su taller de pintura y no queda rastro de nada suyo por las calles, casas, brazos o voces cruzadas entre las que sobrevivía. Aparentemente es el inicio de una reseña de una novela de misterio: cierta intriga, un poquito de investigación y unas gotas de suspense y se completa una novela policíaca al uso. Nada más lejos de la realidad de este libro, es la antítesis de una novela negra. Es el diario de Janos con notas al margen explicativas del narrador de la historia -su amigo John- sobre lo que sucedió en los costados de lo que contaba, y, entre otras cosas, una apasionante clase magistral sobre lo que es el arte en todas y cada una de sus facetas -creativas, comerciales, morales, técnicas, pasionales...- una reflexión sobre la creación y el artista, una descripción meticulosa sobre cómo es el pintar un cuadro, un atlas sobre el conocimiento teórico y práctico de la pintura.



Berger pinta un paisaje con figuras, en él combina valores enfrentados: la conciencia de un autoexiliado en un país extraño, la vida de un pintor comunista en pleno centro del capitalismo burgués, el artista que crea para vivir pero que no vende sus cuadros, la de un luchador que ha abandonado el ring de la lucha, un creador que recrea el pasado en el mundo de hoy , compagina el recuerdo y el futuro, el dibujo figurativo y el abstracto... Pero el dibujo, las figuras centrales de la escena, habla sobre cómo es el acto de crear un cuadro -el sufrimiento, el análisis, las luchas internas, la indolencia o la obsesión alternativas del pintor, la decepción, el sudor, las alegrías, las tristezas...- Y el estudió filosófico de la vida y en concreto de la de ese exiliado, y de la política y del amor y desamor...se combina aqui para componer, minuciosamente, una muestra de como era el Londres de los años 50 del siglo pasado para un artista obsesionado con su pasado luchador antifascista y con sus lienzos.


Es un libro sobre pintura pero que va de la mano con la política. Janos vive de sus pinceles, ama sus pinturas y sus colores, existe por sus dibujos, pero en su mente, en su ser, es parte de él , brota el comunismo. Añora su juventud, se avergüenza de haber abandonado aquella lucha pero conserva aquellos valores, suspendidos entre la ilusión pasada y la decepción de cómo son las cosas ahora. La muerte de su amigo Lazlo le hará replantear todo lo que piensa... Podría pensarse, leyendo lo anterior, que el libro, en sí, envejece con las historias de la guerra fría de aquellos años del siglo XX, pero no, no es así, es un reflejo de un tiempo y una forma de vivir que debe quedarse entre escritos y hojas para que no se olvide nadie de cómo fueron y para qué. Nada puede esconderse de los ojos de la gente, y menos el pensamiento de las personas, la decisión personal de defender unas ideas vehementemente.

En la historia aparecen, también, una seria de personajes ajenos o adeptos a la “industria” del arte, a los que Berger fulmina o adora, desdeña o admira, con los que se va componiendo otra historia sobre personas, asuntos, “marrullerias” comerciales, desdeñosos “snobs”; todo un mundo de hombres y mujeres que rodean esa “industria” o aparecen aquellos que sólo admiran al artista tal y como es, que no esperan nada de él , sólo que los haga felices con sus dibujos, que admiran un cuadro o al autor por él mismo, no por lo que vende. Cuenta lo que se oculta entre los sumideros y los palacios sobre los creadores, corredores de arte, académicos, coleccionistas, galeristas y los descubre tal y como son, desnudos como cualquier maja de Goya .

No acertaría en definir con una palabra lo que me ha atraído de este libro, sólo una combinación de formas de contar, estilos de combinar, modos de enseñar a mirar o cómo compagina un diario con lo explicativo de una novela, lo abrupto y contradictorio del pensamiento de Janos, la aparición de una forma de poesía del color en precario equilibrio con la prosa dura y precisa de la realidad cotidiana, la sensación de estar sentado en una silla de la universidad oyendo una lección ejemplar sobre la relación entre literatura y la pintura; todas podrían explicar la razón por la cual me ha seducido este libro.


wineruda




viernes, marzo 20, 2015

QUI PRO QUO DE GESUALDO BUFALINO

















QUI PRO QUO DE GESUALDO BUFALINO
qui pro quo 1991
Anagrama 174 Pág.


Como en aquel cuento de Hans Christian Andersen : ¿el rey está desnudo o no lo está? ¿ Es ésta una novela con sentido literario o es un un artificio, una treta, para hacer un libro al uso para vender sin mucho esfuerzo? Pensémoslo... El texto es una novela policíaca con todos sus condimentos típicos, que no sería ningún pecado si Bufalino se dedicara a ello, si tuviera un campo cultivado por todas las experiencias pasadas y escritas sobre ese tema... Tampoco es pecado que un escritor escriba una novela en un campo que no es el suyo, ni mucho menos; es más casi diría que es un ejercicio de valentía y de experimentación. Pero vayamos al tema, a lo que me preocupa... Si hay algo que me molesta son libros vulgares publicados por buenos escritores a la estela de otros buenos escritos , pillar la ola y subirse en ella para navegar hasta la orilla. De esos, ejemplos hay muchos, especialmente en los que ametrallan el mercado con libro casi diario... ¿ Es éste el caso? No lo creo... Bufalino escribió o, mejor dicho, publicó sus novelas a una edad tardía y por ello muchas en poco tiempo; así que de eso no es culpable. Además la calidad literaria de la novela es incuestionable: el estilo personal del autor con su propia e inalterable forma de describir las cosas, de contar sus historias, de documentar sus labores, de hacer hablar a sus personajes, esa forma culta, (que no para cultos -aunque reconozco que he tenido que usar el diccionario tres o cuatro veces-) de componer la totalidad de las narraciones hace que el libro sea valioso por si mismo. Así que me respondo a la pregunta del principio: el rey estaba desnudo. Es una novela estimable en cuanto a ella misma, podrá ser mejor mejor o peor en cuanto a novela policíaca pero la suma de otros valores literarios hacen que sea una buena forma de leer algo con enjundia, apreciable.

¿Pero de qué trata la novela? Después de toda esa perorata que he soltado sobre dudas que me asaltaron al acabar, debo explicar el porqué de ello. No ayuda a que se le valore como libro, el hecho de que digan en la contraportada que es una homenaje a Agatha Christie, que lo es, pero creo que debería surgir al leerlo , no debe ser contado por la editorial -algo típico en en los escritores de la reseña del libro en la contraportada ellos: cuentan más de lo que debieran. Estúpida costumbre.- Así el contexto de la novela es una serie de personajes pasando unas vacaciones juntos en unas villas cercanas unas a otras, todos ellos importantes figuras del mundo de la edición de novelas policíacas italianos y esposas y artistas... Más el personajes principal y narradora de la historia ; Esther. Secretaria del dueño de la editorial y aficionada a escribir historias policíacas en secreto. El siguiente paso es el asesinato de uno de ellos, claro está... Lo siguiente sera que se quedarán atrapados en el lugar por una tormenta, y la aparición de la policía, y los indicios, sospechas, tretas y acusaciones derivadas de aquello. Todo muy típico...Lo diferente será la forma de contar de Esther y lo que cuenta sobre ella y sus pensamientos, realidades, sentimientos, también sumaremos las variaciones del cauce característico de esos relatos y, sobre todo, el poso profundo de la ironía de Bufalino, la huella aguda del paso pesado de los guiños a las variantes ( y bromas) que puedes sacar de leer algo tradicional si lo miras por el otro lado del espejo: juegos de palabras, de imágenes, de nombres, personajes arquetípicos que se revelan como todo lo contrario, muertes tontas que no lo son, relaciones poco recomendables que se recomiendan...

En resumidas cuentas: no es la novela por la que dejarás de leer otras, pero, entre bromas y veras, Bufalino compone un libro agradable de leer, sin mensaje, sin añadidos, ni perfumes perdurables, pero que te atrapa y la lees con gusto hasta acabar, y sonríes por lo bien que debió pasárselo escribiéndolo, dando vueltas al calcetín para encontrar, de nuevo, el reverso. Lo mismo que yo leyéndolo... ¡Ah! Pero para eso has tenido que leer a Agatha Christie... ¿O no?

wineruda

Hoy...

50 ESTADOS, 13 POETAS CONTEMPORÁNEOS de ESTADOS UNIDOS de EZEQUIEL ZAIDENWERG

  50 ESTADOS, 13 POETAS CONTEMPORÁNEOS de ESTADOS UNIDOS SELECCIÓN, TRADUCCIÓN Y PRÓLOGO DE EZEQUIEL ZAIDENWERG     Decían que decía...